lunes, 24 de febrero de 2014

La Guerrilla en Venezuela. Por Kelder Toti.





Las Invasiones de Fidel.


                    Por Kelder Toti.

   La guerra de guerrillas es una táctica militar de conflictos armados consistente en hostigar al enemigo en su propio terreno con destacamentos irregulares y mediante ataques rápidos y sorpresivos, voladuras de instalaciones, puentes y caminos o robo de armas y provisiones. Se utiliza con frecuencia en situaciones de guerra asimétrica, gracias a su movilidad, a su fácil dispersión en pequeños grupos y a su habilidad para desaparecer entre la población civil, resultan muy difíciles de neutralizar. Algunas clasificaciones de conflictos como la utilizada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, dividen las guerras según varios criterios, entre ellos el del tipo del enemigo a combatir. 

   Siguiendo este criterio los conflictos armados pueden agruparse en Conflictos de Alta Intensidad o guerra convencional (aquellas donde el enemigo es otro ejército, mejor o peor armado que el propio, pero ejército con cuarteles, centros de mando y territorio que defender), Conflictos de Media Intensidad o guerra de guerrillas (los realizados por grupos paramilitares sostenidos, pobremente armados, pero que controlan ciertas regiones de difícil acceso y con el apoyo tácito de la población directa o por los poderes electos a través de sus ejércitos). 

   Por último los Conflictos de Baja Intensidad, aquí se podría establecer cierto grado de paralelismo con los movimientos terroristas, realizada por pequeños grupos que no controlan territorio y a veces son apoyados por una parte de la población -matanzas indiscriminadas contra la población civil- o por el contrario por una amplia mayoría contra los poderes establecidos, fuerzas del orden público, etc. (1).

   En agosto de 1960 se realizó en Costa Rica la VII Reunión de Consulta de los Cancilleres Americanos, convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA) para discutir una resolución que condenaba la ingerencia de la Unión Soviética y de la República Popular China, en la vida política de Cuba y del continente. En la discusión del texto de la proposición, el canciller cubano se retiró y el canciller venezolano Ignacio Luis Arcaya, miembro de URD, se negó a votar el texto que implicaba sanciones contra Cuba, contrariando la posición de Betancourt.

   El llamado de URD para explicar la conducta de la Presidencia de la República, hace que Arcaya renuncie a su cargo. A los pocos días, URD abandona la coalición bajo “profundas diferencias de criterio en materia económica, internacional y de orden público” y pasa a formar parte de la oposición democrática. La ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba se encuadró en la llamada “Doctrina Betancourt”; esta consistió en romper relaciones diplomáticas con todos los países donde rigieran dictaduras de izquierda o derecha.

   El objetivo de la doctrina era separarse de República Dominicana (Trujillo), de Cuba (Fidel Castro) y de Haití (Jean Claude Duvalier), pero a la larga, la cadena de dictaduras militares dejó aislado diplomáticamente al país en América Latina. A partir de este momento, el apoyo de COPEI será de vital importancia para el gobierno y para la supervivencia de la democracia, amenazada por fuerzas de la derecha y de izquierda, desde ese momento COPEI y AD, van a formar parte del gobierno acordando sostener el régimen democrático, aislado de otros partidos políticos.

   No obstante la promulgación de la Constitución de 1961, el gobierno parecía atrapado entre dos fuerzas de signo contrario. Por un lado, la izquierda acusaba al gobierno de reaccionario, y recurría a la violencia callejera, y por el otro lado, un grupo de militares encabezados por el General Jesús Castro León, agitaba los cuarteles con el pretexto de que el gobierno era débil con los comunistas y los “fidelistas venezolanos”. En el mes de febrero, en Caracas, en Barcelona y en San Cristóbal, estos militares intentaron un golpe de fuerza contra el gobierno. El gobierno domina la situación, pero la izquierda tendía a subir de tono. 
 
   En estas circunstancias se creyó que sería fácil derrocar un gobierno que cada día se debilitaba más. Cientos de jóvenes del PCV y del MIR, en su mayoría estudiantes universitarios, se fueron a la montaña para iniciar una guerra de guerrilla al estilo cubano, parecía probable una guerra civil.
   La situación se fue haciendo más crítica porque los partidos marxista lograron que en algunos sectores de las Fuerzas Armadas Nacionales penetrara la corriente ideológica revolucionaria. En 1962 se produjeron dos alzamientos, uno en Puerto Cabello, y otro en Carúpano, estos fueron sofocados con relativa facilidad.

