La Guerra de Saif al Islam I
porKelder Toti
Capítulo I: La Revuelta.
La Guerra Civil en Libia, fue una serie de enfrentamientos ocurridos en ese
país a partir de febrero de 2011 entre el régimen de Muamar el Gadafi y sus
opositores de las tribus de Cirenaica y Misurata, en el contexto de las
protestas en el mundo árabe del 2011, que estuvieron planificadas con
anterioridad por los elementos liberales prooccidentales y yihhadista de la
sociedad Libia, que mantenían una situación de tensión: con atentados,
revueltas intermitentes, alzamientos, manifestaciones, etc. De ahí que resultara
muy fácil organizar una revuelta desde el extranjero.
Según el periodista de la derecha liberal italiana Franco Bechis, los servicios
secretos franceses DGSE colaboraron en la revuelta de Benghazi desde noviembre
de 2010. París rápidamente se asoció a Londres en su proyecto de derrocamiento
del coronel Gadafi (las fuerzas expedicionaria franco-británicas). El plan fue
modificado en el contexto de las revoluciones árabes y Washington tomó entonces
el control del mismo imponiendo sus propios objetivos (contrarrevolución en el
mundo árabe y desembarco del AfriCom en el continente negro). La
coalición de la OTAN, Estados Unidos y los Países del Golfo es por lo tanto el
resultado de ambiciones diversas, lo cual explica sus contradicciones internas,
que se reflejarán en Malí (1).
La visita de Nuri Mesmari a
Túnez, Jefe de Protocolo de Muamar Gadafi para coordinar la revuelta es clave.
No se sabe con quién se reúne en la capital, donde ya se percibe el murmullo de
revuelta contra Bel Ali. Hoy se sabe con certeza que durante esa estancia
Mesmari establece los contactos para lo que va a convertirse, a mediados de
febrero, en la rebelión de la región de Cirenaica. Y prepara la estocada contra
Gadafi buscando y obteniendo alianzas en dos frentes. El primero es el de la
disidencia Libia radicada en Túnez. El segundo es con el Presidente de Francia:
Nicolas Sarkozy. Dos alianzas que establece con éxito.
Mesmari se gana el apodo en
la DGSE de «LibyanWikileak» porque revela uno tras otro los secretos de la
defensa militar del coronel a los franceses y cuenta todos los detalles sobre
las alianzas diplomáticas y financieras del régimen, trazando incluso un
verdadero mapa de la distribución de los sectores en desacuerdo y de las
fuerzas que se encuentran en el terreno. A mediados de enero, Francia tiene en
mano todas las llaves para tratar de derrocar al coronel. Pero se produce una
filtración. El 22 de enero, el jefe de los servicios secretos en la región de
Cirenaica, fiel a Gadafi, el general Audh Saaiti, arresta al coronel de aviación
Abdallah Gehani, quien trabaja en secreto para los franceses desde
el 18 de noviembre, y es quien organiza la revuelta en Bengasi y Misurata.
La represión de las manifestaciones y las protestas, en la que el régimen
hace uso de la aviación, y el control de algunas ciudades por los
manifestantes, derivó en un enfrentamiento armado, entre la élite política,
partidaria de un modelo rentista petrolero y los partidarios de un modelo
económico abocado al sector servicios parecido a los Países del Golfo.
Posteriormente el estallido del conflicto intervino una alianza de países
amparados en una resolución de las Naciones Unidas, a raíz de que se confirmase
que las medidas tomadas por el gobierno libio para recuperar el control del
país atentaban contra los derechos civiles y la seguridad de la población
civil, avalando la intervención de la OTAN y los Países del Golfo; deseosos de
derribar el modelo libio.
Las primeras manifestaciones con demandas de reformas políticas y económicas
contra el régimen de Gadafi, que llevaba 41 años en el poder, convocadas en
Internet por un grupo de jóvenes bajo el lema «Revuelta del 17 de febrero: Día
de la ira en Libia», se precipitaron con la detención el día 15 en Bengasi de
FethiTarbel, abogado defensor de los presos de conciencia acusado por la
policía de haber propagado el rumor de un incendio provocado en la cárcel de
Abu Salim. El choque entre policías y manifestantes que reclamaban la
liberación de los presos dejó un saldo tres muertos y 38 heridos, en su mayoría
agentes de la policía, al formarse las primeras marchas multitudinarias,
las protestas masivas solo se pueden combatir con retórica, reformas
democráticas desde arriba, y hechos concretos, que desactiven la revuelta, la
represión solo hará más violenta la protesta, provocando motines en el
Ejército, que se pasará una parte a los sublevados.
Saif al Islam gobernaba de facto a Libia, utilizando a su padre como mascaron
de proa, este había dejado de gobernar por el estado de senilidad en que se encontraba
con lagunas mentales recurrentes, dividiéndose entre sus hijos el poder y la
riqueza del país, su incapacidad de establecer alianzas entre las distintas
tribus, repartir adecuadamente la renta petrolera y diversificar la economía,
fueron fracasos que atizaron la revuelta de las tribus excluidas del poder.
Quizás si fuera introducido reformas democráticas, llamados a los exiliados a
regresar, redactado una nueva constitución y modernizado la economía. La
revuelta no habría estallado.
Las manifestaciones fueron creciendo en magnitud, siendo reprimidas fuertemente
por el régimen, superando en pocos días; según algunas fuentes los cuarenta
muertos. El 18 de Febrero en Al Bayda, donde en los días previos varios
manifestantes habían muerto a manos de la policía, dos de sus miembros que
trataban de dispersar a los manifestantes fueron capturados por estos y
ahorcados. Las protestas, ante la intransigencia gubernamental y la brutal
represión, y lo sectario de la protesta; degeneró en una revuelta que se extendió
rápidamente por la Cirenaica y Misurata, la parte oriental y central del país,
tradicionalmente hostil a Gadafi, al tener el ejemplo del derrocamiento de Bel
Alí. Gran parte del ejército en esta zona se unió a los opositores, al
pertenecer los soldados a la Cirenaica, mientras los leales al régimen
abandonaron las armas y los cuarteles, lo más inteligente hubiera sido que los
reclutas del Ejército los hubieran sacados de las ciudades a fines al régimen
evitando las deserciones masivas.
Lo más viable era colocar las fuerzas militares en Misurata y Cirenaica leales
al régimen, proveniente de las regiones que apoyaban al régimen, que no
hubieran pactado con las fuerzas revolucionarias y hacer reformas sociales y
democráticas que hubiera desactivado la protesta al quitarle legitimidad,
liberando los presos políticos que no fueran peligrosos y el regreso de los
exiliados, formación de partidos políticos, etc. Impidiendo la intervención
extranjera en el país, por el contrario se apostó a la represión por el éxito
obtenido en décadas pasadas, lo que fue un grave error.
Pese a las barreras impuestas por el régimen en las comunicaciones, y el
control de los medios (radio, televisión, periódicos, y portales de Internet),
diversos medios internacionales informaron de las presuntas acciones de
represión extrema, incluyendo bombardeos indiscriminados en las ciudades por
parte de la fuerza aérea. Hacia finales de febrero algunas ciudades de la zona
occidental del país cayeron también bajo el control de los opositores a Gadafi,
lejos la represión de controlar las manifestaciones, lograron que la oposición
se uniera para derrocar al régimen, solo las fuerzas leales a Gadaffi
controlaban Trípoli, Sirte y Bani Whalid; rodeada de ciudades controladas por
los manifestantes.
La cercanía de los
opositores hizo que las fuerzas leales al régimen redoblaran sus ataques contra
estas ciudades para recuperarlas por las fuerzas, causando numerosas bajas
incluso en la capital, donde también tenían lugar manifestaciones de envergadura.
Los rebeldes, apoyados por soldados y políticos desertores, y veteranos de las
guerras de Irak o Afganistán, perteneciente Al Congreso Islámico para la
Liberación de Libia; organizaron el Consejo Nacional de Transición con sede en
Bengasi estableciendo un gobierno paralelo en las zonas fuera del dominio de
los Gadafi, la mayoría de los líderes del Consejo de Transición fueron miembros
del gobierno, que se sumaron a la protesta, en su mayoría provenientes de la
Cirenaica, pero también participaron organizaciones que habían combatido a la
Yarmariya.
El ejército gadafista, que
había estado a la defensiva, empezó una ofensiva en el este y en el oeste,
cambiando la situación a principios de marzo. A partir del día 5 de marzo las
fuerzas del régimen consiguieron recuperar diversas ciudades principalmente en
el oeste y la costa central del país, al cercar las ciudades, interrumpiendo el
abastecimiento de alimentos, agua y cortando el suministro de electricidad,
abandonando los rebeldes las ciudades cercadas, al no poseer capacidad
combativa para soportar un asedio. A partir de ese momento, las tropas de
Gadafi tomaron la iniciativa, asediando Bengasi y Misurata, las principales
ciudades bajo dominio opositor. A nivel internacional, la crisis en Libia tuvo
impacto en la economía: el euro bajó y el precio del petróleo aumentó hasta
niveles superiores a los 110 dólares. Miles de libios y de ciudadanos
extranjeros residentes en el país huyeron del conflicto hacia los países
vecinos (Egipto y Túnez), generando una crisis humanitaria.
El error del Ejército
gadafista no fue no entrenado para combate urbanos, el no contar con
unidades de élites que pudieran tomar rápidamente las ciudades sublevadas, el
no tener unidades paracaidistas que pudieran atacar el centro de Misurata
y Bengasi de manera rápida, dislocando el dispositivo rebelde; el no utilizar
sus fuerzas acorazadas que eran de unos 800 tanques en rápidos movimientos
blindados cortando sus comunicaciones; por el contrario optaron por una
estrategia lineal de asaltar ciudad por ciudad, después de aislarla demorando
la conquista, dándole tiempo a la OTAN para planear la operación sobre Libia.
La mayoría de los gobiernos
Occidentales manifestaron de inmediato un fuerte rechazo al gobierno de Said al
Islam y a sus medidas represivas, que aumentaron las protestas y facilitaron la
intervención de potencias extranjeras, exigiendo la renuncia de Gadafi, lo que
estimuló a su vez el aumento de las protestas. La Liga Árabe suspendió la
membresía de Libia y apoyó el establecimiento de una zona de exclusión aérea
contra dicho gobierno.
El 26 de febrero de 2011, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió
la Resolución 1970 advirtiendo a Gadafi que los medios de represión
empleados podría considerarse como crímenes de lesa humanidad. Al mismo tiempo
la resolución imponía sanciones al gobierno libio y a sus dirigentes. El 17 de
marzo de 2011, el Consejo de Seguridad mediante la Resolución 1973 declaró el
establecimiento de una zona de exclusión aérea autorizando a los Estados
miembros de la ONU el uso de «todas las medidas que sean necesarias» para
proteger a la población civil de Libia, con exclusión expresa del uso de
fuerzas de ocupación en cualquier lugar del territorio, cosa que no impidió la
utilización de las Fuerzas Especiales de la CIA, del DGSE francés y del SAS
Británico en el terreno (2).
El término de las guerra de
Irak y Afganistán; y su derrota frente a los Ejércitos que subestimaron en
guerra de guerrilla urbana y rural; y el desgaste de las U.S. Army
en guerras prolongadas; los obligó a enfocarse nuevamente en el Hemisferio
Occidental, abandonando su dominio global; la política del Pentágono de una
“Zona de Exclusión Aérea” se adaptaba a su debilidad estratégica, dada la
erosión de la capacidad combativa sufrida por el Ejército y las Fuerzas
Especiales de las U.S. Army en Irak y Afganistán, lo que los obligó a apoyar a
los insurgentes libios con bombardeos quirúrgicos y ataques a tierra, que
facilitará el avance de los rebeldes, en coordinación con las Fuerzas
Especiales de Qatar Y Egipto. Obama con fáciles victorias militares busca
impulsar la hegemonía americana en el Hemisferio y Asia; e intentará darle
legitimidad al nuevo sistema político americano.
Esa es la razón para no
involucrarse en Siria y no confrontar a Nor Corea; ya que enfrentar a Siria
arrastraría a Irán y al Hezbollá, y a las milicias iraquíes, kurdas y
palestinas, con una guerra de varios frentes en donde se lucharía desde el
Índico hasta el Mediterráneo Oriental, y solo cuentan con 10 Divisiones
equipada para la tarea con tanques M1A Abram; ya que el resto de las 30
Divisiones restantes de la U.S Army son de la Guardia Nacional y solo sirven de
reserva táctica y su entrenamiento es muy precario, y están armadas de tanques
M 60 Patton, quizás serían excelentes divisiones en la Segunda Guerra
Mundial, pero no lo son en estos tiempos.
La Real Politic de la era Clinton se basa en la alianza con Estados
axiales, que con el auxilio de la TaskForce permita controlar su periferia, es
decir permite que un Estado se rearme y crezca comercialmente manteniendo su
influencia sobre otros países; esto choca con los Estados pigmeos militares,
pequeños Estados económicamente, pero gigantes militares, que vuelven su
periferia en tributaria, pudiendo enfrentarse con éxito con el Estado axial y
los americanos dada su debilidad, por la erosión de su Ejército por las
guerras en el Medio y Lejano Oriente, resulta poco probable la
contención, ya que de darse una confrontación con los Estados Pigmeo su flota y
fuerza aérea tendría pérdidas apreciables, perdiendo el apoyo del staff de la
United States Armed Forces, al perder su status, teniendo el régimen democrático
sus días contados.
Lo anterior es corroborado por su derrota en Vietnam, que obligó United States Armed Forces
a cambiar sus doctrinas, reequiparse y reentrenarse tardando una década
en volver estar en forma, ese periodo fueron partidarios de un pacifismo
delirante, volviendo a las andadas en la era Reegan, la diferencia con aquel
tiempo, es la tensión existente en los Estados Unidos que se refleja en
eliminar el porte y venta de armas, intentando evitar una revuelta armada; la
pérdida de su base industrial que dificultará el rearme, las bombas
inteligentes por ejemplo son fabricadas en China; la carencia de iniciativas
doctrinarias que le permita vencer a sus enemigos en la sombra, las tensiones
en aumentos en la sociedad norteamericana; las armas enchapadas en oro que no
pueden ser financiadas con el presupuesto, etc. El futuro del poder americano
es bastante vago y sus días de gloria son un recuerdo.
De ahí la actitud prudente
de Barak Obama de retirarse de Libia, cuando era posible, a pesar que el
objetivo de convertir a Libia en un Estado democrático, liberal, pro
occidental, y aliado de Europa, no se cumplió y las consecuencias que
obtuvieron fueron convertir al país en un Estado fallido y que la guerra se
extendiera a Malí y Argelia, quizás un estratega más experimentado que Mutassin
al Gaddafi les hubiera complicado las cosas a la OTAN, al invadir una zona de
dispersión que coadyuvaría al aprovisionamiento de sus fuerzas y manejar la
guerra en el desierto con movimientos rápidos como los de una flota en alta
mar; en todo caso la victoria de la OTAN perjudicó los intereses franceses en
África, desentendiéndose los Estados Unidos de su participación en Malí, ya que
desgastaría su extenuadas fuerzas con un nuevo teatro de operaciones, sin una
estrategia de salida, a corto plazo no era viable.
Desde el cese del embargo y la firma de tratados en 2003-2004 sobre material
nuclear, químico y la reducción de su arsenal de misiles (Tratado defensivo
para rebajar el alcance de sus SSM por debajo de los 300km), Libia, empezó a
recuperar la operatividad e iniciando diversos procesos y programas de modernización
militar. Sus FAS en 2006 comprendían unos 20.000 efectivos, desglosados en
Ejército de Tierra 20.000 hombres; Fuerza Aérea 5.000 hombres, Armada 3.000
hombres. A los que habría que sumar unos 40.000 efectivos de la Milicia
Popular, donde están integrados la Guardia Revolucionaria (3.000) y la Legión
Islámica Pan-Africana (2.500).
Dada la extensión de su territorio, las FAS libias se apoyaban en una alta
movilidad para poder abarcar la defensa y la seguridad del país, desechando la
defensa estática o elástica, que facilitó su derrota ante los bombardeos
quirúrgicos de la OTAN, ya que la única forma de contener a los insurgentes era
atrincherarse y someterlos en una guerra de desgaste: el Ejercito estaba
formado por 10 Batallones Blindados; 21 Batallones Mecanizados de Infantería;
22 Batallones de Artillería, 15 Batallones de Paracaidistas; 08 Batallones de
Defensa Aérea, en el papel; 05 Brigadas de SSM; 01 Brigada como Fuerza de
Seguridad Presidencial.
En los primeros cuatro meses
de la guerra civil, según el jefe de una delegación del Consejo de Derechos
Humanos de la ONU, se habrían producido entre diez y quince mil muertos en
ambos bandos, exponiéndose casos de violencia sexual y crímenes de guerra
cometidos por las fuerzas leales, que formaron parte de operaciones de guerra
psicológica destinadas a desacreditar a las Fuerzas Armadas Libias leales a los
Gaddafi, no existiendo ninguna prueba en ese sentido, mientras los disidentes
se dedicaban a saquear las viviendas de los gadafistas y ejecutarlos ante
la población civil. Las semanas anteriores se produjeron varias revueltas en el
mundo árabe, primero en Túnez y más tarde en Egipto, donde los manifestantes
lograron triunfar, expulsando del poder a sus gobernantes dictatoriales e
impulsando reformas democráticas, apoyadas por Europa y los Estados Unidos, ya
que apuntalarán regímenes prooccidentales. Las protestas se extendieron a otros
países árabes llegando el 15 de febrero a Libia.
Desde el 13 al 16 de enero,
molestos por las demoras en la entrega de viviendas de protección social
(subvencionadas por el gobierno) y la corrupción política, hubo manifestaciones
en Derna, Bengasi, Bani Walid y otras ciudades libias y los manifestantes
irrumpieron en unas 2000 viviendas que el gobierno estaba construyendo. Antes
del 27 de enero, el gobierno había respondido a los disturbios con un fondo de
inversión 24.0000 millones de dólares para proporcionar vivienda e impulsar el
desarrollo.
A finales de enero, Jamal
al-Hajji, escritor y comentarista político, "llamó vía Internet a que la
gente se manifestara en pos de aumentar la libertad de expresión",
inspirado en los levantamientos de Túnez y Egipto. Fue detenido el 1 de febrero
por agentes de la policía y acusado el 3 de febrero por lastimar a alguien con
su coche. Amnistía Internacional afirmó que al-Hajji había sido encarcelado por
sus opiniones políticas no violentas; la verdadera razón de la detención habría
sido la convocatoria de manifestaciones en contra del régimen.
Entre el 17 y 19 de febrero de 2011 miles de ciudadanos salieron a la calle en
Libia. Los manifestantes se hicieron con el control de la ciudad de Bengasi,
donde se creó la Coalición 17 de febrero como gobierno provisional del país. Se
calcula la muerte de 173 personas en la represión de las manifestaciones que
cobraron fuerza en Trípoli. El 20 de febrero de 2011, Estados Unidos, La Unión
Europea y la Liga Árabe pidieron a Muamar el Gadafi el fin de la violenta
represión contra los manifestantes, mientras su hijo, Saif al Islam Gadafi,
acusó a terceros países de intervenir en las protestas para perjudicar a Libia.
El 21 de febrero de 2011 los
manifestantes en Trípoli incendiaron la sede central del Gobierno, el Salón del
Pueblo, y el edificio que alberga el Ministerio de Justicia. Se calcula que pudieron
haber muerto al menos 61 personas ese día, en los enfrentamientos entre las
fuerzas de seguridad y manifestantes en la capital, además varios políticos y
militares desertaron poniéndose de lado de los manifestantes en contra, entre
ellos el ministro de Justicia y la delegación Libia en la ONU, estimaciones
posteriores descubiertas en fosa comunes, se descubrieron aproximadamente 300
cadáveres entre opositores y leales al régimen. Las protestas provocaron un
aumento en el precio del petróleo que alcanzó su precio más elevado desde 2008.
Muamar el Gadafi aseguró en televisión: «Moriré como un mártir hasta el final».
El 23 de febrero el ex
ministro de Justicia, Mustafa Abdel Jalil, aseguró que Muamar el Gadafi fue
quien ordenó el atentado terrorista de Lockerbie en 1988 que causó la muerte de
270 personas. Algunos pilotos militares desertaron a Malta, para evitar cumplir
las órdenes de disparar contra la población civil y varios ministros,
embajadores y líderes religiosos abandonaron el gobierno. Se consolidó
también el control de las fuerzas rebeldes sobre las regiones del este del
país, mientras Gadafi y sus leales se atrincheraban en Trípoli en una nueva
escalada del conflicto.
La rebelión popular contra el régimen de Gadafi, que llevaba ya varios días
produciéndose, se convirtió desde este día en un conflicto militar, calificado
por algunos medios como una guerra civil, que tenía visos de una guerra tribal
o entre provincias por el control de Libia; cuando se informó que la aviación
leal al régimen había bombardeado a los manifestantes opositores en la capital
Trípoli, causando al menos 250 muertos y que unidades del Ejército se habían
sublevado uniéndose a los rebeldes en la ciudad de Bengasi, combatieron junto
con los rebeldes contra las unidades de élite leales al régimen, que fueron
aniquiladas por la poblada. El mismo día se difundieron y después fueron
desmentidas informaciones según las cuales Gadafi habría huido de Libia rumbo a
Venezuela, buscando provocar deserciones; producida por el portavoz de Dowin
Street, que buscaba desalentar la resistencia del régimen.
El 22 de febrero el ministro
del Interior, Abdul FatahYounis, anunció su dimisión, sumándose a las protestas
y reclamando la marcha de Muamar el Gadaffi. Ese mismo día Daniel Ortega,
presidente de Nicaragua, mostró su apoyo a Gadafi, en caso de una guerra armada
siendo así el único país del mundo en apoyar abiertamente al régimen, ya que
sus aliados hablarían de la intervención y del imperialismo de Occidente y los
Países del Golfo.
El país se acercó más al
caos cuando Gadafi amenazó con masacrar a los rebeldes, a los que calificó de
"ratas", en un discurso transmitido por televisión. Situación que
agravó la crisis, ya que daría una excusa a la OTAN para intervenir, y tomar
medidas drásticas como: el embargo de armas, el bloqueo de las costas, la
exclusión de vuelos, ataque al sistema SAM y los bombardeos quirúrgicos; que
precipitará la intervención de la OTAN en contra de Libia, acelerando las
acciones de guerra de los bandos en pugna, impidiendo cualquier salida
negociada, ya que los rebeldes tendrían la oportunidad de ganar el
conflicto.
El 24 de febrero de 2011, Muamar el Gadafi aseguró que las revueltas estaban
siendo fomentadas por Al Qaeda, y que Osama bin Laden estaba distribuyendo
drogas a los jóvenes libios como justificación de la represión, sin percatarse
que Al Qaeda, ya no representa una amenaza a los intereses de Occidente al
desarticular las redes terroristas en los Estados Unidos y Europa; la
Unión Europea dijo estar preparando una intervención militar en Libia con el
fin de evacuar a los cerca de 5000 ciudadanos europeos, que se encontraban en
el país, activando el MI 6 Británico, la CIA y la DGSE francesa las redes
de inteligencia entre el personal adiestrado por ellos, reclutando agentes
entre la población civil; para informar sobre la situación en tiempo real,
sacando la falsa conclusión del colapso inminente del régimen, que precipitó la
intervención.
