El Ideal
Nacional.
Por Kelder Toti
El nacionalismo
es una ideología y movimiento
sociopolítico que surgió junto con el concepto de nación propio de la
Edad
Contemporánea en las circunstancias históricas de la Era
de las Revoluciones (Revolución
industrial, Revolución
burguesa, Revolución
liberal) desde finales del siglo XVIII. También puede designar
al sentimiento nacionalista y a la época del nacionalismo.
Como ideología, el
nacionalismo pone a una determinada nación como el único referente identitario, dentro de
una comunidad política; y parte de dos principios básicos con respecto a la
relación entre la nación y el Estado:El principio de la soberanía
nacional: que mantendría que la nación es la única base legítima
para el Estado.
- El principio de nacionalidad: que mantendría que cada nación debe formar su propio Estado, y que las fronteras del Estado deberían coincidir con las de la nación.
El término
nacionalismo se aplica tanto a las doctrinas políticas como a los movimientos
nacionalistas: las acciones colectivas de movimientos sociales y políticos tendentes a
lograr las reclamaciones nacionalistas.En ocasiones también se llama nacionalismo
al sentimiento de
pertenencia a la nación propia, algo en principio identificable con el patriotismo, pero
distinto si va más allá del mero sentimiento e incorpora contenido doctrinal o
acción política en un sentido concreto.La historiografía también usa
el término nacionalismo para referirse la época del nacionalismo: el
periodo histórico de formación de las naciones y el surgimiento de la ideología
y movimientos nacionalistas, lo que ocurrió en torno al siglo XIX,
coincidiendo con las revoluciones
liberales o revoluciones
burguesas. En el siglo XX se produce una renovación del
nacionalismo, en el periodo de entreguerras vinculado al fascismo, y tras la Segunda
Guerra Mundial vinculado al proceso de descolonización y al tercermundismo, cuando
surgen numerosos grupos denominados Movimiento de Liberación Nacional.
Se habla también del nacionalismo
musical, expresión artística de la segunda mitad del siglo XIX
que coincide con el nacionalismo político en la valoración de la etnicidad (folclore), y que
deriva del anterior romanticismo, movimiento
intelectual y artístico también muy vinculado con el nacionalismo
romántico, aunque sea de más amplia extensión temporal y
conceptual que éste.
Interpretaciones
El nacionalismo
podría entenderse como un concepto de identidad
experimentado colectivamente por miembros de un gobierno, una nación,
una sociedad o un territorio en
particular. Los nacionalistas se esfuerzan en crear o sustentar una nación
basada en varias nociones de legitimación política. Muchas ideologías
nacionalistas derivan su desarrollo de la teoría romántica de la "identidad
cultural", mientras que otros se basan en el argumento liberal de que la
legitimidad política deriva del consenso de la población de una
región.
Ha sido duramente
criticado por personajes históricos tan diferentes como Albert Einstein, Albert Camus o François
Mitterrand.
Los primeros
precedentes del nacionalismo comienzan a aparecer en el siglo XVIII, pues hasta
ese momento, la idea de nación, tal y como
se concibe en la actualidad, no se había formulado. Hasta ese momento, las
identidades colectivas basadas en la religión o en ser súbditos de un mismo
rey, prevalecían sobre las étnicas. En la Revolución
francesa se utilizará el término nación como sinónimo de ciudadano, es decir, lanación ya no está personificada en la
figura del monarca, pues la nobleza es un cuerpo ajeno a la nación: la nación
es el tercer Estado, que es un
concepto elaborado en la ilustración.
Ciertos teóricos,
como Benedict Anderson, han
afirmado que las condiciones necesarias para el nacionalismo incluyen el
desarrollo de la prensa y el capitalismo. Anderson
también afirma que los conceptos de nación y nacionalismo son fenómenos
construidos dentro de la sociedad, llamándolos comunidades imaginadas. Ernest
Gellner añade al concepto: "el nacionalismo no es el despertar
de las naciones hacia su conciencia propia: inventa naciones donde no las
hay".