   Muchos de los militares desertores se incorporaron a la lucha armada que ya mantenían las guerrillas comunistas y miristas (MIR), pero distinguiéndose de éstas con el nombre de Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), y los civiles constituía un movimiento de oposición llamado Frente de Liberación Nacional (FLN), al cual se sumó Fabricio Ojeda.

   El Carupanazo fue una insurrección militar en Carúpano, Estado Sucre estalló en la medianoche del 4 de mayo de 1962 en Carúpano, a cargo del batallón de Infantería de Marina Nro. 3 y el destacamento Nro. 77 de la Guardia Nacional. Los Insurrectos, al mando del capitán de corbeta Jesús Teodoro Molina Villegas, del mayor Pedro Vegas Castejón y del teniente Héctor Fleming Mendoza, se alzaron contra el gobierno nacional, ocupando las calles y edificios de la ciudad, el aeropuerto y la emisora Radio Carúpano desde donde lanzaron un manifiesto a nombre del Movimiento de Recuperación Democrática.

   Por su parte, el presidente Rómulo Betancourt les exigió la rendición a los alzados, al tiempo que se iniciaba la movilización de los efectivos leales pertenecientes al batallón de Infantería Mariño, el batallón Sucre de Cumaná y el batallón de Infantería de Marina Simón Bolívar de Maiquetía, se producían ataques por parte de la Aviación y se bloqueaba el puerto por parte de las unidades navales en lo que se denominó la Operación Tenaza.

   Al día siguiente (5.5.1962) las tropas gubernamentales tomaron el control de Carúpano y sus alrededores, capturando a más de 400 personas involucradas en la asonada entre militares y civiles, entre ellos el diputado del Partido Comunista de Venezuela Eloy Torres, así como otros miembros de ese partido y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Ante tales hechos, Betancourt suspendió las garantías, acusó al PCV y al MIR de estar involucrados en la sublevación y expidió el decreto núm.752 suspendiendo el funcionamiento de ambos partidos en todo el territorio nacional. Las sublevaciones de Carúpano (“el carupanazo”) y de Puerto Cabello (“el porteñazo”) son vistas como las más funestas del poderío bélico de aquel entonces. Millares de víctimas, heridos y detenidos; la mayoría de ellos ajusticiados por la Digepol y el Ejército (2).

   El Porteñazo o Insurrección de Puerto Cabello fue una sublevación de la Base naval de Puerto Cabello. A diferencia del "Carupanazo", el "Porteñazo" representó una conspiración cívico-militar de mayor magnitud, tanto por las fuerzas involucradas, lo intenso de la lucha y por el terrible saldo de heridos y muertos dejados. En el amanecer del día 2 de junio de 1962, se produce el alzamiento de la base naval de Puerto Cabello (Edo Carabobo), dirigida por el capitán de navío Manuel Ponte Rodríguez, el capitán de fragata Pedro Medina Silva y el capitán de corbeta Víctor Hugo Morales. Tan pronto el gobierno nacional se entera del intento de golpe, envía efectivos de la Fuerza Aérea y del Ejército que bombardean y rodean la ciudad, produciéndose el combate frontal entre las fuerzas insurrectas del batallón de infantería de marina General Rafael Urdaneta (que se habían sumado a la sublevación de los oficiales y efectivos de la base naval y a los grupos civiles armados por éstos) y la tropa del batallón Carabobo que se había trasladado desde Valencia, al mando del coronel Alfredo Monch, en el desde entonces famoso y trágico sitio de La Alcantarilla. Al mismo tiempo, la mayoría de los oficiales al mando de la escuadra y el destacamento Nro. 55 de la Guardia Nacional se niegan a participar en el alzamiento.