En el desarrollo del conflicto las milicias rebeldes siguieron avanzando,
extendiéndose también al oeste de Libia y avanzando hacia la capital en dos
frentes desde el oeste y el este. En las ciudades ocupadas por los rebeldes se
formaron gobiernos municipales provisionales y en Bengasi el gobierno local
nombró a un oficial de alto rango para que comandase a las fuerzas
antigubernamentales de la ciudad. Pero Gadafi no daba señales de rendición y,
por el contrario, envió tropas leales a recuperar las ciudades rebeldes del
oeste más cercanas a Trípoli librándose sangrientos combates con los alzados.
Entre tanto los rebeldes del este organizaron sus unidades bajo un solo comando
para marchar sobre Trípoli y ayudar a los rebeldes del oeste.
El 25 de febrero de 2011 por la mañana, Gadafi ofreció beneficios económicos a
través de la televisión pública, la cual aseguró que cada familia recibiría 500
dinares (unos 290 euros) y que los funcionarios públicos tendrían un aumento de
sueldo de los 150%, medidas demasiado tardías. Sin embargo, varios
enfrentamientos violentos estallaron en diferentes puntos de la capital,
poco después del rezo del mediodía. Las causas de la rebelión fueron: un alto
desempleo abierto del 30%, el estancamiento económico en Cirenaica; la falta de
carisma y proyecto político de Saif al Islam, la incapacidad de formar alianzas
de Saif entre las tribus, el estancamiento económico, la debilidad militar con
en ejército poco preparado y deficientemente armado y el desprecio de las capas
profesionales y empresariales del modelo gadafista por su corrupción.
Los leales a Gadafi se
enfrentaron a los manifestantes en varios barrios de la capital, algunos de los
cuales podrían haber acabado en manos de los opositores, según los mensajes
enviados por internautas en Trípoli a través de redes sociales. Periodistas de la
cadena Tele SUR, Caracas (Venezuela) pudieron constatar disturbios y
enfrentamientos al este y al oeste de Trípoli y "muchísimo despliegue de
la policía, sobre todo hacia la zona del puerto". Testigos en Trípoli
aseguraron a varias agencias internacionales y televisiones árabes que las
tropas de Gadafi habían abierto fuego contra los fieles que se congregaban en
los exteriores de las mezquitas, provocando «muchos, muchos muertos». Ya por la
tarde, el dictador se dirigió a sus seguidores desde la muralla de la plaza
Verde para decirles que: «La gente que no me ama no merece vivir». Muamar el
Gadafi.
La Yarmariya Libia era
gobernada por el hijo mayor de Gaddafi: Said al Islam, que no logró las
alianzas tribales e internacionales que le permitieran gobernar el país; las
fuerzas militares era manejadas por Moatassem al Gaddafi, JamisGaddafi, Al
SaadiGaddafi (en el curso de la guerra tuvo una actuación en el campo militar).
Se considera que fue el autor del cambio de táctica: en vez de atacar a los
rebeldes con tanques e infantería pesada, promovió el uso de vehículos ligeros,
versátiles, fáciles de confundir ante el reconocimiento aéreo enemigo), y
Abu-BakrYunisJabr. La razón que Moammar al Gadafi no gobernara el país y no
dirigiera los combates, es que era drogadicto, sufría de alucinaciones y tenía
lagunas mentales; de las cuales lograba eludir saciando su apetito sexual.
La familia del dictador Gadafi reprimió con gran dureza la rebelión, bajo la
creencia que podría controlar la revuelta como la habría sofocado en tiempos
anteriores, sin prever la reacción de la OTAN, en la las manifestaciones
emplearon mercenarios y voluntarios de los países vecinos, se difundió en los
canales de noticias internacionales, ataques aéreos, que fueron retransmitidos
por la cadena árabe Al Yazira, información que resultó ser falsa, y apoyó
la decisión de la OTAN de intervenir militarmente en el país, al no contar con
los medios de comunicación a nivel internacional que desmintiesen las
informaciones adversas.
Según declaraciones de la
Federación Internacional de Derechos Humanos con fecha de 25 de febrero, desde
el inicio de la rebelión se habrían producido ya 640 víctimas mortales a
consecuencia de la represión, entre ellas 130 militares ejecutados en Bengasi
por negarse a disparar contra la población, si bien el balance oficial reducía
el número de víctimas a 300 muertos. Como responsables de estas muertes se
señalaron grupos de élite leales al gobierno y mercenarios extranjeros
procedentes de Chad.
También el 25 de
febrero, Saif al Islam Gadafi pidió a la Unión Europea que enviase una misión a
Libia para desmentir los informes de prensa sobre las atrocidades. Gadafi
reapareció en una masiva manifestación de sus leales en Trípoli y en tono
desafiante juró derrotar a sus enemigos, mientras arengaba a sus hombres
diciendo que su régimen era "la verdadera Revolución, la Revolución
Verde". A pesar del tono de los discursos de Gadafi, las protestas y
manifestaciones se extendieron a las calles de la capital y las fuerzas de
Gadafi fueron acusadas de disparar indiscriminadamente contra manifestantes
opositores y civiles, aunque eso no habría podido frenar el empuje de las
tropas rebeldes que tomaron posiciones en algunos barrios de Trípoli. Algunas
informaciones hablaron de insurrecciones en la principal base militar aérea del
país, situada en Trípoli, así como de la defección de otras fuerzas militares y
policiales, y del Fiscal General, quienes también se habrían unido a la
rebelión estrechando el cerco sobre Gadafi, quien habría perdido el control de
importantes instalaciones petroleras.
El 26 de febrero Trípoli
amaneció con una relativa calma después de una noche de combates, mientras los
rebeldes aseguraban controlar zonas de la capital, aunque Gadaffi y sus fuerzas
mantenían el control de al menos el centro de la ciudad. Entre tanto un general
de brigada sublevado al frente de las fuerzas rebeldes en el este de la nación,
afirmó desde Bengasi que los rebeldes acumulaban fuerzas y se organizaban para lanzar
un asalto definitivo contra Trípoli. El general alzado en armas hizo también un
llamamiento al resto del ejército a unirse a la revolución contra Gadafi y
marchar contra las fuerzas del dictador en Trípoli. Otro general unido a la
rebelión declaró que esperaba una feroz resistencia de Gadafi y que éste
"quemará Libia antes de perder el poder".
En el transcurso del día los habitantes de varios barrios pobres de Trípoli se
alzaron contra Gadafi y protagonizaron duros enfrentamientos con las fuerzas
leales; el gadafismo era popular entre las clases media, alta e inmigrantes de
Libia, mientras entre los estratos profesionales y pobres eran partidarios de
un modelo democrático contrario a las enseñanzas de la Yamaryira; finalmente
las fuerzas de Gadafi se retiraron de algunas de estas zonas de la capital
dejándolas en manos de los opositores, reagrupándose en otras áreas para la
reconquista, maniobra tardía.
Mientras tanto, el ex ministro de Justicia, que había dimitido días atrás para
pasarse a la rebelión, anunció la formación de un gobierno provisional de
unidad nacional integrado por civiles y militares con sede en Bengasi hasta la
liberación de Trípoli. Este gobierno debería encargarse de dirigir el país tras
la salida de Gadafi y hasta la celebración de elecciones democráticas. El mismo
día 26, Gadafi -atrincherado en su residencia en Bab al-Azizia- hizo un
llamamiento a sus partidarios a "ir casa por casa para aplastar a los
manifestantes", en tanto se aseguraba que los rebeldes dispondrían de
12.000 voluntarios entrenados para formar las nuevas fuerzas armadas de la
revolución.
Para lograr la excusa
de la intervención, no tiene Occidente el menor escrúpulo en aliarse a los
grupos yihadistas, cuyos militantes de base, convencidos de que están combatiendo
el imperialismo occidental, acaban convirtiéndose en sus peones. Los utilizaron
en Libia para descomponer el país desde adentro y en Siria, mientras que la
OTAN atacó con sus caza-bombarderos y con sus fuerzas especiales infiltradas a
los gadafistas, que señalaban los blancos. A raíz del ataque en Argelia y Malí,
se admite ahora que los Gadafi tenían, razón cuando advertían que la caída del
Estado libio provocaría el caos, al dejar las manos libres a los yihadistas en
el Norte de África, confirmando así que esa forma de actuar es parte de su
propia estrategia de tensión de Occidente, que no prevé las consecuencias.
Formación del Consejo Nacional de Transición y dirección de la revolución desde
Bengasi. El 27 de febrero se formó en Bengasi un Consejo Nacional de Transición
encargado de las tareas de gobierno en la zona rebelde, fusionando dos órganos
provisionales, el Consejo Nacional Libio y el gobierno provisional del antiguo
ministro de justicia Mustafa Abdul Jalil. En Libia habrá dos gobiernos concurrentes
con el país dividido, esto fue un gran logro de los rebeldes, ya que existía un
gobierno que podía dialogar con sus aliados en Europa y Medio Oriente en busca
de ayuda.
El 28 de febrero. Muamar el Gadafi, declaró a la BBC y a otras agencia
internacionales de noticias que todo su pueblo lo ama y negó que se hayan
producido protestas en Trípoli, reflejando lo alejado que se encontraba de la
realidad. El coronel Gadafi aseguró que su pueblo moriría por protegerlo, solo
contaba con el apoyo de las tribus del Occidente del país. Además, se burló de
las propuestas de que abandone el país y afirmó sentirse traicionado por los
dirigentes que le pidieron la renuncia.
El 2 de marzo de 2011,
fuerzas leales a Gadafi intentaron recuperar el control de la estratégica
ciudad de Brega. La tercera ciudad más importante en poder de los rebeldes,
después de Bengasi y Misurata; fracasando en el intento y los líderes de la
revuelta se dirigió a la ONU solicitando la aprobación de una zona de exclusión
aérea, ejemplo que seguirían los rebeldes sirios. Se produjeron también
enfrentamientos en Gharyan, a 40 kilómetros al sur de Trípoli, y en Sabratha, a
unos 40 kilómetros al este de la capital. Muamar el Gadafi alertó ese mismo día
de que si la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o los Estados
Unidos invadían su país, se generarían "miles de muertos", anunciando
que defendería categóricamente la soberanía del país y condenando todo intento
de intervención extranjera.
Las tropas leales pasaron a
la ofensiva el 5 de marzo, luchando para recuperar Zauiya y Ben Yauad, tomada
ese mismo día. Los días posteriores se centraron en la conquista de Zauiya y
Ras Lanuf. Desde el día 9 y hasta el 11 de marzo, los combates fueron
favorables para las tropas gubernamentales, que eran aprovisionadas de
municiones por los sirios y bielorusos. El 9 las tropas leales tomaron Zauiya
tras duros combates casa por casa. El 11 tomaron el complejo petrolífero de Ras
Lanuf, tras un intenso bombardeo de la ciudad por la aviación apoyada por un
barco de las fuerzas leales situado a un kilómetro de la carretera donde se
encontraba el núcleo de la resistencia rebelde.
Inmediatamente las tropas de
Gadafi bombardearon Brega, en la que entraron el día 13 de marzo. El día 12,
por su parte, la Liga Árabe dio su apoyo a la creación de una zona de exclusión
aérea sobre Libia, motivado por la animadversión que sentían los Países del
Golfo por Libia, solo el voto en contra de Siria y Argelia, encontrándose
el país aislado diplomáticamente; donde tenían lugar protestas democráticas en
contra de sus respectivos gobiernos. Estos países, además, junto con Zimbabue y
Bielorusia, fueron acusados por el Consejo Nacional de Transición de ayudar al
régimen de Gadafi de aportarles armas y mercenarios.
FathiTerbil, miembro del
Consejo Nacional de Transición, negaba el día 15 que Brega estuviera en manos
de los leales: «Las fuerzas de Gadafi disponen de medios aéreos, terrestres y
marítimos, pero todo lo que conquistan por la mañana nosotros lo retomamos por
la noche». Declaraciones apresuradas que escondían la debacle de los rebeldes
en varias ciudades del Occidente y Centro de Libia.
Además, los rebeldes podrían
contar con aviones y pilotos en la denominada Fuerza Aérea de la Libia Libre,
seguramente provenientes de los desertores del ejército que se unieron a los
rebeldes al principio de la contienda, aunque la realidad los únicos aviones
que sobrevolaban era la Fuerza Aérea de la Yamaryira Libia. Según Terbil, dos
aviones rebeldes habrían logrado bombardear a tres barcos mercantes,
reconvertidos en buques de guerra, de los cuales habrían conseguido hundir dos.
No obstante, y pese a algunos avances nocturnos de los rebeldes recuperando
terreno perdido por el día, Al Yazira pudo confirmar el día 15 que Brega había sido
abandonada por los rebeldes —después de haber cambiado varias veces de manos en
los últimos días— para crear una nueva línea de resistencia en Ajdabiya. El
mismo día 15 se reunió el G8 para discutir la posible intervención militar en
Libia, no alcanzándose ningún acuerdo aunque, según su comunicado, «el debate
sobre la zona de exclusión aérea sigue abierto».
Debido a los logros de las fuerzas leales, lo más conveniente era ordenar un
alto al fuego, y quedar bajo la protección de los cascos azules de la ONU o
esperar la resolución de exclusión aérea, que desmantelaría el aparato militar
gadafista, y negociar una salida pacífica al levantamiento, por el
contrario perdieron la serenidad. La falta de resolución de Saif y su canciller
Kussa facilitó la intervención extranjera; ya que no previeron la mortal
ofensiva aérea aliada, ni tomaron medidas tácticas que permitiera a las DCA, al
Ejército y Fuerza Aérea sortear la ofensiva aérea programada en la Operación
Protector Unificado, que desmantelará su dispositivo defensivo.
El 16 de marzo las fuerzas rebeldes y las leales continuaron luchando por el
control de Ajdabiya. Los leales atacaron Zintan y prosiguieron el ataque a
Misurata, atacando el sur y el oeste de la ciudad, consiguiendo los rebeldes
resistir e incluso capturar tanques enemigos. La ONU por su lado pidió un cese
de hostilidades por ambas partes y comenzó a preparar un proyecto de resolución
para la creación de una zona de exclusión aérea, las fallas de Saif al Islam en
convencer a los rusos y chinos, y potencias neutrales de la conveniencia de su
veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, dando garantías de la conveniencia
del status quo, precipitó la intervención de la OTAN, amparados en la
resolución de la ONU.
La intervención de la
Comunidad Internacional tuvo una larga gestación. Tras una primera propuesta
formulada por Francia a la Unión Europea, el 23 de febrero, para la adopción de
sanciones concretas contra el régimen libio, y la decisión Suiza de congelar las
cuentas bancarias de la familia Gadafi. David Cameron, primer británico
llamó el 25 de febrero a la ONU a adoptar sanciones contra Gadafi por sus
posibles crímenes contra la humanidad. La decisión suiza fue inmediatamente
seguida por Estados Unidos, Austria, Reino Unido y España, congelando los
activos de los libios, que erróneamente los colocaron en sus bancos; en tanto
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas iniciaba las deliberaciones el 26 de
febrero.
Ya el 3 de marzo la Liga Árabe había suspendido a Libia de participar en sus
sesiones y apoyado el establecimiento de una zona de exclusión aérea contra el
gobierno de Gadafi. El 17 de marzo el New York Times publicaba que Estados
Unidos estaba pensando atacar por aire a los aviones, tanques y artillería
pesada del ejército de Gadafi. También consideraba la posibilidad de transferir
dinero de las cuentas bancarias bloqueadas de Gadafi a los rebeldes para que
pudiesen comprar armas. El oficial del Departamento de Estado de los Estados
Unidos: William Burns dijo que el Consejo Nacional de Transición podría abrir
una oficina en Washington DC. Ese mismo día, el Consejo de Seguridad de la ONU
a propuesta de Francia, Reino Unido y Líbano aprobó el establecimiento de una
zona de exclusión aérea sobre Libia por medio de la Resolución 1973.
Fuentes:
(1) http://www.voltairenet.org/article169073.html “Acción
secreta Francia estaba preparando el derrocamiento de Kadhafi desde noviembre”.
Franco Becáis. Roma (Italia). 25 de marzo de 2011.
(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Libia_de_2011.
“Guerra de Libia de 2011”.
http://mundosgm.com/epoca-contemporanea-(desde-1990-hasta-nuestros-dias)/occidente-actua-en-conflicto-libio/45/."Las
Lecciones de Libia". Kelder Toti
Capítulo
II: La Invasión.
El 18 de marzo: Estados Unidos, Reino Unido y Francia comenzaron a preparar el
envío de aviones para imponer la zona de exclusión aérea aprobada el día
anterior por la ONU, ya que Fuerzas Especiales estaban desplegadas en tierra
desde el 23 de febrero para evacuar a los ciudadanos de los Estados que iban a
conformar la coalición (a pesar de que la resolución 1973 no se adoptó hasta el
17 de marzo) (1). Sin esperar a esta intervención los rebeldes atacaron a las
fuerzas gubernamentales cerca de la frontera tunecina en Nalut. La flota
estadounidense en aguas del Mediterráneo se encontraba desde ese mismo
día preparada para iniciar el ataque, a pesar que la dirigencia libia tenía evidencias
de ello, no tomó ninguna medida para luchar en contra de la invasión. Los
americanos contaban en las inmediaciones con los buques de asalto anfibio USS
Kearsarge y USS Ponce junto al submarino USS Providence, el buque de mando USS
Mount Whitney y los destructores USS Mason, USS Barry y USS Stout. Con objeto
de ganar tiempo Gadafi anunció una tregua. Sin embargo AssociatedPress y Al
Arabiya informaron que los combates proseguían en Ajdabiya y Misurata a pesar
de la proclamada tregua.
El 19 de marzo, mientras el gobierno libio seguía atacando a la población de
Bengasi por vía aérea, ignorando el ultimátum de la ONU, Francia decidió
lanzarse a la ofensiva, sin consultar con los aliados; usando 20 aviones de
guerra incluyendo cazas Rafale y Mirage 2000 desde el Portaaviones Charles De
Gaulle, aviones cisterna y AWACS. Los primeros objetivos fueron cuatro
tanques del ejército libio, que no se escondieron ni se camuflagearon en la
inmediaciones de Bengasi. Pocas horas después aviones norteamericanos y británicos
se unieron a los franceses atacando las defensas aéreas de la parte occidental
del país y alcanzando objetivos cerca de Trípoli y Misurata, la tercera ciudad
más grande del país, que no era controlada por los gadafistas.
Esa primera noche, los barcos de guerra y submarinos de Estados Unidos y Reino
Unido lanzaron más de 110 misiles de crucero Tomahawk contra los sistemas
antiaéreos libios y se confirmó que alcanzaron más de 20 objetivos estratégicos
de las fuerzas de Gadafi, los libios no habían dispersados sus SAM, ni los
habían disfrazados, siendo vulnerables a la andanada de misiles Tomahawk,
cambiando de posición cada vez que disparen. El 20 de marzo hombres armados en
Trípoli apresaron un petrolero italiano con cinco tripulantes italianos, dos de
India y uno de Ucrania. Por la noche se destruyó un edificio cerca de la
jaima donde el líder libio recibía anteriormente a las autoridades de otros
países; el edificio era parte del complejo residencial de Gadafi y donde se
tomaban las decisiones militares. Los leales se esconden en las ciudades para
evitar los ataques aéreos aliados y los rebeldes en cambio intentaron tomar
Ajdabiya sin éxito.
Al Yazira informó que en los bombardeos del día 20 en las proximidades de
Misurata fueron destruidos 14 tanques, 20 blindados y varios camiones llenos de
munición y lanzacohetes, matando a 14 soldados del ejército leal a Gadafi, que
no se escondieron ni se dispersaron para evitar los bombardeos. No
obstante tres de los tanques leales lograron llegar al centro de la ciudad
rebelde, según un portavoz de la oposición, causando un elevado número de
bajas. Además la ciudad se veía asediada por mar, donde los barcos leales a
Gadafi impedían la llegada de ayuda humanitaria, y sembraba minas, para evitar
la ayuda por mar.
El 22 de marzo los aliados bombardearon a las fuerzas leales en las
proximidades de Ajdabiya, donde los rebeldes trataban de romper el cerco, y en
Misurata, donde tanques gadafistas proseguían atacando en el mismo centro de la
ciudad. Un F-15E estadounidense se estrelló en los alrededores de Bengasi por
un fallo técnico, ambos tripulantes salieron ilesos, y fue uno de los cinco
aparatos perdidos por los Aliados; ya sea por fuego antiaéreo o fallas
técnicas; por ejemplo los bombardeos de la Coalición superaron el misil
Igla de los gadafista, sobrevolando sobre los 6.000 metros de altitud.
Ese mismo día, en el seno de
la OTAN se abrió una brecha debido a la cesión por Estados Unidos del mando de
las operaciones. Francia y Turquía mostraron su oposición a la asunción del
control de las operaciones por parte de la OTAN, por temor a que eso ahuyentase
a los países árabes, en tanto Italia amenazaba con dejar de ceder sus bases
aéreas —las más cercanas a Libia— si la OTAN no se hacía con el mando total de
las operaciones militares. Esto suponía las divisiones que existían en el seno
de la OTAN, que se acentuarán cuando la campaña se traslade a Malí.
El 23 de marzo los aliados bombardearon Misurata por la mañana silenciando la
artillería leal que bombardeaba la ciudad, que no fue dispersada ni
camuflageada, al disparar los obuses debían cambiar de posición o ser
localizados por radar o drones enemigos y destruidos. Por la tarde las tropas
leales lograron tomar el hospital y posicionaron francotiradores en la azotea.
Los rebeldes pidieron un barco hospital para la ciudad. En Ajdabiya los aliados
bombardearon la puerta este de la ciudad. También hubo fuertes bombardeos de
las tropas leales a Gadafi en Zintan, donde se combatía desde el 19 de marzo.
Un oficial del ejército británico afirmó que la Fuerza Aérea Libia «ya no
existe como una fuerza de combate» debido a los ataques aéreos de la coalición,
y añadió que los aviones de la coalición estaban «operando con impunidad» en
Libia; ya que la Fuerza Aérea de la Yamaryira Libia no fue dispersada en los
aeropuertos del interior, ni operó en forma de guerrilla aérea.
Firmes en sus
posiciones en la zona oriental, al ser los gadafistas machacados en sus
estaciones de combate por la Fuerza Aérea Aliada; y a instancia de los Aliados,
los rebeldes formaron ese día un gobierno provisional encabezado por
Mahmoud Jabril, que le daría legitimidad a nivel internacional, siendo una
alternativa al régimen de Trípoli, cortando varias naciones relaciones
diplomáticas con Libia, y restableciéndola con los rebeldes en Bengasi, gozando
los insurgentes de legitimidad internacional. El 24 de marzo las tropas leales
a Gadafi trataron de capturar el puerto de Misurata con buques de guerra, pero
se retiraron por miedo a los aviones de combate de la coalición, su falta de
arrojo ofensivo provocó la derrota de las fuerzas de la Yamaryira ante el poder
aéreo de la OTAN (3).
El 26 de marzo por la mañana
los rebeldes, con el apoyo de la aviación aliada, consiguieron su primera
victoria desde el inicio de la contraofensiva leal y la intervención militar
aliada en Ajdabiya, logrando así retomar la iniciativa que habían llevado en
los primeros días de marzo. Esa misma tarde los rebeldes retomaron la ciudad de
Brega sin apenas resistencia, que fue evacuada. El 27 de marzo los
rebeldes penetraron en Tripolitania reconquistando la terminal petrolífera de
Ras Lanuf así como la población de Ben Yauad, situada a 150 km al este de
Sirte, ciudad natal de Muamar el Gadafi y último reducto importante antes de la
cercada Misurata.
