lunes, 24 de febrero de 2014

El Golpe de Estado de Abril. Por Kelder Toti







                La Noche de los Generales.


                                  Por Kelder Toti 


 

   Con la figuración de las “Fuerzas Armadas” tiene dos etapas bien diferenciadas, una de la otra. En la primera, los caudillos, hombres sin una formación militar profesional, se convierten por sus acciones, en Generales y jefes de las Fuerzas Armadas, tal es el caso de José Antonio Páez, Guzmán Blanco, Cipriano Castro o Juan Vicente Gómez. En la segunda etapa, militares de escuela llegan a la jefatura del Estado de manera deliberada, por la posición jerárquica que han alcanzado previamente, entre los distintos mandos regulares, los cuales van a gravitar desproporcionadamente sobre el proceso político, es el caso de Eleazar López Contreras, Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Hugo Chávez Frías.

   Así, no es extraño que ante las elecciones del 3 de Diciembre del 2006, éstas prefiriesen  el continuismo; no porque estimen la pericia combativa del Loco de Sabaneta, sino por el contrario, la victoria de Manuel  Rosales las enfrentaría nuevamente  al grupo que venció el 13  de Abril del 2002, y destruiría sus posiciones de poder dentro de las Fuerzas Armadas. Una lectura más pausada hubiera permitido adivinar el devenir de las elecciones, y sus resultados.

   Al darse la protesta, los manifestantes se desviaron a Miraflores con la complicidad de la Policía Metropolitana que, a nivel de la Esquina San Francisco, actuaría abiertamente atacando por las calles laterales a los Círculos Bolivarianos, siendo la punta de lanza de los manifestantes.  Bajo el mando de Iván Simonovis, tenían la orden de tomar por asalto a Miraflores.
   Esta unidad de 300 policías haría retroceder a los Círculos Bolivarianos, atrincherados en Puente Llaguno además, de la Guardia Presidencial y la Guardia Nacional, quienes contaban con francotiradores colombianos en las inmediaciones bajo el mando de Eliézer Otaiza. 

   El Estado Mayor de  las Fuerzas    Armadas había contratado a francotiradores salvadoreños, y contaban con dos agentes en el Palacio de Gobierno, Marisabel de Chávez y el General Rodríguez Usón. Estos, a mediados de la 9:30 de la mañana le informan a Luís  Miquilena el aislamiento del presidente, mientras Rodríguez Usón informa al Estado Mayor de la debilidad de Miraflores, adelantando por teléfono la maniobra.

   Freddy Bernal y Juan Barreto llamaron a eso de las diez de la mañana a congregarse a los Círculos Bolivarianos de La Pastora y 23 de Enero, para que protegiera Miraflores, cosa que comenzó a suceder a las 10:45. Usón, a pesar de hallarse Miraflores, siendo juramentado como ministro de Hacienda, pasó inadvertido el movimiento, despreciando la importancia estratégica de este componente. Iván Simonovis, desinformado totalmente, orienta la manifestación  al  Palacio de Gobierno, trabando combate con los Círculos Bolivarianos durante dos horas, en las inmediaciones de Puente Llaguno, rodeando a Miraflores, desertando en la madrugada: La Guardia Presidencial y el Destacamento de la Guardia Nacional.

   En una sociedad no integrada como la venezolana, indisciplinada, sin una clase dirigente de ese nombre (políticos oportunistas y empresarios cortesanos), y una clase media aferrada a sus privilegios,  una masa popular excluida de todo sentimiento de participación, aprovechará el partido militar cualquier, para colocarse en la reserva y asaltar el poder ante cualquier oportunidad. 

   Tomarán el poder ante cualquier crisis económica, política o social para entronizarse; sus propias acciones, a la larga, obligan a la aristocracia militar a diferenciarse de sus delegados, que ocupan la presidencia, ocurriendo una nueva intervención militar, que desaloja a uno de ellos del poder, convertido en dictador. Esta sería la oportunidad para que los militares se retiraran a sus cuarteles y dejen la figuración política a los civiles, mediante el restablecimiento de las libertades públicas y convocatoria de elecciones, creando desde la sombra las circunstancia para retornar a Miraflores nuevamente.

