La Cuestión Colombiana.
Por Kelder Toti
La
depredación, es un concepto surgido a partir del término en latín depraedatĭo,
es un vocablo que en español está definido como la acción y el efecto de
depredar. ¿Qué significa depredar? Pues según la Real Academia Española (RAE),
robar y saquear con violencia, aunque si se lo asocia a los actos cometidos por
un animal, entonces se lo entiende como la acción de cazar a otros ejemplares
de distinta especie para lograr la subsistencia.
Cómo a nivel
ecológico se trata de una interacción biológica que forma parte de la lucha por
la supervivencia, puede ocurrir que un animal sea depredador de algunos
organismos pero, al mismo tiempo, presa de otros, como es caso de Colombia, que
depreda a su propio pueblo, volviendo su país inestable, con enfrentamientos intermitentes y los colombianos depredan a los pueblos donde
emigran, huyendo del caos de su país.
Estrictamente
hablando, la depredación es la que un animal ejerce sobre otra de especie
diferente. Muy pocas veces surge la depredación entre animales de una misma
especie, y si sucede, no es en sí una depredación, sino una respuesta a
factores como el estrés o el control de la población. La depredación se da
debido a la necesidad de alimentarse, en contra de otra especie.
Con el paso
del tiempo, todas las especies animales, tanto depredadores como presas, han
ido evolucionando para desarrollar ataques y defensas más efectivos
respectivamente. Entre los depredadores se encuentran cantidades enormes de
sistemas de ataque que cada especie ha ido desarrollando para alimentarse de otras especies.
Por ejemplo,
las águilas poseen una visión impresionante, que les permite detectar a sus
presas a grandes distancias. Los guepardos poseen la cualidad de correr a una velocidad
superior a sus presas. Así también, los halcones pueden volar más veloz que
cualquier otra ave. Otros, como el zorro, tienen un sentido del olfato muy
desarrollado. En cuanto a los lobos, pueden correr grandes distancias debido a
su increíble resistencia. Algunas especies de peces e insectos han desarrollado
efectivos sistemas de camuflaje para atrapar a sus presas. Otros animales,
poseen sistemas de atracción, otros, de asecho, otros, de veneno, etc.
En cuanto a
los animales que suelen ser presas, también existe una evolución que les
permite defenderse de otras especies. Algunos como el erizo o el puercoespín, poseen cuerpos
armados con espinas, que los hacen presas difíciles. Otros, como las tortugas o
el armadillo, tienen sus cuerpos acorazados, muy difíciles de atravesar.
Algunos insectos y otros animales, producen sustancias repelentes tóxicas o
desagradables para el enemigo.
Los herbívoros
como las gacelas, han hecho de la velocidad y la agilidad su mejor defensa,
además de poseer una gran resistencia. Otros grandes herbívoros como los
ciervos y los búfalos son tan corpulentos que son difíciles de cazar El
jabalí posee peligrosos colmillos. Las cebras y las jirafas pueden dar mortales
patadas. Algunos, como los roedores, no se preocupan por el individuo, pero sí
por la especie y se reproducen masivamente. Muchos optan por mantenerse en
grandes grupos para desorientar al enemigo. Otra gran defensa es el mimetismo.
Algunos animales son capaces de usar más de un sistema de defensa.
La
depredación tiene una función muy importante en la naturaleza, ya que por medio
de ella se controla la población. Al controlarse la población animal, también
se controla el uso de los recursos de los ecosistemas. Un ejemplo claro es en
los ecosistemas en donde las águilas y las serpientes cazan especies que se
alimentan de plantas. Si una de las especies cazadores llegara a extinguirse,
la otra especie no podría controlar la población de herbívoros y finalmente la
población vegetal disminuiría y causaría un desastre ecológico.
Por el
contrario, si faltaran los herbívoros, se extinguen también los depredadores y
no habría tampoco control sobre las plantas. Finalmente, la depredación también
es importante para la selección natural. Los depredadores, tienden a cazar a
las presas más débiles, causando que los individuos más fuertes sobrevivan y
contribuyan a un mejor desarrollo de los ecosistemas. Además, entre los mismos
depredadores, los mejores cazadores logran sobrevivir.