El 28 de marzo los insurgentes continuaron su avance, tomando Naufaliya, en el
distrito de Sirte. Su progresión, sin embargo, fue frenada poco antes de
alcanzar Sirte, donde las tropas del coronel Gadafi, equipadas con armas
pesadas, les tendieron una emboscada, forzando a los insurgentes a retroceder
hasta Ben Jawad. También continuaron los combates en Zintan, cercada y
bombardeada por la artillería leal. Además según Al Yazira hubo deserciones
entre los militares leales en la región de Kufra, ya que el liderazgo de
Mottasin Gadafi no les garantizaba el éxito, y la entrada de los aliados
aceleró la descomposición de las filas del gobierno. En el contexto
internacional Qatar se convertía en el segundo país, tras Francia, en reconocer
al Consejo Nacional de Transición como el único gobernante legítimo de Libia,
pero al mismo tiempo, en la prensa internacional, la evocación de una guerra
urdida por el interés de las potencias, y particularmente por Francia, continuó
alimentando las críticas, incluso en los medios generalistas de los Estados
Unidos.
El 29 de marzo las dos columnas rebeldes que habían tomado Naufaliya y se
acercaban a Sirte se tuvieron que retirar ante la intensidad del fuego de
artillería leal, recuperando de nuevo los leales Ben Yauad. De este modo el
frente se estancó entre las ciudades de Ben Yauad y Ras Lanuf. El 30 de marzo
por la mañana Ras Lanuf fue recuperada por las fuerzas leales, obligando a los
rebeldes a retirarse hacia el este.
La coalición estableció
formalmente este mismo día el «grupo de contacto» en una reunión celebrada en
Londres a la que acudieron cuarenta países de la comunidad internacional
convocados para tratar de la era «posGadafi». El Consejo Nacional de Transición
libio no fue autorizado a integrarse en este grupo de contacto, que se
encargará de dirigir los aspectos políticos, democráticos, humanitarios y de
seguridad, pero también los relativos al comercio, durante la transición libia,
antes de que se pueda confiar la gestión a una dirección nacional. El ministro
de asuntos exteriores libio, MoussaKoussa, presentó su dimisión y se exilió en
Londres, dando pie a pensar en un debilitamiento del régimen, del que era un
elemento determinante.
El 31 de marzo, aprovechando su superioridad militar sobre los insurgentes mal
armados y tras forzarles a retroceder hacia la Cirenaica, las tropas de Gadafi
bombardearon Marsa El Brega, acercándose de nuevos los combates a las
proximidades de Bengasi. A las 6h UTC, la OTAN tomó el control de las
operaciones militares aéreas sucediendo a la coalición multinacional, de lo
contrario se fuera desbandado. Al mismo tiempo la alianza reafirmó su oposición
a armar a los insurgentes, cuestión nuevamente suscitada por las principales
potencias de la coalición tras el nuevo retroceso rebelde. La Organización del
Tratado del Atlántico Norte, según su secretario general AndersFoghRasmussen,
basó su rechazo en la resolución 1973, que concreta su misión en «proteger a la
población civil ante una situación que podría degenerar en catástrofe
humanitaria». Permitiendo a Jordania, Qatar y Arabia Saudita financiar y armar
a los insurgentes, asesorándolos militarmente. El 1 de abril la batalla por
Brega continuó.
Además el Ejército Popular
Libio, perteneciente al bando rebelde, dio muestras de una mayor organización,
logrando un mayor control del frente, al que no dejaron pasar a civiles
desarmados ni a periodistas, a la vez que llegaban nuevos soldados bien
formados para reforzar las líneas y antiguos oficiales del ejército libio se situaban
con los rebeldes en primera línea de batalla dando órdenes. Sin cesar los
combates en Brega y los bombardeos sobre Misurata, el gobierno de Gadafi
emprendió acciones diplomáticas encabezadas por el viceministro de asuntos
exteriores (tras la deserción a Londres del titular de la cartera, Musa Kousa),
enviado a Ankara el 5 de abril «para solicitar la mediación turca en un posible
alto el fuego en la guerra civil que asola el país».
Estancadas las líneas del frente en Brega, donde las fuerzas gadafistas
lograron el día 5 de abril recuperar el control del puerto petrolero, y
Misurata, el 6 de abril Abdul FatahYounis, jefe de las fuerzas rebeldes,
dirigió duros reproches a la OTAN, acusando a la alianza militar de dejar morir
a miles de inocentes en Misurata. Según Younis, desde que asumió el mando la
OTAN la intervención aliada se habría convertido en un problema: «Si la OTAN
espera otra semana más no habrá ya nada más en Misurata, será un crimen que la
alianza deberá cargar sobre sus espaldas». Por su lado, Charles Bouchard,
comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN estimó que un 30 % de la fuerza
militar de Gadafi había sido destruida desde el inicio de la intervención
aliada, quizás una evaluación exagerada dada la resistencia de los libios.
Fuentes de la alianza explicaron el descenso en el número de operaciones
militares por causa del mal tiempo y la orden de no causar bajas entre civiles,
situación que no fue aprovechada por llosgadafistas lo que se vería dificultado
por la utilización de «escudos humanos» por las tropas de Gadafi, que estarían
escondiendo sus armas pesadas en núcleos poblados.
Tras controlar Brega el
ejército de Gadafi lanzó el 9 de abril un fuerte ataque sobre Ajdabiya,
obligando a los rebeldes a replegarse hacia Bengasi con los pocos civiles que
aún permanecían en la ciudad, motivada por el cambio de táctica, al dividirse
en pequeños grupos, y atacar utilizando tácticas de guerrilla. Un día
después, sin embargo, un intenso bombardeo protagonizado por aviones de la
OTAN, centrado en la destrucción de equipamiento pesado, logró frenar el avance
leal, permitiendo a las fuerzas rebeldes mantener el control de la estratégica
ciudad.
Desde el 16 de abril los rebeldes, tras conseguir asegurar la ciudad de
Ajdabiya, centraron sus esfuerzos en tratar de recuperar Brega. Sin embargo
ninguno de los dos bandos pareció estar en facultades de doblegar al otro y el
último intento de los leales el día 17 de atacar el flanco derecho de los
rebeldes para abrirse camino hacia Ajdabiya, mientras los rebeldes estaban
atascados a las puertas de Brega, también fracasó, estancándose el frente desde
el 18 de abril a mitad de camino entre ambas poblaciones. El 26 de abril se
tuvo noticias de que los leales estaban fortificando posiciones en Brega y que podían
contar hasta con 3000 efectivos. A partir del 26 de abril y durante todo el mes
de junio la línea de frente entre Adjabiya y Marsa El Brega se mantuvo estable.
El 14 de julio los insurgentes decidieron lanzar una nueva ofensiva sobre
Brega, que será tomada el 18 de julio tras duros combates. Sin embargo, aunque
batiéndose en retirada hacia Ras Lanuf, las fuerzas leales continuaron
hostigando a los rebeldes y bombardeando sus posiciones en los días siguientes.
Fuentes:
(1) http://www.voltairenet.org/article175015.html.
“La guerra contra Libia pudo haber terminado mal para la OTAN”. Red Voltaire.
15 de julio de 2012
La guerra contra Libia pudo haber terminado mal para la OTAN
Bajo el título Héroes por casualidad, un informe de los servicios del Instituto
de las Reales Fuerzas Británicas subraya que las fuerzas franco-británicas se
adaptaron bien a la situación libia a pesar de su mala preparación para ella.
La guerra de Libia no se parece a las de Afganistán e Irak, que se basaron en
la cantidad de fuerzas terrestres, sino a la de los años 1990, en la ex
Yugoslavia, cuyo componente fundamental fue la fuerza aérea. Las fuerzas
franco-británicas, tanto aéreas como navales, se agotaron rápidamente y no
habrían podido soportar un mes más de operaciones (lo que obligó al Estado
Mayor a lanzar el ataque contra Trípoli a finales de agosto, sin entrar a
considerar el posible costo humano de la acción). El vasto despliegue marítimo
de los aliados estuvo mal coordinado y habría resultado muy vulnerable si los
libios lo hubiesen atacado.
El hecho es que, al planificar la operación, se subestimó la capacidad de
resistencia de los libios y –a pesar de la denominación Protector Unificado–
hubo cierta desorganización entre sus participantes, lo cual hubiese podido
costar muy caro si la Yamahiriya se hubiese mostrado más ofensiva.
Aunque muchos datos siguen siendo confidenciales, el mencionado informe
confirma varios aspectos importantes, como:
• El presidente francés Nicolas Sarkozy ordenó a las fuerzas francesas que se
lanzaran al ataque antes de lo previsto por los demás participantes en la
operación.
• Franceses y británicos compartieron los datos de inteligencia que tenían en
su poder, pero los ocultaron a los demás miembros de la operación (exceptuando,
claro está, a Estados Unidos).
• Fuerzas especiales estaban desplegadas en tierra desde el 23 de febrero para
evacuar a los ciudadanos de los Estados que iban a conformar la coalición (a
pesar de que la resolución 1973 no se adoptó hasta el 17 de marzo.
• Fueron las fuerzas estadounidenses las que destruyeron las tres cuartas
partes del sistema libia de defensa antiaérea.
• Los helicópteros se utilizaron con mucha prudencia, solamente cuando se había
producido una preparación anterior del terreno mediante bombardeos. De todas
maneras los Estados mayores no podían utilizarlos en operaciones de ataque en
un territorio tan vasto.
• La Royal Navy experimentó que éxito el uso de helicópteros Apache desde un
portahelicópteros.
• Las Fuerzas Especiales franco-británicas sirvieron esencailmente para dirigir
a los rebeldes que no tenían formación militar. Al no ser lo suficientemente
numerosas para garantizar esa tarea, recibieron ayuda de las Fuerzas Especiales
egipcias y, en menor medida, de las Fuerzas Especiales de Jordania.
• En mayo, Túnez aceptó facilitar la apertura de un centro de inteligencia, en
su territorio, en la isla de Djerba.
• Francia, con la ayuda de Qatar, equipó a los rebeldes con armamento de la
OTAN.
Accidental Heroes. Britain, France and theLibyaOperation, por Michael Clarke,
Malcolm Chalmers, Jonathan Eyal, ShashankJoshi, Mark Phillips, Elizabeth
Quintana y Lee Willett, Royal UnitedServicesInstitute (RUSI), October de 2011,
13 p, 1,4 Mo.
(2) La Estrategia de los Aliados consiste en: Partiendo de la doctrina militar
del general italiano Giulio Douhet, que preconiza el poder aéreo absoluto y que
demostró sus posibilidades en: Grenada, Irak, Yugoslavia y Afganistán. En ella
se pretende alcanzar la decisión con el solo empleo de la fuerza aérea y
aeronaval. En la Segunda Guerra Mundial resultó infructuosa donde se
contaba con una gran reserva central de caza, tropas capaces de resistir
a los bombardeos de saturación y líneas fortificadas, preparadas para tal fin.
El mayor desafío provino de
la doctrina soviética de Defensa Antiaérea (DCA) y sus ingenios; su medula
espinal son las baterías SAM-2, SAM-3 y SAM-6, que atacan a los aviones a
grandes altitudes, y si estos bajan para maniobrar o confundir el sistema de
dirección del misil volando a baja altitud, por el rebote en tierra de las
ondas de radiofrecuencia; serán atacados con baterías SAM-8, SAM-9 y SA-7 o
mísiles portátiles y cañones antiaéreos, guiados por radar de 14,5 mm, 23 mm y
57 mm. Si se utiliza contramedidas electrónicas (ECM), que han transformado la
guerra en el aire (gana quien tenga el último grito en microchip), inundando
con la misma frecuencia de radio la dirección del misil, desviando su vuelo; en
ese caso el misil es dirigido a control remoto y se gobierna visualmente. La
ofensiva aérea americana tiene tres fases: en primer lugar, la destrucción de
las defensas antiaéreas, seguido de la neutralización de las fuerzas terrestres
y la anulación de su capacidad de combate.
Los AWAC (Sistema de Control
y Prevención Aérea) y el E-8C JOINT STARS (Sistema de Vigilancia Aire-Tierra),
son Boeing (707-767) repletos de ordenadores, equipo de comunicación, radar y
detectores de calor. El AWAC es un radar volante que explora los cielos en 360
grados, para detectar aeronaves o cohetes enemigos y envía los datos de
localización a los aviones atacantes y a las unidades terrestres, coordinando
su acción. El J STARS es en escaner gigante que explora y vigila los objetivos
que van a ser atacados, en el suelo, que fue diseñado para la detención,
quebramiento y destrucción de las líneas enemigas, proporcionando una imagen de
cada tanque, cañón o persona, en un radio de 250 Km, bajo cualquier condición
metereológica, siendo su principal fuente de reconocimiento táctico.
Las operaciones comienzan
con ataque de fuerzas helitransportadas a un grupo de estaciones de radar,
mientras que grupos de comandos se infiltran para señalar con sus láser
objetivos tácticos, facilitando la penetración de los aviones invisibles (su
nombre correcto es furtivo), a los puestos de comando control y comunicación,
atacándolos con B-1 y B-2; destruyendo las estaciones amplificadoras de
teléfonos, obligando al enemigo a utilizar la radio, descifrando los criptoanalistas
de la marina y SNC sus claves, conociendo sus movimientos.
Identificados los blancos, los F-15 Eagle, F-16 Falcon y F-18 Hornet
dominan la fuerza aérea del adversario, con todas sus fuerzas a su mando, con
ataques dirigidos a las estaciones de radar (desde los pasillos creados),
unidades de vuelo, instalaciones en tierra, estaciones de comando, control y
dirección de tiro, depósitos de suministros e infraestructura básica. Cortando
la cadena de mando y el flujo de información, dificultando el desplazamiento de
las unidades blindadas y de infantería.
Las acciones de interdicción se extienden con el fin de aislar al
adversario de sus bases de suministros y logística, destruyendo cualquier tipo
de vehículo, deposito de municiones, puertos, almacenes, fábricas de armas,
etc. Mientras los F-15 Eagle vuelan a su máxima altitud, atrayendo el fuego
antiaéreo y atacan a los cazas, que logren despejar, asimismo, los AWAC y
Hawkeyes, triangulan la posición de los radares y las baterías SAM, por sus
emisiones de ondas, ordenando atacarlas a los F-16 y F-18, con misiles
antirradar. En los siguientes días, destruyen puentes, viaductos,
punto de descargas, talleres de reparación y objetivos secundarios, utilizando
bombas inteligentes o Tomahawks: puentes, represas, centrales eléctricas,
navegación fluvial y marítima, y refinerías y depósitos de carburantes.
http://mundosgm.com/epoca-contemporanea-%28desde-1990-hasta-nuestros-dias%29/segunda-campana-de-iraq-operacion-libertad-para-iraq-%28iraqi-freedom%29/15/.
“Modelo de Guerra Desinformativo” por Kelder Toti
(3) Capacidad Operativa de The US Army, para el momento era: El Ejército de los
Estados Unidos (en inglés: UnitedStatesArmy, abreviado U.S. Army) es la mayor
de las ramas de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Su principal
responsabilidad son las operaciones militares terrestres. En 2009 estaba
formado por 549.015 soldados en servicio activo, 358.391 en la Guardia Nacional
del Ejército (ArmyNationalGuard) y 205.297 en la Reserva del Ejército de los
Estados Unidos, que pasaría a la Guardia Nacional en caso de crisis (UnitedStatesArmy
Reserve).
El Ejército está gestionado por el Departamento del Ejército, liderado por el
Secretario del Ejército, el cual se encarga de los asuntos administrativos.
Misión: El ejército de los Estados Unidos actúa como la rama militar terrestre.
El § 3062 del Título 10 Código de los EE.UU. define el propósito del ejército
como: El Ejército de los Estados Unidos consiste actualmente en 10 divisiones,
las señaladas en el texto; además de varias unidades independientes, de las
cuales 8 Divisiones desplegadas en Afganistán, que pueden ser del Ejército y de
la Guardia Nacional. El siguiente orden de batalla es efectivo desde la
terminación del plan de transformación del Ejército en 2009. Cada división
tiene cuatro brigadas de maniobras terrestres (mostradas aquí), e incluye, como
mínimo, una brigada de aviación, además de una brigada de artillería y una
brigada de servicio de apoyo. Dependiendo de la misión, se pueden asignar o
añadir brigadas adicionales al cuartel general de una división.
Organización regular de combate: 1ª División Acorazada, acuartelada en
Wiesbaden (Alemania.). Brigada acorazada en Wiesbaden y Fort Bliss (Texas
1ª División de Caballería, acuartelada en Fort Hood (Texas.)
Cuatro brigadas de caballería acorazada en Fort Hood.
1ª División de Infantería, acuartelada en Fort Riley (Kansas.)
Tres brigadas de infantería en Fort Riley y una brigada de infantería en Fort
Knox (Kentucky.)
2ª División de Infantería, acuartelada en Camp Red Cloud (Corea del Sur.)
Una brigada de infantería en Camp Casey (Corea del Sur) y tres Equipos de
Combate de Brigada Stryker en Fort Lewis (Washington.)
3ª División de Infantería, acuartelada en Fort Stewart (Georgia.)
Tres brigadas en Fort Stewart y una brigada en Fort Benning (Georgia.)
4ª División de Infantería, acuartelada en Fort Carson (Colorado.)
Cuatro brigadas en Fort Carson.
10ª División de Montaña, acuartelada en Fort Drum (Nueva York.)
Tres brigadas en Fort Drum y una brigada en Fort Polk (Luisiana.)
25ª División de Infantería, acuartelada en SchofieldBarracks (Hawaii.)
Dos brigadas en SchofieldBarracks (una de infantería y otra Stryker), una
brigada Stryker en Fort Wainwright (Alaska), y una brigada (Aerotransportada)
en Fort Richardson (Alaska.)
82ª División Aerotransportada, acuartelada en Fort Bragg (Carolina del Norte.)
Cuatro brigadas de infantería aerotransportada en Fort Bragg.
101ª División Aerotransportada (Asalto Aéreo), acuartelada en Fort Campbell
(Kentucky.)
Cuatro brigadas de infantería aerotransportada en Fort Campbell.
173ª Brigada Aerotransportada, acuartelada en Vicenza (Italia.)
2º Regimiento de Caballería (Equipo de Combate de Brigada Stryker),
acuartelado en Vilseck (Alemania.)
3º Regimiento de Caballería Acorazada, acuartelado en Fort Hood (Texas.)
11º Regimiento de Caballería Acorazada, acuartelado en Fort Irwin
(California), sirve como Fuerza Contraria en el Centro Nacional de
Entrenamiento.
Son las unidades disponibles en un conflicto de manera inmediata ya sea: Corea
del Norte, Irán o Venezuela; ya que las divisiones desplegadas en Afganistán
están erosionadas y son de baja moral, lo que imposibilita su utilización
estratégica, en un nuevo frente, que se pudiera dar.
Uniforme
El Ejército planea desplegar el sistema "Fuerza Guerrera del futuro"
que se inició en 2010, con aumentos en subsistemas desplegándolos y
renovándolos cada dos años, aunque tarda por la falta de recursos, que absorve
las intervenciones en Afganistán, La guerra Al Qaeda y Libia. Diseñado como un
sistema completamente integrado como una unidad de combate, las versiones
iniciales serían sencillas en su operación con la electrónica básica actual;
las versiones finales (2032) implican tales tecnologías como un exoesqueleto
accionado, que daría mayor fortaleza y capacidad física al recluta y varias
nanotecnologías, como transcomunicadores, y aparatos de GPS.
El uniforme "Ejército Azul" se remonta a mediados del siglo
XIX, es actualmente el uniforme formal de etiqueta del Ejército, pero en 2009
se reemplazarán el "Ejército Verde" y al "Ejército Blancos"
(un uniforme semejante al uniforme del "Ejército Verde", pero llevado
en guarniciones tropicales) y será el "nuevo" Uniforme de Servicio
del Ejército, que funcionará como un uniforme de guarnición (cuando se lleva
con una camisa y la corbata gris) y un uniforme de parada (cuando se lleva con
una camisa blanca y/o una corbata para desfiles o una pajarita para
"después de seis" o los acontecimientos de "etiqueta"). La
boina, adoptada en todo el ejército en 2001, continuará llevándose con el nuevo
ACU para el servicio de guarnición y con el uniforme de servicio para funciones
no-ceremoniales.
Equipamiento: Armas
Individuales: Las armas individuales primarias del Ejército son el fusil M16 y
su variante compacta, la M4A1 que está reemplazando poco a poco al fusil M16 en
algunas unidades y es usada con prioridad por la infantería, Rangers y las
Fuerzas Especiales, pero se ha paralizado por los recortes presupuestario, dado
la deficiente economía norteamericana. En las Fuerzas Especiales también se
utiliza el rifle FN SCAR tanto su variante pesada de 7.65 mm SCAR-H como su
versión ligera SCAR-L de 5.56 mm. Opcionalmente, la bayoneta puede ser acoplada
a ambas variantes para los combates en lugares cerrados. El lanzagranadas de 40
mm M203 puede ser acoplado también para la potencia de fuego adicional, aunque
solo se ha colocado en el 40% de las unidades. Algunos soldados cuyos deberes
requieren un arma más compacta, tales como miembros de tripulación de vehículo
de combate, oficiales de personal, y policía militar, están dotados de un arma
de cinto en lugar de (o además de) un rifle. El arma de cinto más común en el
ejército es la pistola Beretta 92 de 9 mm que es de uso en la mayoría de
unidades de combate y apoyo.
Además de estos rifles y armas de cinto básicos, muchas unidades de combate son
complementadas con una variedad de armas especializadas, como la ametralladora
ligera M249 SAW (SquadAutomaticWeapon; Arma Automática de Escuadra), para
proporcionar el fuego represivo a nivel de "fuego de equipo", la
escopeta de combate Benelli M4 o M1014 o la Mossberg 590, escopeta para volar
puertas y combates de lugares cerrados, el M14 EBR o el M21 SWS para tiradores
de largo alcance; el Barret M82 llamado también M107, y el M24 SWS
(SniperWeaponSystem; Sistema de Armas de Francotirador). Las granadas, tal como
la granada de fragmentación M67 y la granada de humo M18, también son
utilizadas comúnmente por tropas de combate.
Sistemas de armas colectivas: El Ejército emplea varias "armas
colectivas" (así denominadas porque son operadas por dos o más soldados
para transportar artículos tales como cañones de repuesto, los trípodes, placas
base, y munición extra) para proporcionar potencia de fuego pesada a alcances
que exceden el de las armas individuales. La ametralladora M240 es la
ametralladora de uso general del ejército. La M240 (alimentada por la
izquierda) y la variante M240C (alimentada por la derecha) son utilizadas como
ametralladoras coaxiales en el carro Abrams M1 y el Vehículo de Combate de
Infantería M2 Bradley, respectivamente; la M240B es la variante de la
infantería y puede ser disparada desde un bípode o trípode como arma de
escuadra o pelotón, o montada en un vehículo.
La Browning M2 Calibre .50
es una ametralladora pesada que ha estado en uso desde 1932 en una variedad de
funciones, especialmente como apoyo de la infantería o defensa aérea, pero la
falta de presupuesto ha pospuesto su reemplazo. La M2 es también el arma
primaria en la mayoría de las variantes del Stryker (transporte blindado de
personal) y el sistema secundario de armas en el carro Abrams M1. El
lanzagranadas Mk 19 de 40 mm es un lanzagranadas utilizado principalmente por
unidades motorizadas, tales como las brigadas Stryker, exploradores de
caballería montada HMMWV, y Policía Militar, y son empleados comúnmente en un
papel complementario al M2.
