LECCIONES DE LA GUERRA.
UNAS FUERZAS ARMADAS PROFESIONALES Y MODERNAS
Por Kelder Toti.
La selección del
soldado y del oficial: El entrenamiento tiene que adaptarse tanto al campo como
a la ciudad, los oficiales serán escogidos entre los mejores soldados,
utilizando test de inteligencia y su expediente de soldado, que muestre
cualidades de mando, tendrán que ser seleccionados entre los soldados, después
de un periodo de prueba de 24 meses como soldados, que le instruirá en las
siguientes tácticas de combate: combate urbano, uso de la bayoneta, utilización
del fusil de asalto, disparo por selección y ráfaga, construcción de
trincheras, lanzamiento de granadas, uso de RPG como arma antitanque y uso de
mortero ligero y pesado, utilización de la ametralladora, levantamiento de
campos minados, ataque utilizando la
granada del fusil, marcha a través de campo traviesa en diferentes condiciones
meteorológica con equipo completo de 64
kilómetros.
Construcción de
refugios antiaéreo de manera improvisada, guerra de maniobras, asalto de
fortificación, combate alpino, combate
urbano, camuflaje, combate con arma blanca (cuchillo, bayoneta, pala, pico y
nylon), uso del fusil de asalto, uso de
lanzallamas, uso del misil contracarro,
uso de RPG, construcción de campo minado, limpieza de campo minado,
infiltración, ataque de comando, desembarco anfibio, uso de unidades
motorizadas, despliegue y asalto de
infantería ligera, combate nocturno, aprovisionamiento y logística, asalto de bayoneta, ocultación con bombas de humo,
etc.
Existen tres tipos de
ejércitos: el conscripto, el profesional y el ideológico, que actúan en los
albores del siglo XXI. El primero está compuesto por voluntarios, que tras un
breve entrenamiento sobre el uso de las armas, cumplen un servicio de uno a dos
años. Se destacan en la infantería, paracaidistas y unidades motorizadas,
siendo indispensable oficiales políticos, que expliquen la importancia de la
lucha y su misión. En conflicto prolongados tiende amotinarse y a desertar, y
son indispensables como reemplazo a las bajas del frente, con rapidez. Por lo
general, deben estar imbuidos en un nacionalismo agresivo, que las haga luchar,
vencer y morir.
El soldado
profesional es el que hace vida en el cuartel, y se convierte en un
especialista de la guerra, se distingue: la actitud, los recursos, el dinero y
el tiempo que pasa entrenándose. Su valoración se concentra en el desempeño
físico y académico, esto le permite utilizar armamento sofisticado, costoso y
obtener un mayor rendimiento que el recluta bisoño. La desventaja, es que se
tiene que derogar en altos sueldos, sus dimensiones son reducidas, utiliza
“armas enchapadas en oro” y sus ambiciones se profesionalizan, conduciéndose
entre intrigas y desordenes palaciegos. En campañas prolongadas es difícil
reponer sus pérdidas en hombre y equipo, por su nivel alto de entrenamiento
instrucción y calidad: Es poco dado a cambiar de estrategia y tácticas, y se le
puede someter a toda clase de tensiones, para que las maneje en situaciones
reales. Tiene una gran capacidad combativa, rindiéndose cuando se ve sin
salida.
El soldado ideológico
es el que lucha por un ideal, lo que lo conduce al fanatismo. La fe mueve
montañas, el dinero mueve el mundo y el fanatismo lo conquista. Los oficiales y
suboficiales provienen de la tropa, se estimula la camaradería y se mezclan
entre ellos, para poder conocerlos personalmente, deben competir en equipos,
uno contra otros, en acciones deportivas. Es más fácil construir una disciplina
que haga hincapié en el trabajo en equipo e individual, en vez de una
obediencia ciega. Esto se promueve con un gran programa estricto de educación
física, a través de horarios rigurosos, comida escuálida, entrenamiento
intensivo del personal y en armas.
