martes, 4 de febrero de 2014

La Gran Alianza. Por Kelder Toti.



En  Favor del Pobre:

                                       Por Kelder Toti.
 

Hugo Chávez ha sabido manejar muy bien, a su favor, el asunto de la miseria. Desde que llegó a la presidencia no ha dejado de pronunciar en sus mensajes: una arenga en defensa de los pobres; ese es su ejército, su milicia y su causa. Se manifiesta como su aliado, como su vengador…, el que hará justicia. Constantemente señala como enemigos de la revolución a los ricos y oligarcas o simplemente a los que no piensen como él.

El hecho de que el presidente, se preocupe por los pobres no tiene por qué preocuparnos; al contrario, debe ser motivo de satisfacción; pero que los engañe, manipule y los utilice como arma política, eso sí es detestable; pues ese engaño se traduce casi siempre en frustraciones y en algo que es peor…, la fractura del pueblo. 

El estilo de gobernar de Fidel en Cuba: no une, no incluye, no concilia, no es un estadista; ya que el fin de un líder, es galvanizar al pueblo para sacar la mayor cantidad posible de logros. Ven al país como un territorio al cual hay que conquistar, por lo tanto, se figuran dos grupos, que se contraponen: los que están con ellos, o sea, los revolucionarios y los que se oponen a su forma de gobernar, es decir, los contrarrevolucionarios; y a estos últimos hay que aniquilarlos; no les importa que ambas sean parte del mismo pueblo. Quien se oponga a su revolución es su enemigo.

No ha sido, ni será sencillo despojar a Chávez de la bandera que lo mantiene en el poder y menos con el barril de petróleo por encima de los 100 dólares y sin organismos que fiscalicen en qué gasta el erario público. Fidel Castro en el discurso pronunciado en el acto de clausura de la plenaria azucarera, celebrada en Artemisa, Pinar del Río, el 28 de junio de 1960 dijo lo siguiente: “….

Y si creen que el pueblo flaqueará, ¡se equivocan! Flaquean los que estaban acostumbrados a vivir muy bien, flaquean los que vivían del trabajo y del sacrificio de los demás, flaquean los que nunca pasaron hambre, flaquean los que nunca pasaron necesidad; pero ese pueblo, ese pueblo de guajiros, ese pueblo de obreros y de obreras que saben lo que es el trabajo, que saben lo que es el sacrificio, que saben lo que es pobreza, que han sabido lo que es el hambre, ¡ese pueblo no flaquea jamás!” 

Pues bien, Chávez entendió las lecciones de su maestro cubano y sabe que aquellos que nunca han tenido nada son sus principales seguidores; todo dependerá de la manipulación que de ellos haga en la oratoria que maneja.

Chávez siempre menciona a los pobres. Si bien es cierto, no les ha solucionado su condición de pobres, no es menos cierto que ha hecho algo que no hicieron los anteriores gobernantes…los mantiene en su agenda diaria. Mientras tengamos un país atrasado, seguiremos teniendo políticos que estafen las esperanzas ciudadanas. 

En un país desarrollado a los pobres se les ve como mentes para producir y no como boca para alimentar. Ese mensaje perverso de decir que los ricos son ricos porque les han quitado los bienes a los pobres tiene que desaparecer; los ricos no son fábricas de pobres, al contrario, son fuentes generadoras de empleos y consecuencialmente de riqueza, que genera empleos. Los gobernantes y sus malas políticas económicas son los verdaderos responsables de la pobreza.

Venezuela es el segundo país de América Latina donde más se ha reducido la pobreza en los últimos 12 años, detrás de Ecuador, que entre 1991 y 2010 la redujo en 26,4%. La tendencia regional registró los niveles más bajos de pobreza e indigencia en dos décadas, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El 27,8% de los 29 millones de venezolanos viven por debajo de la línea de pobreza. Cuando el presidente Chávez llegó al poder en 1999, era el 49,4%. Las cifras concuerdan con el discurso de "justicia social" de Chávez pero, contrariamente a lo que se podría pensar, no son consecuencia directa de las llamadas "misiones" (programas sociales).

"A lo que más se atribuye la disminución de la pobreza (en Venezuela) –le dice a BBC Mundo Martín Hopenhayn, director de la División de Desarrollo Social de la Cepal– es al aumento de los ingresos laborales, mucho más que a los programas de transferencias". Detrás del caso venezolano hay beneficios extraordinarios por los precios del petróleo, mejoría en los ingresos laborales y mayor distribución de las rentas. A diferencia de otros países, donde se atribuye al crecimiento económico las mejoras en los niveles de pobreza, en Venezuela la distribución cobró mayor protagonismo.