   El fracaso del Golpe de Estado del 11 de Abril del 2002 se debió a la incapacidad de Iván Simonovic, un policía que pudo que haber dado al traste con el ejército, lo cual demuestra su poca capacidad operativa, al no poder coordinar adecuadamente a los efectivos de la Policía Metropolitana,  pues no contaron con la resistencia de los Círculos Bolivarianos, quienes se enfrascaron en una lucha callejera en la defensa de Miraflores, al emboscar en Puente LLaguno a los manifestantes por orden de Ismael García y Ramón Martínez. 

   La ineptitud  estratégica de Simonovic permitió que los Círculos Bolivarianos se reagruparán y lanzarán el contraataque el 13 de Abril, en coloridas manifestaciones; un estratega más experimentado hubiera formado una unidad de asalto y tomado los puestos de comando y control de los chavistas, y hubiera atacado a las unidades paracaidistas que se hubieran puesto a la orden del General Isaías Baduel en Maracay, dado que contaba la Policía Metropolitana para aquel momento con 11.000 efectivos. La incapacidad del Alto Mando Militar de controlar la oficialidad media, ya que no los habían captado, para sus fines, hizo posible el regreso de Chávez, al manifestarse contrarios al Golpe de Estado, esperando poder delinquir a su regreso. 

   Las acciones del Alto Mando fueron prematuras,  debía planificar las acciones con antelación y atraerse la mayor parte de la oficialidad.  El Alto Mando, contrató a francotiradores del Batallón Atlacal, que son los responsables de la muerte de los chavistas de Puente Llaguno, mientras que Eliécer Otaiza colocó a un grupo de francotiradores colombianos de las FARC y ELN, y Cubanos, en los Edificios LLaguno y Ausonia, que son los responsables de la muerte de los opositores.

   Nadie dice que el nivel de corrupción que alcanzó la Metropolitana bajo la dirección de Alfredo Peña y Ramón Muchacho, posibilitó su fracaso, al desmantelarla gradualmente, Muchacho fue una de la personas que alertó al gobierno de la actuación de la Metropolitana, de ahí es la razón de no ser perseguido político, a pesar de ser el Prefecto de Caracas, y posibilitó el asesinato de trece agentes de la PM por el G-2 Cubano y los Círculos Bolivarianos en diferentes emboscadas,  entre mayo y diciembre del 2002.

   Los Policías Metropolitanos fueron víctima de un pésimo estratega, estaba en el sitio adecuado, con los elementos necesarios, pero sin el conocimiento  para actuar. Su incapacidad de analizar las informaciones en tiempo real, facilitó su derrota.  A pesar de mandar a bloquear con gándolas la autopista Regional del Centro, los movimientos del comando chavista eran vigilados por Marisabel de Chávez, ésta era el contacto de Luis Miquelena y el “General” Rodríguez Usón. 

   Sus errores consistieron en no enfrentar a la Policía  Metropolitana a los Batallones Paracaidistas que se alzaron en Maracay los cuales hubieran desertados masivamente, obligando a la oficialidad a mantenerse al margen, y al no arrestar y apresar la dirigencia Chavista de niveles medios, no solo los altos dignatarios,  además en haber confiado que un problema militar puede tener una salida política, al cuadrar a los Diputados de la Asamblea Nacional  a favor de un ”Golpe de Estado”, sin darse cuenta que un problema militar requiere de una solución militar, el haber subestimado como adversario a los Círculos Bolivarianos, el no haber tomado los punto de Comando, Control e Inteligencia de las Fuerzas Armadas, protegiéndolos con las Policías regionales, esto hubiera dificultado el reagrupamiento de los Círculos Bolivarianos, aunque  hubiera significado quemar la Embajada de Cuba o los Comandos afines al gobierno. En todo caso su incompetencia lo pagaron algunos de los complotados  con una larga condena, pidiendo compasión a unos sujetos despiadados, mientras otros partieron al exilio o cayeron asesinados en las calles de Caracas, por el enemigo que subestimaron.