   Finalmente, el día 3 de junio, el Ministerio de Relaciones Interiores anunció que desde el amanecer, las Fuerzas Armadas leales al gobierno habían puesto fin a la rebelión con un saldo de más de 400 muertos y 700 heridos. Tres días después, luego de ser capturados los jefes del alzamiento, cae el último reducto de los insurrectos, el Fortín Solano. Posteriormente, se comprobó la participación de políticos ligados al Partido Comunista de Venezuela y se inició una profundización de la política de depuración en las Fuerzas Armadas de oficiales ligados o sospechosos de simpatía con la izquierda. Diferentes historias corrieron sobre tal acontecimiento que enlutó a Venezuela, se tomó como un acto bélico injusto e innecesario. Muchos acomodaron lo que pasó de acuerdo a intereses políticos y personales.

   Arriba, en el Fortín Solano, apenas permanecieron durante la rebelión, los infantes de marina destacados por la Base Naval para la custodia del fuerte, quienes para aquel día, lunes 4 de junio, ya eran cadáveres. La presencia de los funcionarios del Ejecutivo y de algunos jefes militares, dejaba despejado el misterio que se había tornado casi en verdad, durante el desarrollo de los acontecimientos debido a las versiones mal fundadas.

   Lo de pensar que el fortín podía ser utilizado como punto de operaciones de los sublevados significó uno de los tantos errores militares conocidos y que después de la aparición del avión como elemento de guerra, estas fortalezas quedaron sin vigencia estratégica.

   Telefónicamente se le pidió ayuda a las Fuerzas Aéreas para reducir el Fortín Solano, donde los rebeldes estaban atrincherados con una ametralladora "Punto 50", la cual inexplicablemente no había sido utilizada para impedir la concentración de tropas en la Estación, pues tanto ésta como el ingreso a la ciudad están dominados por el Fortín, que se encuentra en una colina, al Sur. A las cinco y media, las unidades listas para el ataque, estaban en la Estación. El Batallón Carabobo se distribuyó en pelotones de 30 hombres que debían ir cada uno detrás de los trece tanques que debían entrar al Puerto. Sin embargo, se esperó para el asalto, que la aviación efectuase la operación prevista contra el Fortín.

   A los pocos minutos aparecieron aviones F-86 Sabre, atacaron con cohetes y ametralladoras. Los cohetes, lanzados de a dos cada vez, dieron todos en el blanco. Desde el mismo Fortín y desde el Liceo Miguel Peña, se disparaba con ametralladoras contra los aviones, en intento totalmente inútil, pues la velocidad de éstos los ponía a salvo de ser alcanzados. Los viejos muros españoles que circundan el Solano, de pura y maciza mampostería con dos metros de grosor, resistieron el impacto, no así las otras instalaciones menos antiguas. Eliminado el peligro del Fortín, comenzaron las tropas a penetrar en Puerto Cabello.

   Ante el sostenido ataque de las fuerzas leales, los insurrectos se replegaron definitivamente hacia el Fortín Solano dejando sólo pocos focos de franco-tiradores en la ciudad. En el Fortín, que fue duramente bombardeado por la aviación durante el domingo, los rebeldes habrían estado en condiciones de adelantar otras acciones desesperadas, pero la previsión del Capitán Carbonell, acordada en días anteriores al alzamiento, frustró las esperanzas rebeldes.

   En el Fortín están montados dos poderosísimos cañones de 155 milímetros, montados por el General Cipriano Castro en 1905, para estar en condiciones de rechazar cualquier nuevo intento de bloqueo del puerto por potencias extranjeras. En el Fortín hay más de 200 grandes proyectiles para las dos unidades, pero resultó imposible para los rebeldes operarlas. La precaución de Carbonell luego del alzamiento de Carúpano fue comisionar al Teniente Justo Pastor Márquez, especialista en armamentos, para que quitara los percutores a los cañones. La operación fue secreta y aparte de Carbonell y Márquez muy pocos oficiales se enteraron.

   El Fortín Solano apenas sufrió daños por el bombardeo aéreo. Esta fortaleza fue construida por los españoles allá por el año 1556 y tiene murallas de más de dos metros de espesor. Tiene también platabandas de más de tres metros de espesor, a las cuales las bombas no hicieron absolutamente nada. Pero los rebeldes no podían materialmente sostener sus posiciones en el Fortín. Contando sólo con ametralladoras y armas cortas se exponían a ser sitiados. (3). 

