viernes, 10 de enero de 2014

Operación Causa Justa. Por Kelder Toti


Operación Causa Justa

                    Por Kelder Toti

Se conoce como la Invasión de Panamá el operativo militar realizado por el ejército de los Estados Unidos de América, el miércoles 20 de diciembre de 1989 con el propósito de capturar al General Manuel Antonio Noriega, Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de la República de Panamá, quien era requerido por la justicia estadounidense acusado del delito de narcotráfico, y asesinato, justificación para deponerlo como "el hombre fuerte". La Operación Militar denominada Operation Just Cause (Operación Causa Justa) por el comando militar estadounidense, que tendría una duración de 96 horas.

ANTECEDENTES


El 11 de octubre de 1968, los mandos medios de la Guardia Nacional, encabezados por el Mayor Boris Martínez, dirigieron un golpe de Estado derrocando al entonces presidente electo y constitucional Arnulfo Arias Madrid, que había tomado posesión del cargo hacía sólo 11 días. Este evento dio inicio a una dictadura militar liderada por una junta provisional de gobierno que duró hasta 1969, cuando asumió el cargo de Comandante en Jefe el General de Brigada Omar Torrijos Herrera. En 1972 el gobierno militar designó un Congreso Constituyente que redactó una Carta Magna y nombró a Demetrio Basilio Lakas como Jefe de Gobierno y al General Omar Torrijos como Jefe de Estado. Como  objetivo político del gobierno se negoció un nuevo tratado del Canal de Panamá, que reemplazó al modelo negociado en los años 1960 por medio del Tratado Johnson – Robles, dándole legitimidad a la nueva Junta de Gobierno ante el pueblo panameño.

En 1977, el General Omar Torrijos Herrera como Jefe de Estado y Jimmy Carter como Presidente de los Estados Unidos de América, firmaron los nuevos Tratados del Canal de Panamá o Tratados Torrijos-Carter, por medio de cuyas cláusulas principales los Estados Unidos acordaron la devolución de los territorios administrados, el control de la operación del Canal, el cierre de las bases militares y la salida de todos los soldados estadounidenses de Panamá. El Tratado Torrijos – Carter acordaba un calendario para la transición de todos los aspectos referentes al Canal de Panamá, antes del año 2000. Sin embargo, condicionaba la defensa de la vía de manera conjunta, dando la posibilidad de intervención  armada de Panamá si la operación del canal se viese comprometida, error que justificaría  la invasión, amparada en el Tratado.  En 1983 asumió el cargo de Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá el General Manuel Antonio Noriega, al morir Omar Torrijo en extrañas circunstancias, en un accidente aéreo,  éste  fungió por muchos años como director del G2 o Jefe de la Inteligencia Militar panameña y se le identificaba como estrecho colaborador de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos.

En las elecciones presidenciales de 1984, las primeras por voto popular desde el inicio de la dictadura militar de 1968, fue declarado vencedor Nicolás Ardito Barletta ante el clamor popular de fraude. En tanto, en EE.UU., el senador Jesse Helms exigió que el gobierno estadounidense tomara las medidas necesarias para sacar a Noriega, pero el director de la CIA William Casey salió en defensa del general panameño alegando que éste realizaba tareas encubiertas, importantes para el gobierno de los Estados Unidos, entre las que se encontraba el suministro y bases logística de la Contra Nicaraguense en su guerra contra el régimen sandinista, colocación de estupefacientes, en el mercado norteamericano, que suministraba divisas a la Contra, etc.

Pero en 1984 las relaciones con los Estados Unidos se deterioraron cuando Noriega exigió y consiguió el cierre de la Escuela de las Américas en territorio panameño. En dicha academia se formaban militares latinoamericanos que recibían instrucción bélica con un marcado contenido político anti-comunista por parte del Pentágono. En 1985, Nicolás Arditto Barletta renunció a la presidencia bajo presiones por tratar de esclarecer el atroz crimen del Dr. Hugo Spadafora, opositor del dictador; quien en reiteradas ocasiones acusó al General Noriega de diversos delitos, incluidos asesinatos y narcotráfico, siendo reemplazado por el primer vicepresidente Eric Arturo Del Valle.

