miércoles, 15 de enero de 2014

Polemología de la Guerra Por Kelder Toti


Polemología de la Guerra

                                                                                                    Por Kelder Toti




Es muy difícil definir de una manera sencilla cuáles son las causas de las guerras, mucho se ha divagado desde la antigüedad del porqué existen las guerras, para unos el hombre es agresivo por naturaleza, para otros es algo intrínseco y consustancial con el ser humano, ya que es malo por naturaleza, lo cierto es que el fenómeno bélico se ha dado en todos los pueblos y en todas la culturas, y nada nos indica que no vaya a ser así en el futuro. Al hablar de causas podemos indicar un aspecto: no existe nunca una sola causa para explicar una guerra, siempre hay varias y unas están subordinadas a otras.

En este apartado haremos una doble clasificación. Para empezar estudiamos las causas según un criterio cronológico, es decir, si son causas inmediatas, a corto o a largo plazo, o dicho de otra forma, inmediatas, lejanas o remotas. La segunda clasificación es más reveladora, hablaremos de los motivos de las guerras desde un punto de vista temático, así analizaremos las causas económicas, ideológicas, sociales, políticas o religiosas. 

Por causas inmediatas: entendemos el motivo último que ha motivado el enfrentamiento, es decir, la chispa que ha encendido la mecha, o dicho de una manera más técnica el cassus belli, la causa de la guerra. Suele ser la causa más superficial y evidente pero no lo es, de ninguna manera la más importante. Si comparamos las causas de las guerras con un iceberg, las causas inmediatas son sólo la parte visible del bloque de hielo. Sin las otras no se entendería el estallido bélico o la confrontación social. Si nos remitimos a la I Guerra Mundial la chispa o cassus belli sería el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo el 28 de junio de 1914, pero este hecho aislado no nos dice nada, ni nos explica por qué la guerra tardó en estallar un mes desde el magnicidio. En la Guerra Civil Española sería el golpe de Estado de los militares rebeldes contra la República entre el 17 y el 18 de julio de 1936, golpe que al triunfar sólo en la mitad del país dividiría a España en dos mitades que se enfrentarían en una guerra sin cuartel de casi tres años de duración. En el caso de Venezuela de estallar una guerra civil, es la violación flagrante de la Constitución, y los reiterados fraudes electorales, la formación de facciones dentro del Ejercito contrarias al pensamiento bolivariano y la pérdida de credibilidad de la oposición, al ser desplazada por una más radical y desleal.

En la II Guerra Mundial la causa inmediata fue la invasión de Polonia por Alemania el día 1 de septiembre de 1939 y la declaración de guerra por parte de Francia y Gran Bretaña a los alemanes el día 3 del mismo mes. Por el contrario las causas a corto plazo, conocidas también como causas próximas, nos aclaran mucho más el fenómeno porque nos aportan mucha información sobre el contexto en el que se sitúa el estallido bélico. En el caso de la I Guerra Mundial las causas a corto plazo fueron el encuadramiento de los distintos países europeos en dos coaliciones militares secretas y enemigas, las distintas rivalidades económicas, militares y territoriales entre los distintos países antagónicos y el papel de los nacionalismos. Aquí encontramos una explicación más completa de los hechos. Si tratamos la Guerra Civil Española, por seguir con los ejemplos que poníamos antes, las causas a corto plazo serían la creciente tensión y radicalización de la vida política en España, los enfrentamientos ideológicos previos que se enmarcan en el panorama que se está viviendo en Europa en los años treinta y la pérdida del poder por el bloque conservador al salir derrotado en las elecciones del 16 de febrero de 1936. En la II Guerra Mundial las causas a corto plazo fueron el expansionismo territorial de Hitler y sus aliados y la política de apaciguamiento por parte de Francia y Gran Bretaña que cedían ante Hitler en cada nueva incorporación territorial con la intención de evitar el estallido de una nueva guerra en Europa. En Venezuela de darse el conflicto sería la radicalización de un sector de los propietarios en contra de la nomenclatura chavista, los fracasos electorales y la imposibilidad de evitar las trampas electorales  que los debilitaba, y su incapacidad de dirigir al país.

