El Buldózer
Armado.
Por Kelder Toti.
El Golpe de Estado del 24 de noviembre de
1948 fue una insurrección de militares y políticos en contra del presidente
venezolano democráticamente electo Rómulo Gallegos quien fue derrocado y
obligado a exiliarse. En su lugar se instaló una Junta Militar presidida por
Carlos Delgado Chalbaud. Durante los 8 meses que duró el gobierno de Gallegos,
desde febrero a noviembre de 1948, crecieron las disputas entre los partidos de
oposición (Partido Social-Cristiano Copei, Partido Comunista y URD) y el
partido gobernante, Acción Democrática. Se dieron intentos por derrocar a
Gallegos y hasta se produjo un distanciamiento parcial del presidente con sectores
de su propio partido, éste creía que podía contar con militares quienes
consideró leales como Delgado Chalbaud. También se produjo el descontento de
otros sectores (empresarios e iglesia católica) que habían participado en el
Golpe de Estado de 1945, y principalmente el malestar de las petroleras por el
comportamiento cada vez más nacionalista del presidente Gallegos.
Con la Reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta promulgada el 12 de
noviembre de 1948, la cual consistía en la imposición adicional de un 50% en el
exceso de las ganancias que obtuvieran las empresas por encima de los impuestos
pagados a la nación. Algunos sectores militares y empresariales descontentos,
sintieron sus intereses afectados por lo que el 24 de noviembre de 1948
pusieron fin al gobierno de Gallegos.
Tras ser derrocado Gallegos y forzado a
exiliarse se constituyó una junta formada exclusivamente por sus antiguos
aliados militares en el golpe de 1945, quienes asumieron el poder de forma
inmediata. La integraron el ex ministro de defensa de Gallegos, Carlos Delgado
Chalbaud, y los tenientes coroneles Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera
Páez. Al acceder al poder, la junta restituyó la vigencia de la Constitución de 1936,
incluyendo la reforma de 1945, y prometió elecciones, pero con la sistemática
persecución de sus opositores eventuales y declarados, se inició la dictadura.
El 4 de diciembre de 1948 la junta disolvió el Congreso, las Asambleas Legislativas
de los Estados y los Concejos Municipales; pronto se inició la agresión en
contra de los medios de comunicación.
La Junta Militar se caracterizó por su autoritarismo
y cambió su manera de actuar con respecto a las petroleras extranjeras, las
provocaron un crecimiento de las finanzas del Estado. Por otro lado, no se puede
negar que el país vivió una época de desarrollo industrial y social más grande
de toda Latinoamérica con la construcción de obras de gran envergadura que
modernizaron la hasta ese momento la rural Venezuela. Las torres del Silencio,
la autopista Francisco Fajardo, La urbanización
23 de enero, El Helicoide, llamado a ser el centro comercial más moderno del
mundo entero para su época, La autopista Caracas- La Guaira, que según se dice
el propio General Pérez Jiménez probó con un vehículo de alta velocidad para
verificar que los peraltes, las curvas y asfalto eran el adecuado para tal
obra, son sólo la punta del iceberg de la obra modernizadora del período
1948-1958.
Tras el asesinato en extrañas circunstancias
de Delgado Chalbaud, la
Junta Militar, con la intención de sumar apoyo decidió
designar a un civil como nuevo presidente de la República, siendo
escogido Germán Suárez Flamerich, con lo que a partir del 27 de noviembre de
1950 la Junta
dejó de llamarse "militar" (1).
Desde el 27 de noviembre de 1950 hasta el 2
de diciembre de 1952, Suárez Flamerich fue influenciado por su Ministro de la Defensa, Marcos Pérez
Jiménez, quien también era miembro de la Junta, por lo que muchos consideran a Flamerich
como un presidente títere de los militares, en especial de Pérez Jiménez quien
lo sustituiría en diciembre de 1952 (2).
Entre 1949 y 1957, las Fuerzas Armadas crearon en el Ejército la Comandancia, la Escuela Superior,
las Escuelas de Armas (Infantería, Blindados, Caballería e Ingeniería), la Escuela de Servicio
Técnicos y la Escuela
Básica: esta última da la instrucción a los cadetes de todas
las fuerzas durante los dos primeros años de su formación profesional. Se
hizo una reorganización de los batallones de infantería y se crearon nuevas
unidades (3).
Los viejos cuarteles, dentro de las ciudades
y con capacidad solo para 100
a 200 soldados, fueron reemplazados por los grandes
complejos llamados Fuertes (Tiuna, Mara, Guaicaipuro, Paramaconi, etc).