El segundo al mando de las Fuerzas de Defensa, Coronel Roberto Díaz Herrera, fue pasado a retiro en 1986 por órdenes directas del General Noriega, desatantando una lucha por el poder que justificó la intervención americana, al estallar una crisis en los Altos Mandos de la Banda Armada, por obtener el control de la institución. Díaz Herrera hizo declaraciones públicas acusando al General Noriega de fraude electoral en 1984, asesinato político y de complicidad en la muerte de Torrijos, lo que generó fuertes protestas entre la población y la creación de un movimiento denominado Cruzada Civilista dirigido por Guillermo Endara. 


En 1988, Eric Del Valle en su calidad de Presidente de la República destituyó al general Noriega como Jefe de las Fuerzas de Defensa, quien arremetió con todo el poder del ejército militarizando a la sociedad, dividiéndola entre los partidarios de los "rabo blanco" pro-norteamericanos y los patriotas norieguista, a la larga debilitaría a la nación para enfrentar la invasión, desconociendo a Eric Arturo Del Valle como presidente y Roderick Esquivel como vicepresidente. Del Valle se refugió en la embajada de Estados Unidos y luego fue trasladado fuera del país, y se residenció en Miami. Asumió el control del gobierno Manuel Solís Palma como Ministro Encargado de la Presidencia. Sin embargo, el embajador de Panamá en Estados Unidos Juan Sosa fue reconocido como única autoridad del gobierno panameño en el exilio.

Los Estados Unidos comenzaron un bloqueo abierto contra el gobierno leal a los militares panameños, lo que ocasionó una crisis económica, llegando incluso al congelamiento de los bancos para evitar la fuga de capitales. Durante este tiempo los Estados Unidos negociaron condiciones para el retiro del General Noriega del poder sin obtener resultados. En mayo de 1989 tuvieron lugar las elecciones presidenciales entre el candidato de la oposición al régimen militar, Guillermo Endara Galimani, y el candidato respaldado por el gobierno Carlos Duque Jaén resultando vencedor Endara Galimani con un triunfo arrasador. Al presentarse los resultados de la votación, el General Noriega impartió instrucciones al tribunal electoral para declarar suspendidos los comicios electorales.

En septiembre, en lugar de asumir la presidencia el vencedor de las elecciones de mayo, fue suspendida la constitución y se designó como encargado del Órgano ejecutivo al Ingeniero Francisco Rodríguez, allegado al General Noriega, dando de facto un Golpe de Estado, legitimando la intervención norteamericana al restablecer "el hilo constitucional".

Al mes siguiente, las fuerzas rebeldes dirigidas por el mayor Moisés Giroldi Vera, tomaron el cuartel central y retuvieron a Noriega. Giroldi, jefe de la compañía de fusileros responsable de la seguridad de la Comandancia, había abortado ya un intento golpista contra Noriega y ello le valió ser ascendido al rango de Mayor, pero su intento de deponer al General Noriega fracasó,  ya que el helicóptero enviado por las fuerzas armadas de los Estados Unidos no llegó, ya que las U.S. Army se desentendieron de la Revuelta por las implicaciones Hemisférica que tendría tal acción, y estos carecían de la sangre fría para ejecutarlo. La situación se tornó más confusa cuando sus compañeros pedían su anuencia para dar muerte a Noriega, lo que dio tiempo para que la rebelión fuera sofocada por fuerzas leales a Noriega. El Mayor Giroldi y todos los hombres que lo respaldaron en su acción fueron fusilados por instrucciones directas de Noriega.

En diciembre de 1989, la Asamblea Nacional otorgó poderes especiales al General Noriega designándolo Jefe del Gabinete de Guerra, mientras que declaraba a la República de Panamá en estado de guerra contra los Estados Unidos de América, ante las constantes provocaciones del Tío Sam.


El miércoles 20 de diciembre de 1989, el presidente de Estados Unidos George H. W. Bush autorizó la operación militar denominada Causa Justa, ante los errores de los panameños, justificarían la invasión con los siguientes motivos:
• Proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses que residían en Panamá.
• Defender la democracia y los derechos humanos en Panamá.
• Detener a Noriega para enfrentar delitos de tráfico de drogas.
• Respaldar el cumplimiento del Tratado Torrijos-Carter.