 
   La ocurrencia permanente del público en general, de que los militares, una vez tomado el poder lo entregarán, radica en esa enseñanza histórica, sin tomar en cuenta, que las circunstancias históricas han cambiado, al perder el monopolio de las armas, las cuales se encuentran repartidas entre las milicias locales y el hampa común. Sin tomar en cuenta que la consolidación de una aristocracia militar, es la mayor amenaza hemisférica en el Continente, y que los aristócratas que no se comportan como tal, y  no tienen sus cualidades terminan en la guillotina. Exportando las formas de apropiación a los países de la América española, que quedan bajo la influencia “del excremento del diablo”, trayendo consigo una mayor miseria y pobreza, obligando a la intervención tarde o temprano del Tío Sam, esa es la tragedia de unos pobres diablos.

   Ellos, a través de la liturgia militar, utilizando la pompa o los desfiles militares en las fechas patrias, dada su incapacidad castrense, se apropian de la historia patria, presentándose como herederos de una historia militarista de las que no son parte como es “La Guerra de la independencia”,  Se convierte en un “culto fetichista”, distorsionando a veces su contexto y acciones, para justificar los hechos presentes, que legitimen su proceder, así no es de extrañar que mientras más odiada sea una administración, más se apoyará en el “culto a Bolívar”, como justificación de sus acciones políticas   y social, llegando a sentir en la convivencia política delirios orgásmicos, perdiendo la capacidad de lidiar con la realidad (1).






                                                    La Noche de los Generales

       
(1) Rangel, Carlos. “Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario” Las Formas de Poder Político en América Latina. 9· Edición. Monte Avila Editores. Caracas. P 301. El autor dice lo siguiente “… muchos de quienes se han referido a Bolívar lo han hecho para auto justificarse, o para justificar a sus jefes, a sus caudillos. El dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez (1952-1958) tenía como divisa una frase de Bolívar: “El mejor gobierno es el que produce la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de felicidad posible”, con la clara implicación de que el Libertador hubiera aprobado la suspensión de las libertades públicas en la Venezuela de 1952, la prisión, tortura. Exilio o muerte de los opositores (y además el peculado y el cinismo) como preferible al azaroso ejercicio de la libertad.” P 301. En este último aspecto discrepo totalmente del autor, una lectura de la Guerra a Muerte, de las ejecuciones en la Presidencia de Colombia, los asesinatos de los misioneros en Caruachi,  la Invasión del Perú…. Dejan en claro los actos criminales del prócer, expediente que sería utilizado por la camarilla de Caracas y Valencia como excusa para desobedecer su voluntad en 1829, y separarse de Colombia.

La Rebelión de Rupununi. Por Kelder Toti.



El Pago de los Traidores.

                       Por Kelder Toti

   Las sabanas del Rupununi se encuentran ubicadas al sur de la Guyana Esequiba y abarcan aproximadamente el 25 % de la Zona de Reclamación. Las montañas Kanuku dividen el área en dos sabanas: las del Norte y las del Sur. Las sabanas del Norte están formadas por una tierra cubierta de pastos en las áreas húmedas aptas para la ganadería, y las Sabanas del Sur presentan colinas y pequeñas montañas. Estas tierras están habitadas por amerindios, mestizos y descendientes de europeos (Rancheros blancos) quienes tenían una cuarta parte de sangre amerindia, se dedican a la agricultura y a la elaboración de hamacas y artículos de cuero. Para el año de 1969 su principal actividad era la ganadería, contando con un avión frigorífico que trasladaba la carne a la ciudad de Georgetown, se dividian en dos familias  los Hart y los Melville.

   La gente del Rupununi, la élite dominante eran blancos de descendencia irlandesa y escocesa, mientras los amerindios son los descendientes de los indios autóctonos. En lo económico, la población era floreciente y próspera, se dedicaba a la ganadería extensiva, en contraposición al resto del país, empobrecido de origen afroamericano, que apenas trabajaba para subsistir.