Para terminar hablaremos de las causas a largo plazo conocidas también como causas lejanas o remotas, aquellas que se remontan muy atrás en el tiempo y que explican las raíces más profundas del conflicto, a menudo estas motivaciones están ocultas por su lejanía con respecto al estallido bélico, pero complementan o aclaran muchas de las causas a corto plazo. En la I Guerra Mundial las causas remotas se pueden enmarcar en un pasado tan lejano como 1871 cuando Bismarck, canciller alemán, derrota a los franceses en la guerra francoprusiana, poniendo todo su énfasis a partir de ahí en aislar a Francia y formando con todos los grandes países alianzas militares que tenían como único objetivo aislar a Francia para que ésta no pudiera presentar la revancha. Para empujar a los distintos países a aliarse con Alemania Bismarck no duda en hacer ver el riesgo inminente, pero falso, de una guerra europea, lo que por otra parte genera una desenfrenada carrera de armamentos. Con tres sucesivos sistemas de alianzas consigue el Canciller de Hierro sus propósitos. Cuando en 1890 abandona la cancillería alemana sus sucesores no pudieron, o no quisieron, manejar las alianzas militares de la misma forma y así Francia rompe su aislamiento y se aproxima primero a Rusia y más tarde a Gran Bretaña, formándose así una alianza militar frente a la Triple Alianza de Alemania, Austria-Hungría e Italia. Casi todos los países europeos acabaron entrando en uno de los dos bloques y cualquier fricción podía haber desencadenado el conflicto que al final estalló a causa del asesinado de Francisco Fernando de Austria en Sarajevo. 

En la Guerra Civil Española podemos aludir a varias causas a largo plazo: el papel del Ejército que se hace cada vez más conservador y antidemocrático, la pérdida del poder por los sectores conservadores tradicionales al proclamarse la II República, la profunda desigualdad en el reparto de los bienes y las tierras y la política reformista acelerada de los gobiernos de izquierda durante la República que pretendieron en muy poco tiempo y de forma brusca cambiar las estructuras y el reparto de la propiedad en el país. Por último las causas a largo plazo de la II Guerra Mundial están implícitas en los tratados de paz que ponen fin a la Gran Guerra: el castigo excesivo y humillación de Alemania con el tratado de Versalles crearán el caldo de cultivo favorable para el ascenso del nacionalsocialismo que tras la convulsión de 1929 encontrará el momento propicio; el fracaso de la Sociedad de Naciones (o Liga de Naciones) para mantener la paz a lo largo de los años treinta al carecer de la fuerza operativa por la ausencia de países como Estados Unidos y la actitud poco dura de esta organización para con países que violaban claramente la paz: Japón o Italia; por último la desorganización económica que genera la crisis de 1929 y su extensión por Europa y el resto del mundo. En el caso de Venezuela expandir su influencia en el continente, que obligará a las Potencias Hemisféricas a intervenir en la guerra civil en ciernes, la dura crisis económica y su patente debilidad militar, lo que facilitará la intervención. 

Esta nueva clasificación de las causas de las guerras no se basa en criterios cronológicos sino temáticos y son más concretas que las causas de tipo cronológico. Qué duda cabe que las causas económicasson las más antiguas de todas, desde que el mundo es mundo las guerras se han hecho para conquistar territorios, bienes o personas de países ajenos y la guerra de rapiña es la forma más antigua de enfrentamiento. En todo tipo de conflictos encontramos siempre las causas económicas, o bien porque son el detonante o bien porque para ir a una guerra hay que hacer cuentas ver si compensa o no el enfrentamiento. Los cálculos que se hacen antes de un conflicto son, a menudo erróneos, pues no se sabe de antemano cuánto va a durar y cuanto va a costar.

El siglo XX no es ajeno a estas consideraciones y las causas económicas siguen teniendo un peso destacado, y lo seguirán teniendo. La relación entre conflictos armados y recursos o bienes naturales esenciales para la supervivencia es profunda. Sin tener que pensar mucho todos podemos asociar el control del petróleo con alguna guerra más o menos próxima. Este tipo de causas tenderá a ser cada vez más importante a medida que los recursos naturales esenciales escaseen, y en el siglo XXI será la clave para entender muchos enfrentamientos. En el caso de  Venezuela es el deseo de los USA de controlar sus riquezas petroleras, y que esta forme parte de su mercado cautivo.