LA ACCIÓN MILITAR


Los estadounidenses dispusieron de 26.000 soldados de las unidades de elite, de los comandos navales, del ejército y la 82ª División Aerotransportada para la invasión. Las Fuerzas de Defensa Panameña sumaban apenas 16 mil efectivos y el país disponía de una minúscula fuerza aérea y de los batallones de la dignidad, que opusieron una resistencia bastante mediocre, que se desbandaron al asilarse Noriega en la Nunciatura Vaticana, su estructura era la siguiente:
Como cuerpo de ejército, sus miembros fungían como policías y soldados al mismo tiempo, llegó a tener hasta 1989 un total de 16.300 efectivos y cerca de 3.800 reservistas y colaboradores civiles:

Las FFDD tenían 3 batallones de combate, y 8 compañías de infantería;
más las unidades de fuerzas especiales. Cada zona militar contaba con uno o dos pelotones de reacción. El país estaba dividido en 12 zonas militares encabezadas generalmente por un mayor o teniente coronel.

Batallones
Batallón 2000, el más moderno, y el de mayor capacidad de fuego,
Batallón Cémaco,
Batallón Paz,
Primera Compañía de Infantería Tigres de Tinajita,
Segunda Compañía de Infantería Pumas de Tocumen,
Tercera Compañía de Infantería Diablos Rojos de Chiriquí.,
Cuarta Compañía de Infantería Urraca.,
Quinta Compañía de Infantería Victoriano Lorenzo.,
Sexta Compañía de Infantería Expedicionaria.,
Séptima Compañía de Infantería Macho de Monte,
Octava Compañía de Policía Militar,

La Fuerza Aérea Panameña (FAP) estaba compuesta por una escuadrilla de helicópteros y una de ala fija. 15 Helicópteros que eran en su mayoría tipo Huey o UH-1N y un Eurocopter AS 332 Super Puma. La escuadrilla de ala fija estaba compuesta por aeronaves Pillán, Cessna, Twin Otter, CASA 235, llamado por la FAP en nombre clave "Elektra", usado para las fuerzas paracaidistas e infantería, CASA 212, Caravan y un Boeing 727.
La Marina Nacional estaba compuesta por un grupo reducido de patrulleras y unidades de desembarco. Contaba también con una Compañía de Infantería de Marina, que serían atacadas al comenzar la invasión por la USAF.

El Grupo de Fuerzas especiales estaba compuesto por la unidad de explosivos, la unidad de hombres rana, la unidad de comando y la UESAT(Unidad especial antiterrorista) y de contrainteligencia. Además las FDP estaban débiles y desorganizadas, luego del intento de Golpe de Estado del Mayor Giroldi, y solo aportó a la lucha 4.000 soldados para intentar la defensa del país y los Batallones de la Dignidad se dispersaron rápidamente ante la desbandada del Ejército, más proclive sus alto mandos a negociar la rendición que a luchar en contra de la invasión.

Adquirieron las Fuerzas de Defensa de Panamá fusiles AK-47 y armamento de origen  Soviético y chino por varios conductos una era la adquisición vía Cuba en un principio y posteriormente se le compraba directamente a los Soviéticos. El poder de fuego de la infantería consistía en cañones livianos, morteros pesados y livianos; vehículos blindados V150 y V300. Al momento de la invasión tenian unos M-16 de la época de la Guardia Nacional que poseían ciertas unidades y muchos AK-47,  lanza cohetes RPG-7 y RPG-18, armas antiaéreas ZU-23-4 y ZU-23-2 de fabricación china los cuales se repartieron entre los Batallones de la Dignidad que eran unidades paramilitares que muy  poco hicieron  durante la invasión.-

El ejército de los Estados Unidos trasladó a Panamá a la 82ª División Aerotransportada para la operación militar, la cual contaba con 12,000 soldados, que aterrizaron por sorpresa en las principales ciudades de Panamá. Las bases militares estadounidenses en la riveras del Canal de Panamá, según el tratado Torrijos-Carter que legalizaba la presencia militar en el istmo para la defensa conjunta por ambas naciones de la vía acuática, contaban con un ejército de 12,000 los cuales no participaron de la Operación Causa Justa, se llevo a personal de inteligencia que estaba en entrenamiento, de los cuales murieron el Teniente Joseph T Alvertk, herido el Suscrito Benjamin Taylor, dejando a cargo de de ese grupo a un inexperto Alejandro Verna H. que llevo a cabo las operaciones de infiltracion.

