El Precio de la Revolución.
Por Kelder Toti
Por Kelder Toti
Este ensayo
analizará el precio, que ha pagado el país, para mantener la fachada de una revolución
socialista, aupada por los asesores de Miraflores, y avalada por el poder
Ejecutivo como forma de mantenerse en el
poder, y disfrutar de “la revolución bonita”, en su propio beneficio,
destruyendo la capacidad productiva del país como excusa.
La llegada
del boom petrolero no supuso una mejora en la calidad de vida de la mayoría de
los venezolanos, ni siquiera un impulso a la economía productiva. La alta
burocracia (nomenclatura) y algunos comerciantes y empresarios cortesanos
(boliburguesía) la invirtieron en bienes de lujo, acumular tierra, en grandes
cuentas bancarias y en viajar por el mundo; cuando se compara lo invertido en
el país con los recursos recibidos, la suma es aproximadamente del 12%.
En el caso de
la presidencia, el río de dólares serviría para debilitar el poder de la
burguesía, importar desmesuradamente, sufragar las deudas de Estados satélites
y pagar exorbitantes préstamos a: chinos, rusos, japoneses y brasileños. A
veces a intereses exorbitantes, que dañan la capacidad del Estado de invertir
en la nación.
El Gobierno nacional buscó encender el "tercer motor" de la economía: la industria. Esa fue la directriz que impartió Jorge Giordani, ministro de Planificación y Finanzas. Pero en realidad se dedicó a destruir, expropiar e invadir; al complejo industrial, hasta hacerlo retroceder a niveles de la década de los sesenta.
"Se tiene que prender el tercer motor de la economía que es la industria, que está en niveles bajos (...) Tenemos que movilizar la industria, la agricultura; producir para comer, para bajar la inflación", expresó Giordani luego de que el Banco Central de Venezuela publicara las cifras del rendimiento económico del primer trimestre del año 2012.
El llamado del funcionario parece tardío a juzgar por los resultados de la política industrial del Gobierno de Hugo Chávez desde 1998 y de Maduro en el 2013. En el primer trimestre de este año, el sector manufacturero apenas creció 0,7%, muy por debajo del rendimiento mostrado por áreas como la del comercio o las telecomunicaciones, y solo expresa la iniciativa del empresariado de mantener su capacidad productiva, ante la falta de estímulos, que facilite la inversión privada, en el sector.
A juicio del economista Leonardo Vera el proceso de "desindustrialización" que comenzó a finales de la década de los ochenta del siglo XX se ha agudizado durante el denominado "socialismo del siglo XXI", Venezuela padecía de una apreciación del Bolívar, que desestimulaba la inversión, desmantelando lentamente el sector fabril, esa situación le dio paso a la persecución y hostilidad a la industria: made in Venezuela, desplazándola por bienes importados, que se encarecen ante la devaluación. .
"Tanto las estadísticas de empleo como las de producción ubican los inicios del proceso de desindustrialización de la economía venezolana en las postrimerías de los años ochenta, indicando, en perspectiva, que el proceso se ha mantenido más o menos ininterrumpido por casi ya veinte años", sostiene Vera en el trabajo Paradojas de la desindustrialización. ¿Hay evidencia de la tercera Ley de Kaldor para Venezuela?, contenido en la publicación Nueva Economía de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
El autor recuerda que desde los años cincuenta comenzó un "esfuerzo" por promover la industrialización y que éste se mantuvo con la llegada de la democracia en los años sesenta. Sin embargo, el "giro neoliberal" en los ochenta y la administración de Hugo Chávez han dejado en un segundo plano el desarrollo industrial, promoviendo el sector servicio, que no crea empleos altamente remunerados.
"Con el advenimiento de la revolución bolivariana, la agenda de políticas hacia el sector industrial ha quedado en un limbo", lo que a facilitado el cierre o la migración a Colombia o Costa Rica del complejo industrial, los únicos beneficiados son las casas importadoras.
Tiempo perdido:
Según Vera, lo que ha caracterizado la política industrial en los últimos años son los controles, las expropiaciones y las restricciones estatales, que persiguen la iniciativa privada, mientras las inversiones públicas son insuficientes para desarrollar el país de manera armónica.