Evolución del nacionalismo:
El Estado
Nación
surgió en Europa con el tratado
de Westfalia (1648). El nacionalismo
continuó siendo un fenómeno elitista durante una parte de siglos tras el
tratado, pero fue durante el siglo XIX cuando se
propagó ampliamente por toda Europa y ganó popularidad. Desde entonces, el
nacionalismo ha dominado la política europea y mundial. Muchas de las políticas
europeas del siglo XIX pueden ser vistas como luchas entre antiguos regímenes y
nuevos.A finales del siglo XIX las ideas nacionalistas habían comenzado a
expandirse por toda Asia. En la India el
nacionalismo incentivó el fin del dominio británico. En China el nacionalismo dio una
justificación para el Estado chino, que se encontraba enemistado con la idea de
un imperio universal. En Japón el
nacionalismo fue combinado con el excepcionalismo japonés con
su tradición ancestral.
La I
Guerra Mundial marcó la destrucción definitiva de varios
Estados multinacionales (el Imperio otomano, el Imperio
austrohúngaro y, en cierta medida, el ruso). El tratado de Versalles fue establecido como
un intento por reconocer el principio de nacionalismo, ya que gran parte de
Europa fue dividida en naciones-Estado en un intento por mantener la paz. Sin
embargo, muchos Estados multinacionales e imperios sobrevivieron. El siglo XX fue también
marcado por la lenta adopción del nacionalismo por todo el mundo con la
destrucción de los imperios coloniales europeos, la
Unión
Soviética y varios otros Estados multinacionales menores. Simultáneamente,
particularmente en la segunda mitad del siglo, fuertes tendencias antinacionalistas han tenido
lugar, siendo en general destacables las manejadas por las élites, que lo hacen
en su beneficio. La actual Unión Europea está
actualmente transfiriendo poder del nivel nacional a entidades locales y
continentales. Acuerdos de comercio, tales como NAFTA y GATT, y la
creciente internacionalización de mercados de comercio debilitan también la soberanía del
Estado-nación, cuando el concepto de nación soslaya los conflictos de clase, étnicos o regionales
que pudieran existir, en el Estado-Nación. Ese es el verdadero peligro de
destruir la nación y la nacionalidad, ya que se está abriendo la caja de
Pandora, y no se tiene la certeza de lo que pueda surgir.
Formas de nacionalismo
Nacionalismo centrípeto (o integrador)
Es el que pretende la
unificación
nacional de las poblaciones con características comunes que
habitan en distintos Estados, donde pueden ser minorías nacionales y por
tanto en esos Estados constituyen nacionalismos centrífugos (es el caso del
nacionalismo kurdo), o bien ser
Estados nacionalmente homogéneos pero separados (es el caso de las
unificaciones de Italia y Alemania en el siglo
XIX, aunque en ambos casos el solapamiento con el Imperio austrohúngaro
complica la definición). En América Latina se da el caso del nacionalismo
iberoamericano, propuesto por personajes históricos como Simón Bolívar, José de
San Martín, Bernardo O'Higgins, Joaquín Edwards Bello, Manuel Ugarte, Jorge
Abelardo Ramos, etc. El cual históricamente se opone a la desintegración de la
Patria Grande y aboga por su reunificación, sin darse cuenta, que en el corto
plazo no es viable, por el escaso desarrollo
económico de la América Española.
Nacionalismo centrífugo (o desintegrador):
También llamado nacionalismos
centrífugos, es el que pretende la secesión de una parte del territorio de
un Estado habitado por una población con características, cuyas diferencias con
el grupo étnico considerado mayoritario, puedan definirla como minoría nacional. Estos casos
se dan en Estado que se caracterizan por ser considerados
"multinacionales" como el Iraq, que pueden destruir al Estado o
prestarse para la destrucción por otra potencia del Estado-nación, convirtiendo
al Estado-nación en un satélite en su favor.
Nacionalismo de tercera generación
Son nacionalismos
centrífugos, de igual forma que los nacionalismos de segunda generación, que
surgen a finales del s. XX y principios del XXI y que se
encuentran subordinados a otro Estado. Son comunidades con reivindicaciones
nacionalistas, o bien regiones, naciones históricas o naciones en sí (según las
zonas, su historia o los diferentes puntos de vista) que siguen sin estar
constituidas en un Estado y continúan
reivindicándolo. En Chile, esta expresión
centrifuga se expresa en la creación de un Estado para la "Nación mapuche"
apoyado por diversos sectores minoritarios, que enfrentan a la metrópoli,
quitándole legitimidad.
Nacionalismo económico
Se concentra sobre
los mecanismos de dependencia económica o neocolonialismo. Sostiene la
necesidad de que sectores y empresas básicas de la economía permanezcan en
manos de capitales nacionales, muchas veces estatales, cuando el sector privado
no está en condiciones.