   En Venezuela existía una guerra de guerrilla, sostenida por la inteligencia cubana, que se enfrentaba al poder de los Adecos,  estos agarran el camino de la montaña, pero pasados  los años, la guerrilla fracasa  en sostener la logística, dependían excesivamente de los envíos de Cuba, ya que los encargados de ellos en Caracas y en el interior: Teodoro Petkoff y Guillermo García Ponce, desviaban el dinero a sus bolsillos, cuando iban a ser juzgados por el buro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional se entregaron a la DIGEPOL.

 Esto forzó a la Casa de las Américas de la Habana a montar expediciones con buques mercantes armados, escoltados por lanchas misilisticas del tipo Osa I, a las costas venezolanas, estás abastecerán a la guerrilla, cosa que la sostuvo, se dieron aproximadamente unas 45 expediciones de milicianos cubanos, entrenados para la guerra  de guerrilla, más los bisoños guerrilleros venezolanos que desembarcaban en las playas, y agarraban el camino al monte.
   Las guerrillas rurales llegaron a movilizar algunas centenas de hombres, que tomaban por asalto a caseríos y pueblos en redadas rápidas, se articulaban en frentes guerrilleros que no pasaban de los 200 miembros.

    El Frente José Leonardo Chirino, dirigido por Douglas Bravo, en la Sierra de San Luís, Estado Falcón. El estado mayor estaba formado por Elías Manuit, Luben Petkoff, Francisco Prada y Acosta Bello. Presentó cuatro destacamento de 50 hombres, con los nombres de Raúl Hernández, Elpidio Padovani, Luís Díaz y Miguel Noguera. Llegó a contar con unos 200 integrantes, y es desarticulado por una ofensiva combinada del Ejército y Fuerza Aérea en 1964, aunque se reporta actividad partisana de poca importancia hasta 1966.

     El Frente Simón Bolívar, que abarcaba los occidentales estados de Trujillo, Portuguesa, Lara, Guárico, Barinas y la parte oriental de Anzoátegui. Fue creado a comienzos de 1962. Su comandante es Argimiro Gabaldón, luego de su muerte en un accidente se encarga del frente el médico Hernán Cortés Mújica. Las acciones del comando antiguerrillero de Urica, primero y luego del Teatro de Operaciones Número 3 (T.O. 3) llevan a la desaparición  del frente guerrillero para finales de 1968.  Llegó a contar con cuatro destacamentos. Su estado mayor lo conformaban Concepción Alcalá, chucho Betancourt y Hernán Cortes Mújica y para 1963 estuvo bajo la jefatura de Tirso Pinto.

     El Frente Ezequiel Zamora: opera desde el cerro El Bachiller, bajo la responsabilidad del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), tuvo como jefes a cuatro dirigentes del MIR: Américo Martin, Soto Rojas, Paúl del Río y Moisés Moleiro; derrotado por el Ejércitopara 1964-1966.

      El Frente José Antonio Páez: está formado por dirigentes de URD como dirigentes, tal es el caso de Fabricio Ojeda, quien lo sustituye al ser detenido por la Digepol por el ingeniero Juan Vicente  Cabezas y Tirso Pinto; abarcaba los territorios de Portuguesa, Barinas, Mérida y Trujillo. Inicia sus actividades en febrero-marzo de 1962, degeneró en actividades de bandolerismo y abigeato para finales de 60.

      El Frente Manuel Ponte Rodríguez del oriente del país, abarca los Estados Anzoátegui y Monagas. Su jefatura estuvo a cargo de Tomás Alfredo Maneiro, su estado mayor lo conformaban Luis M. Sanabria, Lelis Montes, Eusebio Zerpa, llegó a tener cinco destacamentos. Es el frente guerrillero que más sobrevivió en el tiempo, aunque su importacia política y militar fue mínima.
   La llamada "guerrilla urbana", marxista o nacionalista, tuvo su manifestación con las Unidades Tácticas de Combate. La guerrilla actuaba en las ciudades, como de hecho había ocurrido en las ciudades; puesto que no obtuvieron un espacio físico donde controlen y gobiernen. El 31 de enero de 1962 por acuerdo unánime de la OEA, Cuba fue expulsada de su ceno por haber desafiado la política Hemisférica de los U.S.A (4).