"Desde febrero de 2003, Venezuela suspende la libre convertibilidad de la moneda e implementa un nuevo sistema de racionamiento administrado de divisas en un contexto de crecientes controles, expropiaciones, y nacionalizaciones en áreas clave de provisión de insumos para el sector productivo, pero también en la producción, distribución, y comercialización de bienes finales".
Los resultados de esas medidas son muy negativos: pérdida de productividad, del empleo en un área vital para el desarrollo económico de la nación y menos establecimientos industriales, que solo benefició a las casas importadoras y a la burocracia estatal, que se dedica a importar.
"Los datos dan a entender que la participación del empleo manufacturero llegó a su pico o máximo en 1988, para luego caer tendencialmente y estancarse sin reversión previsible. Incluso, el proceso de pérdida relativa del empleo en el sector industrial no ha cesado en la última década".
Destaca también la pérdida de peso del sector manufacturero en la conformación del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la dependencia del ingreso petrolero ha aumentado y crecen algunos sectores "que exhiben muy bajos rendimientos en términos de productividad" como las franquicias, telecomunicaciones, comercio y construcción, que no se pueden mantener en el tiempo al caer los precios del petróleo.
"En comparación con el año 1989 para el año 2007 el número de establecimientos industriales en Venezuela se redujo en un 25%. La mayor tasa de mortalidad se da en la gran industria que, representando sólo el 8% de los establecimientos, genera más del 50% del empleo del sector", agrega Vera (1), esta tendencia no muestra indicios de cambiar en el corto plazo.
Ayer el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó los resultados del comportamiento de la economía para el cuarto trimestre del 2012. Las cifras arrojaron un crecimiento de 5,6% respecto al 2011, pero dicho avance está sustentado en el comercio y las importaciones pues la industria nacional se debilita y apenas avanzan 1,8% en el año.
El Producto
Interno Bruto (PIB) de la manufactura arrojó para el IV trimestre del 2012 un
crecimiento ligero de apenas 1,1%. El dato demuestra una desaceleración en el
sector, pues en el III trimestre el avance fue de 2,9%; mientras que cuando se
toma en cuenta el total del 2011 la manufactura experimentó un crecimiento de
3,8%.
Para el economista Orlando Ochoa las estadísticas son una muestra de la desindustrialización de Venezuela. "Hay una evidente pérdida de peso de la manufactura en la economía, una desindustrialización relativa en Venezuela", comentó el analista, y llevará tiempo remediar el mal hecho, solo una masiva inversión pública en coordinación con el empresariado podrá levantar el sector manufacturero.
Agregó que
este es un mal en las economías petroleras, que con el flujo de los
petrodólares importan bienes para el consumo interno en detrimento de la industria
nacional. "Es un mal que se agudiza en Venezuela", es lo que se llama
“enfermedad holandesa”, que solo puede ser superada con adquisición forzada de
mercados externos, impuestos a las importaciones, impuestos que desarrolle la
productividad e innovación tecnológica e inversiones públicas.
Ochoa explicó
que ante una economía que creció en 5,6%, impulsada por un boom de consumo que
se alimenta con el gasto oficial, y con relativa baja inversión en producción,
la contracción industrial se traduce en problemas de oferta en el mercado.
En la medida que el consumo siga avanzando por encima del crecimiento de la industria, y no haya un incremento de los ingresos por la vía petrolera, Ochoa señaló que los problemas con la oferta se agudizarán (2).
El Agro
La agricultura venezolana no tiene fuentes estadísticas confiables, que
vayan mostrando la evolución de su producción. Solo existen datos y cifras
parciales publicadas por los gremios agropecuarios y por el propio Gobierno,
pero sobre unas y otras pesa la sospecha de ser sesgadas o de no tener todo el
rigor metodológico que las estadísticas económicas necesitan en el mundo
contemporáneo.
Sin embargo, existen buenos antecedentes sobre las exportaciones e
importaciones de productos agropecuarios.