En el primer gran conflicto del siglo XX, la I Guerra Mundial, las causas económicas son importantes. Gran Bretaña había sido la gran potencia industrial de Europa hasta finales del siglo XIX, y abastecía de productos elaborados a casi todo el continente, pero desde los inicios del XX tiene que sufrir el espectacular desarrollo de la industria alemana y su sustitución en los distintos mercados europeos. La política económica alemana era, además, agresiva, era un país proteccionista pero que fomentaba la exportación y la conquista de mercados por todos los medios posibles, los alemanes van a sustituir a los ingleses como abastecedores de Francia, Bélgica, Holanda, Rusia. Además, la competencia entre empresas de distinta nacionalidad para conseguir contratos millonarios en terceros países para financiar ferrocarriles, barcos... determinan también la actitud de los distintos gobiernos. Dejamos aquí de lado las distintas ambiciones territoriales de los países contendientes pero no solamente mueven esas rivalidades ideas o principios nacionalistas, en el fondo es el dominio económico sobre materias primas, mercados… lo que está en juego. En el caso de la guerra de Biafra en Nigeria es el control del petróleo en la zona costera del país el detonante del conflicto entre el sur (Biafra) donde se encuentran los principales yacimientos y el gobierno central de Nigeria.

También en torno al petróleo podemos explicar la primera guerra del Golfo que libró la comunidad internacional liderada por Estados Unidos y bajo los auspicios de la ONU contra Sadam Hussein el dictador iraquí  el 2 de agosto de 1990, decidió invadir Kuwait, un pequeño emirato situado sobre una inmensa bolsa de petróleo. Estados Unidos, potencia hegemónica ante el colapso de la Unión Soviética, no podía permitir eso y la guerra se encaminó a liberar el territorio y a obligar a la retirada iraquí. Sin la existencia del petróleo difícilmente se hubieran producido ni la invasión ni la rápida respuesta de la comunidad internacional.

En cuanto a las causas ideológicas son fundamentales para explicar algunos conflictos, pero no todos. Por causas ideológicas entendemos el desarrollo teórico de una corriente de pensamiento y esta ideología puede o no cuestionar la realidad preexistente y proponer una visión nueva de la realidad y en ese contexto chocar con ideologías anteriores. Las causas ideológicas son fundamentales para entender el estallido de la Guerra Civil española pues en este conflicto confluyen, por lo menos tres ideologías diferentes y algunas de ellas excluyentes: la democracia parlamentaria, el fascismo y el marxismo internacionalista. Salvo en el caso del parlamentarismo las otras dos necesitan de la aniquilación de las demás para poder desarrollarse. Si nos vamos a la II Guerra Mundial está claro que repetimos nuevamente el mismo esquema, sólo que ahora el comunismo se alía provisionalmente con las democracias para derrotar al fascismo. De la misma forma el largo periodo de la guerra fría no tendría explicación posible sin las dos ideologías que sustentan a cada uno de los dos bloques enfrentados. También el largo proceso de independencia y descolonización de los imperios coloniales europeos, no se entendería sin la ideología nacionalista que anima el sentido de identidad propia frente al ocupante y que, desde el punto de vista político, se materializará en la aparición de partidos nacionalistas que serán el verdadero motor para conseguir la independencia de esos pueblos. El triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua en 1979 también se entiende si comprendemos la ideología que los sustenta y la realidad del país. En Venezuela es el deseo de una democracia liberal y su enfrentamiento al chavismo, que es la teoría de una dictadura postmoderna elaborada en la década de los sesenta, de tipo castro-comunista y la imposibilidad de ambas ideologías de ser viables en el país, que las lleva al enfrentamiento abierto.

Muy relacionadas con las causas ideológicas y difíciles de separar de ellas son las causas políticas que realmente suponen la puesta en práctica de las ideologías. Así, la ideología nazi (superioridad de la raza aria, expansionismo territorial, el culto al líder…) se pone en pie una vez que el partido de Hitler llega al poder, eso es la política, aunque, por otra parte, no siempre la política es un fiel transmisor de la ideología. Dentro de las causas políticas se incluyen también todas las actuaciones y pasos que dan los distintos gobiernos en el camino hacia la guerra: la anexión de un territorio, la provocación al enemigo, la aprobación de determinada medida discutida. El deseo de la nomenclatura chavista de conservar el poder y las propiedades del Estado, de la burguesía y pequeños propietarios, y el anhelo de estos últimos de recuperar lo perdido por cualquier medio, utilizando si es preciso la guerra.