El Ejército utiliza tres tipos de mortero para el apoyo de fuego indirecto
cuando artillería más pesada no es apropiada o no está disponible. El más
pequeño de éstos es el M224 de 60 mm, normalmente asignado en el nivel de la
compañía de la infantería. En el escalón inmediato superior, los batallones de
la infantería son apoyados comúnmente por una sección de morteros M252 de 81
mm. El mortero más grande en el inventario del Ejército es el M120/M121 de 120
mm, empleado generalmente por batallones mecanizados, por las unidades de
Strykers, y por tropas de caballería ya que su tamaño y peso requieren que sea
transportado remolcado o a bordo de un vehículo.
Vehículos
M2A3 Bradley IFV (vehículo de combate de infantería), de los cuales 120 fueron
destruidos en afganistán e Irak. El ejército de los EE.UU. fue el primero
en el mundo en lograr el 100% de movilidad automotora, y gasta una gran porción
de su presupuesto militar para mantener un inventario diverso de vehículos. El
ejército de EE.UU. mantiene la proporción más alta de vehículos por soldado del
mundo, pero los conflictos en Iraq y Afganistán han erosionado su capacidad de
movilización, por la destrucción de 3.568 Humvee. La mayoría de los vehículos
de uso común son el Humvee o HMMWV (High MobilityMultipurposeWheeledVehicle;
Vehículo con Ruedas Multiuso de Alta Movilidad), utilizando los Humvee
destruidos para dotar de blindaje a los operativos por la falta de presupuesto,
ya que es capaz de servir como un portador de carga/tropa, plataforma de armas,
de ambulancia, entre muchos otros papeles. El Abrams M1A2 es el principal
tanque de batalla del Ejército, aunque 100 tanques fueron destruidos en Irak y
Afganistán, de los cuales 80 fueron reconstruidos, mientras el Bradley M2A3 es
el principal vehículo de combate de infantería. Otros vehículos son: el
Stryker, y el camión blindado M113.
Artillería: Las principales
armas de la artillería del ejército son el obús autopropulsado Paladín M109A6 y
el M270 MLRS (MultipleLaunchRocketSystem; Sistema de Múltiple Lanzamiento de
Cohetes), montado en plataformas móviles y asignado a unidades mecanizadas
pesadas. El apoyo para unidades ligeras de infantería es proporcionado por
obuses remolcados (towedhowitzer), el M119A1 de 105mm y el M777 de 155 mm (que
reemplazará al obús M198 de 115 mm).
Aviación
Helicóptero de ataque AH-64 Apache, de los cuales 30 se perdieron en la guerra,
y no han sido reemplazados. El ejército estadounidense opera principalmente
usando varios tipos de avión con ala rotatoria. Estos incluyen el helicóptero
de ataque AH-64 Apache, el helicóptero explorador Bell OH-58 Kiowa 58D, el
helicóptero multipropósito UH-60 Black Hawk, de los cuales 10 han sido
derribados; y el helicóptero del transporte de pesado CH-47 Chinook, los
cuales se han pérdido unos 5.
Además, el Regimiento Especial 160 de la Aviación de Operaciones del Ejército
opera pequeños helicópteros del asalto/ataque como el "MD Helicopters MH-6
Little Bird", así como las versiones modificadas del BlackHawk y el
Chinook, principalmente en apoyo de las Fuerzas de Operaciones Especiales, pero
también las mismas de las otras fuerzas armadas de EEUU.
http://es.wikipedia.org/wiki/Fuerzas_armadas_de_los_Estados_Unidos.
“Fuerzas Armadas de los Estados Unidos”.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ej%C3%A9rcito_de_los_Estados_Unidos.
“Ejército de los Estados Unidos”.
Capítulo III
La Guerra de Ratas.
El 29 de marzo dos columnas rebeldes que habían tomado Naufaliya y se acercaban
a Sirte se tuvieron que retirar ante la intensidad del fuego de artillería
leal, recuperando de nuevo los leales Ben Yauad. De este modo el frente se
estancó entre las ciudades de Ben Yauad y Ras Lanuf, tanto las fuerzas
gadafistas como rebeldes debieron cavar trincheras, fosos antitanques y sembrar
campos de minas; situación que a las fuerzas gadafistas le hubiera permitido
soportar mejor el bombardeo aliado y estabilizar el frente; evitando una
escapada o golpe de mano de los rebeldes o incursiones en profundidad. (1).
El 30 de marzo por la mañana Ras Lanuf fue recuperada por las fuerzas leales, obligando
a los rebeldes a retirarse hacia el este. La coalición estableció formalmente
este mismo día el «grupo de contacto» en una reunión celebrada en Londres a la
que acudieron cuarenta países de la comunidad internacional convocados para
tratar la era «post Gadafi». Teniendo un terrible efecto sobre el régimen. El
Consejo Nacional de Transición Libio no fue autorizado a integrarse en este
grupo de contacto, que se encargará de dirigir los aspectos políticos,
democráticos, humanitarios y de seguridad, pero también los relativos al
comercio, durante la transición, antes de que se pueda confiar en la gestión de
una dirección nacional.
El 31 de marzo, aprovechando su superioridad militar sobre los insurgentes mal
armados y dirigidos, y tras forzarles a retroceder hacia la Cirenaica, las
tropas de Gadafi bombardearon Marsa El Brega, acercándose de nuevos los
combates a las proximidades de Bengasi. A las 6h UTC, la OTAN tomó el control
de las operaciones militares aéreas sucediendo a la coalición multinacional, ya
que la OTAN era la fuerza determinante en las operaciones. Al mismo tiempo la
alianza reafirmó su oposición a armar a los insurgentes, cuestión nuevamente
suscitada por las principales potencias de la coalición tras el nuevo retroceso
rebelde, dada su incapacidad militar.
La OTAN,
según su secretario general Anders Fogh Rasmussen, basó su rechazo en la
resolución 1973, que concreta su misión en «proteger a la población civil ante
una situación que podría degenerar en catástrofe humanitaria». El 1 de abril la
batalla por Brega continuó. Además el Ejército Popular Libio, perteneciente al
bando rebelde, dio muestras de una mayor organización, logrando un mayor
control del frente, al que no dejaron pasar a civiles desarmados ni a
periodistas, a la vez que llegaban nuevos soldados bien formados para reforzar
las líneas y antiguos oficiales del ejército libio se situaban con los rebeldes
en primera línea de batalla dando órdenes.
Sin cesar
los combates en Brega y los bombardeos sobre Misurata, el gobierno de Gadafi
emprendió acciones diplomáticas encabezadas por el viceministro de asuntos
exteriores, a instancia de Saif, enviado a Ankara el 5 de abril «para solicitar
la mediación turca en un posible alto el fuego en la guerra civil que asola el
país». Esta medida buscaba las condiciones para las elecciones y una transición
acordada entre las parte. El rechazo de los rebeldes, que buscaban la salida de
la familia de Gadafi de Libia, para un cese al fuego, hizo que la propuesta
fracasase, sin la presión de la OTAN a los rebeldes, sería imposible una salida
negociada al conflicto.
Estancadas las líneas del frente en Brega, donde las fuerzas gadafistas
lograron el día 5 de abril recuperar el control del puerto petrolero, y
Misurata, el 6 de abril Abdul FatahYounis, jefe de las fuerzas rebeldes,
dirigió duros reproches a la OTAN, acusando a la alianza militar de dejar morir
a miles de inocentes en Misurata. Según Younis, desde que asumió el mando la
OTAN la intervención aliada se habría convertido en un problema: «Si la OTAN
espera otra semana más no habrá ya nada más en Misurata, será un crimen que la
alianza deberá cargar sobre sus espaldas». Refleja la incapacidad de los
rebeldes de cambiar la situación por sí mismos.
Por su lado, Charles Bouchard, comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN
estimó que un 30 % de la fuerza militar de Gadafi había sido destruida desde el
inicio de la intervención aliada, evaluación exagerada según se mostraría
posteriormente por la resistencia de los nacionalistas. Fuentes de la alianza
explicaron el descenso en el número de operaciones militares por causa del mal
tiempo y la orden de no causar bajas entre civiles, lo que se vería dificultado
por la utilización de «escudos humanos» por las tropas de Gadafi, que estarían
escondiendo sus armas pesadas en núcleos poblados.
Tras controlar Brega el ejército de Gadafi lanzó el 9 de abril un fuerte ataque
sobre Ajdabiya, obligando a los rebeldes a replegarse hacia Bengasi con los
pocos civiles que aún permanecían en la ciudad. Un día después, sin embargo, un
intenso bombardeo protagonizado por aviones de la OTAN, centrado en la
destrucción de equipamiento pesado, logró frenar el avance leal, permitiendo a
las fuerzas rebeldes mantener el control de la estratégica ciudad, hubieran
tenido éxito si avanzaban en las tempestades de arena, que dificultaría el
rastreo con los drones, satélites espías y AWAC.
Desde el 16 de abril los rebeldes, tras conseguir asegurar la ciudad de
Ajdabiya, centraron sus esfuerzos en tratar de recuperar Brega. Sin embargo
ninguno de los dos bandos pareció estar en facultades de doblegar al otro y el
último intento de los leales el día 17 de atacar el flanco derecho de los
rebeldes para abrirse camino hacia Ajdabiya, mientras los rebeldes estaban
atascados a las puertas de Brega, también fracasó, estancándose el frente desde
el 18 de abril a mitad de camino entre ambas poblaciones. El 26 de abril se
tuvo noticias de que los leales estaban fortificando posiciones en Brega y que
podían contar hasta con 3000 efectivos.
A partir del 26 de abril y durante todo el mes de junio la línea de frente
entre Adjabiya y Marsa El Brega se mantuvo estable. El 14 de julio los
insurgentes decidieron lanzar una nueva ofensiva sobre Brega, que será tomada
el 18 de julio tras duros combates. Sin embargo, aunque batiéndose en retirada
hacia Ras Lanuf, las fuerzas leales continuaron hostigando a los rebeldes y
bombardeando sus posiciones en los días inmediatos, ante de retirarse, el
avance de los rebeldes era en coordinación con los bombardeos de la OTAN, que
facilitaba su avance. En el frente occidental, en la asediada ciudad de
Misurata, las tropas leales recibieron órdenes el día 23 de abril de retirarse.
Al día siguiente los rebeldes tomaron el hospital que aún estaba en manos
leales y la ciudad quedó de nuevo totalmente en sus manos.
Las
fuerzas leales, sin embargo, no cesaron de bombardear la ciudad los días
posteriores a su retirada. El 10 de mayo, tras dos días de combates, los
rebeldes anunciaron la toma del aeropuerto situado al sur de Misurata, si bien
las fuerzas leales siguieron intentando hacerse con el control del puerto de la
misma ciudad, atacándolo con botes zodiac desde el mar. A comienzos de junio
aún proseguían los bombardeos sobre la ciudad, pero a partir del día 13, el
desplazamiento de los combates más intensos a la zona de Zauiya, próxima a la
frontera con Túnez y vital para el abastecimiento de Trípoli, permitió aflojar
la presión sobre la ciudad sitiada, abriendo un nuevo frente a las fuerzas
gadafistas.
En la
noche del sábado 30 de abril, el menor de los hijos del líder libio Muamar el
Gadafi, Saif al-Arab Gadafi, y tres de sus nietos, murieron a consecuencia de
una incursión aérea de la OTAN según informó un portavoz del régimen de
Trípoli, ya que los bombardeos de la OTAN buscaban eliminar el liderazgo libio.
A comienzos del mes de mayo la OTAN continuó sus ataques sobre Trípoli y sus
alrededores, bombardeando entre otros un edificio de los servicios de seguridad
interior, la sede del ministerio de inspección y control popular, encargado de
la lucha contra la corrupción en Libia, y las residencias de Gadafi.
El 20 de mayo, la OTAN inutilizó ocho barcos de guerra pertenecientes a las
fuerzas leales en los puertos de Trípoli, Al Khoms y Sirte, que estaban anclados
en los puertos, estos barcos debieron atacar de noche a la TaskForce al
comenzar el conflicto desbaratando a la flota de la OTAN, cuando todavía no
había reunido completo sus unidades, bajo la cobertura de su Fuerza Aérea,
dispersando la flota enemiga, disponiendo del tiempo para asaltar Bengasi y
Misurata, los últimos baluartes rebeldes. El 11 de junio las fuerzas leales
bombardearon la histórica ciudad de Ghadames controlada por los rebeldes, en
tanto Zauiya, en poder de las fuerzas gadafistas, fue atacada por los
insurgentes que se habían replegado a las montañas para entrenarse (y recibir
armas lanzadas en paracaídas por Francia a pesar de la disconformidad de los
británicos).
La ciudad de Zauiya, de gran valor estratégico, contaba con la más importante
refinería petrolífera que se encontraba aún en poder de las fuerzas leales al
régimen de Gadafi, que abastecía de gasolina a las fuerzas leales, su pérdida
el 25 de Julio fue golpe mortal al esfuerzo bélico, al no contar con gasolina
ni diesel la maquinaria bélica. A finales de junio los avances de los rebeldes
en Nefusa se confirmaban, en tanto que los enfrentamientos proseguían en torno
a Brega, en el centro del país. Las fuerzas de Gadafi centraron su atención
sobre la ciudad costera de Zliten, entre Misurata y Trípoli, nuevamente
sublevada.
En la última semana de junio los rebeldes fueron rechazados por las fuerzas
leales a 80 kilómetros al sur de Trípoli, a pesar de los bombardeos de la OTAN,
ya que lo vasto del territorio libio no tenía la Fuerza Aérea de la Coalisión
suficientes unidades para controlar los movimientos de los gadafistas en
tierra. Pero desde el 6 de julio se desencadenó una nueva ofensiva de los
insurgentes protagonizada por beréberes procedentes del djebelNefusa que atacaron
en las regiones de Bir Al-Ghanam y Gharyan al sur de Trípoli, avanzando el día
8 hacia Zliten donde las fuerzas leales se habían reagrupado.
El 17 de julio tuvieron lugar intensos combates entre las fuerzas armadas
regulares de Libia y los insurgentes que buscaban romper sus líneas para
marchar hacia la capital, Trípoli. En la madrugada del 28 los rebeldes
asentados en las montañas de la zona occidental lanzaron una nueva ofensiva
contra Ghezaya, en la frontera con Túnez, que anunciaron haber tomado poco más
tarde con otras pequeñas localidades, no reteniendo los leales a Gadafi en la
región montañosa más que el bastión de Tiji, donde 500 soldados leales podrían
estar rodeados. El 27 de julio el general Abdul FatahYounis, jefe de las
operaciones militares del Consejo Nacional de Transición fue secuestrado al
parecer cuando se dirigía del frente de Brega a Bengasi para declarar ante una
comisión judicial.
El día 28 se anunció su muerte, atribuida inicialmente a un comando gadafista,
lo que fue rápidamente desmentido por sus propios partidarios, que achacaron el
asesinato a facciones rivales dentro del sector rebelde, que tomaban venganza
contra Younis por haberlos reprimido en el pasado. El crimen perpetrado sólo un
día después de que Gran Bretaña reconociese oficialmente al CNT, sembró el
desconcierto en las filas rebeldes, poniendo de manifiesto severas diferencias
internas; mientras en Bengasi se celebraban los funerales a los que asistieron
miles de personas en calma tensa, tras oírse algunos disparos por la noche, un
portavoz militar en Misurata aseguró que la ciudad no recibía órdenes de
Bengasi.
La victoria de etapa importante estaba al alcance. Los rebeldes estaban cerca
de Sirte, la ciudad natal de Gaddafi. Sólo parecía cuestión de unas pocas
horas, asaltando Trípoli caería Sirte. Esto abre el camino a Trípoli sería (550
kilómetros) han sido casi libre -, pero las celebraciones de la victoria fueron
prematuros. En las primeras horas del miércoles de nuevo avanzó en las unidades
de Gadafi. Bajo el liderazgo de Saadi Gadafi, uno de los hijos del dictador,
las fuerzas gubernamentales han cambiado sus tácticas reconocibles. En lugar de
infantería pesada con tanques y vehículos blindados, que son un blanco fácil
para los bombarderos aliados, ahora hay pequeñas unidades rápidas y ágiles con
gran vigor. Casi indistinguibles de los rebeldes.
También
para los aviones aliados han sido los rebeldes difíciles el camino a seguir
para identificar a los leales. Los rebeldes con sus logros han hecho que miles
de combatientes celebren eufóricos. Pero: No hay estructuras de mando claras,
cada uno actúa por su cuenta, situación que se mantendrá al tomar el control.
No hay nada documentado que más claro que el empuje de las fuerzas de Gadafi al
contraatacar, si no son hostigadas por la aviación aliada: De repente se
verdadero pánico es generalizado, como fue el contraataque de los gadafistas.
Todo el mundo quería de alguna manera huir ante la falta de disciplina de los
rebeldes.
El resultado: un atasco de mega-retiro de cientos jeeps rebeldes de repente
corrió hacia el este. Entre ellos civiles, periodistas, curiosos y civiles.
Miércoles por la mañana tenía las fuerzas de Gadafi después de horas de
bombardeos, la ciudad petrolera de Ras Lanuf primera vuelta capturada (27.000
habitantes). La refinería fue lanzada hace apenas dos semanas en manos de los
rebeldes. Ras Lanuf después de los escuadrones de la muerte de Gadafi subió
frente a las afueras de Brega, la segunda ciudad más importante de petróleo.
Para caer sólo como Brega apareció intervinieron aviones franceses y
estadounidenses.
Trató de detener el avance de los ataques con misiles. Los rebeldes en el oeste
de Libia avanzaron el 13 de agosto hacia el norte, logrando llegar a la ciudad
costera de Zauiya, 50 km al oeste de Trípoli, en la que encontraron fuerte
resistencia de las tropas leales, estableciéndose el frente de batalla a unos
cinco kilómetros del pueblo de BirShuaib. Por su parte el portavoz de los
rebeldes libios afirmó que estaban luchando contra las fuerzas de Gadafi por el
control de Garyan (Distrito de Al Jabal al Gharbi), a 80 kilómetros al sur de
Trípoli y que habían logrado el control de la ciudad costera de Surman, a 70
kilómetros de la capital. El 16 de agosto, los rebeldes libios toman Garyan.
Según afirmó un portavoz de los rebeldes, habrían aplastado a la Brigada Sahban
(principal centro de mando de los gadafistas en las Montañas Occidentales),
tomando posteriormente sus armas. Según el representante en Francia del Consejo
Nacional Libio, MansurSaif al-Nasr, el conflicto libio estaría en una fase
decisiva.
Fuente:
(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_trincheras. “Guerra de Trincheras”.
La Guerra de trincheras.
La guerra de trincheras o guerra de posición es una forma de hacer la guerra,
en la cual los ejércitos combatientes mantienen líneas estáticas de
fortificaciones cavadas en el suelo. La guerra de trincheras surgió a partir de
una revolución en las armas de fuego y a un incremento en su poder, sin que
hubiese al mismo tiempo un aumento en la movilidad y en las comunicaciones.
Hubo períodos de guerra de trincheras en la Guerra Civil Estadounidense
(1861-1865) y en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, pero llegó a su punto
máximo de brutalidad y mortalidad en el Frente Oeste de la Primera Guerra
Mundial.
Estos huecos serán cavados de 4 a 6 metros de profundidad y se conectan con
otros para mayor movilidad de los bloques de combate. Las fortificaciones son
casi tan antiguas como la propia guerra. Sin embargo, debido al tamaño
relativamente pequeño de los ejércitos y al poco alcance de las armas,
tradicionalmente no era posible defender más que una distancia corta o una
fortaleza aislada. Las grandes fortificaciones del mundo antiguo, tales como la
Gran Muralla China o la Muralla de Adriano, eran excepciones a la regla general
y en cualquier caso no se habían diseñado para evitar completamente que el
enemigo cruzase al otro lado, sino para hacer de frontera que establecía el
momento en el que el enemigo había cruzado el límite.
También
servían para evitar o entorpecer su huida. La mayoría de las técnicas
utilizadas en la guerra de trincheras habían existido ya muchos años antes para
la guerra de asedio. Lo novedoso fue el empleo de dichas técnicas en campo
abierto entre dos ejércitos. Una vez que se inventaron las armas de fuego, las
técnicas fueron evolucionando hasta convertirse en el muy conocido ritual
denominado siège en forme. El ejército atacante rodeaba una ciudad y luego
emplazaba a la ciudad a rendirse. Si respondían negativamente, el ejército
rodearía la ciudad con fortificaciones temporales para impedir contraataques
del ejército defensor y la llegada de refuerzos.
Los
atacantes entonces construirían una serie de trincheras, paralelas a las
defensas, y justo a la distancia de la artillería defensiva. Luego construían
una trinchera en dirección a la ciudad haciendo un recorrido en zigzag, para
evitar que quedase expuesta al fuego enemigo. Una vez estuviese dentro del
alcance de la artillería, se cavaría otra trinchera paralela con emplazamientos
para cañones. Si fuese necesario se utilizaría la primera artillería como
cobertura, y el proceso se repetiría hasta que los cañones estuviesen lo
suficientemente cerca como para acertar de pleno y abrir una brecha en las
fortificaciones.
De esta forma, las tropas de avanzadilla y las de apoyo podrían aproximarse lo
suficiente como para explotar la brecha, a la vez que el proceso proseguía
desde varios puntos y buscando una mayor aproximación. Después de cada paso del
proceso, los asaltantes emplazarían a los defensores a la rendición, pero una
vez que las tropas hubiesen alcanzado con éxito la ciudad a través de la
brecha, los defensores no podrían esperar ninguna piedad. También influyeron
otros factores que fueron apareciendo después de la Guerra Civil
Estadounidense. El primero fue el desarrollo del alambre de espino o de púas
(inventado en 1874), que en sí mismo no causaba un gran daño a nadie, pero que
podía ralentizar de forma crucial a una fuerza de ataque, y permitir a los
defensores, con ametralladoras emplazadas estratégicamente, infligir graves
pérdidas al enemigo.
La segunda fue la mejora de la artillería, que de una u otra forma, había
formado parte de la guerra desde la época clásica, y que desde la aparición de
la pólvora hasta el desarrollo de la guerra de trincheras se había convertido
en la mayor causa de bajas en la guerra. Fue suplantada sólo brevemente por el
rifle, y posteriormente por el fusil de asalto. Con el desarrollo de los
cañones de acero de retrocarga por Krupp, se recuperó gran parte de su
capacidad de matar (como se demostró gráficamente en la Guerra Franco-prusiana
de 1870-1871). En tercer lugar se creó una zona entre el atacante y el defensor,
un espacio de "tierra de nadie" demasiado letal como para cruzarlo.
Aunque la tecnología y los ejércitos de reclutas habían cambiado dramáticamente
la naturaleza de la guerra, la mayoría de los ejércitos todavía no se habían
dado cuenta de las implicaciones de los cambios.
Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, la mayoría de los ejércitos se
prepararon para una guerra breve, con tácticas y estrategias similares a las
usadas en tiempos de Napoleón. Sin embargo, en cuanto empezó la guerra, los
alemanes y los aliados (principalmente los franceses y los británicos) pronto
percibieron que con las armas modernas, cualquier lugar podía ser fácilmente
defendido por un puñado de hombres de infantería. Como atacar frontalmente
suponía una cantidad de pérdidas inaceptable, era esencial una operación de
desborde por los flancos. En el Frente Oeste, las pequeñas e improvisadas
trincheras de los primeros meses pronto empezaron a crecer en profundidad y
complejidad, creándose gradualmente vastas áreas defensivas interconectadas.