   Para el año de 1969 estos territorios eran una rica y próspera región ganadera que contaba aproximadamente entre 120.000 y 150.000 cabezas de ganado repartidas éstas entre unas doce haciendas y otras de menor tamaño, más las reses de las comunidades indígenas.

Lethen, para 1969, era y ahora sigue siendo una pequeña población del antiguo Distrito de Rupununi hoy conocida con el nombre de la Región Novena (Alto-Tacutu Esequibo Upper Takutu-Upper Essequibo), ya que hasta el toponímico como identidad propia de esa región ha ido desapareciendo como una práctica para borrar toda una memoria territorial y lo que ella representó.

   James Burhan con sus ideas socialistas, se traducen en la zona, en atropellos y abusos de las autoridades, que produce un descontento generalizado hacia el régimen, que se conjuga con el arrendamiento de las tierras de Rupununi, por un lapso de 99 años, que había hecho la corona inglesa a los habitantes de la región, plazo que se vencía en 1968, y que el gobierno de Burnham había respetado, pero no pensaba renovar, lo cual acrecentó el descontento en la región, ya que trabajaba la población la cría de ganado.

   Ante la acción de fuerza del gobierno de Raúl Leoni, de tomar posesión  la isla de Anacoco, tiene un gran impacto en los habitantes de la Guayana Esequiba, que creen posible la anexión de Venezuela. La isla de Anacoco tiene una superficie de 28 Kilómetros cuadrados, hecho ocurrido el 12 de Octubre de 1966, día en que se colocó una compañía del Ejército; se construyó un cuartel para la compañía y una pista de aterrizaje, y se incorpora la isla a la influencia de venezolana.

   La reclamación de Venezuela de la Guayana Esequiba, colocó a los dirigentes de Rupununi, ante el temor que Venezuela no les reconociese los derechos de propiedad, si ellos no apoyaban a Venezuela en la toma efectiva del Esequibo. 

   Dada la situación, los habitantes del Rupununi, deciden apoyar las acciones militares de Venezuela, para la recuperación del Esequibo, bajo el compromiso de respetarle sus derechos, al fracasar el movimiento insurgente, fueron recibidos en Venezuela.

   Para la época de los sucesos contaba la citada población de Lethen con unos 200 habitantes y la región, con una población que oscilaba entre las trece mil y quince mil personas, allí el Gobierno guyanés tenía las dependencias administrativas. Se hallaban asentados entre grandes y pequeños hacendados o rancheros, unos 30, cuyas tierras estaban sometidas a un régimen de arrendamiento que duraba escasamente un año, de acuerdo con las cláusulas de carácter unilateral, el Gobierno guyanés en cualquier momento podría rescindirlos sin derecho a indemnización violando la antigua ley inglesa. A pesar de que eran tierras Cronw Lands (tierras de la Corona) se suponía que lo eran todas en el interior de la colonia, pero en éstas se les garantizaba a sus pisatarios su posesión en virtud del arrendamiento.

   Por tal situación a principios del año de 1968 la Asociación de Ganaderos del Rupununi, en Asamblea General, aprobó un documento de su posición frente y respecto de la política de tierras del PNC, con el cual comisionó a Cesar Gorinsky, propietario de la hacienda Good Hoppe, para hacerle entrega formal de sus peticiones tanto al Parlamento Guyanés como a Forbes  Burnham, Primer Ministro de Guyana.

   Este régimen de posesión de la tierra mantenía en un estado de inseguridad a los ocupantes, así vino a constituirse en un permanente estímulo de reclamos y protestas de los grandes y pequeños productores contra el Gobierno guyanés éste se le responsabilizaba de fomentar una persistente discriminación racial de los Afrodescendientes en contra de la población amerindia, y mestiza la cual predominaba en el Distrito de Rupununi.