La reacción realista con José Tomás Boves por los excesos de los patriotas  en contra  de los criollos, durante la guerra de independencia; que apoyaban el bando de la corona española es otro ejemplo, de la razón social como detonante de la guerra. Las causas sociales no son despreciables; en la guerra federal la existencia de los negros libertos por José Gregorio Monagas precipitó “la guerra larga” al no tener trabajo; y estar dispuesto apoyar al que mejor le pagara. La existencia de propietarios despojados de sus propiedades, que se organizan en escuadrones de  la muerte es un reflejo de lo anterior, al verse arrebatados sus bienes por la claque chavista, creando las condiciones para el Levantamiento o una nueva guerra larga.

Las causas religiosas: han sido importantes históricamente y han explicado destacados movimientos y guerras: la reconquista en la España medieval, las cruzadas, las guerras de religión en la Europa de los siglos XVI y XVII.  En las guerras del siglo XX el peso de la religión ha disminuido considerablemente y los factores religiosos simplemente se unen a la ideología o subrayan la identidad de un movimiento nacionalista o de protesta social como en Venezuela. Su incidencia en las dos guerras mundiales no fue especialmente relevante si lo comparamos con otros factores. 

En la guerra de Argelia por su independencia contra Francia el islam se convierte en un ingrediente importante que subraya y potencia la identidad argelina frente al ocupante, pero no porque el ocupante sea cristiano sino para marcar distancia con respecto a la metrópoli. El largo conflicto árabe-israelí no es en esencia un conflicto religioso, la religión es la excusa para determinadas acciones, pero en sí es una lucha por el territorio, la religión es sólo un ingrediente más que potencia la identidad y la exclusión de un bando frente a otro. En las tres guerras que la India y Pakistán han mantenido desde su independencia en 1947 sí ha tenido un importante papel la religión: la división de la India británica entre los dos estados fue hecha con criterios religiosos, de la misma manera la disputa en torno a Cachemira debe ser solucionada de la misma manera para los pakistaníes, celosos musulmanes, mientras que la India, mayoritariamente hindú pero con un 20 % de musulmanes, quita peso a este argumento diciendo que es un país multirreligioso. 

En el conflicto que enfrentó a Irán e Irak entre 1980 y 1988 también encontramos un peso considerable de la religión: los dos son países musulmanes pero Irán pertenece a la rama chiíta y en Irak su gobernante Saddam Hussein es sunnita (la realidad religiosa de Irak es complicada, los chiítas suponen el 60% de la población pero en esta etapa están apartados del poder, los sunnitas representan el 40% y detentan los principales cargos). En Venezuela la mayoría de la oposición es católica y los chavistas (evangélicos y santeros), y estos persiguen o excluyen a la mayoría religiosa católica, como se puede ver la mesa está servida para la guerra civil, que estallará muy pronto.

La falta de una institución que resuelva  los conflictos en las barriadas, hace que sus pobladores resuelvan sus disputas de manera violenta, habituándose  a los enfrentamientos y al gamonalismo, retrocediendo a períodos pasado, desarrollándose el sicariato entre sus pobladores, transformándose el sicario en una personalidad de peso entre sus pobladores, al asociarse varios sicarios o antisociales, controla el barrio, siendo la autoridad en lugar.

De cumplirse las amenazas de Pablo Pérez de invadir con paramilitares colombianos el Zulia, con mucho gusto (me tendrán que devolver mis bienes, propiedades y dejarme de perseguir; de lo contrario tendrán una zona de exclusión aérea de la OEA y la Sierra de Perijá se las dará en comodato a los paramilitares que lo ayuden), me encargaré al darme el mando de los invasores colombiano, esto pasa desde negociar las alcaldías y gobernación del Zulia a cambio del presupuesto no ejecutado de la gobernación, después de todo que se puede esperar del hijo de un colombiano. Pérez espera como disparador del conflicto  los motines que se están produciendo en el interior del país, por la escasez de alimento y la hiperinflación.

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