Las mejores cifras en ese sentido son las publicadas por la Asociación
Latinoamericana de Integración (Aladi), que se basan en las estadísticas
oficiales proporcionadas por el Gobierno venezolano, pero que son -en la medida
de lo posible- compatibilizadas con los datos suministrados por el resto de los
países latinoamericanos, que hacen de contraparte comercial de Venezuela. Esto
nos permite respondernos una serie de preguntas respecto a cómo se integra
Venezuela en los circuitos contemporáneos de comercialización de
productos alimenticios.
Basados en esa fuente, podemos decir que todos los países con los cuales Venezuela pudiese ser comparado presentan para 2010 mayores exportaciones de productos agropecuarios que importaciones. Argentina, por ejemplo, exporta 32.000 millones de dólares de productos incluidos en los primeros 24 capítulos del arancel de aduanas, e importa solamente 1.500 millones de dólares.
Brasil exporta, a su vez, 63.000 millones de dólares del mismo tipo de bienes e importa 9.500 millones de dólares. Chile presenta 11.000 millones de dólares de ventas externas de productos agropecuarios y compras solo por $4.300 millones. Perú las cifras correspondientes son 5.700 millones de dólares y 3.100 millones de dólares, respectivamente.
Colombia exporta por un valor de 5.700 millones de dólares e importa un monto de 4.100 millones de dólares. En todos estos países, por lo tanto, la agricultura produce dólares en cantidad más que suficiente como para financiar las importaciones alimenticias que no se puedan producir internamente. En otras palabras, la agricultura alimenta a toda la población de aquellos países, y aporta dólares al resto de la economía nacional. En Venezuela, en cambio, las exportaciones agropecuarias llegaron en 2010 a la escasa cifra de 59 millones de dólares, mientras que las importaciones alcanzaron poco más de 5.000 millones de dólares. Somos importadores netos de carne, leche, cereales, grasas y aceites.
Las importaciones son casi 90 veces más altas que las exportaciones. Venezuela es el único de los países de América del Sur cuya agricultura presenta un comercio exterior clara y dramáticamente deficitario, producto de la sobrevaluación del Bolívar. Brasil ha llegado a ser el primer exportador mundial de carne de vacuno y de aves, y es un exportador importante de soya y de azúcar. Argentina es importante en soya y cereales, mientras que Chile exporta cantidades sustantivas de frutas y de salmones.
Perú vende al mundo hortalizas, café y alimentos concentrados para animales, y Colombia sigue siendo una potencia cafetalera, además de vender flores y plantas vivas. Entre las escasas exportaciones de Venezuela destacan las que se agrupan en el Cap. 21 (Bebidas Alcohólicas), que suman aproximadamente 17 millones de dólares, las que se agrupan en el Cap. 03 (peces, crustáceos, moluscos), que suman 13 millones de dólares, y café y tabaco con aproximadamente 10 millones de dólares cada uno, sin que en ninguna de estas agrupaciones Venezuela tenga una posición relevante como productor o exportador a escala mundial.
A todo lo anterior hay que agregar que Venezuela es el único país de la región donde los propietarios agrícolas son expropiados sin aviso, justificación ni indemnización, organizando bandas paramilitares que se enfrenta a las del gobierno; donde con las tierras expropiadas el Gobierno no sabe posteriormente qué hacer -y procede a establecer cooperativas o fincas estatales, o a repartir las tierras entre campesinos o no campesinos afectos al régimen, o o trayendo colonos colombianos para que las trabaje, según sean las presiones del momento- y donde la producción agrícola está sujeta a variados y crecientes controles para efectos de su movilización y comercialización, que obstaculizan su crecimiento.
Una cosa luce relacionada con la otra. Si Venezuela exporta poquísimo e importa más que Colombia, Perú, Chile o Argentina, eso debe tener algo que ver con la falta de seguridad con que se desenvuelve la propiedad agraria y con la falta de reglas claras que presidan la actividad agropecuaria.