   Efectivamente, una de las primeras medidas tomadas por Burnham al lograr la independencia de la colonia de la Guayana Británica, fue la de apropiarse de una de las más fértiles aéreas del Rupununi, las tierras situadas cerca de las Montañas de Moko Moko, y dividirlas en pequeñas parcelas que fueron distribuidas entre Afrodescendientes.

   A todo esto se sumaba el desconocimiento de los principios democráticos y de derechos constitucionales, por parte del gobierno de  Burnham, el cual se caracterizaba por una actitud hostil hacia los habitantes del Rupununi, sometidos a presiones políticas por la razón de que no pertenecían a su partido el PNC, la mayoría de los rancheros se identificaban con la UF de Peter D’Aguiar por razones financieras y comerciales se les llamaba despectivamente “los Aristócratas del Rupununi”, o “ los Barones del Rupununi”, de descendencia angloamericana.

   Esta situación la afrontaron por años. En vista de que sus actividades agropecuarias se desarrollaba en un clima de inseguridad, por cuanto el régimen de tenencia de la tierra, permitía que pudieran ser despojados de ellas sin que mediare ningún tipo procedimiento previo, ni con derecho a indemnizaciones a los rancheros llegaron a considerar promover un movimiento de liberación, en demanda de sus derechos civiles, para buscar la secesión y unirse a Venezuela para así alcanzar la libertad y con ella unas mejores condiciones de vida, y mantener la posesión de la tierra.

   Todo esto, conjuntamente con los amerindios que eran despreciados racialmente, y a quienes se les habían negado sus derechos ciudadanos y a las tierras. Concedidas éstas por la Corona Inglesa en forma de reservas y requisito exigido al PNC y al UF en la Conferencia Constitucional de Londres en 1965, para otorgarle la independencia a la colonia de la Guyana Británica. Logrando con esto los indígenas (amerindios) ser ciudadanos en una Nación donde se les reconozca como personas al respetarles sus derechos sociales y económicos.

   Por otra parte, los Wapishana del Rupununi habían organizado la “Asociación de Pueblos Amerindios - APA de Aishalton” y a través de ésta le señalaban al Gobierno de Burnham: “...que no se debía desalojar a los colonos, porque nos dan puestos de trabajo...” desde hacía años atrás. La Rebelión de Rupununi estalló el jueves 1 de enero de 1969.  Ese día el movimiento insurreccional ocupó todas las dependencias e instalaciones oficiales de la población de Lethem, incluyendo el aeropuerto. No obstante contar con el respaldo popular, fracasó la intentona, por el aviso que diera un misionero adventista protestante estadounidense, que logró huir con un aparato de radio trasmisor.

   La información que él trasmitió la captó un avión comercial que iba a aterrizar en el aeropuerto de Lethen. La tripulación reporto la novedad a las autoridades de Georgetown, y el avión descendió en la pista de aterrizaje de Manari, localidad donde tenía asiento un complejo turístico, a 9 Km. de Lethen, aproximadamente. Allí un grupo de canadienses se puso a la orden de las fuerzas gubernamentales y colaboraron con las operaciones de desembarco de tropas, unos doscientos soldados equipados con lanzallamas, transportados en nueve aviones.

   En el alzamiento de Rapununi, se presta para ayudarle la DIGEPOL ésta envía  a organizar el levantamiento en contra Georgetown,  al Comisario  Orlando García, quien se dedica a las labores de inteligencia;  los entrenaba militarmente el Capitán Yépez Daza del Ejército Nacional, inmediatamente Orlando García le informa a Carlos Andrés Pérez, este pasa la información al oficial de la Agencia Central de Inteligencia en Caracas, Armando Zuñiga, quien no sale de su perplejidad, y transmite la información a la Agencia de Seguridad Nacional, desde donde se le envía un mensaje al Estado Mayor venezolano a través del Agente Especial de la CIA Phillip Agee, diciendo –“si Venezuela llega hacer efectiva sus amenazas pagará las consecuencias”-, que son: el retiro de la ayuda americana antisubversiva y una posible intervención de la Royal Navy, a su vez no vacila en informarle al Departamento de Estado quien le informa al Dowing Street, y le comunican al Presidente electo de la República Cooperativa de Guyana James Burham.