Mientras que en Argentina el 80% de la variación se debió al crecimiento y el 20% a la distribución, esos porcentajes alcanzaron en Venezuela el 45% y el 55% respectivamente, una de las más altas en la región. Para el gobierno venezolano la clave pasa por las "misiones", con las que aspiran a tener "en la próxima década cero pobreza", según el vicepresidente Elías Jaua. Desde que empezaron en 2003, están dirigidas a proveer asistencia médica básica gratuita, alimentos subsidiados y educación primaria y secundaria.

Hay misiones destinadas a reducir el déficit de dos millones de hogares, así como dar asignaciones mensuales a las mujeres embarazadas, familias con niños en pobreza extrema, y ancianos pobres sin pensión, con las que el gobierno se propone reducir la indigencia del 10,7% al 3% de la población.

"Es posible que los ingresos de los hogares puedan mejorar sin que la economía sea más productiva", dice el sociólogo Luis Pedro España del "Proyecto Pobreza" de la Universidad Católica Andrés Bello, el dice:- "Un ingreso petrolero alto hace que a través del gasto público y los subsidios mejore el ingreso de los hogares, pero una medición de la pobreza sustentada sólo en el ingreso corre el riesgo de verse distorsionada, ¿qué pasa con el acceso a servicios públicos, salud, educación? Con cualquier otro gobierno hubiera ocurrido igual. No se generan las condiciones estructurales, se depende del precio del petróleo", opina el sociólogo.

Hopenhayn asegura que para que esta mejoría sea sustentable en el tiempo, se necesita un "alto nivel de crecimiento económico sostenido y que las transferencias no sean un incentivo negativo para que los beneficiarios se inserten en el mercado laboral". El gobierno también destaca que Venezuela es ahora el país menos desigual -o con menor concentración del ingreso- de la región, históricamente caracterizada por ser clic la más desigual del mundo.

Las personas que viven por debajo de la línea de pobreza son quienes mayor porcentaje de sus ingresos destinan a comprar alimentos, rubro que más ha incrementado sus precios en el país. Esta situación también mejoró en la región y en Venezuela específicamente pasó de 0,498 a 0,394, medida por el coeficiente de Gini, utilizado para establecer la desigualdad en un país. Ayudas públicas, incrementos en el salario mínimo, acceso a la educación básica y cambios en la estructura tributaria son políticas para disminuir la desigualdad a corto y mediano plazo.

Hopenhayn asegura que a largo plazo para América Latina: -"las claves son mejorar la fiscalidad, reducir la brecha en los años de escolaridad y reducir las brechas de productividad", ya que más de la mitad de los empleados se encuentran en el sector informal o microempresas y es en el estrato de las grandes empresas por donde pasa el 67% del Producto Interno Bruto regional. 

A propósito de las nuevas tendencias ideológicas en Latinoamérica, el ex presidente de Chile Ricardo Lagos aseguró que ni en Venezuela, ni en Latinoamérica existe el “chavismo”, sino un presidente “carismático”, con mucho dinero a su disposición y que carece de un sustento político sólido. No tenemos por qué dudar de esa apreciación del ex gobernante austral; a Chávez lo mantiene en el poder el petróleo y su discurso populista. Nadie sabe qué es la revolución o en qué consiste el socialismo del siglo XXI; inspiración del líder manirroto. 

Quizá uno de los componentes de ese socialismo sea el cultivo del odio. Lo que hemos visto en la práctica son constantes mensajes de resentimiento, desgraciadamente asimilados por muchos venezolanos considerando que Chávez no ha podido solucionar los problemas de Venezuela por culpa de una supuesta “oposición golpista”.

El gobierno ha declarado que el motivo de la no renovación de la concesión de RCTV es por ser un canal “golpista” y que se ha valido para ello de la supuesta expiración del término de la concesión; por esa razón no analizaré sí es cierto o no, que la concesión termina el 28 de mayo de 2008; ya que si la planta televisiva no hubiese sido  golpista, la concesión se le renovaría. Tampoco me detendré en explicar cuáles derechos quebranta el régimen al tomar esa decisión.