Es muy
importante agregar que gran parte de los problemas ecológicos de hoy, se deben
a la influencia humana, que ha explotado el medioambiente de muchas especies,
causando la disminución de presas y, como consecuencia, también de los
depredadores, haciendo imposible que se realice un control ecológico natural;
en ocasiones se usa el término depredación para referirnos a la explotación
indiscriminada del medio, y hablamos de una "cultura depredadora",
que tiene su fundamentación en la habituación de la guerra como forma de
subsistencia.
Una cultura que no se protega de una "cultura depredadora" será sometida y se extinguirá, la historia universal está llena de ejemplos de culturas o civilizaciones que no supieron protegerse de grupos bárbaros que vivían de la depredación de otros pueblos, y fueron aniquilados. El ejemplo de los romanos frente a los bárbaros es elocuente o el de los árabes frente a los mongoles, es otro buen ejemplo o el sometimiento y la destrucción de Bizancio por los turcos, etc. En todo caso, todo pueblo que permite grandes comunidades de culturas depredadoras se encuentra ante una masa informe, que actúa como caballo de Troya del grupo depredador, y se extinguirá por tener un cáncer que no puede remediar.
Una cultura que no se protega de una "cultura depredadora" será sometida y se extinguirá, la historia universal está llena de ejemplos de culturas o civilizaciones que no supieron protegerse de grupos bárbaros que vivían de la depredación de otros pueblos, y fueron aniquilados. El ejemplo de los romanos frente a los bárbaros es elocuente o el de los árabes frente a los mongoles, es otro buen ejemplo o el sometimiento y la destrucción de Bizancio por los turcos, etc. En todo caso, todo pueblo que permite grandes comunidades de culturas depredadoras se encuentra ante una masa informe, que actúa como caballo de Troya del grupo depredador, y se extinguirá por tener un cáncer que no puede remediar.
Las Provincias Unidas de la Nueva Granada
fue un país sudamericano que existió
entre el 27 de noviembre de 1811 hasta el 29
de junio de 1816, durante el
periodo de la historia colombiana conocido
como la Patria
Boba, ya que al nacer el
Estado Colombiano, nace en formas de tres república diferentes (Las Provincias
Unidas de Nueva Granada, República Independiente de Cartagena y la República Independiente
de Tunja, e inmediatamente comienzan a pelear entre ellas contra el predominio
de la élite bogotana.
Colombia estuvo
conformado por las provincias que hicieron parte del territorio central del Virreinato
de la Nueva Granada, lo que anteriormente se denominaba
Nuevo Reino de Granada (es decir, aquellas que no pertenecían a la Capitanía
General de Venezuela o a la Presidencia
de Quito, las cuales conformaron sus propios
autogobiernos en dicho periodo, o a la Real
Audiencia de Panamá, que permaneció fiel a la corona española),
ya que sabía el peligro de pertenecer a Bogotá.
El sistema de
gobierno de las Provincias Unidas fue una federación con un sistema
parlamentario. Las Provincias Unidas volvieron al control
español en 1816, durante la reconquista, liderada
por Pablo
Morillo, lo neogradinos
dieron escaza resistencia, al Conde de Cartagena y eI marqués de la
Puerta: Pablo Morillo es conocido como el Pacificador, fue un militar y marino español, su mayor error estuvo en no hacer los cambios
necesarios, una vez lograda la destrucción del Ejército neogradino, que le
permitiera a la oligarquía de las ciudades y al pueblo llano, vivir en paz, ya
que era un militar, y no un estadista.
El segundo Congreso
se reunió el 27 de noviembre de 1811 en Tunja, en
la cual las provincias de Antioquia, Cartagena, Neiva, Pamplona y Tunja
suscribieron el Acta de la Federación
de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, cuyos ideólogos fueron Camilo
Torres y Miguel de Pombo. De corte federalista,
promulgaba el respeto y reconocimiento de la autonomía y soberanía de las
provincias, que se definieron como iguales e independientes, autónomas en el
manejo de su administración y en el cobro de ciertas rentas; de igual manera
cedían al Congreso las funciones militares para la defensa común, la imposición
de rentas para la guerra y las relaciones internacionales. A estas ideas
federalistas se oponían los centralistas, liderados por Antonio Nariño, quien
promulgaba por un gobierno central fuerte en lugar de una alianza de provincias
autónomas y débiles. Bajo el control de Bogotá.Debido a estas discrepancias
ideológicas, los representantes de las provincias de Bogotá (llamada
Cundinamarca por sus representantes) y del Chocó se negaron a firmar el Acta de
la Federación.