Los orígenes del nacionalismo
económico pueden encontrarse en la creación de empresas estatales para explotar
productos estratégicos como la creación de YPF para el petróleo en Argentina en 1922 y luego en
las políticas de nacionalizaciones
implementadas por gran cantidad de países entre los que se destacan: la nacionalización del petróleo en México en 1938, la nacionalización
del petróleo en Irán en 1951, la nacionalización
del Canal de Suez en 1956 y la nacionalización
del cobre en Chile en 1971.
El nacionalismo
económico está también íntimamente relacionado con la Teoría de la Dependencia elaborada por la escuela
desarrollista latinoamericana que sostiene que el sistema económico
mundial ha establecido una división internacional del trabajo que atribuye
a los países centrales la producción industrial, de alto valor agregado, y a
los países periféricos la producción de materias primas, de bajo valor
agregado. El desarrollismo sostiene que existe una tendencia general al deterioro de los
términos de intercambio en perjuicio de la producción
agrícola-primaria, y que los países periféricos necesitan impulsar agresivas políticas industriales para romper
el círculo vicioso del subdesarrollo.
La política de privatizaciones sugerida por
el Consenso
de Washington a partir de la década del 90 tuvo como
objetivo principal, y lo logró en gran parte, revertir las medidas
nacionalistas tomadas por la mayor parte de los países periféricos durante la
mayor parte del siglo XX.A partir de
los últimos años de la década del 90 parece haber
un importante resurgimiento del nacionalismo económico en varias partes
del mundo, ahora en un entorno global, relacionado con acuerdos de integración
regional. Una de sus manifestaciones más importantes ha sido la nacionalización
de los hidrocarburos en Bolivia en 2006, bajo el
gobierno de Evo Morales y los
acuerdos de infraestructura y desarrollo subregional tomados en el marco del Mercosur y la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Muchas de estas
experiencias nacionalistas están estrechamente relacionadas con las
reivindicaciones sindicales y otras
organizaciones sociales, adoptando la forma de un nacionalismo popular
expresado en movimientos políticos con amplio apoyo de la población. Formas de socialismo y de fascismo comparten
también el proyecto del nacionalismo económico.
Nacionalismo étnico (o cultural)
Define la nación en
términos de etnicidad, lo cual
siempre incluye algunos elementos descendientes de las generaciones previas.
También incluye ideas de una conexión cultural entre los miembros de la nación
y sus antepasados, y frecuentemente un lenguaje común. La nacionalidad es
hereditaria. El Estado deriva la legitimidad política de su estatus como hogar
del grupo étnico, y de su función de protección del grupo nacional y la
facilitación de una vida social y cultural para el grupo. Las ideas sobre
etnicidad son muy antiguas, pero el nacionalismo étnico moderno está
fuertemente influido por Johann Gottfried von Herder, quien
promovió el concepto de Volk, y Johann
Gottlieb Fichte.
El fascismo es
generalmente clasificado como nacionalismo étnico, habiendo sido su caso más extremo
el nacional
socialismo de la Alemania Nazi. No
obstante, la mayor parte de los movimientos y regímenes fascistas de la Europa
de entreguerras, entre los que puede contarse el nacionalcatolicismo del franquismo español,
responden más al modelo de fascismo clerical definido por
Hugh
Trevor-Roper.Anthony D. Smith ha señalado
que no existe un nexo claro entre el nacionalismo étnico y factores económicos.
Nacionalismo romántico:
También llamado nacionalismo
orgánico y nacionalismo identitario, es la forma de nacionalismo
étnico según la cual el Estado deriva su legitimidad política como consecuencia
natural (orgánica) y expresión de la nación o la raza. Refleja los ideales
del romanticismo y se opone
al racionalismo y al cosmopolitismoilustrado, postulando
la existencia de una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al
hombre mismo (y su existencia) que se presenta de manera distinta y particular
en cada país donde se desarrolla (incluso dentro de una misma nación se
manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes)
sumado a un culto al carácter nacional o Volksgeist o espíritu
del pueblo (del cual nace una sensibilidad y un genio creador que lo
identifican), resaltando esta expresión en las cualidades étnicas de los
pueblos. El nacionalismo romántico temprano en Europa estuvo fuertemente
influenciado por Rousseau y por las
ideas de Johann Gottfried von Herder, quien en 1784 argumentó
que la geografía formaba la
economía natural de un pueblo, y que sus costumbres y su sociedad habrán de
desarrollarse siguiendo las líneas favorecidas por su medio ambiente.