La irresponsabilidad gubernamental es tal, que sin existir juicio alguno en contra de los directivos de RCTV, y por supuesto sin ser condenados judicialmente, ya que se les catalogó de golpistas y por eso no merecen la concesión.  Ante las arremetidas oficiales, el pueblo se comporta atípicamente. Protesta cantando, bailando y con las caras muy alegres. 

Un día sábado en un ambiente festivo la gente marchó contra el inminente cierre de RCTV; pareciera que todavía no nos hemos dado cuenta que los pitos y los banderines no le hacen ni “coquito” a quien gobierna. Es más, disfruta cuando ve ese tipo de protesta, porque drena la frustración, que se puede traducir en violencia.

Los gobernantes en países democráticos son sustituidos periódicamente a través del sufragio y las marchas los perturban ya que demuestran el descontento a su gestión de gobierno y dependiendo del motivo que las origine, causan indefectiblemente una reducción del caudal electoral para su partido político. A los dictadores no les importa para nada que millones de personas que marchen democráticamente en su contra; eso es lo mejor que les puede pasar. 

En tanto y en cuanto los opositores sigan protestando de esa manera, es decir, utilizando armas democráticas para combatir el bonapartismo, los opresores se eternizan, y envejecen en el poder hasta que la naturaleza cronológica de la vida se encargue de deponerlos. Y junto a ellos, también se llenarán de canas y de pecados de los opositores que no supieron entender que dependiendo de la formación y del talante de los gobernantes se debe elegir el instrumento para combatirlo.

La conocí hace tres años en su casa de ladrillo rojos, techo de zinc y estructura improvisada. Estaba ubicada en las profundidades del Barrio 13 de Abril de Caracas, un lugar donde la pobreza no se esconde, con laberínticas escalinatas y una enredadera de vericuetos, que incluyen "alcabalas" de personas que controlaban los accesos al lugar y donde el pantano de las aguas negras dificultaba el ascenso. Pese a esto, ella se mostraba feliz y agradecida.

Su hijo, de 8 años, había nacido con una severa discapacidad motora. Gracias a un programa social, lo habían podido operar tres veces de la columna para que pudiese caminar. Jessica no tuvo que pagar nada por el tratamiento.-"Le agradezco muchísimo, porque ese dinero no lo hubiese podido conseguir", me dijo con lágrimas en los ojos.

Durante el gobierno de Chávez, Jessica vio como la inflación se comió su sueldo constantemente, sufrió los problemas de escasez y la incertidumbre de no saber si conseguiría algún bien de primera necesidad, además de padecer la inseguridad de una de las ciudades más peligrosas del mundo. Pero se mantuvo fiel a Chávez.-"Le agradezco muchísimo, porque ese dinero no lo hubiese podido conseguir".

Jessica Palma, beneficiaria de los planes sociales. Fueron esos pequeños detalles que formaron -durante años- un bloque del chavismo duro: por agradecimiento, por haber percibido ayuda o por haber tenido la suerte de que alguien leyese uno de los miles de "papelitos" que pedían favores que le lanzaban todos los días a Chávez.

José Luis, un taxista proveniente del estado Táchira, en el occidente del país, logró darle uno de estos "papelitos" a un guardaespaldas de Chávez. Según me contó en 2010, el mensaje pedía ayuda para operar a su madre de la vista. Había quedado ciega.

Mucha esperanza de que alguien lo leyese no tuvo. Pero semanas después lo contactó alguien de la Casa Militar, la fuerza castrense que cuida a los presidentes venezolanos. Fue el inicio de un proceso que llevó a su madre a Cuba, donde fue sometida a una cirugía que le devolvió la vista. También fue el inicio el agradecimiento de José Luis, quien consideró que su voto era la mejor manera de dar las gracias.

Poco les importó a personas como Jessica o José Luis que se tildase a Chávez de "populista". Una palabra hueca para alguien que vio a la necesidad extrema en el rostro y recibió una mano.-"Mira, tu critica todo lo que quieras al comandante, pero yo te digo una cosa: nunca antes un político venezolano había hablado de nosotros. Nunca antes habíamos sido los protagonistas de un discurso político".

Analistas de opinión pública coincidieron durante los 14 años de gestión de Hugo Chávez sobre las razones del apoyo al mandatario. No sólo fue la ayuda, sino también haber tomado en cuenta a una porción de la población que durante décadas se vio desatendida. Y es éste quizás el legado social más importante que deja Chávez. 

No importa quién ocupe ahora la presidencia, chavista o no. La presencia y la relevancia que se le dio a millones de personas -que aunque tras 14 años vivan con más necesidades que alegrías- seguirán siendo exigidas como lo fue durante el gobierno del fallecido presidente.

