miércoles, 8 de enero de 2014

LECCIONES DE LA GUERRA Por Kelder Toti

LECCIONES DE LA GUERRA.

UNAS FUERZAS ARMADAS PROFESIONALES Y MODERNAS
                                                                      
                                                             Por Kelder Toti.

La selección del soldado y del oficial: El entrenamiento tiene que adaptarse tanto al campo como a la ciudad, los oficiales serán escogidos entre los mejores soldados, utilizando test de inteligencia y su expediente de soldado, que muestre cualidades de mando, tendrán que ser seleccionados entre los soldados, después de un periodo de prueba de 24 meses como soldados, que le instruirá en las siguientes tácticas de combate: combate urbano, uso de la bayoneta, utilización del fusil de asalto, disparo por selección y ráfaga, construcción de trincheras, lanzamiento de granadas, uso de RPG como arma antitanque y uso de mortero ligero y pesado, utilización de la ametralladora, levantamiento de campos minados, ataque  utilizando la granada del fusil, marcha a través de campo traviesa en diferentes condiciones meteorológica con equipo completo de  64 kilómetros.  

Construcción de refugios antiaéreo de manera improvisada, guerra de maniobras, asalto de fortificación,  combate alpino, combate urbano, camuflaje, combate con arma blanca (cuchillo, bayoneta, pala, pico y nylon),  uso del fusil de asalto, uso de lanzallamas, uso  del misil contracarro, uso de RPG, construcción de campo minado, limpieza de campo minado, infiltración, ataque de comando, desembarco anfibio, uso de unidades motorizadas,  despliegue y asalto de infantería ligera, combate nocturno, aprovisionamiento y logística, asalto  de bayoneta, ocultación con bombas de humo, etc.

Existen tres tipos de ejércitos: el conscripto, el profesional y el ideológico, que actúan en los albores del siglo XXI. El primero está compuesto por voluntarios, que tras un breve entrenamiento sobre el uso de las armas, cumplen un servicio de uno a dos años. Se destacan en la infantería, paracaidistas y unidades motorizadas, siendo indispensable oficiales políticos, que expliquen la importancia de la lucha y su misión. En conflicto prolongados tiende amotinarse y a desertar, y son indispensables como reemplazo a las bajas del frente, con rapidez. Por lo general, deben estar imbuidos en un nacionalismo agresivo, que las haga luchar, vencer y morir.

El soldado profesional es el que hace vida en el cuartel, y se convierte en un especialista de la guerra, se distingue: la actitud, los recursos, el dinero y el tiempo que pasa entrenándose. Su valoración se concentra en el desempeño físico y académico, esto le permite utilizar armamento sofisticado, costoso y obtener un mayor rendimiento que el recluta bisoño. La desventaja, es que se tiene que derogar en altos sueldos, sus dimensiones son reducidas, utiliza “armas enchapadas en oro” y sus ambiciones se profesionalizan, conduciéndose entre intrigas y desordenes palaciegos. En campañas prolongadas es difícil reponer sus pérdidas en hombre y equipo, por su nivel alto de entrenamiento instrucción y calidad: Es poco dado a cambiar de estrategia y tácticas, y se le puede someter a toda clase de tensiones, para que las maneje en situaciones reales. Tiene una gran capacidad combativa, rindiéndose cuando se ve sin salida.


El soldado ideológico es el que lucha por un ideal, lo que lo conduce al fanatismo. La fe mueve montañas, el dinero mueve el mundo y el fanatismo lo conquista. Los oficiales y suboficiales provienen de la tropa, se estimula la camaradería y se mezclan entre ellos, para poder conocerlos personalmente, deben competir en equipos, uno contra otros, en acciones deportivas. Es más fácil construir una disciplina que haga hincapié en el trabajo en equipo e individual, en vez de una obediencia ciega. Esto se promueve con un gran programa estricto de educación física, a través de horarios rigurosos, comida escuálida, entrenamiento intensivo del personal y en armas.