   Burham al saber de la revuelta  no vacila en sofocarla a sangre y fuego: colgando de los árboles a los sublevados que fueron entrenados por el “Ejército de Venezuela”, ellos tenían información de primera mano que facilitó abortar el levantamiento, dadas las insuficientes medidas de seguridad, adoptadas por Orlando García, agente de inteligencia encargado por Carlos Andrés Pérez de evitar la filtración del operativo a los guyaneses.

   La insurrección fue sometida, con un saldo de 17 muertos en combate, otras fuentes señalan entre setenta y cien, incluso algunos fueron quemados con lanza llamas, de lo cual existen pruebas fotográficas. Si bien hasta hoy se desconoce su número exacto. Debido al ensañamiento contra las propiedades, apreciado por los daños causados por la Fuerza de Defensa de Guyana D.G.F, se presume que fueron superiores a las cifras oficiales, ya que buena parte de la población tuvo que huir a Brasil y Venezuela.

   Las fuentes venezolanas hablan de un millar de muertos: “Viajeros provenientes de Santa Elena de Uairen… informaron que la situación … es desesperante, ante la posibilidad de un ataque aéreo de parte de las fuerzas militares de Guyana” (1).

  “Los viajeros explicaron…que al huirt por caminos y veredas, una parte por territorio de Brazil y otra por Guayana, fueron abatidos centenares de personas, entre ellos niños y mujeres, por metralla disparada por ametralladoras…de la la Fuerza Aérea Guyanesa (2).

   “Hasta ahora no se ha podido determinar el número de muertos, pero muchos aseguran que pasan de un millar, si se toma en cuenta el número de personas que huyeron del Rancho Pirare”…

     ….”las fuerzas militares venezolana no han tomado actitud ofensiva y se mantiene vigilante, ante las incursiones de los aviadores guyaneses que han volado sobre territorio brasilero en su afán de perseguir a los revoltosos” (3).
      “Los viajeros contaron…, que en Santa Elena, el gobierno civil y militar venezolano así como los religiosos… vienen prestando colaboración y atención a los refugiados, los cuales permanecen en calidad de asilados políticos”.

       Uno de los refugiados… vio caer a su lado una mujer y cinco de sus hijos… huyendo de los ataques de los militares. Esta dama no pudo ser auxiliada porque era tanto el ataque de las ametralladoras accionadas por los aviadores, que les obligaba a marchar por el monte y en muchas ocasiones protegidos por los grandes árboles” (4).

    “Se supo que Aeropostal ha efectuado varios vuelos extras hacia la región de Santa Elena, llevando alimentos, especialmente arroz, manteca y sal; que escasean en la región por los refugiados”.

    Dada la incapacidad militar de las Fuerzas Armadas no dispuso para operación de un dispositivo que disuadiera de reprimir a sangre y fuego la revuelta, ni siquiera se tomaron las medidas mínimas de tener la atención médica y alimentos para atender la ola de refugiados vendría.

   Todo fue arrasado, según el artículo elaborado por el Dr. Seelochan Beharry en el Guyana Journal en enero de 2006 “El 02 de enero: el Día del Recuerdo Amerindio un Día de Luto Nacional. “...los principales líderes de la rebelión huyeron al exilio. A Brasil y Venezuela. Al igual que muchos de los amerindios que participaron con ellos junto a cientos de personas que no participaron, pero que sufrían como consecuencia de ello la causa amerindia había tenido un gran revés...”

“...El miedo de los amerindios a las represalias en las áreas del norte del Rupununi hicieron que estos huyeran de sus casas aterrorizados, perplejos, hay amerindios perdidos o desaparecidos muchas personas y nadie sabe cuántas murieron. Se ha informado que los amerindios son enterrados en fosas comunes que se observan sus órganos flotando en los ríos así como un número crecientes de cuervos inusuales en esa temporada, los caminos desiertos, desoladas las sabanas y quemadas, el ganado muerto en la más absoluta devastación...”