Todo empezó hace una década con el programa Barrio Adentro, que significó la instalación de centros médicos ambulatorios en las barriadas más pobres (atendidos generalmente por médicos cubanos). Fuera de los barrios marginales, el programa era criticado por supuestamente quitarles el trabajo a los médicos venezolanos y por ser "populista".

Pero adentro significó un cambio radical, favorable, para quienes habitan en estos lugares de difícil acceso. "No sólo fue la ayuda, sino también haber tomado en cuenta a una porción de la población que durante décadas se vio desatendida".

Una fiebre, una torcedura o un disparo podían ser atendidos a pocas casas de distancia y no a kilómetros, en un hospital público. Una diferencia que podía significar la vida o la muerte de alguien que hubiese recibido un tiro, algo común en estas barriadas.

El programa tuvo aceptación inicial, al ser planteado como una salida temporal al eterno problema de la salud en Venezuela. Sin embargo, y es aquí donde el gobierno de Chávez fue criticado hasta dentro de sus propias filas, la solución temporal pasó a ser permanente: Barrio Adentro continuó y el hospital público se mantuvo sin recursos. Algo similar ocurrió con el resto de los programas sociales.

Por ejemplo Mercal, la iniciativa que distribuía alimentos baratos a las barriadas más pobres. Una solución temporal para atender el abastecimiento del país, pero que luego terminó siendo noticia por la ineficiencia de funcionarios que dejaron pudrir cargamentos enteros de alimentos o que se vio afectada por la escasez.

Una mujer de mediana edad, extremadamente chavista, me dijo en 2011 en Caracas: "El problema es que cuando llega el pollo barato, se lo vende el gerente de Mercal a sus amigos, y los que hacemos fila afuera esperando comprar nos quedamos sin nada". Tales problemas originaron incluso regaños de Chávez a sus ministros. Quizás tales dificultades nunca escalaron al escritorio del fallecido líder venezolano y se mantuvieron sumergidos en la burocracia ministerial. O quizás sí y no se atendieron.

Chávez redujo considerablemente la pobreza extrema, según cifras oficiales. Al Comandante se lo va a enterrar como el líder de los pobres. ¿Realmente acabó con la pobreza? Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Venezuela, la pobreza extrema pasó de 11,36% en 2001, a 6,97% en 2011.

El INE es frecuentemente cuestionado por los críticos del gobierno de Chávez por haber modificado las metodologías de las estadísticas de cálculo de varios indicadores sociales hace unos siete años. Pero organismos multilaterales como el Banco Mundial las da como válidas, y en sus informes señala que la pobreza en Venezuela se redujo a la mitad (de 62,1% a 31,9%) entre 2003 y 2011.

Además, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) afirma que durante el gobierno de Chávez el Índice de Desarrollo Humano se mantuvo en constante crecimiento. Sin embargo, se puede ver una diferencia entre el análisis cuantitativo y el cualitativo en Venezuela.

Hay quienes se preguntan: si ocurrió semejante caída en la pobreza extrema, por qué hay barrios carenciados con millones de personas, como Petare, en el este de la capital, Caracas. Por qué es aún factible ver a niños indigentes, muchos con severos problemas de drogadicción, en las calles del país.

"La principal crítica de los investigadores sociales es que las ayudas estatales han sustituido para muchos la creación del empleo, lo que mantiene un duro debate dentro de la sociedad venezolana sobre la efectividad de los programas sociales". Cómo es que el que ya no es pobre sufre la inflación más alta en América Latina (al menos 20%), y la depreciación de una moneda cuyo precio no oficial (6,5 bolívares fuertes) triplica el oficial.

Y sobre todo, la principal crítica de los investigadores sociales, que las ayudas estatales han sustituido para muchos la creación del empleo, lo que mantiene un duro debate dentro de la sociedad venezolana sobre la efectividad de los programas sociales. Sin ellos, probablemente una persona como Jessica Palma no hubiese podido operar a su hijo. Pero con ellos -y esto preocupa a un sector de los venezolanos-, el legado social de Chávez podría haber generado un conformismo en el que muchos optan por la ayuda pública en lugar del trabajo.

El problema es dónde se distingue entre el verdaderamente necesitado y el que abusa del sistema. Un problema que pocos países han sabido atender. Todo esto desaparecerá con la hiperinflación y desabastecimiento, creando las condiciones para un Levantamiento de los más pobres.

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