    La Guerra Civil con el apoyo logístico de Cuba no dejó de ser una guerra de baja intensidad en las ciudades, y de menor  capacidad de fuego en la  montaña; donde las UTC (Unidades Tácticas de Combate) operaron con un regular éxito de tipo propagandístico, que no  llegó a ser una amenaza real para el régimen democrático al no formar un ejército entrenado para enfrentarse a las Fuerzas Armadas  de Venezuela, a pesar de la insistencia de la DGI (Dirección  de Inteligencia Militar de Cuba), en ese sentido, ya que su propósito  no era hacer la revolución sino obtener concesiones burocráticas del gobierno, que logran con la elección de Rafael Caldera, ante los reveses sufridos producto más de su incapacidad militar, que de los logros de su adversarios, se fueron desmovilizando; los  Frentes guerrilleros del  campo fueron convirtiéndose gradualmente en bases de  bandolerismo, hasta que los últimos grupos se insertaron en la vida civil.

   Por sugerencia de la Agencia de Inteligencia de Defensa (IDA), el gobierno de Betancourt reacciona, y manda a entrenar a los oficiales venezolanos en la Academia de las América, en Panamá. Se crean los batallones de cazadores, traen “expertos” cubanos a dirigir y a entrenar el SIFA y a la DIGEPOL , eliminando a las Unidades Tácticas de Combate (UTC) en las ciudades, cosa que no fue muy difícil, destacándose Orlando Bosh, Orlando García   y Posada Carriles. No por ello Fidel Castro se desanimó, a pesar de las burlas de Ernesto Che Guevara, montan al frente de la operaciones logísticas a Antonio de la Guardia, quien tras escarmentar a la altura de las Islas las Aves a un destructor venezolano, contó con la puerta abierta a las playas venezolanas, el destructor al ver el fuego naval del  barco cubano, no huyó voló entres las olas. Esto obligó al Pentágono a traer a oficiales expertos en contrainsurgencia  como “asesores” a nivel de batallón, empieza a vender aviones del tipo COIN (Bronco y Dragon Fly), y a entrenar a los pilotos, colocan en los puestos de mando a los oficiales que consideran fieles a la causa anticomunista e ideologizan a las Fuerzas Armadas en el credo Anticomunista. El resultado final, será que en Machurucuto escaparán los destructores en vía contraria a la ruta del mercante. Pero transcurridos los años, se percata la CIA de su incapacidad de contener la amenaza comunista dado lo inepto de la oficialidad media y lo venal de la alta oficialidad venezolana.

No fue una invasión. Cuba accedió, después de un buen tiempo, a las reiteradas peticiones de la dirección del MIR solicitando apoyo logístico. No fue pues el gobierno cubano quien presionó. Afrontó todas las consecuencias, arriesgando hombres y hasta el propio curso de la revolución cubana, en 1967 Cuba prestó apoyo a cuatro dirigentes del MIR, para que desembarcaran por Machurucuto. Sin embargo, la lucha armada en Venezuela ya estaba derrotada, ese desembarco no iba a modificar los hechos. La elite guerrillera tenía una apreciación equivocada de la guerra de guerrilla, esto se nota al no poder formar los cuadros urbanos y rurales que pudieran enfrentarse al Ejército, y derrotarlo (5).

   La invasión de Machurucuto es un ejemplo de ello, a pesar de saber la hora y el lugar del desembarco exacto y situar a batallones de cazadores, estos lograron desembarcar, escapando un grupo a la montaña. El Ejército asesinaron a los prisioneros aproximadamente unos 10, los fusilaron y dejaron vivos a dos, por orden del General del SIFA Márquez Añez, y a quienes los utilizaron como propaganda. Posteriormente acordaron con Fidel Castro, el cese de su ayuda a la guerrilla venezolana a cambio de restablecer relaciones diplomáticas, y darle parcelas de poder a los guerrilleros que se pacifiquen, estos, con esas cuotas de poder en el Congreso, Universidades, Instituciones Culturales, Sindicatos, etc; construirían la red de poder que le permitiría a Fidel cobrar por la  ayuda prestada pasados los años, con petróleo barato.







                                     Las Invasiones de Fidel



(3) El Porteñazo. http://es.wikipedia.org/wiki/El_Porte%C3%B1azo

(4) La OEA deroga resolución que expulsó a Cuba
 http://foros.monografias.com/printthread.php?t=52004

(5) Julio Escalona. Machurucuto la invasión.  Fecha: 15 de Mayo del 2007 http://www.aporrea.org/oposicion/a34697.html

                                          

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