La Ganadería
“Considerando el desastre sanitario que significa la presencia
simultánea de Fiebre Aftosa en casi todo el territorio Nacional”, es bueno
reflexionar sobre el futuro de la Ganadería; sabemos que tenemos una población
animal diezmada por el desestimulo que ha significado las erradas políticas
agrícolas: “por no decir inexistencia de ellas”, las regulaciones caprichosas
de los precios a los productores las inexplicables importaciones de países con
restricciones Sanitarias, las importaciones de vaquillas sin valor genético
(por no hablar de descartes)y ahora para colmo la presencia en forma masiva de
Fiebre Aftosa, que todos sabemos que es una enfermedad invalidante; pero estos
hechos no son fortuitos, son el efecto de privilegiar nombramientos políticos
que técnicos, son el producto de la improvisación, el resultado de tomar
decisiones sin el mínimo conocimiento epizootologico y peor aun ser prepotentes
al punto de ignorar la experiencia y las recomendaciones de verdaderos especialistas
con renombre y formación.
En los actuales momentos existen cerca de 5 focos activos de Fiebre Aftosa 2 en Monagas, 1 en Bolívar, 1 en Yaracuy y 1 en Sucre; pero curiosamente llama la atención que esta la presencia de ambos virus A y O, incluso en el mismo Estado (caso Monagas que en el sector Boquerón de Amana hay un foco activo desde hace 2 meses de virus A y en el sector de Veladero uno de virus O) y presumiblemente también Estomatitis vesicular.
Obviamente, este cuadro es realmente alarmante, porque o nos han
mantenido engañados con los reportes de los últimos 5 años sobre coberturas de
vacunación superiores al 80%, o es que acaso se empezó a develar la verdad
cuando movieron la mata en el SASA (ahora INSAI) y todos aquellos casos de enfermedad
vesicular que resultaban negativos o con reportes de Estomatitis realmente era
aftosa y maquillaban las cifras.
Recientemente en reunión con autoridades del SASA en Monagas, me quedé
estupefacto ante la emisión de un diagnóstico clínico de enfermedad vesicular
(cuando los resultados de laboratorio de las muestras tomadas tienen 25 días de
procesamiento sin resultados), sustentado en base a observación de
cicatrices, muy viejas y sanas (2% de la
población, después de revisar 1000 animales), tratando de criminalizar las
fincas organizadas con buenos programas de vacunación y controles sanitarios,
pero no se comenta que los casos han iniciado en las pequeñas explotaciones
vacunadas por las llamadas brigadas de salud formadas, que no tienen ningún
tipo de entrenamiento en el manejo de biológicos.
Estos sucesos, actitudes y forma de enfrentar los sucesos, preocupa,
porqué evidencia una total ignorancia (por no decir mala intención) en el
control de la Fiebre Aftosa, que nos compromete a todos en nuestra Seguridad
Alimentaria.
Luego de efectuarse
una nueva edición de la Feria Carora, en la cuadragésima novena exposición
agropecuaria, industrial y artesanal, el presidente de la Sociedad Regional de
Ganaderos de Occidente, Luis Bernardo Meléndez, repasó la actualidad de los
agremiados y de quienes llevan adelante la actividad agropecuaria en el
municipio Torres, del estado Lara.
Como voz de los
ganaderos que representa, se hizo eco de denuncias que han sido entregadas por
sus pares de la capital torrense y generan preocupación en el seno de los
productores, a nivel nacional. Según la versión de quien preside Sorgo, una
comisión de la Corporación Eléctrica Socialista (Corpoelec), acompañada por
efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, acudió a los predios de cada uno
de los productores que se encuentran en las laderas del río Carora para
consignarles una notificación según la cual "por órdenes superiores”,
todos deberán cambiar el suministro de la energía eléctrica que reciben en sus
haciendas, generada por la compañía estatal, a motores de gasoil, que serían
costeados por cada uno de los afectados, lo cual deberá ser aplicado en un
lapso a 30 días.
Ya ha transcurrido
una semana de esta entrega de este documento y, en este sentido, la denuncia
formulada por Meléndez involucra muchos otros factores a los evidentes, tras
vaticinar que estos productores se verán afectados en una posible transición
entre un sistema con el cual han funcionado durante muchos años y la imposición
de uno nuevo.