El entrenamiento debe ser independiente de una unidad a otra, reforzando el combate individual sobre el colectivo. El resultado será que los soldados pasarán más tiempo en el campo de instrucción que en los cuarteles, se les tiene que enseñar a luchar en el campo o en la ciudad. Se espera que llegue a unos niveles de resistencia física capaz de verdaderas proezas. Ellos deben tener un adoctrinamiento que presente una cosmovisión del mundo, que justifique su lucha, sus máximas deben ser: flexibles como el cuero, resistente como el acero y ligero como el caballo. Estos principios son norma en los campamentos de instrucción, buscando conciencia de cuerpo de combate, espíritu guerrero, capacidad de decisión, autodominio y reciedumbre.

El entrenamiento se prohíbe los ejercicios en los cuarteles, concediendo especial importancia al sentido de la astucia, tiene que aprender a vivir en el ejercito, o sea a sobrevivir sobre el terreno, él debe cuidarse así mismo, con un reducido servicio de abastecimiento que redundará en un problema táctico al enemigo, al limitar los suministros a combustibles y municiones, y si es preciso la población deben participar en ella. El guerrero ideológico debe ser conocedor de su ambiente, y la única manera es explorarlo y entrenarse en él, con el fin de librar los combates sobre el terreno más adecuado, logrando que la geografía luche por él. En el “reino del ordenador”, las computadoras localizan los lugares más idóneos para atacar y defenderse, deduciendo el plan de ataque del enemigo. La única manera de vencer al enemigo tecnológico, es hacer que los elementos (flora, fauna, topografía y clima) luche por ti. En la planificación, la geografía es un factor importante, en la campaña puede tener un peso importante: un ejemplo  la defensa flexible adoptada por los rusos ante la operación Barbarroja, lo que demoró el cerco a las principales fuerzas rusas, y facilitó que el “general invierno”, viniera en su auxilio.

Su entrenamiento se centra en el  enmascaramiento, en contra de los detectores visuales, auditivos, magnéticos, térmicos, electrónicos y en el arte  del camuflaje y zapa, que dificultarán su detección por la fuerza aérea. Y tiene una gran capacidad de burlar los aparatos de radio, resistencia de lucha cuerpo a cuerpo, de día y de noche, bajo fuego intenso. En los siguientes destrezas estratégicas y tácticas: construcción de trincheras, refugios antiaéreo de manera improvisada, guerra de maniobras, asalto de fortificación,  combate alpino, combate urbano, camuflaje, combate con arma blanca (cuchillo, bayoneta, pala, pico y nylon),  uso del fusil de asalto, uso de lanzallamas, uso  del misil contracarro, uso de RPG, construcción de campo minado, limpieza de campo minado, infiltración, ataque de comando, desembarco anfibio, cruce de campo minado, uso de unidades motorizadas,  despliegue y asalto de infantería ligera, combate nocturno, aprovisionamiento y logística, asalto  de bayoneta, ocultación con bombas de humo, etc.

El rendimiento del Ejército debe ser eficiente. Se tiene que equilibrar el adoctrinamiento político, la lealtad, la adhesión ciega a la causa ideológica con la instrucción militar ante de la guerra, se tiene que buscar instructores  experimentados locales como extranjeros aprendiendo una gran variedad de destrezas tácticas.  Las tendencias ideológicas y políticas, su  visión permeabiliza a los subordinados del Ejército Profesional. El elitismo del Ejército procede de la firme creencia en que son físicamente y políticamente superiores, algo en lo que les han adoctrinado en la escuela no sólo militares (la academia militar, sólo una es militar, dedicándose las otras de manera exclusiva a la formación política, mística y espiritual).


Esto es un admirable ejemplo de en lo que se convierte una tropa convencida de su superioridad moral. Nadie puede dudar de su arrojo, valor, capacidad combativa y desprecio por el peligro, pues una de las obligaciones del soldado es preservar su vida para seguir combatiendo al día siguiente.

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