Dos días antes del ataque, un soldado estadounidenses fue abatido cuando traspasó un retén frente al Cuartel Central de la Guardia Nacional, lo que fue considerado como el detonante del conflicto. La invasión inició la madrugada del 20 de diciembre de 1989 con el bombardeo de múltiples instalaciones políticas y militares. El objetivo del ataque era anular cualquier respuesta del ejército panameño. El bombardeo destruiría aeropuertos y bases militares como el Aeropuerto de Punta Paitilla, el Cuartel Central en el barrio de El Chorrillo, el Cuartel de Tinajitas, el Cuartel de Panamá Viejo, el Cuartel de Los Pumas, la base militar de Río Hato (donde funcionaba el instituto militar Tomás Herrera, que no era en realidad una escuela de formación castrense) o la Base Naval de Coco Solo.

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos utilizó un armamento de última generación, como los aviones furtivos F-117 Nighthawk o los helicópteros de combate AH-64 Apache contra un ejército muy poco equipado, ya que los atacó: 27 Blancos simultáneamente para evitar que los panameños se reagruparán. A pesar de la alta tecnología del armamento estadounidense, se produjeron numerosas muertes de civiles al ser alcanzados muchos edificios no militares. El ingreso de los soldados estadounidenses al barrio El Chorrillo, donde se contaban numerosos partidarios de Noriega, fue particularmente sangriento.

No hubo ninguna declaración de guerra y la acción fue condenada por la Asamblea General de la ONU y por la Organización de Estados Americanos (OEA). La operación duró pocos días ante la superioridad del ejército ocupante y la poca resistencia encontrada, que fue organizada por asesores cubanos, y armados por estos, que se desintegraron al carecer de mandos y orientación militar. Noriega logró escapar y buscó asilo en la Nunciatura Apostólica. Posteriormente, se entregaría a las fuerzas de ocupación y puesto bajo arresto, después de un asedio de varios días.


Los combates en el Barrio El Chorrillo no contaron con una defensa urbana, que contuviera la investida, por el contrario entre los panameños predominó la anarquía y el caos, para quebrantar su espíritu de lucha los norteamericanos incendiaron y bombardearon los baluartes del régimen panameño.

Guillermo Endara fue nombrado presidente del país en una base militar de EE.UU. durante la operación. En los días siguientes a la intervención, debido a la ausencia de policía y ante la pasividad de las tropas estadounidenses, se produjeron en varias ciudades saqueos y actos de vandalismo que aumentaron las pérdidas materiales, dados por los allegados de Noriega, que facilitó el arresto aproximado de 5.000 prisioneros políticos y oficiales del anterior régimen, y la represión consiguiente no muy diferente a los de los tiempos de Torrijo y  Noriega.

CONSECUENCIAS

Humanas

Según fuentes nacionales panameñas, instituciones sociales, organismos no gubernamentales y sociedad civil, existen estimaciones de que hubo un aproximado de 3,000 víctimas fatales entre soldados de las Fuerzas de Defensa de Panamá y población civil.  Sin embargo, no existe una cifra oficial.
En algunos medios de comunicación extranjeros se publicaron noticias que indicaban de 3.000 a 6.000 los muertos como consecuencia de bombardeos en el barrio El Chorrillo, sitio donde se encontraba ubicado La Comandancia o Cuartel Central de las Fuerzas de Defensa y las oficinas del General Noriega, y que más de 20.000 personas perdieron sus bienes y pertenencias, solicitando compensaciones por parte del gobierno de los Estados Unidos.

El Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos reportó la muerte de 314 militares panameños, 202 civiles de la misma nacionalidad y 23 soldados estadounidenses. De acuerdo con el periodista Bob Woodwards y la cadena de televisión CBS serían un total de 4.500 panameños los que murieron durante el conflicto.

