La Gran Fuga:
Por Kelder Toti
El cuento de
Eligio Cedeño, es la historia de un boliburgués clásico. El se desempeñaba como
asesor financiero, ganando un pequeño sueldo, surge bajo la complicidad de la
hija de Chávez, ya que María Gabriela era su amante, logrando montar un negocio
de venta de computadoras y componentes, llamado Microstar, en el negocio
participaban la hija de Chávez y Adán Chávez, el negocio consistía en pedir
cartas en dólares preferenciales a CADIVI, y vender parte de los dólares al
mercado paralelo, el negocio de las ventas de computadoras Micro Star, apenas
daba dividendos, con ello logro hacer un capital, que le permitió en
complicidad de funcionarios de SUDEBAN, comprar bajo coerción al Banco Canarias
y algunas acciones de Bolívar Banco en cooperación con Fernández Berrueco, la
mayoría de las acciones a los españoles dueños del Banco Canarias, vendieron
bajo amenaza de muerte y secuestro.
El financia a Chávez en sus inicios prestándole un Penhouse en la Boyera
en compañía de Ovidio Ayala, al enterarse de la política de subsidios a
Cuba, y bajo la asesoría de los cubanos, compra gran cantidad de pesos cubanos,
que se revalorizarán al recibir el suministro petrolero venezolano al aumentar
sus reservas internacionales, después vende el peso revalorizado, ganando la
diferencia, sirve de intermediario en la compra de máquinas de votación de
Smarmatic, obteniendo una jugosa comisión, intenta utilizar la
importación de computadoras para lograr obtener 27.000.000 U.$, vendiendo los
dólares en el mercado paralelo, al darse la ruptura con la hija de Chávez, le
sacan a relucir la denuncia de CADIVI. No contento con ello, se intenta
independizar de la hija de Chávez, lo que la deja "vestida de blanco y
alborotada"; esa es la razón por la cual lo detienen, y no le abren el
debido expediente por tráfico de dólares en el Mercado Negro y evasión fiscal,
ya que implicaría a la Hija de Chávez y Adán Chávez; por ello es encarcelado en
el Helicoide, pudiendo operar desde la celda el Banco; con la fuga de los
Boliburgueses, se llega a un acuerdo con él, supliría el lugar de Torres
Ciliberto, Arné Chacón y Fernando Berrueco, siendo trasladado el expediente al
Tribunal 31 de control, liberándolo bajo la complicidad de los Fiscales del
Ministerio Público, él logra que uno de sus abogado, Parra Salurzo lleve al
tribunal varios maletines lleno de dólares, algunos calculan que repartió
8.000.000 U$, solo Parra Salurzo se le consiguió en Maiquetía 450.000 U$,
siendo liberado, pagándole al alguacil, a la jueza y al portero de una las
puertas laterales del Tribunal de Cruz Verde.
La Jueza Maria Lourdes Afiuni, se presta para la jugada, porque pertenece a la banda de jueces de Adina Bastida en los Tribunales de Cruz Verde y jueza tarifada de Ismael García, que libera después del debido pago a los atracadores de camiones blindado y bancos, pensó tumbar a la fiscal que diligentemente preparó el terreno para la jugada con los Fiscales del caso, obligándolo ausentarse, ya que no pensaron jamás que después de 2 años y unos meses en prisión: Eligio Cedeño, los dejaría como la guayabera rojas, por fuera de la jugada, por ello lo trasladan a los pabellones de los reos que mandó a prisión, ya que algunos no se prestaron para su contubernios, por falta de dinero o poder. Lejos de clamar justicia para estos picaros, deberíamos aprender que son una banda de delincuentes que merecen su destino.
En Miami se dedica a atacar al gobierno venezolano, elaborando desde
páginas de Internet, estaciones de radio y una televisora de su propiedad, todo
tipo de acusaciones se vierten; haciendo contacto con Capriles Radonski:
financiándolo y prestándole su avioneta con matrícula de una empresa
privada, buscando prebendas si llega a ganar, que le permita continuar amasando
una fortuna bajo la sombra del Estado.
Ante la denuncia del dueño de una estación de radio, que fue amenazado
por Cedeño de venderle a bajo precio, lo denuncia ante el FBI; que reporta el
caso a inmigración y le revocan e asilo político, teniendo la CIA indicio de su
relaciones con el DGI, un juez de le dio 90 días de plazo para abandonar los
Estados Unidos, de lo contrario será procesado, huyendo a las Bahamas donde
visita por razones de negocio a Miami, financiando activamente a Capriles, sin
darse cuenta que es igual a él: un perdedor, que sin poder no es nadie.
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