   “...las denuncias de atrocidades cometidas contra civiles por la policía de origen africano, fueron publicadas en el periódico O Globo de Brasil y destacadas en Londres en el Observador el 8 de junio de 1969: “En Lethen (según un periodista brasileño, desde Boa Vista, a través de la frontera de Lethen) vi casas destruidas por el fuego de ametralladoras sin que los ocupantes tengan la mas mínima oportunidad de escapar. Vi a la policía de Guyana reducir a ocho personas, tres adultos y cinco niños de siete años. En otro momento en que se capturo a dos niñas, una de 14 y otra de 15. Las dos permanecieron atadas desnudas durante tres días sin comer nada. Después de que fueron violadas por la policía para después ser arrojadas al suelo y ser aplastadas por un camión. Vi a la policía rodear las casas llenas de gente en el medio de la noche, rociar con gasolina las paredes, puertas y ventanas prenderlas y sus ocupantes adentro gritando hasta morir...” Fueron los reportes periodísticos en el sitio.

      “... vi a los indios (amerindios), nadar en el río Mau en la frontera con sus hijos en sus espaldas y muchos cadáveres de los fugitivos flotando con las marcas de los disparos...”, dado el desprecio que existía entre los afro descendiente hacia los amerindios y la élite criolla de Rupunumi: “...el escritor” afirma que estos incidentes eran parte de la represión por las fuerzas del Primer Ministro  Forbes   Burnham y de los afro base de su gobierno. “se llego a mencionar “un manto de silencio para evitar que los periodistas obtuvieran información y evidencias de lo sucedido en Rupununi...”, ya que el ataque de las Fuerzas de Defensa de Guyana fue alertada por la red de agentes en la zona, que guiaron a las fuerzas gubernamentales, levantando los obstáculos que estos pusieron en su camino, trayendo un batallón  de Georgetown por vía aérea, en  aviones DC-3 de The Guyan Airways.

  Georgetown gestiona la extradición de los 7 hacendados que encabezaron la fracasada revuelta: “Un vocero del gobierno dijo que las operaciones de limpieza se cumplen casi sin incidente… (5) Esto fue consecuencia de la desorganización y  falta de entrenamiento de los rebeldes apoyado por Caracas.
     Los rebeldes están detenidos en Boa Vista, han pedido  asilo político en Brasil; y éste país (Brasil) está considerando el caso” (6). Brasil les concedería asilo político lo que demuestra que estuvo de acuerdo con la revuelta y no supuso ninguna amenaza ni para la revuelta ni para Venezuela.

 Por otra parte, a la prensa y los partidos de oposición se les negó la entrada, a excepción de la D.G.F y altos dignatarios del PNC. Además, la D.G.F selló el área del Rupununi al no permitir la entrada, ni la salida de ella, sólo la fuerza de seguridad debido a que se considera el área como “Zona de Guerra”. Cuando Jedde Jagan del PPP que era oposición en esa época, solicitó permiso ante el Ministro del Interior para examinar la zona, éste le fue negado ya que era un área restringida a los no indígenas. Ante tal negativa el Dr. Jedde Jagan decidió enviar a dos amerindios pertenecientes al PPP Eugene Stoby y a otra persona de nombre James, quienes lograron pasar los controles al viajar a Rupununi en la línea aérea Guyana Airways. Pero al llegar a Lethen fueron detenidos y remitidos a Georgetown, donde fueron rigurosamente interrogados antes de ser puestos en libertad. Para septiembre de 1969, Jedde Jagan declaraba a través del medio comunicación Tunder del mes de julio: “...que el Gobierno ha aplastado sin piedad la rebelión....y se dirige a militarizar nuestra política...”Esto es el resultado de su investigación.