Las provincias de Panamá y Veraguas en tanto,
aunque fueron invitadas a participar a las Juntas de Quito, Santafé y Cartagena
para adherirse a dichos movimientos independentistas, rechazaron los
ofrecimientos y permanecieron del bando realista. De este modo se armaron en
las provincias istmeñas dos expediciones militares destinadas a socorrer la
causa realista en el sur de las Provincias Unidas: la primera, de 400 hombres,
marchó a Quito al mando del Coronel Juan de Andrete, y la segunda, de unos 200,
la condujo el Sargento Mayor José de Fábrega por el Chocó hasta Barbacoas.
El creciente
desacuerdo entre los gobiernos del Estado
Libre de Cundinamarca, centralista, y el de las Provincias
Unidas de la Nueva Granada, federalista, llevó a ambos bandos a un
enfrentamiento armado que inició el 2 de diciembre de 1812, día que se
llevó a cabo la primera batalla (Ventaquemada) de la
primera guerra civil en la historia
de Colombia (que para entonces se llamaba Nueva
Granada). Nariño, líder de Cundinamarca, después de algunas derrotas ofreció
una capitulación con algunas condiciones, pero los federalistas quisieron la
rendición incondicional, por lo que se prolongó la guerra. Luego de la derrota
de los centralistas en Ventaquemada, los
federalistas avanzan hacia Santafé de Bogotá, pero son
derrotados por Nariño el 9 de enero de 1813.
El 30
de mayo de 1813 terminó la
guerra entre federalistas y centralistas al concluir los diálogos entre
Cundinamarca y las Provincias Unidas, representados, cada uno por dos
delegados. Se ratificó entre ellos la voluntad de independizarse y unir fuerzas
contra el enemigo común, que era España. El Congreso
Nacional nombró a Antonio Nariño “Comandante
Supremo”del ejército para defender las provincias del sur, pero es
capturado y enviado preso a España, ya que no tenía capacidad militar para
dirigir la resistencia.
El 12
de diciembre de 1814 el general Simón
Bolívar, al mando de tropas de las Provincias Unidas
de la Nueva Granada, compuestas por venezolanos y federalistas, entró a Santafé
de Bogotá. Bolívar prestó este servicio al gobierno federalista de Tunja, pues
consideró que si Cundinamarca se unía a Tunja los patriotas granadinos se
fortalecerían frente a los realistas, y también porque el gobierno de Tunja le
ofreció renovar la ayuda que le permitiría intentar la liberación de Venezuela,
su tierra natal luego del fracaso de la República Venezolana.
Después de la toma de
Santa Fé, Bolívar se dirigió a la costa atlántica donde debía recibir armas y
pertrechos de Cartagena para tomar Santa Marta y liberar a Venezuela. Sin
embargo el gobierno patriota de Cartagena se negó a apoyarlo, razón por la cual
Bolívar puso sitio durante mes y medio a la ciudad. Informado de la llegada de
Morillo a Venezuela, y atacado por los realistas en Santa Marta, Bolívar
renunció al mando y se embarcó el 9 de mayo de 1815 para
Jamaica, mientras los restos de su ejército se defendían del asedio de Morillo,
dejando a sus fuerzas a su suerte. El 5 de abril de 1815 el Mariscal
de Campo Pablo Morillo inició el
sitio de Cartagena y con ello la Reconquista del
territorio neogranadino, dando así fin a la primera república colombiana.
Cartagena estuvo bajo
el dominio español. El 11 de noviembre de 1811,
Cartagena declaró su independencia. Había sido la ciudad más grande del
virreinato hasta 1811, cuando la Guerra
Peninsular, que se convirtió en Guerras
de la Independencia y la Insurrección
de los comuneros, marcó el comienzo de un declive dramático
en todos los aspectos para lo que se había convertido en la capital virtual de
la Nueva
Granada, esa es la causa porque adhiera a la
independencia. En 1815 la ciudad
fue casi destruida. No existe información censal para la época. Hay relatos de
cómo la ciudad se convirtió en un pueblo fantasma. Entre 500 esclavos liberados
habitaron la ciudad, cuyos palacios y edificios públicos se convirtieron en
ruinas, muchas de ellas con paredes derrumbadas.