Económicas

 
Incendio en Barrio El Chorrillo:


La invasión causó daños materiales por la acción militar y una crisis económica producto de las acciones de saqueo al comercio en general por parte de la población temerosa de un desabastecimiento de alimentos y artículos de primera necesidad. El barrio del Chorrillo, constituido principalmente por viejos caserones de madera edificados en la época de construcción del canal, fue destruido casi en su totalidad, debido en parte a los incendios producidos por el bombardeo al Cuartel Central.  No obstante, existen versiones de que algunos grupos organizados por Noriega conocidos como los Batallones de la Dignidad incendiaron parte del Chorrillo durante los enfrentamientos, al verse aislados por la población.
Siendo la Policía un componente de las Fuerzas de Defensa, se dejó sin autoridad policial la Ciudad de Panamá y Colón, permitiendo el ataque a edificios públicos, escuelas, comercios y hasta viviendas particulares, por parte de delincuentes comunes, hasta que se restaurara la fuerza policial del nuevo gobierno.

Políticas

Noriega fue llevado a EE.UU., enjuiciado por el delito de narcotráfico y condenado a 40 años de prisión. También en Panamá fue juzgado en ausencia y condenado a 15 años por el asesinato de Hugo Spadafora, 20 años por la masacre de Albrook y el fusilamiento de miembros de las Fuerzas de Defensa de Panamá, 20 años por la ejecución de Moisés Giroldi, 5 años por delito contra la libertad individual de Humberto Macea y 18 meses por corrupción de funcionarios, etc. Esperando Panamá su entrega de los franceses.  Cumpliendo su condena actualmente en Francia, de diez años de prisión por lavado de dinero del narcotráfico.

Guillermo Endara, ganador de las elecciones de mayo de 1989, prestó juramento como Presidente de Panamá desde una base militar de los EE.UU., dando por terminada la dictadura militar iniciada en 1968 y llevando al país a elecciones democráticas, ejercidas hasta el presente. Por medio de reformas constitucionales, Panamá declara abolido su ejército. El 31 de diciembre de 1999, en fiel cumplimiento a los tratado Torrijos - Carter, se produce la salida del último soldado estadounidense de territorio panameño y la reversión del territorio de la Zona del Canal a la soberanía de la República de Panamá, aunque muchos alegan que aún quedan bases subterráneas en diferentes puntos del país, como en la isla Flamenco, y en las costas de Colón. Desde donde todavía utilizan la increíble recepción de ondas de radio que favorece la posición geográfica del istmo panameño.

CONCLUSION:


Los errores del Alto Mando de las Fuerzas de Defensa de Panamá, son muchos entre los cuales se puede destacar: dividir al país entre rabo blanco y patriotas, a la larga en la confrontación aisló a las Fuerzas de Defensa de Panamá de la población. No dotar de mísiles portátiles tierra aire a los combatientes, ni tenerlo en las cantidades necesarias. Carecer de una mística de combate de las Fuerzas Armadas, convirtiéndose en una banda, que se desbandó ante los  bombardeos de saturación y quirúrgicos de los americanos. La carencia de un líder militar experimentado, el triste caso de Noriega huyendo a la Nunciatura Apostólica iniciado el ataque es un triste recordatorio de lo anterior. No haberse preparado para la lucha casa por casa, solo se combatió en algunas zonas  de Panamá. No haber preparado planes de contraataque o ataque al Canal, que hubieran desviado las Fuerzas de Asalto. No haber entrenado a los Batallones de Dignidad ni a la Fuerzas Armadas para enfrentar a los americanos a una guerra de guerrilla urbana. No haberse entrenado para los bombardeos de saturación y haber preparados defensas para tal fin.  La carencia de mandos endurecidos en las Fuerzas Armadas, ya que su objetivo era delinquir al amparo de la fuerza. Y lo obtuso de la doctrina cubana, que evitó estudiar otros dispositivos que pudieron haber cambiado las aristas del conflicto.



htpp://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3B3n_estadounidense_de_Panam%C3%Al_de_1989
htpp://mundosgm.com/smf/index.php?action=post;msg=154595;topic=5217.30;sesc=8c301a6e8100be400e2bee9200b82c64c
http://mundosgm.com/smf/index.php/topic,5217.15.html

Bob Woodward. "The Commanders". Simon&Shuster, Pocket Star Book, New York, 1991

No hay comentarios:

Publicar un comentario