Igualmente las Fuerzas Navales y Aéreas fueron dotadas de las unidades más
modernas, dentro de los planes de defensa. En este mismo lapso fueron
construidos el Hospital Central y el Círculo Militar de Caracas y de las otras
ciudades. La Guardia
Nacional fue elevada a la condición de fuerza y dotada
del material necesario para su operación, así como la instalación para su
alojamiento y adiestramiento, a partir de 1946 las Fuerzas Armadas son
asesoradas por una Misión Militar Americana (4).
Se intentó reformar la educación castrense
con el fin de fortalecerla. Se establecieron los cursos para los ascensos. Se
mandaron oficiales a las Escuelas de Estado Mayor en el exterior. Se creó la Escuela Básica. En ella los
oficiales de las fuerzas terrestres, navales, aéreas y guardia nacional
recibían formación por dos años, después se orientaban a sus respectivas
escuelas. Se estableció el Círculo de las Fuerzas Armadas, que era un lugar de
recreación y de reunión. Se instalaron las proveedurías militares para que
pudieran comprar los alimentos para sus familias, se dieron gratificaciones por
hijos, por zonas. Es decir, en las zonas en que la vida fuera más dura el
oficial ganaba más (5).
Dado el triste papel de la Fuerzas Armadas en
la Segunda Guerra
Mundial, el General Marcos Pérez Jiménez toma la decisión de comprar armamento
francés y británico, busca asesoría británica, e instala una pequeña fábrica de
armamento local; reestructura a las
Fuerzas Armadas, logrando un mayor nivel de operatividad, sacando el valor
necesario para amenazar al gobierno del General Rojas Pinilla, el cual faltó al
colocar la fragata colombiana Iván Padilla en la Isla de los Monjes, el 1 de
Marzo de 1952, la cual ancló en Los Monjes del Norte e hizo disparos de
artillería naval contra los pesqueros venezolanos.
Ordena Marcos Pérez Jiménez a
la flota zarpar y a los cazas P-47 sobrevolar la Isla, el 22 de Noviembre de 1952 se procedió a
ocupar militarmente la isla, en respuesta al cañoneo que un buque
colombiano que regresaba de la guerra de Corea, hizo contra los islotes de los
Monjes.
Pérez Jiménez manda que una
compañía de la
Guardia Nacional se instale en el islote y que una
escuadrilla de aviones cazas P-47
a cargo del Tte. Alberto Antonio Vivas Serrano, se base
en el aeropuerto de Grano de Oro en Maracaibo, con la orden de patrullar los
islotes y atacar cualquier barco intruso. En el traslado de un P-47 de Maracaibo
a Boca de Rio, un avión cayó en Canoabo pereciendo su piloto, Alférez Piloto
José Jesús García Segura, ya sea por falta de mantenimiento o impericia del
piloto. Los colombianos antes su conflicto interno, con la naciente guerrilla
rural, se retiraron con el rabo entre las piernas (6).
Pérez
Jiménez como Comandante en Jefe, decidió llamar al servicio a las tropas
excedentes, reforzar la frontera occidental y ocupar militarmente Los Monjes.
El 22 de noviembre el gobierno de Roberto Urdaneta Arbeláez reconocía:
“Colombia no objeta la soberanía de los Estados Unidos de Venezuela sobre el
archipiélago de Los Monjes y en consecuencia, no se opone ni tiene reclamación
alguna que formular al respecto” (7) .
El análisis
estratégico del General Pérez Jiménez es que los colombianos nos superaban en
el mar y tierra. En el mar Venezuela solo disponía de cuatro viejas
corbetas, sin armamento adecuado y mal
manejadas por marinos que no habían alcanzado los niveles suficientes para conducir esos
barcos con eficiencia. Y en tierra los colombianos nos superaban, por la
sencilla razón de que tenían mucho mayor número de reserva entrenada y el
ejército en sí era más numeroso. Lo único que nos favorecía con respecto al
Ejército de Colombia era que nosotros habíamos adquirido el fusil
semiautomático FN, con el cual las unidades venezolanas tenían un mayor poder
de fuego, es decir que podían lanzar más proyectiles sobre el enemigo (8).