-¿Qué otras complicaciones
involucraría un cambio del sistema de generación eléctrica a motores de gasoil?
-Estamos hablando de
costos. Un motor de esta naturaleza no tiene un precio valorado a dólar
oficial, está elevado. Por ende, como hablamos de pozos profundos, de más de
200 metros, deben ser motores de altas cilindradas. Además, en un plazo de 30
días, no se está capacitado para hacer el cambio. Estamos hablando de un
conjunto que debe ser sustituido: motor y bomba. Si usted tiene este motor
conectado a la bomba con un número específico de revoluciones, y cambia a un
motor con diferentes revoluciones, así sea la misma fuerza, debe adaptarlo. ¡No
es fácil hacer ese cambio!
-Al referirse a
motores de gasoil, se debe contar con el suministro de combustible de forma
constante, ¿es esta la situación?
-El Municipio Torres
sufre los avatares de ser un municipio que colinda con un estado fronterizo
(Zulia). Antes, el problema de gasoil era exclusivo de la franja
colombo-venezolana. Hoy sufrimos de escasez debido al contrabando y al control
que no tiene nada de ver con la actividad, que estamos realizando. Hay un
control no decretado y un ‘chip’ no instalado a los ganaderos para el consumo
de gasoil.
El productor indicó
que, en años pasados, los ganaderos alquilaban un camión con un tanque, con
capacidad de 5 mil litros, para abastecer de combustible a la demanda de sus
tierras; ahora, "esto es imposible porque el gasoil es vendido en pipas
que debes montarlas en ‘zorras’ o camionetas, surtidas en horas de la noches
por funcionarios que alegan estar cumpliendo órdenes de sus superiores”,
explicó Meléndez.
Quien representa al
gremio de productores de ganadería en el occidente, indicó que un tractor usado
para los trabajos diarios de una hacienda consume una pipa, "¿cómo pueden
pensar que una (pipa) alcanzará para todos los trabajos?”
El Riego: vital componente:
Además
de todas las complicaciones que trae consigo la sustitución del sistema de
generación de energía, este cambio implicaría daños en el riego de los cultivos
mientras se produce la sustitución y, para aquellos que no lo efectúen, por la
interrupción del sistema eléctrico después del límite de tiempo establecido.
"Carora, por
encontrarse en un clima árido, depende de la sustracción de agua en su
totalidad, y de la irrigación del líquido en las siembras. Somos altamente
competitivos en caña de azúcar, porque nos hemos volcado a un riego por goteo,
con el cual duplicas el área de siembra. Estamos en periodo de siembra y viene
el periodo de sustitución de potrero. Imagina lo que significa parar los
motores, mientras se busca un motor que, seguramente será difícil de conseguir;
y, después de hacer el gasto, no puedes regar porque no tienes gasoil o está
limitado”, precisó.
Meléndez también es
consultor jurídico de una de las centrales azucareras que operan en el
territorio del municipio Torres. Tal experiencia le
permite explicar que un eventual problema de riego en la zafra de la caña de
azúcar afectaría la producción de este rubro que alimenta el 60% de materia
prima de las empresas azucareras.
"En el campo,
los cambios se producen lentos, quizás los ajustes que se toman ahora se verían
reflejados al finalizar la zafra y los usuarios lo percibirían el año que
viene”, señaló refiriéndose a los productos que se consiguen en los abastos.
"Si esto trae
problemas a los agricultores que extraen agua en los alrededores del río, y si
le bajan la cuchilla, obviamente se ve afectado el producto”, recalcó.
El peor de los momentos
Tendremos un mayor
deterioro de los trabajadores, de la comida y todo lo que genera la economía.
Si no hay qué producir, los patronos prescindirán de los trabajadores. La
aplicación de esta decisión, de llegarse a cumplir, afectará la producción de
pacas, pero el problema se verá en años, con los alimentos para los animales.
Un ganadero, tendrá la caída de la cantidad de heno, y bajará la producción de
la leche, tendrá que vender los animales o reducir su número de acciones para
depender sólo de las lluvias. Si no hay riego funcionando, la capacidad de
sustentación se reduce en 80%. Es un desastre que se puede precipitar por una
decisión apresurada.