El espacio entre las trincheras se denomina tierra de nadie y varia en
distancia en función del campo de batalla.. La gestión y los perfiles de las
trincheras tuvieron que adaptarse al terreno escarpado, a las rocas y al clima.
Algunos sistemas de trincheras se llegan a construir en glaciares (por ejemplo,
en los Dolomitas). Al poco tiempo de comenzar la guerra, la estrategia
defensiva sugiere un sistema principal de trincheras de tres líneas paralelas
con cada línea conectada por trincheras de comunicación. El punto en el que una
trinchera de comunicación hacía intersección con la trinchera frontal es de una
importancia crítica y normalmente se encuentra fuertemente fortificado.
La
trinchera frontal tenía una guarnición ligera y solía estar ocupada sólo por
las tropas de guardia al amanecer y al anochecer. Entre 63 y 90 metros (70 a
100 yardas) más alejada se hallaba la trinchera de apoyo (o "de
viaje"), que sería a la que retrocedería la guarnición en el caso de que
la trinchera frontal fuese bombardeada. Entre 270 y 450 metros (300 a 500
yardas) más atrás se encontraba la tercera trinchera de reserva, en donde las
tropas de reserva se podían juntar para un contraataque si las trincheras
frontales son capturadas. Es necesario que se cree la trinchera de apoyo que se
mantendrá como señuelo para atraer el fuego enemigo lejos de las líneas
frontales y de reserva, aumentando la distancia entre ellas, creando zanjas
antitanque que se llenan de petróleo y se incendian, evitando que el enemigo
avance. Se encendían fuegos para hacerla parecer habitada, y los daños
producidos por las bombas son reparados inmediatamente.
También
se construían trincheras temporales. Cuando se planeaba un ataque a gran
escala, se cavan trincheras de reunión cerca de la trinchera frontal. Servían
como refugio a las oleadas de tropas atacantes que seguirían a las primeras que
dejaban la trinchera frontal. También se cavan zanjas en dirección a la tierra
de nadie con diversos propósitos, como conectar la trinchera frontal con un
puesto de escucha cerca del enemigo, o servir de una zona de ataque avanzado
para un ataque por sorpresa. Cuando un lado de la línea frontal se curvaba
hacia el enemigo, se formaba un saliente (una zona vulnerable al poder ser
atacada desde varios flancos). La línea cóncava enfrentada a un saliente se
denomina reentrada. Detrás del sistema frontal de trincheras solía haber al
menos dos sistemas de trincheras preparados al menos parcialmente. Es necesario
preparar múltiples sistemas de trincheras redundantes.
Esta duplicidad hacía que fuese virtualmente imposible atravesar las
fortificaciones. En el caso de que la sección del primer sistema de trincheras
fuese capturada, se cavaría una trinchera para conectar el segundo sistema con
la parte del primero que todavía estuviese bajo control. Utilizan hormigón
armado para construir puntos estratégicos, así como refugios profundos,
ventilados y a prueba de bombas con aire acondicionado portátil. Estan más
dispuestos que sus enemigos a hacer una retirada estratégica a una posición
mejor preparada defensivamente. También se puede aplicar el concepto de
"defensa en profundidad", en donde las líneas frontales tenían
cientos de metros de profundidad y contenían una serie de puestos de avanzada
en lugar de una trinchera continua. Cada avanzada podía dar fuego de apoyo a
sus vecinos, y si bien los atacantes tenían libertad de movimientos entre los
puestos avanzados, estaban continuamente expuestos al fuego cruzado contra
ellos.
Las
trincheras nunca son rectas, sino que se cavan en un esquema dentado, que
convertía la línea en segmentos conectados por traviesas. Esto implica que un
soldado nunca podía ver más de 10 m aproximadamente a lo largo de la trinchera.
Con ello el enemigo no podría enfilar la trinchera completa si lograba ganar
acceso a algún punto y, si caía una bomba en alguna trinchera, la fragmentación
(a menudo llamada incorrectamente metralla) no podría llegar muy lejos. El lado
de la trinchera que miraba al enemigo se denomina el parapeto y tenía un
escalón de fuego.
El lado
trasero de la trinchera se denomina el parado. El parado protege la espalda del
soldado de la fragmentación de las bombas que caían detrás de las trincheras.
Si el enemigo conquista la trinchera, entonces los parados se convertían en su
parapeto. Los laterales de la trinchera se recubrían con sacos de arena,
astillas y trozos de madera y alambre. El suelo normalmente se recubre con
planchas de madera. Se construyen refugios de distintos grados de lujo en la
retaguardia de la trinchera de apoyo.
Los
refugios suelen estar entre 2,5 m y 5 m de profundidad, mientras que pueden
estar mucho más profundos, a un mínimo de 3,5 m, y en ocasiones se cavan 3
pisos, con escaleras de hormigón para acceder a los niveles superiores. Para
permitir a un soldado ver fuera de la trinchera sin exponer su cabeza, se
creaba un agujero en el parapeto. Podía ser simplemente un hueco entre las
bolsas de arena o podía estar protegido por una placa de acero. Los
francotiradores utilizan munición perforadora que les permitía penetrar los
agujeros, se puede utilizar una cámara infrarroja con un cable RCA conectada al
televisor.
La otra forma de mirar desde una trinchera es mediante un periscopio o cámara
de televisión. Su forma más sencilla era un tubo hueco con dos ángulos de
espejos en las partes superior e inferior. En las trincheras en donde tienen el
terreno más alto, el rifle con periscopio se desarrolló para que los pudieran
disparar al enemigo sin exponerse ellos mismos, tras el parapeto o se puede
adecuar un fusil de asalto para disparar desde el suelo. Hay tres formas
estándar de cavar una trinchera. La primera es que la persona se pusiese de pie
sobre la superficie y cavase hacia abajo. Es la más efectiva en cuanto a
velocidad, ya que permite que muchos trabajadores a la vez, pero tenía el
problema de que los trabajadores quedaban expuestos al fuego enemigo. Por eso
sólo podían usarse en la zona de retaguardia o por la noche. La segunda opción
es ampliar una trinchera existente cavando desde el extremo. Los trabajadores
no quedan expuestos, pero sólo pueden trabajar uno o dos hombres al mismo
tiempo.
Por
último, se pueden cavar túneles, en cuyo caso se mantiene un "techo"
de tierra encima de la trinchera hasta terminar el trabajo. Luego se quita el
techo y se puede ocupar la trinchera. Se puede completar 250 m de trinchera
frontal utilizando 450 hombres en 6 horas (por la noche) con picos, palas y
sacos terreros. Después la trinchera necesitaba mantenimiento continuo para
evitar el deterioro causado por el clima y las bombas. En muchos lugares, el
nivel freático está a poco más de un metro de profundidad, por lo que cualquier
trinchera que se excave se inundaría rápidamente.
Por ello,
muchas "trincheras" están realmente por encima de la tierra,
construidas a base de construcciones masivas por medio de sacos de tierra
(llenos de arcilla). En un principio, tanto el parapeto como el parado están
construidos de esta forma, pero más tarde la técnica fue abrir el parapeto en
gran parte de la línea, de forma que la retaguardia estuviese expuesta al fuego
desde la línea de reserva, en el caso de que el enemigo capturase la trinchera
frontal. La naturaleza confinada, estática y subterránea de la guerra de
trincheras se desarrolla en su peculiar forma de geografía propia. En la zona
del frente, la infraestructura convencional de transportes mediante carreteras
y rieles fue reemplazada por una serie de trincheras y el uso de vagones
ligeros.
La
ventaja crítica que supone el hecho de situarse en las zonas geográficas de
mayor altitud implica que las pequeñas colinas o elevaciones ganan una
importancia estratégica enorme. Muchos suaves valles o colinas son tan sutiles
que podrán haber pasado desapercibidos hasta que la línea del frente llegue a
establecerse en ellos. Algunas colinas se denominan mediante su altura en
metros, como la Colina 60 o son ubicadas por GPS. Una granja, un molino o el
esqueleto de un árbol se convierten en foco de lucha simplemente porque son las
características identificables del terreno más grandes. Sin embargo, no le
lleva mucho tiempo a la artillería arrasarlo, de forma que se acaba
convirtiendo en un simple nombre en un mapa.
Capítulo
III: La Guerra de Ratas.
Notas Bibliográficas
La vida en las trincheras: El tiempo que pasa un soldado en concreto en el
frente es normalmente breve; desde un día hasta dos semanas antes de ser
relevado, manteniendo la rotación. Los soldados pueden permanecer hasta 60
días, aunque eso es una rara excepción. El tiempo que dedica al año un
soldado se puede dividir de esta forma:
• 15% línea del frente
• 10% línea de apoyo
• 30% línea de reserva
• 20% resto
• 25% otros (hospital, viajando, permisos, entrenamiento, etc.)
Incluso cuando está en el frente, el soldado normalmente sólo es llamado a
luchar un puñado de veces al año: realizan un ataque, defiende la posición o
participan en una escaramuza. La frecuencia del combate será mayor en el caso
de las tropas de élite.
Algunos sectores del frente ven muy poca actividad a lo largo de la guerra,
haciendo que su vida en las trincheras sea relativamente fácil, y utilizan el
tiempo libre para entrenarse y descansar.
Un sector del frente se le asigna a un Cuerpo de Ejército, que normalmente
tiene tres divisiones, y es comandada por un General. De estas, dos ocuparían
sectores adyacentes en el frente y la tercera estaría descansando en la
retaguardia. Esto se replicaría a lo largo de la estructura del ejército de
forma que en cada división de primera línea, que normalmente tiene tres
brigadas de infantería, dos ocuparían el frente y una tercera estaría en
reserva como refuerzo. Dentro de cada brigada en la línea del frente, que
normalmente tiene cuatro batallones (regimientos en el caso de Alemania), dos
estarán en el frente y dos en la reserva. Y lo mismo ocurriría con las
compañías y los pelotones. La rotación sería más frecuente en las divisiones
más pequeñas de la estructura militar.
Durante el día, los francotiradores y los observadores de la artillería con
drones, larga vista, aviones de observación y satélites hacen que
el movimiento sea peligroso, por lo que las trincheras están normalmente en
silencio. Por ello, las trincheras están más activas durante la noche, cuando
la cobertura de la oscuridad permite el movimiento de las tropas y de los
suministros, aunque puede ser seguido por lentes termales o infrarroja;
el mantenimiento y la expansión del alambre de espino y el sistema de
trincheras, fosa antitanques llenas de petróleo y campos de minas, y el
reconocimiento de las defensas enemigas.
Los puntos de escucha en tierra de nadie intentan detectar patrullas enemigas y
partidas de trabajo, así como indicios de un posible ataque. Se llevan a cabo
escaramuzas (pequeños ataques sin intención de conquistar el terreno) con el fin
de capturar prisioneros y "botín" (cartas y otros documentos con
información sobre la unidad que ocupa la trinchera opuesta). A medida que la
guerra siga adelante, estas escaramuzas se convierten en parte de la política
general llevada a cabo, con la intención de mantener el espíritu de lucha de
las tropas, y para impedir al enemigo ocupar la tierra de nadie. Y es posible
que el coste no valga la pena.
A
comienzos de la guerra se preparan pequeños ataques por sorpresa,
particularmente, pero el incremento de la vigilancia hizo que la sorpresa fuese
difícil a medida que la guerra avance. Las operaciones en las trincheras son
ejercicios muy bien planeados, con armas combinadas, y que suponen la
cooperación entre la infantería, tanques, misiles contracarro y
artillería (obuses y morteros).
Comienza
con un bombardeo intenso de la artillería y Fuerza Aérea, con el fin de evacuar
o matar a la guarnición de la trinchera del frente, abrir senderos en los
campos minados y cortar el alambre de espino, con grupos de zapadores. Luego se
traslada el bombardeo, haciendo una especie de caja o cordón que impidiese un
contraataque contra la infantería o los tanques, asaltando las trincheras con
misiles contracarro, utilizando buldózer para limpiar las zanjas antitanque llenas
de petróleo.
La intensidad de la guerra de trincheras supone que alrededor del 3% de
los soldados mueren en batalla. Considerando que para cada hombre de
infantería en la primera línea había unos 3 soldados de apoyo (artillería,
suministros, sanidad, etc.), es muy improbable que un soldado sobreviviese a la
guerra sin haber recibido algún tipo de herida. Es más, muchos soldados fueron
heridos varias veces en el curso del servicio.
Los servicios médicos deben tener antibióticos y morfina. Heridas relativamente
pequeñas pueden ser mortales por culpa de infecciones y la gangrena, la
principal causa de muerte es la infección. La mitad de los heridos en la cabeza
murieron y sólo un 1% de los heridos en el abdomen sobreviven.
Tres
cuartas partes de las heridas ocasionadas en la guerra de ratas, proceden del
fuego de artillería y ametralladoras. Las heridas de ese tipo son normalmente
más problemáticas que una herida de bala: la herida es menos limpia y tiene más
probabilidades de infectarse. Esto triplica la probabilidad de muerte por
herida en el pecho cuando la herida es de artillería. Además, la explosión de
artillería también puede matar a través del traumatismo provocado por la onda
expansiva. Por último, las heridas físicas se añaden los daños psicológicos,
siendo muy habitual el trastorno por estrés postraumático en el caso de
personas que hubiesen soportado un bombardeo prolongado e intenso.
Las
condiciones sanitarias de las trincheras son muy pobres, y suelen haber
numerosos casos de disentería, diarrea, tifus y cólera, de ahí la importancia
de hervir el agua, cocer los alimentos y fumigar contra los mosquitos y las
ratas. Muchos soldados sufren problemas parasitarios y sus infecciones
relacionadas, por lo cual debe tenerse dosis antiparasitaria como Metrodinazol.
Además, otro caso habitual de muerte es por culpa de las temperaturas, dado que
dentro de las trincheras en invierno es habitual encontrarse bajo cero,
siendo imposible hacer fogatas, es necesario distribuir abrigos y frazadas.
El enterramiento de un muerto es un lujo que ninguno de los bandos puede
permitirse. Los cuerpos permanecen en tierra de nadie hasta que la línea del
frente se desplaza, y para entonces los cuerpos suelen estar inidentificables
devorados por las ratas y los zamuros. En algunos campos de batalla, los
cuerpos no se entierran hasta después de la guerra, y se le tiene que dar
cristiana sepultura, tanto a unos como a otros.
En varios momentos durante la guerra, sobre todo al principio, se organizan
vías oficiales para que se pudiesen recoger a los heridos en tierra de nadie y
para poder enterrar los cadáveres. Sin embargo, lo habitual es que los altos
mandos no aprobasen ningún alto en la ofensiva por razones humanitarias, y por
ello ordena a las tropas no permitir a nadie recoger los cuerpos en tierra de
nadie, al terminar la ofensiva, se tiene que acordar una tregua para recoger
los heridos y los cadáveres.
En
cualquier caso, los soldados suelen ignorar esta orden en las trincheras,
porque saben del beneficio mutuo que supone permitir esas operaciones. Con
ello, tan pronto como cesan las hostilidades, salen partidas a recoger a los
heridos, marcadas con banderas con una Cruz Roja, y a veces intercambian con
los enemigos unos heridos por otros. Hay ocasiones en las que este alto el
fuego extraoficial, se utiliza para hacer un reconocimiento o reforzar una
guarnición.
Las armas de la guerra de trincheras
Armas de
infantería: El soldado de infantería común tiene armas a su
disposición en las trincheras: el fusil, la bayoneta, ametralladora, la
escopeta, RPG, misil contra carro, mortero, mochila explosiva, mina a
distancia, mina sísmica granada de fusil y la granada.
El soldado está equipado con una espada-bayoneta de unos 53 cm (21 in),
que es demasiado larga para ser empleada, particularmente en combates cuerpo a
cuerpo. No obstante, usar la bayoneta es más seguro que disparar un fusil
en esos momentos, puesto que en una mêlée (combate cuerpo a cuerpo inesperado)
se puede herir o matar a un compañero en lugar del enemigo.
Los
registros británicos muestran que sólo el 0,3 % de las heridas son causadas por
bayonetas, aunque un ataque con bayoneta es muy probable que acabase con la
muerte del enemigo. Una carga con bayoneta podía ser efectiva para inducir el
terror en las filas enemigas y animarles a huir o a rendirse, o utilizar un
buldózer para enterrarlos vivos. Se utiliza mucho para rematar al enemigo
herido durante un avance, ahorrando munición a la vez que se reduce la
posibilidad de ser atacados desde la retaguardia. Muchos soldados prefieren un
arma tipo espada corta o incluso herramientas de construcción de trincheras
(palas) antes que la bayoneta. En ese caso afilarían el final del cuchillo para
que fuese tan efectivo como una bayoneta, mientras que su longitud más corta
los hacía más manejables en las trincheras. Estas herramientas también pueden
usarse para cavar una vez se hubiese tomado una trinchera.
Dado que
las tropas a menudo no están equipadas adecuadamente para la guerra de
trincheras, en las batallas es habitual las armas improvisadas, como
puñales de madera o mazas metálicas, así como todo tipo de cuchillos cortos e
incluso puños americanos. A medida que la guerra sigue adelante se fue
mejorando el equipamiento y se desecharon este tipo de armas improvisadas.
Las
escopetas se utilizan principalmente para herir e inutilizar a los efectivos de
la trinchera. En lugar de una única bala a gran velocidad, la escopeta dispara
un número mayor de bolas de metal llamadas perdigones. Si bien uno solo de esos
balines causa mucho menos daño que una bala de rifle, la carga estándar de un
cartucho de escopeta suele causar muchas heridas graves a corta distancia,
incrementando las posibilidades de una herida que dejase al enemigo fuera de
combate. Una escopeta cargada con cartuchos es un arma formidable a corto
alcance, por el espacio cerrado de la trinchera. Los militares estadounidenses
comenzaron a usar escopetas de cartuchos modificadas especialmente para la
guerra de trincheras, con cañones más cortos, cargadores más largos, sin
seguro, y a menudo se equipan con protectores del calor y con enganches para
bayoneta que utilizan la bayoneta M1917. Todavía existen descendientes de esta
arma, en la forma de la escopeta de combate, y su prima la escopeta
antidisturbios. También se sabe que la escopeta se emplea con cañón recortado
en los saqueos nocturnos, por su poco volumen, efectividad en el cuerpo a
cuerpo y facilidad de uso dentro de la trinchera. Sin embargo, esta práctica no
puede ser oficial, y es preferible utilizar escopetas civiles alteradas
para su nuevo uso.
La granada, por su parte, se convierte en la principal arma de la infantería en
la guerra de trincheras. Ambos bandos serán rápidos a la hora de entrenar
escuadrones especialistas en bombardeos con granas y sacos de granadas. La
granada permite al soldado atacar al enemigo sin exponerse directamente, y no
requiere la precisión del rifle para matar a un hombre.
Ametralladoras
La ametralladora es posiblemente el arma más característica de la guerra de
asedio, y debe estar camufada con la imagen de oleadas de infantería siendo
abatidas por ráfagas de balas, disparando por los lados sucesivamente
protegiéndose mutuamente, nunca disparando de frente, ya que la silueta del
blanco es menor y puede ser ubicado, destruyendo su posición. Debe haber 20
ametralladoras mediana por batallón, capaces de fuego indirecto por audífono de
fibra óptica. La ametralladora pesada es un arma de especialista, y en una
guerra de trincheras se utiliza de manera científica, con campos de fuego
calculados cuidadosamente, de forma que en el momento en que se tuviese noticia
de una explosión en el lugar exacto, se dirigiese contra el parapeto enemigo o
contra la zona de alambrada destruida. También podía emplearse como artillería
ligera, bombardeando trincheras distantes. Estas armas necesitaban un equipo de
unas ocho personas para moverlas, mantenerlas y tenerlas abastecidas de
munición.
Morteros
Los morteros son armas que lanzan proyectiles a una distancia relativamente
corta y con trayectoria en forma de parábola. Son utilizados ampliamente como
forma de atacar las trincheras frontales y cortar las alambradas en preparación
de un asalto, tiene una gran capacidad defensiva al utilizar su proyectil como
bomba de racimo en los asaltos frontales.
Se puede emplear una variedad de morteros. Los más pequeños son lanzagranadas
(Granatenwerfer) que disparan bombas de racimo. Los morteros medianos recibían
el nombre de lanzaminas (Minenwerfer), llamados "minnies". El mortero
pesado se llamaba Ladungswerfer y lanza "torpedos aéreos" que puede
tener un cohete, que evitará que el enemigo busque refugio.
Artillería
La artillería domina el campo de batalla en la guerra de trincheras, del mismo
modo que la fuerza aérea domina la guerra moderna, y tienen que actuar en la
guerra de trincheras de forma coordinada. Un ataque de infantería raramente
tiene éxito si se hace más allá de la línea que cubre su artillería de apoyo y
con tanques de cobertura. Además de disparar a la infantería enemiga, la
artillería se enzarza en batallas con el enemigo para intentar de destruir sus
baterías de cañones.
La artillería dispara principalmente bombas de fragmentación, explosivas o, más
adelante en la guerra, de gas. También se puede usar bombas incendiarias
o fósforo que hiciese arder los bosques, los soldados y las ruinas.
El tipo de artillería son de dos clases: cañones y obuses. Los cañones disparan
balas de alta velocidad sobre una trayectoria plana y a menudo se utilizan para
lanzar bombas de fragmentación y cortar la alambrada enemiga. Los obuses lanzan
el obús sobre una trayectoria alta, de forma que cayesen contra el suelo. Eran
la artillería normalmente de mayor tamaño: el obús alemán de 420 mm pesa 20 t y
puede lanzar un obús de una tonelada a una distancia de 30 km.
Una característica crítica de las piezas de artillería modernas es el mecanismo
de recarga hidráulico, que permite que el cañón no tuviese que bajarse para
recargarlo después de cada disparo. Inicialmente cada cañón necesita registrar
su objetivo con láser, lo cual alerta al enemigo del inminente ataque, si tiene
plateadores de láser.
Cascos:
Cuando la guerra entra en una fase de guerra de trincheras, el número de
heridas letales que las tropas recibían por la fragmentación se incrementó
dramáticamente. Los franceses fueron los primeros en ver la necesidad de una
mayor protección e introdujeron los cascos de acero en el verano de 1915. El
casco Adrian (diseñado por August-LouseAdrian) reemplazaba el tradicional
quepis, y fue después adoptado por los ejércitos belga e italiano.
Sin embargo, ninguno de estos diseños estándar podía proteger la cara o los
ojos. Se diseñaron protectores especiales para los artilleros, y los belgas
probaron gafas de protección para proteger los ojos. Posteriormente los
americanos reemplazaron el casco acero por el kerlav, que evita el
aturdimiento por la onda expansiva, dándole más protección a la nuca y la
frente.
Alambradas
El uso del alambre de espino es decisivo a la hora de ralentizar a la
infantería a través del campo de batalla. Sin él la infantería más rápida (o
unidades motorizadas) podría cruzar las líneas, y llegar a las bases y a la
artillería enemiga. Una vez ralentizados, es más probable que acabasen abatidos
por la artillería o por los defensores de infantería. El alambre de espino,
misiles contracarro, mina antitanque, campos de minas y la ametralladora son
los elementos que hay que vencer para poder recuperar la guerra móvil. Las
alambradas normalmente se construyen por la noche en los sectores activos del
frente.