En lo que respecta a la Fuerza Aérea, Venezuela
superaba a Colombia porque tenía aviones a reacción. Por eso no se dio el paso firme de la ocupación de Los
Monjes. Sabíamos que se podía resistir en tierra, por mejor dotación de
armamento y que en el aire podíamos superar a los colombianos. Los colombianos
se dieron cuenta de esa situación y quizás –especula Marcos Pérez Jiménez-, en
consulta con sus militares resolvieron transarse (9).
Si Colombia hubiera tratado de
usar la fuerza para desalojar a las fuerzas venezolanas de los islotes,
seguramente hubieran sido derrotadas, al tener Venezuela una aviación y fuerza
terrestre superior, pero si Colombia
hubiera invadido a Venezuela con su mayor infantería hubiera logrado la
victoria, pero tendría dos frentes abierto el interno por la naciente guerrilla
y el externo al sostener una invasión a Venezuela, eh indirectamente tendría
del dominio de la entrada del Golfo. Los elementos decisores colombianos
prefirieron evitar una guerra en dos frentes.
El Golpe de Estado del 23 de enero de 1958,
fue un acontecimiento histórico ocurrido en Venezuela, por medio del cual se
derrocó al General Marcos Pérez Jiménez - presidente para la fecha -, quien se
vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del
avión presidencial la «Vaca Sagrada». Pérez Jiménez venía ocupando el cargo de
presidente de Venezuela desde principios de la década del 50, con el fin de su
régimen se dio inicio al proceso "democrático" en Venezuela, si bien
antes de esa fecha ya se habían tenido algunas cortas experiencias o ensayos democráticos
como los de 1947.
Las medidas que se tomaron, ante la asonada
de Hugo Trejo del 1 de Enero de 1958, fueron de carácter militar. En primer
lugar, se alertó a la
Guarnición de San Juan de Los Morros y Valencia, para que
avancen sobre Maracay. De Caracas partió un contingente hacia allá. Se mandó un
batallón de infantes de marina para que desembarcara en Ocumare de la Costa y cayera sobre
Maracay, por el parque Humboldt, rodeando a los insurrectos de la Fuerza Aérea el 1 de Enero de
1958.
El jueves 23 de enero de 1958, Pérez Jiménez
entrega el poder a una Junta Militar escogida por él, antes de abandonar
Miraflores. El antecedente más cercano de dicho acontecimiento se produjo el
primero de Enero del mismo año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos
despertando a toda Caracas. El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios
partidarios del gobierno, ya que hacía exactamente un mes que se había
efectuado un plebiscito para prolongar el mandato de Pérez Jiménez, para darle
cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas. Sin
embargo, a pesar de que el alzamiento fue develado, a medida que la oposición convirtió el derrocamiento de la dictadura en
una causa nacional.
Profundizando un poco en las causas que
derivaron en la caída del General Marcos Pérez Jiménez, hay que señalar
fundamentalmente dos aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a
partir de los mencionados sucesos del miércoles 1 de enero de 1958, los cuales
trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en
el seno de las Fuerzas Armadas. En tal sentido, el alzamiento de los oficiales
de la Fuerza Aérea
en la Base de
Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del
cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o
evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense.
Las medidas que se tomaron para
contrarrestar la asonada de Hugo Trejo, fueron de carácter militar. En primer
lugar, se alertó a la
Guarnición de San Juan de Los Morros y Valencia, para que
avancen sobre Maracay. De Caracas partió un contingente hacia allá. Se mandó un
batallón de infantes de marina para que desembarcara en Ocumare de la Costa y cayera sobre
Maracay, por el parque Humboldt, rodeando a los insurrectos de la Fuerza Aérea el 1 de Enero de
1958.
Los errores que cometió Trejo en no atacar a
Miraflores, lo que hubiera causado una herida mortal al régimen, no lo hizo.
Tomó hacia Los Teques, y los insurrectos de la Fuerza Aérea de Maracay, cuando
se vieron cercados por las tropas de Roberto Casanova, al oír los disparos se
fueron corriendo, y la mayoría de los alzados comenzaron a sacar banderas
blancas por todas partes.
En segundo lugar, la crisis política en el
propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del
mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó dos cambios de
gabinete sucesivos, los días viernes 10 y lunes 13 de enero de 1958
respectivamente y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a
Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas: Laureano Vallenilla Lanz, Ministro
hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del
régimen: la
Seguridad Nacional.
A partir de los sucesos del miércoles 1 de
enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen PerezJimenista,
comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno
tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes
campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como
pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de
Ingenieros, la
Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y
sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente
su repudio a la dictadura. Todas las acciones de calle en contra del régimen,
tendrán su momento cumbre en la huelga general del martes 21 de enero,
movilizada por la
Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos),
junto a los estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un
carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados.