A mediados de 1815
una gran flota expedicionaria española de Pablo Morillo había
llegado a Nueva Granada y las fuerzas sitiadas en Cartagena. Después de un
asedio de cinco meses la ciudad fortificada cayó en diciembre de 1815. En 1816, los
esfuerzos combinados de las fuerzas españolas y coloniales, marcharon al sur de
Cartagena y al norte de los bastiones realistas en Quito, Pasto, Popayán, y completó
la reconquista de la Nueva Granada, en Bogotá el 6
de mayo de 1816. La recuperación, aunque fue lenta,
comenzó. A continuación, se detuvo como consecuencia de la inestabilidad
económica general y la política del país en ese momento. Además, la política
aislacionista económica por parte de las élites andinas condenó las áreas con
potencial de exportación, a la pobreza.
La lucha entre
Bogotá, Cartagena y Tunja, continuó bajo el signo de la lucha entre liberales y
conservadores, y los movimientos autonomistas, que desintegraron a Colombia con
la ayuda norteamericana, consolidándose a principio del s. XX Panamá. Después
del duro golpe de la desintegración la élites bogotanas aceptaron ciertas
reformas, que permitieron una tregua. Proyectando su poder a los vecinos,
apuntándolos como objetivo militar, ya que un pueblo acostumbrado a guerrear
puede caer fácilmente en la fragmentación. La manera idónea de cohesionar al
país, es lanzarlo a la conquista de territorios vecinos.
Entre los refugiados colombianos había miembros de las milicias de los
paramilitares, FARC y ELN, ligados a partidos políticos tradicionales, que
participaron en los genocidios y en la
represión interna. Instalaron zonas de control en el Norte de Colombia y en el
Sur del Casanare, desde donde atacaron a la población campesina y propietaria.
Andrés Pastrana, empezó a perder el
control del país, apoyó a los extremistas paramilitares, que por razones
políticas, y no hizo nada para terminar con la violencia que se iniciaba,
siendo incitada por Álvaro Uribe, que permitió controlar la guerrilla al menos
en el Norte de Colombia (al cesar la ayuda americana, se recrudecerá la
violencia sectaria, que se trasladará nuevamente a las principales ciudades).
La cuestión colombiana, es que desde 1948 (El Bogotazo) Colombia no ha
parado de guerrear entre ellos, habituándose a la guerra, como forma de vivir,
trasladando sus conflictos internos a los países que los acogen, sin darse
cuenta que son "refugiados de guerra", y deben ser tratados como
tales, los problemas de Colombia solo se pueden resolver en Colombia,
reformando al Ejército para sofoque la violencia regional y drásticas reformas
políticas, sociales y económicas; que le permita a los colombianos pertenecer a
Colombia.
La guerra al prolongarse transforma a las personas, en malas personas,
acostumbrándose a la maldad como forma de sobrevivencia, de ahí que las
tácticas de los antisociales haya sido aprendida por los inmigrantes
colombianos, que dirigen las bandas hamponiles de las ciudades desde el
secuestro express, la trata de prepagos en las ciudades del país, el sicariato
como forma de solución de conflictos, la imposición de conductas políticas que
llevan a la confrontación, la formación de cuadros chavistas, que invaden e
intimidan a las personas trabajadoras y de bien, la falta de ecuanimidad en la
toma de decisiones colectivas, el desplazamiento de campesinos y hacendados
venezolanos por colonos colombianos de la Sierra, que depredan la comunidades
agraria.
Solo el enjuiciamiento y la deportación de los “elementos indeseables”, se
podrá evitar que Venezuela se convierta en una “nueva Colombia”, y que la
violencia del vecino nos afecte, impidiendo a toda costa la emigración de
dichas personas al país, de lo contrario Venezuela padecerá la guerra de los
dos siglos, que tristemente vive Colombia, que es consecuencia de una élite
testaruda y avara, que desprecia a su
propia gente, no nos involucraremos en un conflicto, que no tenemos concierto
ni parte.
Una de las causas de la violencia en Venezuela, es la emigración
colombiana y regional, que impide la formación técnica y cultural de la
población nativa, también se puede enumerar la falta de perspectiva a corto
plazo, el escaso poder adquisitivo del empleo remunerado, el crecimiento de la
actividad informal de manera desmesurada, que estanca a las personas, en
trabajos poco productivos, la destrucción gradual del sector agrícola e
industrial, la falta de instituciones mediadoras como La Jefatura Civil, etc.
Toda solución debe ser de manera coordinada con los otros factores que
precipitan los enfrentamientos entre las bandas que luchan por el poder. Y el país se extinguirá por tener un cáncer que
no puede remediar.
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