Fuerza Aérea
La
finalidad principal de las aeronaves en la guerra de trincheras es el
reconocimiento, la observación de la artillería y el bombardeo táctico. El
papel de los cazas es proteger a las aeronaves de reconocimiento amigo y
destruir las enemigas, o al menos impedirles la libertad de movimientos. Esto
supone conseguir la superioridad aérea mediante la destrucción también de los
cazas enemigos. Las aeronaves de localización siguen la caída de las bombas
durante el registro de la artillería. Las de reconocimiento harían un mapeo de
las trincheras enemigas (primero con dibujos a mano, y más tarde con
fotografías), un seguimiento del movimiento de tropas y la localización de las
baterías de artillería enemigas para su destrucción con bombardeos. Se pueden
utilizar lanzallamas (Flammenwerfer), bombas de fósforo y de racimo, pero dado
que está tecnología está vetada su implementación, por las distintas
convenciones, su valor es dudoso por las críticas que puede levantar.
Ambos
bandos se ven envueltos en grandes competiciones de minados y contraminados. La
tierra seca está especialmente preparada para la construcción de zapas.
Sin embargo, con la ayuda de las bombas es también posible excavar en terrenos
húmedos. Debe haber compañías especialistas en tunelado, normalmente formadas
por personas que tenían experiencia civil como mineros de carbón, que
construyen túneles dentro de la tierra de nadie y debajo de las trincheras
enemigas. Estas minas se rellenan entonces de explosivos y son detonadas,
produciendo un gran cráter. Con ello se persiguen dos propósitos: destruir la
trinchera enemiga y, gracias al montículo que producía alrededor del cráter,
servir como "trinchera" cercana a la línea enemiga. Por ello, cuando
se detona una mina, los dos bandos corrían para ocupar y fortificar el cráter.
Si los mineros detectaban un túnel enemigo, normalmente cavarían un
contra-túnel, llamado camouflet, que sería detonado en un intento de destruir
el otro túnel antes de tiempo o reforzar el propio con concreto o acero.
Asimismo se realizan escaramuzas nocturnas con la finalidad expresa de destruir
los trabajos enemigos. En alguna ocasión, los túneles se encontraban y se
produce la lucha bajo tierra.
Estas actividades sirven igualmente para poder mover a las tropas sin ser
vistas. Se puede trasladar una división entera a través de túneles
interconectados sin que puedan ser observados, y se puede colocar minas
excavada bajo tierra.
Misil Contracarro:
Se puede
utilizar el misil contracarro para destruir el asalto de los buldózer o tanques
en los campos de minas o asaltar bunker o trincheras defendidos, por donde
penetrarán las fuerzas motorizadas o tanques, en su avance hacia las trincheras
de aprovisionamiento.
SAM
La trinchera se debe proteger con misiles portátiles actuando en ráfaga (20 a
30 misiles) contra los helicópteros, drones y misiles cruceros, evitando la
destrucción de las baterías SAM, que debe estar camufladas, evitar los sacos
terreros que identifica su posición y rodeadas de falsos radares para que los
AWAC, no ubiquen su posición por la emisión, después de disparar, y cambiar de
posición.
Estrategia
La guerra de trincheras se centra en dos principios fundamentales: guerra de
desgaste y batallas de ruptura. La guerra de desgaste es el procedimiento de
infligir bajas progresivamente al enemigo hasta que finalmente es incapaz de
continuar la guerra. Las batallas de ruptura buscan un enfrentamiento decisivo,
en el cual las posiciones enemigas son penetradas por las fuerzas atacantes,
explotando las fuerzas de refresco en dicha brecha (posiblemente los blindados
o fuerzas motorizadas).
Tácticas:
Las tácticas en las primeras fases de la Primera Guerra Mundial son parecidas a
las del siglo XIX, con la infantería avanzando en grupos de formaciones
compactas buscando resolver la batalla mediante la bayoneta. La aparición de
armas automáticas hizo que estas tácticas fuesen ineficaces y muy costosas.
El papel
de la artillería cambió dramáticamente durante la guerra. Originalmente los
cañones de campaña están situados con las unidades de infantería, disparando
directamente a objetivos visibles. Se desarrollaron una variedad de usos para
el fuego indirecto, incluyendo el bombardeo que buscan matar o dejar fuera de
combate a las tropas enemigas a través de la tierra de nadie, y la utilización
de bombardeos para cortar alambradas y campos de minas, con objeto de dejar el
paso libre a través del alambre de espino, impidiendo el ataque enemigo en los
campos minados.
Los bombardeos aliados se fueron sofisticando a comienzos de 1917. Se
desarrollaron dos tipos de bombardeos: en el primero, el bombardeo seguía a la
infantería siempre por delante, protegiéndola de los defensores en un ataque.
La segunda bombardeaba una "caja", dejando protegido y aislado al
interior de la misma mediante una muralla de explosiones. Estos bombardeos se
aplicaron con éxito en batallas a gran escala e incluso en escaramuzas. Otro
tipo de bombardeo se centraba en un primer objetivo, y luego se elevaba para
caer en un segundo objetivo más apartado. Sin embargo, este bombardeo
normalmente esperaba mucho de la infantería, y el resultado final solía ser que
la artillería iba más rápida que los atacantes y les dejaba sin protección.
Esto llevó al uso del bombardeo rodante, que se elevaba más frecuentemente pero
en escalones más pequeños, moviéndose tan lentamente que los atacantes podían
moverse de cerca por detrás.
La
infantería atacante en la primera parte de la guerra estaba cargada
habitualmente con herramientas de fortificación (bolsas de arena, picos, minas
y palas, así como alambre de espino). Con ello buscan fortificar las trincheras
capturadas para un contraataque.
La mayor dificultad a la que se enfrenta una fuerza de ataque en una batalla de
trincheras son las comunicaciones. La tecnología inalámbrica es avanzada, por
lo que los métodos existentes son: el teléfono, el telégrafo óptico, las
lámparas de señalización, las palomas mensajeras, los corredores, y ninguno de
ellos son del todo fiables. El teléfono, transmisores e intranet son lo más
efectivo, pero las líneas son extremadamente vulnerables a los bombardeos e
interferencia, por lo que suelen cortarse pronto en la batalla. Como forma de
luchar ante esto, las líneas de teléfono se montan en una figura en escalera,
de forma que tuviesen muchos caminos redundantes. Las bengalas y los cohetes se
usan para señalizar que se había alcanzado un objetivo, o para solicitar un
apoyo de artillería que ya había sido previsto de antemano.
No es inusual que un comandante de batallón o de brigada tiene que esperar dos
o tres horas para conocer algo del proceso de un ataque, y para entonces
cualquier decisión basada en el mensaje estaría probablemente ya desfasada.
También pasaría un período similar para transmitir las noticias a una división
y el centro de mando. Consecuentemente, el resultado de muchas batallas de
trincheras la deciden los comandantes de las compañías o de los
batallones, con las decisiones que toman en el mismo momento de la lucha,
de ahí la importancia de los transmisores o sistema de intranet, y evitar
en lo posible su interferencia.
El método
implica a hombres lanzándose al ataque en pequeños grupos, usando cualquier
cobertura que hubiese a su disposición, y desplegando fuego de cobertura para
otros grupos de la misma unidad a medida que avanzaban. Las nuevas tácticas
(que pretendían conseguir la sorpresa acabando con posiciones enemigas
atrincheradas) debían dejar de lado los puntos fuertes y atacar los puntos más
débiles de la línea enemiga. Adicionalmente, se dieron cuenta de la inutilidad
de crear un gran y detallado plan de operaciones desde la distancia, optando en
su lugar por emplazar a oficiales jóvenes en el lugar para que ejercitasen su
iniciativa, después de un cuidadoso reconocimiento.
Es preferible introducir unidades el pelotón o la sección, como resultado
de su experiencia en la batalla, y el énfasis se trasladó desde la compañía
(150-200 hombres) como unidad básica de maniobra al pelotón de aproximadamente
unos diez hombres, armados de granadas, subametralladoras, RPG, pistolas, etc.
El uso más exitoso de las nuevas tácticas de infantería combinadas con los
nuevos procedimientos de artillería permite la ruptura de la trinchera.
Se puede
aplicar como lo que se conoce como tácticas de fuerzas combinadas, incorporando
la cooperación entre infantería, artillería, ametralladoras, misiles
contracarro, carros armados, blindados y aviación, usando la comunicación sin
cañones en algunos casos y utilizando pequeños grupos de hombres como unidad
táctica básica para las maniobras, pero en su uso lleva tiempo entrenarse en
ella.
Entre las dos guerras mundiales, estas técnicas sirvieron para que J.F.C.
Fuller y B.H. LiddellHart desarrollaran teorías sobre un nuevo tipo de guerra.
Estas ideas también las desarrollaron los alemanes, y las pusieron en práctica
en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Las nuevas tácticas abrieron
asimismo el paso para el éxito de la guerra táctica en 1939-1945, y el enfoque
en pequeños equipos semiautónomos ejercitando su propia iniciativa en el campo
de batalla, y que predominan en la guerra moderna.
El atrincheramiento es un método valioso para reforzar los obstáculos naturales
en las líneas de defensa. El atrincheramiento permite sobrevivir al
bombardeo de la concentración de artillería y bombardeo aéreo, las ligeras
unidades rebeldes libias y mercenarias, y los bombardeos quirúrgicos de la OTAN
no hubieran quebrado las fortificaciones libias si las hubieran aplicado
correctamente y también permitiría infligir bajas a los rebeldes, gracias
al desierto, pudiendo conquistar un espacio de dispersión geoestratégica en las
montañas de Chad, Níger y Malí, solo se puede romper un sistema de trincheras
con bombardeos pesados, que no podía utilizar la OTAN en Libia, por violar la
resolución de la ONU.
La guerra
de trincheras volvió a aparecer en algunos momentos posteriores de la Guerra de
Corea (1950-1953) y en algunos lugares y combates de la Guerra de Vietnam
(1964-1975). El ejemplo más citado de la guerra de trincheras posterior a la
Primera Guerra Mundial es: la Guerra Irán-Iraq, en donde ambos ejércitos tenían
un gran número de infantería con pequeñas armas modernas, pero muy poco
blindaje, aviación y entrenamiento en armas combinadas. El resultado fue muy
parecido a la Primera Guerra Mundial, con la utilización de trincheras y de
armas químicas.
El frente
en Corea y las líneas frontales entre Pakistán e India en Cachemira son dos
ejemplos de líneas de demarcación formadas mediante kilómetros de trincheras
uniendo puestos fortificados (y en el caso de Corea, rodeadas por millones de
minas terrestres).
Capítulo IV: El Asalto de
Trípoli.
El Estado Mayor de Francia y el del Reino Unido se repartieron el control de
las aguas territoriales de Libia por parte de sus submarinos un mes antes de la
intervención de la OTAN contra ese país, o sea desde el comienzo de los
incidentes en Benghasi. Operaban 4 submarinos nucleares de ataque (SNA), que
fueron desplegados frente a las costas de Libia durante la operación «Protector
Unificado». Uno de ellos realizó al parecer varias misiones de inteligencia
desde finales de febrero, al lanzar comandos y escuchar las conversaciones por
celular (1).
Mientras que las Fuerzas
Especiales de Arabia Saudita fueron desplegadas en Cirenaica, y asesoraban a
los rebeldes en su objetivo de controlar la provincia, colaboraban con las
Fuerzas Especiales de Francia, Reino Unido y de Italia, que operaban desde el
17 de Febrero de 2011, posteriormente participan activamente como asesores y
fuerza de asalto, dada la inexperiencia de los rebeldes, las Fuerzas Especiales
de Egipto, Jordania y Qatar. Su despliegue no era en respuesta a la masacre del
15 de febrero (durante la manifestación de los nasseristas y de los marxistas a
favor de una Constitución) sino que acompañó la manifestación del 17 de febrero
(la de los senussis contra las caricaturas de Mahoma).
Una de las tres principales
razones de la rebelión en Bengasi y la llamada de los 61 líderes de las tribus
contra Gaddafi era la creencia en el hecho de que Gaddafi fue el patrocinador
secreto de las caricaturas de Mahoma, argumento esgrimido por los yihhadistas
en contra de los nacionalistas libios. La manifestación del 17 de febrero
celebraba la memoria de los militantes islámicos muertos por la policía durante
una manifestación previa en contra de las caricaturas de Mahoma en el consulado
danés. En aquella época los europeos agradecieron a Libia por defender el
consulado de Dinamarca de acuerdo con la Convención de Viena.
La carencia de un sistema de
alerta temprana AWAC y radar, facilitó las labores de inteligencia y de comando
de las Fuerzas Especiales extranjeras; ya que los libios no poseían en
Cirenaica de una red de inteligencia que le permitiera seguir el rastro de los
comandos enemigos, ya que sus servicios de contraespionaje fue destruido
durante la revuelta, ni de las Fuerzas Especiales que pudieran reconocer y liquidar
al enemigo invasor; ya que la mayoría de sus fuerzas estaban ocupadas en
reprimir las manifestaciones, solo infiltrando agentes como informante, podían
liquidar a los asesores extranjeros.
Estas son las razones para
un ataque preventivo a la Task Force, a principio de Marzo, lo que le hubiera
permitido tomar Bengasi y Misurata ante que reuniera las 21 unidades de
superficie y 5 submarinos para ejecutar el Operativo de Bloqueo a las
costas libias;
Odisea al Amanecer, permitiéndole extender su dominio a la Sierra
de Tibesti (en Chad, construyendo un baluarte alpino, inmune a los bombardeos)
Malí y Níger (se invadiría con la ayuda de los Tuareg, que apoyaban a Said al Islam, por la
alianza que estableció su padre con ellos), rompiendo el bloque de las fuerzas
de la OTAN, y dispondría de una zona de dispersión y profundidad
estratégica, que permitiría reunir recursos y voluntarios de la zona de
influencia Libia, que apoyarían la guerra de desgaste.
Sólo la ciudad de Misurata,
a mediados de Abril del 2011, resiste a las fuerzas leales, que han intentado
en varias ocasiones ocuparla sin conseguirlo, fingiendo retiradas
pero acosándola constantemente. El puerto ha sido minado para impedir
toda ayuda exterior y los depósitos de combustible atacados.
La OTAN ha variado sus
ataques en función de la situación política y sobre el terreno, frenando los
avances de las fuerzas blindadas gadafistas con ataque puntuales,
castigando zonas de Trípoli, ocasionando la muerte del hijo pequeño de Gadafi,
el ataque se realizó contra las instalaciones de mando y control de Bab
al Azizya. Varios centros mando, control e inteligencia han sido atacados.
Fuerzas gadafistas incursionaron en Túnez persiguiendo a bandas rebeldes que se
habían hecho con el control de algunos pasos fronterizos, lo que promovió la
protesta de Túnez, que le daba protección, y el aviso del Reino Unido de la
posibilidad de enviar tropas terrestres a dicha zona, los gadafistas debieron
perseguir a las bandas armadas en Túnez, obligando a los franceses y británicos
a enviar fuerzas, perdiendo el gobierno tunecino cualquier legitimidad y
desgastando a las fuerzas de la OTAN, presentando el conflicto entre Occidente
y el Islam, aumentando su apoyo.
El 23 de abril vio el empleo de UAS para misiones de ataque. Un MQ-9 Predator
de la USAF atacó en las proximidades de Misurata un lanzacohete. Al día
siguiente otro Predator destruyó un lanzador SAM SA-8 en Trípoli. Utilizando
los drones para ataques a objetivos altamente protegidos, si destruían al
UAS, no habría bajas que lamentar (2).
El 29 de Abril la Task Force
detecta pequeñas embarcaciones, que realizaban minado en las proximidades
de Misurata. Las minas se colocaban a unos 2 ó 3 kilómetros de la costa,
y eran llevadas en lanchas infladles que se hundían para colocarla en posición.
Varios dragaminas y cazaminas de la OTAN se pusieron en marcha para
limpiar la zona, habiendo destruido varias minas para el 2 de mayo. Entre los
buques más activo se encontraban el cazaminas británico HMS
Brocklesby y el holandés HNLMS Haarlem (3).
En una entrevista concedida el 31 de octubre de 2011 a Radio de Canadá, el
teniente general Charles Bouchard, quien fungió como comandante de la Operación
Protector Unificado contra Libia, reveló que en el cuartel general de la OTAN
en Nápoles se había creado un grupo de análisis cuya misión consistía en
estudiar lo que estaba sucediendo en el terreno, o sea los movimientos del
ejército libio y los de los «rebeldes».
El mencionado grupo de
análisis se nutría de la información que le proporcionaban redes creadas con
ese fin. «Los datos venían de muchas fuentes, como los medios de difusión que
se hallaban en tierra y nos proporcionaban mucha información sobre las
intenciones y la localización de las fuerzas terrestres», declaró el general de
la OTAN.
Poco antes de la caída de Trípoli, el periodista Thierry Meyssan escandalizó a
la opinión pública internacional al señalar que la mayoría de los periodistas
occidentales que se alojaban en el hotel Rixos eran agentes de la OTAN. Meyssan
denunció específicamente a los equipos de AP, BBC, CNN y Fox, aunque también
colaboraron los de la televisora Tele Sur (4).
El reconocimiento aéreo es
una de las misiones claves del grupo aéreo, en Libia el Jefe de la Flotilla 12F
Charle de Gaulle comentó: “Habitualmente lanzamos dos misiones de
reconocimiento por día, una de noche. Cada misión la llevan a cabo dos aviones
equipados con un PodReco NG, cuatro misiles aire-aire Mica y dos depósitos
lanzables. Durante el vuelo se fotografían docenas de objetivos. El pod está
automatizado al máximo y nuestras avanzadas herramientas para la planificación
de misiones nos permiten programar el sistema antes del vuelo. Durante la
salida, se hace todo lo posible por minimizar la carga de trabajo del piloto y
pod automáticamente dirige sus sensores principales a las áreas de interés.
Como consecuencia, podemos cubrir zonas de gran extensión en tiempo limitado,
mientras nos concentramos en la situación tácticas y las amenazas
superficie-aire y aire-aire. También disponemos de un modo para cubrir blancos
de oportunidad que resulta ideal en determinada circunstancias” (5).
La estrategia de la OTAN era
destruir los puestos de Mando, Control e Inteligencia, depósitos de combustible
y municiones, estaciones de radar, pick-up, SAM, almacenes e
instalaciones de comunicaciones. Se podía contrarrestar con altamente
C&C móviles en camionetas civiles, los depósitos de combustibles y
municiones podían ser distribuidos en pequeñas cantidades en lugares
seguro de manera secreta, las estaciones de radar podían ser disfrazadas y se
utilizaría magnetrones que confundieran su señal, las instalaciones de
comunicaciones podían ser suplida con ordenanzas motorizados y los bombardeos
podían ser confundidos con vehículos de plástico y anime.
En la noche del 7 al 8 de mayo, la fragata francesa Coubert abrió fuego de
cañón contra unas baterías de lanzacohetes en la costa que atacaban Misurata.
El 12 de mayo tuvo lugar un enfrentamiento naval entre buques de la OTAN y
pequeñas lanchas del bando de Gadafi, que intentaba atacar el puerto de
Misurata.
Ese día, mientras realizaban tareas de embargo, varios buques de la OTAN
participaron en la defensa coordinada contra el intento de ataque de las
lancha. En torno a las 2 a.m., la fragata canadiense HMCS Charlottetown, junto
al destructor británico HMS Liverpool, y la fragata francesa atacaron con fuego
de cañón a un grupo de lanchas rápidas. Estas huyeron ante el fuego de
los barcos, cubiertas por fuego de cañones AA y de artillería desde la costa
contra los buques aliados. Ningún buque aliado fue alcanzado. Ese día coincidió
con una ofensiva de los rebeldes en el cerco de la ciudad, que terminó con la
ocupación del aeropuerto (6).
Se tenía que sembrar de minas submarinas las aguas de Misurata, sirviendo de
señuelo a las fragatas y destructores de la OTAN, atacando a los buques
enemigos al intentar limpiar el paso de los mercante con decenas de lanchas de
fibra de vidrio con cuatro motores fuera de borda, lanza cohete RPG, misiles
contra carro, ametralladora, lanchas explosiva, torpedos ligeros y misiles
SA-7; bajo la protección de la artillería y los SAM, que se utilizarían como
misiles navales.
El fracaso en tomar por asalto a Misurata, permitió que los rebeldes se
reorganizarán, y escaparán de la ciudad, tomando su periferia, cortando las
comunicaciones entre Brega y Trípoli, obligando a los gadafista a retirarse de
Libia central, de lo contrario serían cercados por el Este por las fuerzas que
venían de Bengasi, por la costa la TaskForce y a sus espaldas las Milicias de
Misurata, preparando el asedio de Trípoli.
Tras la toma de la
importante ciudad petrolera de Brega el día 20 de agosto sin apenas
resistencia, y la toma por los rebeldes de las estratégicas ciudades de Zauiya
y Zlitan estrechó el cerco sobre la capital. Mustafa Abdul Jalil, líder del CNT
llamó a la «última batalla» en Trípoli, donde en la madrugada del 21 se
produjeron levantamientos rebeldes en algunos barrios y en la base aérea de
Matica que pasaron a manos de los rebeldes.
El general AlbarraniShkal,
el gobernador militar de Trípoli, fue reclutado en secreto por la CIA, a través
de ChoukriGhanem, en mayo del 2011. Permaneció en su puesto y se encargó de
desmovilizar a 3,800 combatientes de su guardia, abriendo las puertas de
la capital a las tropas extranjeras durante la operación Sirenas, el 20 de
agosto de 2011, traicionando así la defensa de la capital, Trípoli, frente a
las fuerzas invasoras, permitiendo la entrada de los insurgentes, confundiendo
a los gadafista con un video producido en Qatar, donde habían tomado la Plaza
Verde: ya que la TaskForce no podía continuar por falta de recursos en el
Mediterráneo Central, la acción fue parecida a la Operación
Libertad para Iraq, que tomaría Bagdad, se hubiera evitado el asalto de Troya
con comisarios políticos que supervisarán las ordenes diariamente de los
generales, e inspectores del Ejército que verificarán su
cumplimiento (7).
Las fuerzas rebeldes llegaron a la ciudad capital de Trípoli desde diferentes
direcciones, una parte llegó por mar desde la ciudad rebelde de Misrata y otro
importante contingente llegó desde las montañas de Nefusa, en el oeste, tomando
el control de un cuartel situado en el “kilómetro 27”, incautándose de armas y
de municiones. Este cuartel era el obstáculo más importante en la ruta a
Trípoli.
El 22 de agosto, algunas fuentes dijeron que el 95% de Trípoli estaba en manos
de los rebeldes llegados del oeste, quedando algunos focos de resistencia,
especialmente en torno al complejo de Bab al-Azizia, bombardeado por fuerzas de
la OTAN en apoyo al avance rebelde. En los combates podrían haber perdido la
vida 1.300 combatientes según algunas fuentes; además dirigentes del CNT
anunciaron la captura de dos hijos del dictador, para desmoralizar a los defensores,
noticia que resultó falsa: Saif al Islam Gadafi, reclamado por la Corte Penal
Internacional, y Al-Saadi el Gadafi, en tanto el primogénito, Mohammad Gadafi,
se entregó a los rebeldes ofreciendo a continuación una entrevista a la cadena
de televisión Al Jazeera.
