miércoles, 15 de enero de 2014

El Regreso de los Adecos Por Kelder Toti


  El Regreso de los Adecos.

                       Por Kelder Toti

Estos han vuelto: para vengarse de las ofensas, persecuciones, asesinatos, chantajes y robos. Los tiempos de jugar a los peones de entereza: aceptar el juego del gobierno y de la oposición  terminó,  han quedado atrás en el olvido. Lo que les permitió conservar sus roscas en la mayoría de los Ministerios, negociar sus cargos a nivel medio, lo que hace que estos puedan funcionar medianamente, ante la ineptitud burocrática del personal bolivariano.

Se puede resumir el ser adeco con la expresión de Rómulo Betancourt:

- “Adeco es adeco, hasta que se muera”. 

       ¿Cómo será este gobierno? 

En muchos aspectos será similar al que padecemos, aunque estará consiente en la necesidad de mantener un equilibrio, aunque sea retórico.

En primer lugar no volverán los adecos de antaño, porque la naturaleza les impide resucitar, volverán en su forma más mezquina: la de gobernar. Se depurará los cargos de confianza, despidiendo a los gerentes altos y medios, que arrearon sus velas con el proceso, a muchos se le abrirá expedientes administrativos, siendo destituidos y otros serán encarcelados.

A otros se les chequeará sus bienes, siendo acusado de corrupción administrativa, una gran cantidad de ellos, se verá obligado a entregar gran parte de sus fortunas mal habidas a sus acusadores; para no ir a la cárcel. Otros con peor suerte, emigrarán, siendo deportados y perseguidos por la INTERPOL, en los distintos países que se escondan. Sus bienes en los Estados Unidos, no se respetaran: serán confiscados, encargándose el F.B.I. de su encarcelamiento,  juicio y deportación, por una Corte Federal, purgando muchos de ellos, largas condenas en: Yare, La Planta, Sabaneta y Tocuyito.

El acoso por las autoridades judiciales, que no solo se encargarán de las figuras relevantes, sino por el ciudadano común, que buscara saciar su sed de justicia. El mundo se volverá muy pequeño para ellos, encarando la mayoría de las veces cargos judiciales,  en las naciones que se exilien, perdiendo sus caudales en peleas estériles, en cortes extranjeras, obligándolos a regresar en las mismas circunstancias que ellos quisieron someter al pueblo. Los primeros meses serán muy difíciles, porque no son personas que estén entrenadas para una vida dura, y llena de privaciones, por el contrario muchos de ellos se tomarán con amargura su merecido, y se enlistará en el movimiento de resistencia, que surgirá como una vorágine en medio de la noche, que no los conducirá a nada.

Sus amigos, hasta ayer: la CIA, el MOSSAD, Los Cubanos, argentinos, bolivianos y árabes ingenuos; les darán la espalda; por sus crímenes, traiciones y corrupciones. Algunos actuaran activamente en la cacería, rastreándolos hasta los lugares más recónditos del planeta, viviendo algunos  la pesadilla de morir en un accidente de tránsito, donde su vehículo ha “perdido los frenos”, al borde de un barranco o “atropellados accidentalmente” en una calle de Paris, Londres o La Habana.

Aparecerán verdades que se guardaron en silencio, crímenes que se intentaron olvidar, en la tierra del cementerio, realidades que se quisieron ocultar, saldrán a la luz… El personal administrativo que hasta ayer fue perseguido, volverá a sus empleos, descartando a sus falsos herederos, después de largos juicios en los tribunales del Trabajo, los colaboracionistas cobrarán su escasa liquidación.

Volverán los expatriados de Miami, reclamando sus bienes invadidos, secuestrado o que perdieron en las extorsiones, echando a los invasores, asesinando a más de un invasor. Haciéndose  algunas veces justicia por su propia mano, arrebatándoles sus propiedades hurtadas, por el solo hecho de haber ayudado a tumbar al tirano, este será odiado, y todos le darán la espalda, a los que hasta ayer colmó de riqueza,  lo negaran hasta el cansancio, para salvar las apariencias, arrepintiéndose, no porque lo sientan, sino para no vivir la incertidumbre que les depara el mañana. 

Venezuela se convertirá en un Estado fallido donde el hampa y los carteles de la droga tendrán el control del país, bajo la sangría de los robos, secuestros y asesinatos diarios del tipo de Mexico o Guatemala, es el precio que se tiene que pagar un país en donde las personas decentes no importan, justificando una tiranía sanguinaria.
Los nuevos adecos intentaran mantener una débil coalición, que no funcionará, mientras una severa crisis económica producto de nuestra dependencia petrolera, se cebará en nosotros. Los viejos remedios no podrán curar los nuevos males, facilitando el camino para mayores calamidades. Que en cierta forma, es culpa de cada uno de nosotros, este modelo no se  mantendrá, volviéndose a una salida de fuerza: que será una necesidad.

El chavismo no fue un error histórico, ya que es una democracia corrupta con ropajes autoritarios, de tintes revolucionarios y en esencia militarista. Convirtiéndose en una solución fallida a un problema, vomitando el cuerpo el remedio, que no lo pudo curar, comenzando desde el principio: 1992. Siendo la prefiguración del futuro.

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