El nacionalismo
romántico enfatiza una cultura étnica histórica que se conecta con el ideal
romántico; el folclore se desarrolla
como un concepto nacionalista romántico. Los hermanos Grimm se inspiraron en
los escritos de Herder para crear una colección idealizada de historias
étnicamente alemanas. El historiador Jules Michelet ejemplifica la concepción
nacionalista romántica de la historiografía. En 1815 se
hablaba de este nacionalismo, y fue el que se usó para las unificaciones tanto
alemana como italiana.
Dentro del
romanticismo se reconoce una concepción "orgánica", representada por Herder y Fichte
("Discursos a la nación alemana", 1808) que identifica a la nación
con rasgos que se heredan (lengua, cultura, territorio, tradiciones) y que
están por encima del deseo individual.
Nacionalismo económico:
Suele tener un fuerte
componente de nacionalismo
económico, en vista de lo cual se da mayoritariamente en países
económicamente dependientes o subdesarrollados, que buscan desarrollarse
mediante la intervención
estatal, y poner la economía al servicio de intereses nacionales
considerados estratégicos. También suele tener un componente social, ya que
entiende que la nación no está
separada del pueblo que la
habita, y que una nación fuerte y desarrollada sólo puede lograrse mediante la justicia
social
(siendo partidarios de los Estados
de bienestaro
social),
ya que de otra manera dicha nación se sumiría en el caos y el conflicto
permanente producto de la injusticia y el desequilibrio social. También suele
vincularse con el corporativismo, pero a
diferencia del fascismo, esta doctrina corporativa busca la integración
política de los gremios y otras
entidades intermedias dentro del Estado (algunos sectores buscan el reemplazo
total de la democracia
liberal, los partidos políticos y el parlamento, dejando
solamente a los gremios), así como también se busca la integración y
participación económica de los trabajadores en la gestión, propiedad y
beneficios de la empresa nacional (a través de los sindicatos) junto a los
empresarios (teniendo al Estado como regulador de las relaciones laborales y de
producción), mostrando así su oposición a la lucha de clases (algunos
gobiernos se declararon anticomunistas).
En ocasiones, el
nacionalismo popular suele poner énfasis dentro de sus doctrinas en el laicismo (en algunos
casos con el ateísmo) y el ecologismo.Otras
vertientes del nacionalismo de izquierda ponen el acento en la rebeldía de una nación contra otra
nación que la oprime (ya sea política, militar o económicamente), y así pueden
clasificarse como nacionalistas de izquierda a todos los movimientos de liberación nacional, antiimperialistas o
anticoloniales que luchan por la independencia de sus naciones.
Los ejemplos más
claros de nacionalismo popular los encontramos en los países del Tercer Mundo (derivando
en el tercermundismo como
expresión de lucha contra la opresión tanto del Primer Mundo como también
del ya caído Segundo Mundo). Algunos
ejemplos claros se encuentran en América Latina como el peronismo en Argentina, varguismo en Brasil, cardenismo en México, ibañismo en Chile, chavismo en Venezuela, etc. En
Medio Oriente es conocido el caso del Nasserismo en Egipto y el Baath en Siria e Irak.
También puede
entenderse como nacionalismo de izquierda a todo régimen de izquierda (por
ejemplo, en los gobiernos comunistas), que ponga
el acento en el patriotismo y la exaltación de los valores o tradiciones
nacionales (tomando en algunos casos una posición más conservadora al respecto,
sobre todo frente a fenómenos como la globalización).
Nacionalismo religioso
Es la forma de
nacionalismo según la que el Estado deriva su legitimidad política en
consecuencia de una religión común. Sin
embargo, buena parte de las formas de nacionalismo étnico son también en gran
medida formas de nacionalismo religioso. Por ejemplo, el nacionalismo irlandés es
generalmente asociado al catolicismo; el
nacionalismo indio se asocia con el hinduismo, etc. El
nacionalismo religioso es generalmente visto como una forma de nacionalismo
étnico.