En la mañana del 22 de
agosto tanques de guerra de las fuerzas leales a Gadafi salieron del complejo
de Bab al-Azizia disparando contra las fuerzas rebeldes que rodean el complejo;
los combates se extendieron por la calle de Al Sarine (adyacente al complejo) y
por la zona del puerto de la ciudad; al final de la jornada los rebeldes habían
logrado controlar la zona costera de la ciudad, mientras en el sur los soldados
sobrevivientes de las fuerzas de Gadafi adoptaban tácticas de guerrilla, y hacían
aparición los francotiradores en otras partes de la ciudad; los
militares gadafistas actuaban como rebeldes, para luego abrir fuego
contra los civiles o los periodistas, que actuaban como agitadores políticos de
los rebeldes.
En la noche del lunes la
OTAN lanzó un bombardeo contra el complejo de Bab al-Azizia mientras los
rebeldes lo atacaban desde tierra en un esfuerzo para tomar o destruir el
último reducto importante de resistencia gadafista y terminar la batalla por la
capital. La euforia que se vivió en Bengasi y los barrios liberados de
Trípoli lo que parecía un rápido desmoronamiento del régimen, se vio enturbiada
por la comparecencia en la noche del día 22 de deSaif al Islam ante los medios
de prensa y un centenar de sus seguidores, desmintiendo la anunciada captura y
llamando a proseguir la lucha, en tanto la batalla continuaba en Trípoli.
La proximidad de la caída
del régimen gadafista originó nuevos motivos de preocupación para las
autoridades rebeldes, al confirmarse actos de represalia indiscriminada, como
la ejecución sumaria de 34 civiles, entre ellos varias mujeres, en Garian, al
noroeste de Libia, denunciada por portavoces del régimen gadafista.
Mustafa Abdul Jalil, líder del CNT, declaró sentirse «inquieto» ante
determinadas acciones de sus hombres, llegando a sugerir que podría dimitir de
persistir tales acciones.
Es común las ejecuciones
masivas de gadafistas por las milicias rebeldes, saqueo de su domicilio, el
arresto de los simpatizantes e inmigrantes, que son torturados y ejecutados; lo
que aumentó la defensa y preparó el camino para la guerra resistencia, tanto
Amnistía Internacional como Human RightsWatch y la Comisión de Derechos Humanos
de la ONU pudieron constatar actos de represalia, torturas y saqueos
protagonizados por fuerzas rebeldes, al parecer incontroladas, y llamaron la
atención sobre la situación de los subsaharinos en Libia, puestos en el punto
de mira de los rebeldes por las denuncias, nunca confirmadas, de que el régimen
de Gadafi los estaba utilizando como mercenarios.
”Los cuerpos ejecutados de
267 partidarios del ex líder de Libia, Muamar Gadafi, fueron encontrados en la
ciudad de Sirte y sus alrededores, informó la víspera la Cruz Roja
Internacional. Según el informe, la mayoría de los enterrados recibieron un
disparo en la cabeza. La televisión local dijo que los cuerpos de los muertos
antes de ser enterrados fueron contados y fotografiados por las autoridades que
mostraran las fotos a los familiares de los ejecutados. El Consejo Nacional de
Transición (CNT) de Libia declaró que realizará una investigación en relación
con el terrible descubrimiento y sancionará a los responsables de la ejecución
en masa” (8), cosa que nunca sucedió.
En la mañana del 23 de agosto las fuerzas rebeldes se lanzaron al asalto del
complejo de Bab al-Azizia iniciando violentos combates con los defensores
gadafistas del reducto; los soldados leales a Gadafi opusieron gran
resistencia, e incluso lograron en un primer momento repeler el primer gran
asalto contra una de las puertas de la enorme residencia, pero finalmente
después de varias horas de combates muchos de ellos tuvieron que entregar las
armas, y fueron ejecutados.
El momento decisivo se produjo cuando los asaltantes rebeldes tiraron abajo las
murallas de cemento del complejo e ingresaron a él en medio de un nutrido
tiroteo en lo que un corresponsal de guerra presente calificó de "escena
increíble"; los rebeldes continuaron avanzando, atravesaron una tercera
puerta y llegaron a un edificio que es considerado la vivienda de Gadafi, donde
ondearon la bandera rebelde. Cientos de rebeldes y civiles entraron al complejo
y comenzaron a apoderarse de todo el material de guerra que estaba en manos de
los gadafistas y a saquear las residencias y edificios del complejo; incluso se
vieron rebeldes paseando en los vehículos que eran de Gadafi.
Las imágenes de televisión mostraron a los rebeldes corriendo por los jardines
del enorme complejo y gritando de alegría por la caída del baluarte, y algunos
de ellos destruyeron una estatua de bronce de Gadafi y otros posaron montados
arriba de la simbólica estatua que conmemoraba el ataque estadounidense de 1986
y en la que Gadafi acostumbraba dar sus discursos; aunque también se siguen
escuchando tiroteos dentro del complejo por algunos francotiradores gadafistas
que siguen disparando a los rebeldes dentro de Bab al-Azizia.
Los rebeldes registraron todas las edificaciones buscando a Gadafi pero no
pudieron encontrarlo haciendo evidente que huyó de allí en algún momento desde
el inicio de la batalla por la capital; por lo que aunque la conquista del
complejo es un golpe crucial dentro de esta batalla, no significará el fin de
la resistencia de Gadafi y por lo tanto de la guerra. De hecho las fuerzas
leales a Gadafi siguen repeliendo a las fuerzas rebeldes con fuego de armamento
pesado, como morteros y obuses, en algunas zonas de Trípoli como la Plaza Verde
(rebautizada por los rebeldes como Plaza de los Mártires) donde caen
proyectiles dirigidos contra los rebeldes allí posicionados; mientras en el barrio
de Al-Mansoura los rebeldes y los gadafistas libran violentos combates por el
control de ese distrito capitalino.
Mientras en otras ciudades
cercanas a Trípoli también se sigue luchando; los rebeldes lograron conquistar
la estratégica ciudad costera de BinDshawad en sangrientos combates en los que
hubo 700 muertos. BinDshawad está a sólo 30 kilómetros de la ciudad natal de
Gadafi, Sirte, donde éste podría haberse escondido; y en la propia Sirte
también hay combates así como en Shaba y Zaura. Se reporta que las tropas de
Gadafi "están luchando violentamente para mantener el control sobre el
acceso costero entre Bisher, a 20 kilómetros al oeste de Brega, y Bani Walid,
al suroeste de Misrata, y para preservar la libertad de movimientos desde
Trípoli a Shaba", de acuerdo a un portavoz militar de la OTAN.
Además de tanques de guerra,
las fuerzas rebeldes que se agrupan en las cercanías de Sirte también disponen
de lanzaderas de misiles Grad, otros armamentos pesados y abundancia de armas
ligeras; sin embargo los rebeldes aún confían en las negociaciones para obtener
una rendición pacífica y evitar la batalla, aunque también afirman que las
fuerzas gadafistas de Sirte están obligando a los civiles a unírseles para
pelear con los rebeldes y que ejecutaron a 45 de sus propios soldados que se
negaban a seguir luchando por una causa perdida.
El 1 de septiembre el coronel libio Muamar el Gadafi dijo que "todas las
tribus libias" están armadas, y les pidió que continúen la “lucha dura y
violenta y tiendan emboscadas a los agentes (los rebeldes)”, en un discurso
transmitido por la televisión por satélite siria “Al Rai”.En su alocución,
interrumpida súbitamente sin previo aviso, explicó que las tribus de Sirte y
Bani Walid -dos regiones aún en manos de gadafistas- “están armadas y no podrán
ser sometidas”, reseñó Efe.
MuamarGadaffi el paradero se desconoce, afirmó el jueves que “no se
rendirá” y “continuará su combate”, partes de un mensaje audio difundido por
escrito en la pantalla por el canal de televisión Al Rai. Gadafi exhortó
también a sus partidarios a "continuar la resistencia", al considerar
que hay “divergencias” entre los rebeldes y la OTAN.-“Incluso si ustedes no
escuchan mi voz, continúen la resistencia”, añadió a la cadena, que anunció que
el mensaje de audio sería difundido posteriormente. “Hay divergencias entre la
Alianza de la agresión y sus agentes rebeldes”, añadió según la cadena, con
sede en Damasco.
Bibliografía
(1) http://www.voltairenet.org/article171909.html.
“Libia: fuerzas de la OTAN ya estaban desplegadas desde mediados de febrero”.
Red Voltaire | 16 de noviembre de 2011.
(2) “Operaciones contra Libia”. FAM: Fuerzas Militares del Mundo. Edita
IkonoPress. N• 106. Año IX. Madrid. 2011. p 6-9.
(3) Idem. “Operaciones contra Libia”. FAM: Fuerzas Militares del Mundo. Edita
IkonoPress. N• 106. Año IX. Madrid. 2011. p 6-9.
(4) http://www.voltairenet.org/article171848.html
“El general Bouchard reconoce que informantes de la OTAN en Libia eran
periodistas” Red Voltaire | 8 de noviembre de 2011.ejecutados de partidarios de
Muamar Gadafi”. Red Voltaire | 28 de octubre de 2011.
(5) Henri-Pierre Grolleau. “El portaviones Chales de Gaulle en combate”.
Revista: Fuerza Aérea. Editora Susana Cadena. Madrid. N• 141. pp 38.
(6)
La
Guerra de Asedio
Al rodear la ciudad se
interrumpirá sus comunicaciones y abastecimientos, después de dar una tregua
para que los civiles y heridos sean evacuados a un lugar seguro, las Fuerzas
Especiales deben infiltrarse en la ciudad, utilizando helicópteros, uniformes
enemigos o saboteadores; y capturar o liquidar a los mandos altos y
medios, que dirigen la defensa, suavizando la resistencia de la ciudad.
Las Fuerzas Especiales deben
actuar de noche coordinadamente con la artillería y la aviación,
dificultando la defensa del sitiado, para que esta distraigan al enemigo
mientras los comandos concrete sus ataques a los puestos de control enemigo,
pueden utilizar operaciones helitransportadas o motorizadas, retirándose
rápidamente de la ciudad, que debe ser monitoreada por sectores por los drones,
para saber el movimiento de civiles y tropas enemigas, que previene el
contraataque.
Las tropas sitiadoras tienen
que tomar los grandes ejes de las avenidas. Al bombardear los depósitos de
agua, alimento, municiones, comando de control e inteligencia, estaciones de
radio y televisión, y comunicación, destruyéndolos con artillería o bombardeos
aéreos de precisión. Los bombardeos nocturnos a los sitios administrativos y
políticos, hasta lograr su destrucción. Las tropas enemigas confiarán en
desestabilizar a los soldados invasores utilizando táctica de guerrilla o
luchar casa por casa.
Los combates urbanos con los
defensores, es preciso emplear obuses y artillería pesada contra
edificios de todo tipo. Por su parte, los defensores atacarán con granadas,
artillería, misiles contracarro y RPG; desde los tejados y ventanas; para
contrarrestarlo recurrirá a las ametralladoras pesadas destinadas a
"barrer" las ventanas y puertas de los edificios, así como a los
ataques con cohetes “Grad” sobre las azoteas de los edificios más altos donde
pueden apuntar los cañones a los tanques.
Destrucción por ataque aéreo
y artillero de depósitos de alimentos, represa de almacenamiento de agua,
municiones, usinas eléctricas, túneles de abastecimientos etc. Utilizando para
su control y verificación drones y aviones de reconocimiento aéreos, la falta
de abastecimientos facilitará la aniquilación de los sitiados. Es necesario
establecer caminos de comunicación entre las distintas fuerzas sitiadoras.
Los edificios y casas de la
ciudad que sean foco de resistencia serán abatidos por la artillería pesada.
Los defensores sembrarán la ciudad de trampas explosivas, los primeros en
atacar serán excavadoras acorazadas (muy eficaces para la extracción de minas
como para abatir cualquier obstáculos que entorpeciera el avance), escoltados
por helicópteros de combate, seguidos de los tanques y vehículos motorizados e
infantería.
La limpieza de combatientes,
se utiliza la táctica de avanzar por las calles, dividiendo la ciudad en
cuadrículas, que evitará el contraataque enemigo, no se utilizará las
autopistas las cuales por su amplitud, expone a los sitiadores a ataques
y emboscadas, por este motivo se desarrolla técnicas de combate en espacios
cerrados: mediante granadas, misiles contracarros o RPG, rompiendo las paredes
de los inmuebles para avanzar de un edificio a otro, evitando las calles. Estas
tácticas exigen a los soldados enfrascarse en combates a muy corta distancia y
obligaron a que la población civil se refugiase en los sótanos o Metro.
El enemigo sitiado debe ser
perseguido tenazmente por la artillería, hasta que la situación se vea
crítica sin refuerzos externos, escasez de armas, municiones y suministros
médicos. Los ejércitos sitiadores deben coordinar su actuación para evitar el
mortal “fuego amigo”.
Deben tomarse los lugares administrativos, plazas y sitios de valor
psicológico, que rompa la resistencia del adversario, demostrándole la
inutilidad de la lucha, lo que facilitará su rendición al verse rodeado,
respetando el Derecho de Guerra del vencido al tratarlo como prisionero de
guerra, desistiendo cualquier intento lucha suicida.
(7)http://www.voltairenet.org/article173987.html. “Ajuste de cuentas libios en
Europa” Red Voltaire | 3 de mayo de 2012.
El cuerpo sin vida de
ChoukriGhanem (o ShukriGhanem), ex ministro del Petróleo de la república Árabe
de Libia (durante el gobierno de Gaddafi), ha sido encontrado ahogado y
flotando en el río Danubio, el 29 de abril de 2012, se presume asesinato, ya
que tenía varias semanas perdido. El Sr. Ghanem había traicionado a su país en
mayo de 2011 y se pasó al bando de los rebeldes y de la OTAN. Desde entonces,
vivía cómodamente entre Viena (Austria) y Londres (Inglaterra) bajo la
protección de la Alianza Atlántica (OTAN), a pesar de que la nueva Libia había
puesto querella contra él y una orden de arresto internacional contra su
persona, por corrupción administrativa. La policía austriaca no encontró
rastros o signos de violencia en el cadáver y ha concluido que fue una muerte
natural del bañista por ahogamiento, en las heladas aguas del río, y habría
sido el enlace que reclutó para la CIA al general AlbarraniShkal, ex gobernador
militar de Trípoli, que fue asesinado el 2 de mayo de 2012, en Libia, por la
Resistencia.
(8) http://www.voltairenet.org/article171786.html.
“En Libia descubren 267 cuerpos ejecutados de partidarios de Muamar Gadafi”.
Red Voltaire | 28 de octubre de 2011.
Capítulo V: La Muerte del
Caudillo.
En el frente de Sirte la
situación permanecía tranquila, tras la retirada de los gadafista de
Trípoli, ya que se mantiene una pausa en los combates que dispusieron los
líderes de la rebelión, para dar una oportunidad a las negociaciones de paz con
los líderes de las tribus de Sirte. Incluso el gobierno rebelde prorrogó el
plazo del ultimátum para que los jefes tribales entreguen la ciudad
pacíficamente o tengan que enfrentarse a un masivo ataque de las fuerzas
rebeldes que rodean Sirte; ahora tienen hasta el 10 de septiembre para
entregar la ciudad a los rebeldes o enfrentar una batalla urbana por su
control. De acuerdo a los rebeldes, los líderes tribales (que cruzan las líneas
del frente para negociar en persona con los oficiales rebeldes) comparten el
objetivo de evitar el derramamiento de sangre, pero tienen problemas para
convencer a los militares gadafistas que defienden Sirte de que se
rindan.
Por eso los portavoces
rebeldes, insisten en que el obstáculo para el fin definitivo de la guerra, es
el empeño de algunas unidades sobrevivientes del Ejército gadafista de seguir
resistiendo hasta el final. También los rebeldes negocian con los jefes
tribales de la ciudad de Bani Walid para que entreguen y arresten a los
Gadafi; y lo pongan a disposición de las fuerzas rebeldes, ya que informaciones
de inteligencia recientes les hacen creer que Gadafi se ha refugiado en esa
pequeña ciudad desértica cercana a Trípoli y que ha establecido su cuartel
general allí, cosa que es un error por el pequeño tamaño de la ciudad. Los
portavoces rebeldes han dicho que no pueden atacar esa ciudad porque muchos de
sus hombres que vienen de Bengasi y Zintan son originarios de ella, y tendrían
problemas para atacar su propia ciudad de origen.
Por su parte la OTAN sigue
bombardeando objetivos militares gadafistas en Sirte y Bani Walid,
debilitando la capacidad de las fuerzas leales a Gadafi. El 9 de septiembre por
la tarde, faltando pocas horas para que concluya el ultimátum para la rendición
pacífica de los reductos leales a Gadafi, se produjeron violentos combates
entre las fuerzas rebeldes y los defensores gadafistas de Bani Walid y Sirte.
Los mandos militares rebeldes afirmaron que los combates en Bani Walid se
iniciaron luego que los gadafistas atacaran las posiciones rebeldes alrededor
de la ciudad, lanzando cohetes desde el interior de Bani Walid; eso ocurrió
horas después de que un bombardeo de la OTAN hubiera destruido una lanzadera de
misiles de los leales a Gadafi en esa población.
En respuesta al bombardeo de sus posiciones por cohetes gadafistas, los
rebeldes lanzaron a sus fuerzas al asalto de Bani Walid; las unidades de
vanguardia rebeldes avanzaron desde el este y el sur por las carreteras de
Trípoli y Misrata para limpiar de gadafistas las entradas norte, este y sur de
la ciudad. Los rebeldes encontraron una fuerte resistencia de los gadafistas,
que repelieron con fusiles de asalto y cohetes su avance; también actuaron muchos
francotiradores gadafistas apostados en casas y edificios. Aún así los rebeldes
lograron adentrarse más de un kilómetro en el interior de la ciudad; y por la
noche se informaba que los rebeldes peleaban con los gadafistas a dos
kilómetros del centro de Bani Walid. En los combates hubo reportes de muertos y
heridos en ambos bandos, y los rebeldes lograron hacer prisioneros a varios
gadafistas.
Los rebeldes calculan en 600
la cantidad de hombres que tienen las fuerzas gadafistas dentro de Bani Salid,
lo que hacr imposible la defensa. Mientras tanto en el frente de Sirte, los
gadafistas atacaron a las fuerzas rebeldes que intentaban apoderarse de una
aldea casi deshabitada ubicada 90 kilómetros al este de Sirte, en la zona
conocida como el "el valle rojo"; los gadafistas atrincherados en una
zona de grandes dunas intentaron frenar el avance rebelde con disparos de
misiles Grad, cohetes de mortero y baterías antiaéreas, desatando una batalla.
El 10 de septiembre continuaban los sangrientos combates por Bani Walid; los
rebeldes habían logrado llegar a sólo 500 metros del centro de la ciudad, donde
peleaban con los defensores gadafistas, que mantenían una tenaz resistencia. El
general rebelde DawDejek se reunió con periodistas extranjeros a 3 kilómetros
al norte del acceso a la ciudad (en días pasados los rebeldes sólo podían
llevar a los periodistas a decenas de kilómetros de Bani Walid, lo que
evidencia el avance rebelde), y allí les informó que sus hombres habían
liberado el zoco de la ciudad y expulsado a los combatientes gadafistas, que
estaban muy bien adiestrados y disciplinados en el combate.
El general se mostró optimista de tomar el resto de la ciudad dentro de poco.
Las columnas rebeldes entraron a la ciudad desde tres frentes: desde el norte
con las tropas rebeldes provenientes de Trípoli, y desde el este y el sur
(donde los gadafistas tienen mayor capacidad defensiva) con los batallones
rebeldes de la ciudad de Misrata, los que soportaron durante meses el asedio de
las fuerzas gadafistas que atacaron esa ciudad.
Así que el secreto peor
guardado de la guerra de Libia ya se sabe: Las Fuerzas Especiales Británicas
(SAS), están muy ocupadas cazando al dictador libio Muammar Gadafi, después de
haber orquestado el impresionante avance de los rebeldes en Trípoli con las
Fuerzas Especiales de Qatar. Después de tanta insistencia de David Cameron de
que no habría soldados británicos en Libia sobre el terreno en este conflicto
(1).
Para julio era lógico este
argumento y era obvio que toda la campaña se estaba ejecutando en tierra, con
Gadafi aún aferrándose al poder después de que la OTAN había volado más de
16.000 misiones de combate, y los rebeldes estaban en total desorden. Entró el
SAS para salvar el día, ya que su misión era ubicar y liquidar a los Gadafi.
Al enviar al SAS para cazar
a los Gadafi con el mandato original de la ONU, es sin duda una cuestión que
viola la resolución de la ONU. Pero la razón es evitar otro Irak, que ha sido
la principal obsesión de los señores Cameron y Clegg, que ya se han ensangrentado
en las arenas del desierto del norte de África, de ahí la importancia de
trasladar las operaciones de los gadafistas al Tibesti. Por el contrario, el
enfoque militar británico en Libia no ha sido el predicado en la campaña de
Irak, sino el de la intervención militar en Afganistán en 2001, cuando un
puñado de fuerzas especiales británicas y estadounidenses se unieron a los
afganos para derrotar a los talibanes y Al Qaeda.
Diez años después, al mirar atrás al éxito inicial que aquella operación logró,
no fue exactamente el triunfo lo que todo el mundo elogió a la vez. Para
empezar, los principales objetivos de la campaña, el líder de al-Qaeda, Osama
bin Laden y el mulá Omar, jefe de los talibanes, huyeron a Pakistán, a pesar de
ser descubiertos por las fuerzas especiales británicas preparando su escapada
de Tora Bora. Tampoco la gestión post-conflicto en Afganistán se puede decir
que ha sido un éxito rotundo. Volviendo a Libia, con el clan de Gadafi en
funcionamiento y los rebeldes volviéndose unos contra otros, los paralelismos
con Afganistán no inspiran mucha confianza.
Pero ahora que el SAS está en camino a Gadafi esperemos que tenga más éxito en
cazar a su hombre que el que tuvieron con Bin Laden. Fue, después de todo, sólo
hace unos meses que el SAS entrenaba a las Fuerzas Especiales de Gadafi por
instrucciones del mismo gobierno británico que ahora está tratando de liquidar
al líder libio, lo que permitió su infiltración y abortar misiones de los
Servicios Secretos Libios.
Los angloamericanos creen
que con Gaddafi fuera de escena, Libia se librará del obstáculo más
problemático para el éxito de su desarrollo futuro, pudiendo pacificar el país.
Los rebeldes insisten en tener información de que dos hijos de Gadafi comandan
a las fuerzas gadafistas en la batalla de Bani Walid; serían Saif al Islam (el
más poderoso de los hijos del derrocado gobernante y buscado como él por la
Corte Penal Internacional, que de facto era el presidente), Mutasim Gadafi, y
Musa Ibrahim.
Entre tanto el frente de Sirte estaría tranquilo luego de que los rebeldes
tuvieron que retirarse de sus posiciones del día anterior ante el intenso fuego
enemigo, y tras sufrir graves perdidas. El 13 de septiembre los rebeldes
suspendieron sus grandes operaciones militares en Bani Walid y dieron una nueva
tregua de 48 horas (dos días) para permitir que los civiles que quedan en la
ciudad puedan evacuarla, luego de que después de varios días de combates no
hayan logrado conquistar totalmente la ciudad ante la encarnizada resistencia
de los gadafistas.
Desde el viernes 9 de
septiembre que los rebeldes iniciaron su ofensiva en tenaza (dos frentes) sobre
Bani Walid, los gadafistas han rechazado numerosos asaltos de las fuerzas del
nuevo gobierno libio formado por los insurgentes. Los rebeldes afirman que han
ocupado la mitad norte de Bani Walid pero no han logrado avanzar más desde hace
días; eso a pesar de que los rebeldes han recibido refuerzos y muchas armas que
ha sido abandonado por los gadafistas, quienes debieron destruir las armas antes
de retirarse.