Las decisiones las
toman en una oficina y no en el campo, ni pensando en los productores! Para
Carora es una decisión que ha debido madurarse muy bien, ya que, de no
cumplirla en el lapso estipulado, queda latente el nerviosismo en el ganadero.
La incertidumbre en el campo se traduce en desinversión o no inversión, y en
producir bajo amenaza. Es el peor consejo que hay.
Si quieren hacer algo
por los productores y por el bienestar del país, deberían tener un plan B para
no dejar caer la producción. Deberían traer motores, decir que hay que ahorrar
energía, pero dar soluciones, además de regular el suministro de gasoil a
través de un cupo que garantice el acceso para quienes vamos a necesitar el
combustible en mayores cantidades. Sin embargo, decidieron apagar los motores
porque saben que el 80% de la irrigación de los suelos en Carora se hace a
través de motores que funcionan con electricidad, lo que redunda en un ahorro
energético para el Gobierno que tiene metas que cumplir en este aspecto.
A las autoridades de
Corpoelec le solicitamos que abran una mesa de concertación y saquen de esa
mesa la decisión tomada. Es necesario que un día se pongan en la posición de
los productores y, al otro día, se decida. Después de levantar la mano para
avalar determinado plan, deberían asumir la responsabilidad de esa decisión,
para que no culpen a los productores luego que ocurra un escenario caótico. En
15 años de Gobierno, el caos generado nunca ha sido culpa de ellos, a pesar de
que tienen los controles y toman las decisiones.
Panorama actual
“La Cría de animales
son sobrevivientes económicos”, dijo Luis Bernardo Meléndez, al ser consultado
sobre las condiciones actuales en las que se desenvuelven los trabajadores de
este sector productivo. "Todos, con el afán de mantenerse en producción,
han concentrado las áreas”, especificó.
Para Meléndez, la Ley
Orgánica del Trabajo de los Trabajadores y Trabajadoras representó un
incremento de los costos por el orden de un 38%, además de la ausencia de
personal para los sistemas intensivos de producción de leche, donde las vacas
productoras se mantienen en espacios reducidos con la atención y el ordeño
permanente de los trabajadores.
"Los ganaderos
que tenían producción manual de ordeño se cambiaron a un puesto de ordeño
mecánico, prescindiendo de los trabajadores. Otros productores dejaron la
producción de leche e incursionan en la producción cárnica”, dijo, refiriéndose
a la situación actual.
Para finalizar,
indicó que los cambios que ha representado esta ley se verán en 4 años, cuando
estima que del 50% que representa la producción de leche nacional en la
actualidad, se podría descender a niveles del 20% de producción.
(1)www.eluniversal.com/economia/120610/gobierno-de-chavez-acentuo-la-desindustrializacion. "Gobierno de Chávez acentuó la "desindustrialización". EL UNIVERSAL. domingo 10 de junio de 2012.
(2)www.eluniversal.com/economia/130227/senalan-que-resultados-del-pib-denotan-desindustrializacion-del-pais.
"Afirmó el economista Orlando Ochoa Señalan que resultados del PIB denotan
desindustrialización del país Ender Marcano". EL UNIVERSAL. Miércoles 27 de febrero de
2013.
(3)www.elmundo.com.ve/firmas/sergio-arancibia/hacia-donde-va-la-agricultura-venezolana.aspx#ixzz2jiIdff2y. “Hacia dónde va la agricultura venezolana”. El Mundo: Economía&Negocio.
(4)
http://agronotas.wordpress.com/2008/09/29/ganaderia/ “El futuro de la ganadería en Venezuela”. Lunes, septiembre 29, 2008.
(5)http://elimpulso.com/articulo/sociedad-regional-de-ganaderos-occidentales-incertidumbre-se-traduce-en
desinversion?utm_campaign=economia&utm_medium=twitter&utm_source=twitter# “Sociedad
Regional de Ganaderos Occidentales: Incertidumbre se traduce en
desinversión”. El Impulso.com.Por Atahualpa Lara. Lunes, 4 de noviembre de 2013.
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