El entrenamiento debe
ser independiente de una unidad a otra, reforzando el combate individual sobre
el colectivo. El resultado será que los soldados pasarán más tiempo en el campo
de instrucción que en los cuarteles, se les tiene que enseñar a luchar en el
campo o en la ciudad. Se espera que llegue a unos niveles de resistencia física
capaz de verdaderas proezas. Ellos deben tener un adoctrinamiento que presente
una cosmovisión del mundo, que justifique su lucha, sus máximas deben ser:
flexibles como el cuero, resistente como el acero y ligero como el caballo.
Estos principios son norma en los campamentos de instrucción, buscando
conciencia de cuerpo de combate, espíritu guerrero, capacidad de decisión,
autodominio y reciedumbre.
El entrenamiento se
prohíbe los ejercicios en los cuarteles, concediendo especial importancia al
sentido de la astucia, tiene que aprender a vivir en el ejercito, o sea a
sobrevivir sobre el terreno, él debe cuidarse así mismo, con un reducido
servicio de abastecimiento que redundará en un problema táctico al enemigo, al
limitar los suministros a combustibles y municiones, y si es preciso la
población deben participar en ella. El guerrero ideológico debe ser conocedor
de su ambiente, y la única manera es explorarlo y entrenarse en él, con el fin
de librar los combates sobre el terreno más adecuado, logrando que la geografía
luche por él. En el “reino del ordenador”, las computadoras localizan los
lugares más idóneos para atacar y defenderse, deduciendo el plan de ataque del
enemigo. La única manera de vencer al enemigo tecnológico, es hacer que los
elementos (flora, fauna, topografía y clima) luche por ti. En la planificación,
la geografía es un factor importante, en la campaña puede tener un peso
importante: un ejemplo la defensa
flexible adoptada por los rusos ante la operación Barbarroja, lo que demoró el
cerco a las principales fuerzas rusas, y facilitó que el “general invierno”,
viniera en su auxilio.
Su entrenamiento se
centra en el enmascaramiento, en contra
de los detectores visuales, auditivos, magnéticos, térmicos, electrónicos y en
el arte del camuflaje y zapa, que dificultarán
su detección por la fuerza aérea. Y tiene una gran capacidad de burlar los
aparatos de radio, resistencia de lucha cuerpo a cuerpo, de día y de noche,
bajo fuego intenso. En los siguientes destrezas estratégicas y tácticas:
construcción de trincheras, refugios antiaéreo de manera improvisada, guerra de
maniobras, asalto de fortificación,
combate alpino, combate urbano, camuflaje, combate con arma blanca
(cuchillo, bayoneta, pala, pico y nylon),
uso del fusil de asalto, uso de lanzallamas, uso del misil contracarro, uso de RPG, construcción
de campo minado, limpieza de campo minado, infiltración, ataque de comando,
desembarco anfibio, cruce de campo minado, uso de unidades motorizadas, despliegue y asalto de infantería ligera,
combate nocturno, aprovisionamiento y logística, asalto de bayoneta, ocultación con bombas de humo,
etc.
El rendimiento del
Ejército debe ser eficiente. Se tiene que equilibrar el adoctrinamiento
político, la lealtad, la adhesión ciega a la causa ideológica con la
instrucción militar ante de la guerra, se tiene que buscar instructores experimentados locales como extranjeros
aprendiendo una gran variedad de destrezas tácticas. Las tendencias ideológicas y políticas, su visión permeabiliza a los subordinados del
Ejército Profesional. El elitismo del Ejército procede de la firme creencia en
que son físicamente y políticamente superiores, algo en lo que les han
adoctrinado en la escuela no sólo militares (la academia militar, sólo una es
militar, dedicándose las otras de manera exclusiva a la formación política, mística
y espiritual).
Esto es un admirable
ejemplo de en lo que se convierte una tropa convencida de su superioridad
moral. Nadie puede dudar de su arrojo, valor, capacidad combativa y desprecio
por el peligro, pues una de las obligaciones del soldado es preservar su vida
para seguir combatiendo al día siguiente.
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