En algunos casos, sin
embargo, la componente religiosa es más una etiqueta que la verdadera
motivación del nacionalismo de un grupo. Por ejemplo, aunque la mayoría de los
líderes nacionalistas irlandeses del último siglo fueron católicos, durante el siglo XIX, y
especialmente en el XVIII, muchos
líderes nacionalistas fueron protestantes. Los
nacionalistas irlandeses no luchan por distinciones teológicas, sino por una
ideología que identifica a la isla de Irlanda con una visión particular de la
cultura irlandesa, que para muchos nacionalistas incluye al catolicismo aunque
no como elemento predominante. Para muchas naciones que se vieron obligadas a
luchar contra las consecuencias del imperialismo de otra nación, el
nacionalismo fue asociado a la búsqueda de un ideal de libertad.
El islam se opone
fuertemente a todo tipo de nacionalismo, tribalismo, racismo u otra
clasificación de la gente no basada en las creencias propias. Sin embargo,
ciertos grupos islámicos pueden ser considerados racistas y nacionalistas (así,
para algunos, no pueden considerarse verdaderos islámicos). La creación de Pakistán es un
ejemplo de nacionalismo religioso de base islámica en la medida en que tomaba
como nación a los musulmanes de la India. sin embargo, muchos de sus creadores
-como los del Estado de Israel- eran laicos y consideraban la pertenencia a una
misma tradición religiosa como elemento generador de identidad al margen de la
práctica religiosa en sí. Un ejemplo similar es el de los musulmanes
de Bosnia, considerados como etnia en la antigua Yugoslavia y que en su
mayor parte eran no creyentes o no practicantes.
Algunos autores,
además, han señalado que el nacionalismo es más una religión política que una
ideología política, un sustituto de la religión. En ese sentido se ha
pronunciado Roberto Augusto, que ha afirmado que "creer que una
determinada comunidad es una «nación» tiene que ver más con la fe que con la
razón; es una creencia individual que puede ser compartida con otros y que está
más cerca del pensamiento religioso que del científico, de ahí la dificultad de
intentar rebatirla racionalmente".
Nacionalismo banal
Según Michael
Billig,
es la forma difusa que tomaría el nacionalismo en las sociedades
contemporáneas, convirtiéndose en un mecanismo omnipresente de orientar las
percepciones y hacer aparecer como natural la identificación entre una lengua,
una cultura y una comunidad política. Ya sea en rituales colectivos como el
deporte, o en detalles menores como la utilización de banderas para identificar
las lenguas en las que se escriben los ingredientes de una caja de cereales, el
nacionalismo banal reproduciría cotidianamente los esquemas mentales del
nacionalismo.
Elementos en común de todas las formas de nacionalismo
Algunos teóricos
políticos sostienen que cualquier discriminación de formas de nacionalismo es
falsa. Todas las formas de nacionalismo cuentan con una población formando una
nación, lo cual significa que todos los miembros de una población creen en
algún tipo de cultura común.
Causas por la que el nacionalismo se hace atrayente
Una razón por la cual
el nacionalismo ha mantenido su atractivo a través de los siglos puede ser el
hecho de que pertenecer a una nación cultural, económica o políticamente fuerte
da a la persona una agradable sensación
de pertenencia, sin importar su propia contribución a su
fuerza, esa es la causa porque el nacionalismo es una herramienta poderosa, ya
que es un fin en sí mismo.
Otra posibilidad
defiende que las personas son seres sociales, y el formar parte de un grupo
sociopolítico como la nación, es ventajoso y contribuye a su desarrollo, se
considera que es la expresión de un rasgo general del comportamiento social
favorecido evolutivamente, relacionado
con el tribalismo
como es caso de África. En ocasiones puede
surgir un sentimiento nacionalista cuando los miembros de una comunidad se sienten
amenazados o atacados por otra comunidad o Estado. Puede surgir como respuesta
a otro nacionalismo.
Formas de actuación
Dependiendo del
contexto donde tenga lugar el nacionalismo, este puede adoptar diversas formas
de actuación que pueden ser pacíficas, violentas o puede llegar a conjugar
ambas.
Pacíficas
Con la progresiva
consolidación de Estados más democráticos y el avance
de las organizaciones intergubernamentales como la ONU, las
reivindicaciones nacionalistas se sustancian mayoritariamente mediante el
ejercicio de la actividad política a través de distintos partidos
políticos nacionalistas que reclaman con el apoyo electoral de los
ciudadanos una mayor autonomía, la independencia o el
ejercicio del derecho de autodeterminación de sus
territorios.