En la madrugada del jueves 23 de enero, pese
a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez
Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto
de La Carlota
(situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana.
Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle,
saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional
y linchando a algunos funcionarios.
Asimismo, destruyeron la sede y los equipos
del periódico oficialista El Heraldo. Por otra parte, en pocas horas el Palacio
de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de
innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a
nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado.
La Junta la
constituyeron el contralmirante Wolfgang Larrazábal como presidente y los
coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel
Romero Villate.
Al amanecer del día jueves 23, los
venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la
presencia en la Junta
de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perezjimenismo;
los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de
enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.
Con el objeto de facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y
restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete
provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose un
militar, el Coronel Jesús María Castro León, el Ministro de la Defensa. Posteriormente,
la Junta de
Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los
presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica
con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia
de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los
personeros del gobierno Pérez Jimenista y regresan los exiliados.
Después del jueves 23 de enero de 1958
asumió el poder la Junta De
Gobierno ésta dirigió el proceso político del país hacia el establecimiento de
un régimen constitucional. Pérez-Jiménez estuvo en República Dominicana, hasta
que se radicó en los Estados Unidos. Rómulo Betancourt, durante su Gobierno,
logró la extradición del General Marcos Pérez Jiménez y aquí se le siguió un
prolongado juicio, el cual terminó con la sentencia condenatoria por un período
menor el que ya llevaba detenido, por
eso salió en libertad y voló a Madrid.
En esta capital aceptó la postulación como
candidato a Senador por el Distrito Federal en las elecciones de 1968,
resultando electo por un número considerable de votos. En 1969 la Corte Suprema de
Justicia anuló la elección de Pérez-Jiménez para el Senado, esgrimiendo como
principal argumento que Pérez Jiménez no se inscribió en el Registro Electoral
ni votó en las mismas elecciones.
El jueves 23 de enero de 1958, turbas
enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del
régimen y a tratar de acabar con los funcionarios de la Seguridad Nacional,
que se habían ensañado en la persecución política durante toda la década. Los
miembros de la
Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por
largo tiempo o escaparon al exterior. Venezuela ya no tuvo que padecer del régimen
autoritario de Pérez-Jiménez que fue consagrado por el texto de la Constitución del 15
de abril de 1953 y, amparado en la arbitrariedad, que se hizo confirmar
Presidente hasta 1963, pero su gesto exasperó los ánimos populares hasta la
insurrección del el 23 de enero de 1958, huyó a República Dominicana protegido por
el Dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, para posteriormente
trasladarse a los Estados Unidos junto a su familia.
Pocas veces se había dado en Venezuela un
ambiente de euforia como el del jueves 23 de enero de 1958. Los periódicos dan
rienda suelta a los titulares represados por diez años de censura: disfrutan a
plenitud de la libertad de expresión y comienzan a contar la historia oculta de
los diez años (10).
El Buldózer Armado.
(1)Golpe
de Estado de 1948 en Venezuela.
http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_de_1948_en_Venezuela.
(2) Héctor Bencomo
Barrios. “Fuerzas Armadas”. Diccionario de Historia de Venezuela. Tomo II. 2 da
Edición. Editorial Fundación Polar. Caracas Año 1997. Pág416.
(3)Héctor Bencomo
Barrios. “Fuerzas Armadas”. Diccionario de Historia de Venezuela. Op Cit
Pág 416.
.
(4) Álvaro García
Castro. “Los Monjes, archipiélago de”. Diccionario de Historia de
Venezuela. Editorial Fundación Polar. Tomo II. Editorial:
Fundación Polar. Caracas Año 1997. Pág 1023.
(5) Agustín, Blanco
Muñoz. “Habla el General Marcos Pérez Jiménez” P 190.
(6) Magaly Montes. http://www.anajuliajatar.com/index.php/2008/07/07el-desfile-politico-militar-ique-verguee?blog=5.
(7) Manuel
Felipe, Sierra. “Vientos de guerra”.
http://www.abcdelasemana.com/2010/07/31/vientos-de-guerra/
(8) Agustín, Blanco
Muñoz. “Habla el General Marcos Pérez Jiménez”. P 217.
(9) Agustín, Blanco
Muñoz. “Habla el General Marcos Pérez Jiménez”. P 217.
(10)Golpe
de Estado de 1958 en Venezuela. http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_de_1958_en_Venezuela
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