   Tres fortalezas fueron arrasadas, una escuela quemada, incendiadas las casas de los insurrectos así como sus haciendas entre ellas: San Marcos, San Benito, San José, Carirambo, Jacare, Macarana, Muriru, Mirichizeiro, Cristal Esprings, Montain Vien. Ensañándose especialmente con las integraban la “Compañía Rupununi Development Company” integradas por las de “Marari, Good Hope, Pirara”. Los pobladores fueron sometidos a despiadadas torturas. Las mujeres fueron objeto de violaciones, produciéndose una implacable operación de limpieza étnica en contra de los amerindios, mestizos y rancheros de origen europeo en la región donde se capturaron 28 personas. Estos habían participado en los hechos; todos fueron trasladados bajo fuerte custodia a Georgetown, donde serían encarcelados y enjuiciados, por traición a la patria, sin olvidar que ese es el pago de los traidores (7).

   Los refugiados de Rupununi, fueron recibidos en Venezuela, se les dio documentación, se les dio documentación de venezolano por nacimiento, se ubicaron en tres grupos: el primer grupo se ubicó en el pueblo de San Ignacio de Yuruani, en 40 casas construidas para ellos.  El segundo grupo, en San Martín de Turumbang, se construyeron 40 viviendas y demás instalaciones requeridas y el tercer grupo, fue ubicado en la Urbanización Vista Hermosa de Ciudad Bolívar.

   Tres años después de los hechos consumados el Canciller Aristide Calvani acuerda con su par de Guyana el protocolo de Puerto España al congelar el diferendo,  que no es otra cosa que reconocer la voluntad de los guyaneses ante lo que consideran su territorio, conformándonos con patrullar nuestras aguas territoriales y colocar bases militares en la frontera con la Guayana Esequiba, reconociendo de facto la soberanía guyanesa sobre el “territorio en reclamación”. Firmando en tierra poco amistosa por su cercanía diplomática con Georgetown, el protocolo de Puerto España, se prefería negociar con Colombia antes que con Guyana, pues se le consideraba una Potencia en comparación con ella, otras voces más discrepantes sostienen que dada la nacionalidad de Aristide Calvani, trinitaria sirvió a los intereses de Guyana.



                                                                  El Pago de los Traidores.

(1)”Mil muertos en frontera con Guyana” EL Universal”. Agencia de Noticias: INNAC. Ciudad Bolívar. Caracas, 8 de Enero de 1969. Año LIX. N° 21.398. Pág 1. Cuerpo A.

(2) Idem. Mil muertos en frontera con Guyana” EL Universal”. Agencia de Noticias: INNAC. Ciudad Bolívar. Caracas, 8 de Enero de 1969. Año LIX. N° 21.398. Pág 1. Cuerpo A

(3) Idem Mil muertos en frontera con Guyana” EL Universal”. Agencia de Noticias: INNAC. Ciudad Bolívar. Caracas, 8 de Enero de 1969. Año LIX. N° 21.398. Pág 1. Cuerpo A

(4) Idem Mil muertos en frontera con Guyana” EL Universal”. Agencia de Noticias: INNAC. Ciudad Bolívar. Caracas, 8 de Enero de 1969. Año LIX. N° 21.398. Pág 1. Cuerpo A.

(5)  “Esfuerzos para lograr extradición de sublevados”. El Universal. Agencia de Noticias: INNAC . Georgetown. 7 de Enero de 1969. Caracas, 8 de Enero de 1969. Año LIX. N° 21.398.  Cuerpo A Pág 6.

(6) Idem “Esfuerzos para lograr extradición de sublevados”. El Universal. Agencia de Noticias: INNAC . Georgetown. 7 de Enero de 1969. Caracas, 8 de Enero de 1969. Año LIX. N° 21.398.  Cuerpo A Pág 6.

(7) Márquez, Oscar J. “El Cuadragésimo Aniversario de la Rebelión del Rupununi. Parte II”. Sitio web “La Guyana Esequiba,” entrada de 2 de enero de 2009, consultado el xx / xx/ 2009. URL: http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2009/01/la-rebelin-del-rupununi-cuadragsimo_02.html