Otra forma de
reivindicación pacífica sería la desobediencia
civil
o la "No
violencia activa" cuyo máximo exponente fue la labor de Mahatma
Gandhi
en la India.
Violentas
La ocupación del
territorio y la imposición de una nacionalidad y culturas determinadas sobre
otras personas mediante el uso de la fuerza es uno de los medios utilizados por
el nacionalismo. Un ejemplo de ello son las dos guerras mundiales en las que
el elemento nacional desempeñó un papel sustancial, aunque la expansión militar
y diseminación de una identidad nacional es un elemento recurrente en la
historia de los nacionalismos.
Críticas al nacionalismo:
El nacionalismo ha
sido objeto de numerosas críticas por parte de estudiosos procedentes de
distintas áreas de conocimiento. Francisco J. Contreras piensa que esta
ideología es filosóficamente débil y rudimentaria; critica que las entidades
políticas soberanas deban corresponderse con los grupos nacionales y cree que
el nacionalismo es incapaz de ofrecer una definición rigurosa de la identidad
nacional; según este autor las identidades nacionales no vienen dadas por la
realidad histórico-social, sino que son construidas por la ideología nacionalista
y los Estados.
Alfredo Cruz Prados afirma que «la misma
nación es una entidad creada ideológicamente por él, y no algo natural,
objetivo y anterior al mismo nacionalismo, como esta ideología afirma».Pedro
Gómez García en su artículo «La identidad étnica, la manía nacionalista y el
multiculturalismo como rebrotes racistas y amenazas contra la humanidad»
sostiene que el nacionalismo es una tendencia patológica que nos conduce hacia
la balcanización del planeta y obstaculiza la emergencia de una sociedad
mundial pluralista e integrada.
Luis Rodríguez Abascal, refiriéndose al
nacionalismo culturalista, ha dicho que «no defiende la diversidad cultural,
sino que propone un modelo normativo de cultura que homogeneiza prácticas
culturales preexistentes. Tiene dificultades para hacer otra cosa porque su
punto de partida es siempre un concepto abstracto de cultura, que la concibe
como una unidad uniforme u homogénea y la extiende idealmente a lo largo y
ancho de un territorio sin atender a cuáles son las prácticas culturales
cotidianas subyacentes o sin concederles relevancia moral y política».
El argumento
del Ideal Nacional es que en Venezuela existe una ausencia de un ideal
apropiado que integrara la mística nacional, la convicción conjunta y el empeño
colectivo en servicio de la patria, que es llenado por el bolivarianismo.
Las bases de la
superación, como Ideal Nacional se arraigan en la tradición, recursos
naturales, situación geográfica de la Nación, en cuya función Venezuela debe
tener un ideal nacional, y la finalidad suprema de este ideal es: Lograr para
Venezuela un puesto de honor entre las naciones y hacer una Patria cada día más
próspera, digna y fuerte. Los objetivos del Ideal Nacional son la
transformación progresiva del medio físico, la existencia de un sistema de
justicia que funcione, la movilidad social como forma progresiva de estabilidad
social y el mejoramiento integral (material, moral e intelectual) de los
habitantes.
El Ideal Nacional es el común denominador
espiritual de los venezolanos para el engrandecimiento de la Patria, utilizando
el nacionalismo Banal como cemento. Plantea una fusión del sector público y
privado para desarrollar y servir a la Nación, la expansión de la esfera del
Estado a la alta tecnología. La política del bien nacional se basa en la
elevación y el noble aprovechamiento de los venezolanos para situar a Venezuela
en la cúspide de América Latina, lo que podrá contener el expansionismo
brasileño.
La
transformación del medio físico y el mejoramiento de las condiciones morales, a
través del clericalismo, intelectuales y materiales de los venezolanos. Que
tenía como pilares la historia patriótica como fuente de valores morales y el
aprovechamiento adecuado de los recursos naturales del país, y la privilegiada
ubicación geográfica para mejorar la suerte de los venezolanos legando a las
generaciones una patria más prospera.
Este
aprovechamiento basado en una inversión pragmática y la promoción de la
inversión extranjera promovió el pleno empleo, con la captura de mercado
cautivo evitando chocar con los intereses de los U.S.A. y Brasil Se puede
definir también como una mezcla de antiguas ideas liberales y positivistas de
la necesidad de asegurar el orden para el progreso y del desarrollo económico
mediante la formación del recurso humano y capitales y aumento del consumo para
expandir la producción nacional.
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