Ante esa situación los
rebeldes han iniciado una campaña de propaganda entre los civiles para que
abandonen la ciudad, y así tener el terreno despejado para lanzar un ataque a
gran escala dentro de dos días para doblegar a los defensores gadafistas; por
su lado los civiles están acatando el llamado y saliendo en grandes cantidades
de Bani Walid, que se ha convertido en una trampa mortal para la población
civil atrapada en ella en medio del fuego cruzado. Mientras tanto la OTAN sigue
bombardeando objetivos gadafistas, especialmente en Sirte y Sabha, destruyendo
radares, misiles, baterías artilleras, tanques y otros vehículos blindados.
Los combates se reanudaron
el 15 de septiembre pero dos días después, al 17 de septiembre, la situación
sigue estancada y las sucesivas ofensivas de las fuerzas del nuevo gobierno
formado por los rebeldes contra Bani Walid y Sirte han fracasado ante la
poderosa y obstinada resistencia de las fuerzas gadafistas. En ambas ciudades
los gadafistas resisten con artillería ligera y pesada, cohetes y el uso
recurrente de los francotiradores; las fuerzas atacantes rebeldes a pesar de
contar con muchos más hombres y una cantidad abundante de armamento son
repelidas una y otra vez por la sólida defensa gadafista.
Algunos atribuyen el fracaso
de los rebeldes a la falta de más tropas, de coordinación y de disciplina entre
las diferentes brigadas rebeldes; y se cita como ejemplo el caso de una unidad
rebelde que no oyó la orden de retirada y quedó atrapada y aislada dentro de Bani
Walid por horas después de que las otras unidades atacantes se hubieran
retirado. Eso ha generado descontento entre las filas rebeldes contra sus
comandantes por su ineptitud.
En Bani Salid, los gadafistas se valen de la complicada topografía del terreno
para hacer un mejor uso de sus francotiradores y detener cualquier avance
rebelde; además los combatientes rebeldes reportaron que los gadafistas
derramaron petróleo por las empinadas calles de la ciudad para hacer aún más
difícil el avance rebelde. Debieron cavar zanjas antitanque y llenarla de
petróleo e incendiarlo, ya que eso hubiera detenido el avance. Mientras que en
Sirte los gadafistas atacaron a las fuerzas rebeldes en varios barrios con
artillería pesada y cohetes, y los rebeldes les respondieron con misiles Grad.
La Organización del Tratado
para el Atlántico Norte (OTAN) ha realizado, desde el 31 de marzo pasado,
18.533 incursiones aéreas, entre ellas 7.037 ataques contra el pueblo libio,
dejando más de 1.200 personas muertas y miles de heridos, reportó el
corresponsal de Telesur en Trípoli, Rolando Segura, a través de su cuenta en la
red social Twitter.
Asimismo, Rolando Segura
indicó que los hospitales de la capital de Libia, los médicos intentaron
salvar la vida de los heridos de gravedad víctimas de los ataques perpetrados
por la OTAN en la zona agropecuaria de Zliten, como Mohamad Hasan, un niño de
12 años edad, que fue blanco de los bombardeos. Segura retrató al infante
postrado en una cama de hospital, escena que no fue aprovechada por el
régimen, ya que debía colocar y difundir el dolor de los civiles en estaciones
de televisión, radio, portales Internet independiente, utilizando sus medios de
comunicación (2).
El mencionado grupo de análisis se nutría de la información que le proporcionaban
redes creadas con ese fin. «Los datos venían de muchas fuentes, como los medios
[de difusión] que se hallaban en tierra y nos proporcionaban mucha información
sobre las intenciones y la localización de las fuerzas terrestres», declaró el
general de la OTAN.
La única victoria el 17 de
septiembre fue la conquista por los rebeldes de la localidad costera de Herawa,
a 60 kilómetros al este de Sirte, donde fueron recibidos con alegría por la
población local que gritaba lemas contra Gadafi; pero el avance rebelde se
detuvo allí de momento ante la resistencia gadafista, retrasando el objetivo de
entrar a Sirte por el este para apoyar a las fuerzas rebeldes que entraron a
ella desde el oeste el viernes 16 de septiembre, y que son las que están
librando los encarnizados combates con los gadafistas.
La resistencia gadafista en
Bani Walid y Sirte y el fracaso rebelde para doblegarla hacen prever que el
final de la guerra se podría retrasar varios días. Entre tanto los bombardeos
de la OTAN contra objetivos gadafistas continúan, al tiempo que los gadafistas
denuncian que un ataque de la OTAN habría matado a 354 civiles; una denuncia
que no ha podido ser verificada por fuentes independientes.
El 21 de septiembre los rebeldes anunciaron que habían conquistado casi toda la
ciudad sureña desértica de Sabha, que junto a Sirte y Bani Walid era de las
últimas ciudades importantes en manos gadafistas; los portavoces rebeldes
dijeron que toda la ciudad había caído en sus manos, excepto el distrito de
al-Manshiya donde los gadafistas aún resistían, pero la ocupación de ese
distrito era cuestión de poco tiempo. También los rebeldes habrían tomado el
70% de la pequeña ciudad sureña de Waddan, que estaba igualmente en manos de los
gadafistas. Entre tanto la situación seguía estancada en Sirte y Bani Walid sin
progresos importantes de los rebeldes y con la encarnizada resistencia
gadafista en pie.
Luego de estar durante más
de un mes sitiada, la ciudad de Bani Walid fue tomada el 17 de octubre en las
últimas horas de la noche. Horas antes, se había logrado tomar el centro de la
ciudad logrando alzar una bandera tricolor y el resto de la ciudad no tardó en
caer. Sirte, el último reducto gadafista en pie, fue finalmente tomada el día 20
de octubre. La captura y ejecución de Muamar el Gadafi ocurrió el 20 de octubre
de 2011 en las afueras de su ciudad natal, Sirte, en Libia, según informó un
oficial del Consejo Nacional de Transición (CNT) al canal de televisión catarí
Al Jazeera alrededor del mediodía hora UTC.
El convoy en el que viajaba
el líder libio, tratando de escapar de la ciudad, fue ametrallado desde el aire
por aviones de la OTAN, que lo habrían localizado por un drone, que patrulla el
lugar. Herido en la cabeza y en una pierna, pero al parecer superficialmente,
Gadafi escapó con algunos de sus guardaespaldas y logró esconderse en una
tubería, donde poco después fue capturado por los milicianos, que asesorados
por agentes de la DGSE y el grupo Alfa de la CIA, lo habrían ejecutado
para desarticular la resistencia.
Las versiones oficiales del
gobierno provisional libio de que Gadafi había sido herido y muerto en un
tiroteo, o de que había muerto durante el traslado en ambulancia, fueron
desmentidas a las pocas horas por la existencia de varios vídeos, tomados con
teléfonos móviles, que permitían comprobar que, vivo y herido, Gadafi fue
zarandeado por una multitud de milicianos del Consejo Nacional de Transición, a
los que gritaba "¡Tened clemencia! ¿No conocéis la clemencia?", lo que
no evitó que fuera ejecutado por sus captores. Las declaraciones a Al Arabiya
del forense Ibrahim Tika, que examinó el cadáver, confirmó la muerte de Gadafi
por dos disparos a quemarropa, en el estómago y en la sien. Además se
difundieron dos vídeos donde se aprecia cuando el líder libio es sodomizado con
un objeto (palo), momentos antes de su muerte.
Estas oscuras circunstancias
motivaron una petición del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos, con sede en Ginebra, para que se realizara una investigación sobre
ellas, sugerencia que fue rechazada por el nuevo gobierno, considerándola
"una provocación", y acusando de paso "la hipocresía de
Occidente". El 26 de octubre su representante ante la ONU ha vuelto a
negar los hechos. Por su parte, el Observatorio de los Derechos Humanos
denunció también la ejecución en masa de medio centenar de partidarios de
Gadafi en un hotel abandonado de Sirte.
Los rebeldes también
asesinaron a sangre fría a su cuarto hijo, Mutassim, que dirigía las
operaciones militares. Aunque, de nuevo según la versión oficial del CNT,
"el hijo de Gadafi, fue encontrado muerto en Sirte", han circulado
igualmente varios vídeos de él, en los que se le ve primero detenido, herido
pero en aparente buen estado, y más tarde, ya muerto, con las mismas ropas, ya
que los milicianos lo ejecutaron.
Una vez realizadas la
autopsia, el cuerpo de Muamar el Gadafi fue expuesto públicamente por espacio
de cuatro días, junto con el de su hijo Mutassim y su ministro de Defensa,
Abu-BakrYunisJabr, en una cámara frigorífica de la ciudad de Misrata, a
continuación de lo cual recibieron un corto rezo familiar. Según anunció el
gobierno provisional, al amanecer del 26 de octubre el cadáver de Gadafi fue
enterrado por dos miembros del Consejo Nacional de Transición en un lugar
desconocido del desierto, para evitar que pueda ser objeto de futuras
peregrinaciones de sus seguidores.
Por lo que respecta al hijo mayor de Gadafi, y su previsto sucesor, Saif al
Islam Gadafi, aunque el Consejo Nacional de Transición libio, también
aseguró en un principio que le había capturado, la realidad es que consiguió
huir de Sirte el día anterior, o el mismo 20. Según sus declaraciones
personales, "seguiría liderando la resistencia, y vengaría a su
padre", aunque el día 26 (pero de nuevo según el CNT) estaría intentando
entregarse directamente al Tribunal Penal Internacional de La Haya, junto con
Abdullah al Senussi, antiguo jefe del servicio secreto libio (cuya falsa
captura en Trípoli también había sido anunciada el día 20).
El día 19 de noviembre de
2011 un grupo de combatientes del Consejo Nacional de Transición le detuvo en
la región de Obari, a unos 800 km al sur de Trípoli, al ser traicionado por
un baqueanos de la región, ya que la zona había sido bloqueada, y no recibía
alimentos, a cambio de su captura tendrían los víveres necesarios para evitar
la hambruna, el encarcelamiento de Saif, permitió que personas más capaces que
él, pudieran organizar la resistencia de manera efectiva en Tripolitania y
Ferzan.
Saif iba vestido con ropa
tuareg acompañado de sus guardaespaldas, y al parecer trataba de huir a Níger;
presentaba heridas en una mano, según parece, fue producto del ataque
aéreo del mes anterior, en contra de su padre. Fue detenido sin oponer
resistencia, y fue llevado a Trípoli.
Tras su captura, de la comitiva de Saif, el primer ministro interino de
Libia, Abderrahim al Kib, declaró que: "A pesar de que figura como uno de
los símbolos del viejo régimen, será tratado como un prisionero de guerra
conforme a las leyes internacionales". El fiscal general de la Corte Penal
Internacional (CPI), Luís Moreno Ocampo, contactó el mismo día a las
autoridades libias para garantizar "una solución acorde a la ley"
para Saif al Islam: "Iré a Libia para discutir cómo manejamos el asunto.
Pero la noticia es que Saif tendrá justicia. Dónde y cómo, eso lo
discutiremos", dijo el fiscal a los periodistas.
La reunión presidencial del
Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA), estableció, el 10 de
marzo de 2011, un plan para poner fin a la guerra de Libia, y creó un Comité de
Mediación, compuesto por cinco presidentes. El Comité de la Unión Africana
integrado por los presidentes de Malí, AmadouToumaniTouré; Sudáfrica, Jacob
Zuma; República del Congo, Denis Sassou-Nguesso, y Mauritania, Mohamed
UldAbdelaziz, junto con el ministro ugandés de Asuntos Exteriores, Sam Kutesa,
viajó a Trípoli el 11 de abril en un intento de mediación para poner fin al
sangriento conflicto.
El plan para poner fin a la guerra, aceptado por el coronel Muamar el Gadafi y
Saif al Islam, estipulaba una declaración de alto el fuego, la apertura de un
corredor de ayuda humanitaria y el establecimiento de vías de diálogo para
favorecer una transición pacífica, pero fue rechazado por los rebeldes un día después
en Bengasi, donde la delegación africana, sin el líder sudafricano, fue
recibida por un grupo de manifestantes contrarios a cualquier solución que no
fuese precedida por la salida del país del dictador.
El secretario general de la
OTAN, AndersFoghRasmussen, acogió también con reservas el plan de la Unión
Africana (UA), poniendo en duda la voluntad de Gadafi de llegar a un alto el
fuego real, al tiempo que su ejército intensificaba los bombardeos sobre la
asediada Misurata. El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, visitó al líder
libio, Muamar Gadafi, para buscar una solución negociada al conflicto
armado, llegando a Trípoli el 30 de mayo donde fue recibido por un grupo de
niños que coreaban: “Queremos a Gadafi” mientras ondeaban banderas verdes y
fotografías del líder. El Comité de Mediación volvió a reunirse en
Pretoria el 26 de junio de 2011 donde insistió en sus esfuerzos pacificadores y
elaboró una hoja de ruta más detallada con nuevas recomendaciones para poner
fin al conflicto.
El llamado Grupo de Contacto
formado por los ministros de exteriores de los países miembros de la coalición
reunido en Doha, Qatar, el 13 de abril, instó a Gadafi a abandonar el poder y
abrió la puerta para facilitar el apoyo económico al Consejo Nacional de
Transición (CNT). Entre los aliados surgieron diferencias, sin embargo, sobre
la intensificación de los bombardeos y sobre la posibilidad de facilitar
armamento a los rebeldes, una posibilidad que para algunos de los Estados
miembros sería contraria al embargo de armas decretado por la ONU.
La tribu de los Misrata, que
durante bastante tiempo dudó que campo escoger [el de los rebeldes o el de
Gaddafi], y que en la actualidad prácticamente no tiene representante dentro
del CNT ni el Parlamento libio, sus fuerzas dieron el asalto de Trípoli después
del bombardeo de la OTAN, al burlar el cerco de los gadafistas en torno
Misrata, e incluso ha trasladado el cuerpo del «Guía» a su ciudad para celebrar
su triunfo.
En julio, el «Guía» habría
maldecido a los ciudadanos de Misrata, instándolos de partir hacia Estambul y
Tel Aviv, refiriéndose al hecho de que su tribu proviene de los judíos turcos
inmigrantes que se convirtieron al Islam. Una avalancha de comentarios
preparados bien de antemano, ha sido lanzada masivamente en todos los medios
comerciales atlantistas con finalidad de demonizar una vez más a Gaddafi, y por
lo tanto, hacer olvidar las condiciones bárbaras de su linchamiento y muerte.
Los principales dirigentes
de la Coalición, han celebrado jubilosamente la muerte de su enemigo y dicen
estos que marca el acto final de la operación «Protector Unificado». Al
hacerlo, ellos admiten implícitamente que dicha operación no tenía como
finalidad hacer respetar y aplicar la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad
de la ONU, sino que tenía más bien como finalidad la de derribar un sistema
político y la de matar a un líder, es decir al presidente de una nación, y esto
a pesar de que el asesinato de un jefe de Estado en función, está prohibido por
la ley [jurisprudencia] de EE.UU. y condenado universalmente.
Además, el linchamiento de
Muammar el Gadafi, demuestra la voluntad de la OTAN de no querer llevarlo ante
la Corte Penal Internacional, para juzgarlo simplemente porque no hubiera sido
capaz de condenarlo por crímenes contra la humanidad a falta de pruebas
fehacientes, de la misma manera que el Tribunal Penal Internacional para la ex
Yugoslavia no pudo demostrar la culpabilidad de Slobodan Milosevic, a pesar de
dos años de proceso.
La actual campaña de
desinformación [sobre Libia y los Gaddafi] incluye también el aspecto sobre su
estilo de vida. Se les describe como faraones con su suntuoso y lujoso
modo de vida, de su astronómica fortuna oculta, de los excesos sexuales, etc.
Pero todos aquellos que conocieron de cerca a Muamar el Gadafi, o simplemente
aquellos que han visitado su casa de familia y su residencia, después de los
bombardeos, pueden dar fe de que él vivía en un ambiente similar al de la
burguesía de su país, lejos de la ostentación jet-set de su ministro de
Planificación, MahmoudJibril.
Del mismo modo, ninguno de los países que siguen investigando el paradero de la
fortuna oculta de Gadafi, búsqueda que se ha prolongado durante meses, ha sido
capaz de encontrar esto recursos. Todo el material y sumas incautadas pertenecían
al gobierno libio y no al «Guía». Al contrario, los medios de comunicación
comerciales atlantistas (CNN, BBC, SkyNeww, Fox, etc), sólo mencionan la orden
de arresto internacional emitida por la Interpol contra MuamarGaddafi, antes
que comenzara la ofensiva de la OTAN sobre Libia.
Hasta la batalla de Trípoli,
el «Guía» negoció con los enviados de Israel, con la esperanza de poder comprar
la protección de Tel Aviv, a cambio de una salida que les favoreciera. Quizás
si Muamar Gadafi hubiera estado lúcido, se habría controlado la rebelión, a
través de negociaciones, aislando a los yihhadista, impidiendo la intervención
de la OTAN, ya que el Reino Unido y Francia, deseaban apropiarse de los
recursos libios, en su beneficio.
Pero sobre todo, los medios
de comunicación atlantistas nunca mencionan el principal trabajo del «Guía»: el
derrocamiento de una monarquía títere impuesta por los anglosajones, la
expulsión de las tropas extranjeras estacionadas en Libia en bases militares,
la nacionalización de los hidrocarburos, la construcción del ManMadeRiver (el
sistema de irrigación más importante en el mundo), la redistribución de las
ganancias del petróleo dentro de la población (que hizo que una de las
poblaciones más pobres del mundo sea la más rica de África), el asilo generoso
a los refugiados palestinos y la ayuda al desarrollo sin precedentes en el
Tercer Mundo (la ayuda de Libia al desarrollo era más importante que la toda la
ayuda reunida de los países del G-20), estos eran algunos logros del régimen,
que se han evaporado por la guerra civil.
Se
dice que en una guerra la primera víctima es la verdad. Las operaciones
militares en Libia y la resolución 1973 que les sirve de base jurídica no son
la excepción a la regla. Fueron presentadas al público como necesarias para
proteger a la población civil, víctima de la represión indiscriminada del
coronel Gadafi. En realidad tenía objetivos imperialistas clásicos, que
justificarían la intervención. Veamos algunos elementos clarificadores.
Con el fin de promover la propaganda
de guerra, la prensa internacional hizo creer que los cientos de miles de
personas que huían de Libia, estaban tratando de escapar de una masacre. Las
agencias de prensa hablaron de miles de muertos y de «crímenes contra la
humanidad». La resolución 1970 denunció ante la Corte Penal Internacional
posibles «ataques sistemáticos o generalizados contra la población civil».
El conflicto libio tiene en
realidad una lectura política y, a la vez, una lectura en términos tribales.
Los trabajadores inmigrantes han sido las primeras víctimas del enfrentamiento.
Bruscamente, se han visto obligados a partir o ser asesinados por los
“revolucionarios”. Los combates entre los partidarios de Gadafi y los
sublevados han sido ciertamente sangrientos, pero no en las proporciones
anunciadas. Nunca hubo una represión sistemática contra la población civil, y
se crearon las condiciones antropológicas para la resistencia.
Desde el principio de estos
acontecimientos, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos no dejan de afirmar que
esto no es una guerra occidental en Libia, aunque el ministro francés del
Interior Claude Gueant habló de una «cruzada» de Nicolas Sarkozy. Los tres
países mencionados se escudan así en el apoyo que supuestamente habrían
recibido de la Unión Africana y de la Liga Árabe, en su cometido en el país
africano, sin darse cuenta que su intervención la convierte en una guerra de
Occidente en contra de África.
La frase de la
Secretaria de Estado Hillary Clinton: “Vinimos, vimos, murió”; que fue
una reacción poco después de enterarse de la muerte del líder libio
MuammarGaddafi, que había ordenado (CBS entrevista de Noticias, 20 de octubre
2011 Daily Mail CBS News), pasa por alto el deseo de los habitantes de
Tripolitania y el Fersan de resistir a la supremacía de los exiliados y de las
milicias de Misrata y Bengasi, y la imposibilidad ritual a nivel tribal de un
acuerdo, en todo caso rebela la poca capacidad de fuego y de negociación de los
rebeldes.
La realidad es que la Unión Africana condenó la represión, y reconoció la
legitimidad de los reclamos democráticos, pero se pronunció en todo momento
contra una intervención armada extranjera. En cuanto a la Liga Árabe, se trata
de una organización que reúne principalmente a una serie de regímenes
amenazados por revoluciones similares. Estos regímenes apoyaron el principio
mismo de la contrarrevolución occidental –algunos incluso están participando en
ella como Qatar –, pero no pueden darse el lujo de llegar a apoyar una
verdadera guerra occidental, porque tendrían que enfrentarse a una aceleración
de los movimientos oposición internos, que pueden derrocarlos.
Al otorgar su reconocimiento a este Consejo Nacional Libio de Transición y al
eximir de toda culpa a su nuevo presidente, la coalición de países occidentales
escoge a sus interlocutores y los impone a los sublevados como dirigentes. Eso
le permite apartar a los revolucionarios naseristas, a los comunistas y los
khomeinistas. El objetivo es adelantarse a los acontecimientos y evitar
lo que sucedió en Túnez y en Egipto cuando los occidentales impusieron un
gobierno del partido de Ben Ali sin Ben Ali o un gobierno de Suleiman sin
Mubarak, gobiernos que los revolucionarios derrocaron igualmente, dándole más
poder a los exiliados, en contra de las otras facciones.
Si el objetivo fuese proteger a la población, hubiera bastado con instaurar un
embargo de los mercenarios y el armamento destinado al régimen de Gadafi. En
vez de ello, el embargo se extendió a los sublevados para prevenir su posible
victoria. El verdadero objetivo era detener la revolución, y favorecer a los
sectores prooccidentales.
Si el objetivo fuese
proteger a la población civil, la zona de exclusión se limitaría a los
territorios sublevados (como se hizo en Irak con el Kurdistán). La realidad fue
que la prohibición de vuelo se extiende a todo el país. De esa manera la
coalición espera mantener la correlación de fuerzas en tierra y dividir el país
en 4 partes: las 3 zonas sublevadas y la zona leal. Esta división de
facto de Libia debe compararse con la de Sudán y la de Costa de Marfil,
primeras etapas del «rediseño de África».
Para proteger a la población civil, sólo se hubiera ordenado el congelamiento
de los bienes personales de la familia Gadafi y de los dignatarios del régimen
para impedirles violar el embargo sobre el armamento. Pero ese congelamiento se
extendió también a los bienes del Estado libio. El hecho es que Libia, al ser
un rico Estado petrolero, dispone de un tesoro considerable, parte del cual
está invertido en el Banco del Sur, institución que se dedica al financiamiento
de proyectos en el Tercer Mundo.
Si se quería proteger a
la población civil, el encargado de aplicar la resolución 1973 sería la
ONU. En vez de ello, las operaciones militares fueron coordinadas la US AfriCom
y supuestamente van a pasar a manos de la OTAN. Es por eso que el ministro
turco de Relaciones Exteriores AhmetDavutoglu se indignó ante la iniciativa
francesa y ha exigido explicaciones de parte de la OTAN. De manera
directa, el primer ministro ruso Vladimir Putin ha calificado la resolución
1973 como «viciada e inadecuada. Desde que uno la lee (la resolución), se
hace evidente que autoriza a cualquiera a tomar medidas contra un Estado
soberano. Todo esto me recuerda al llamado medieval a la cruzada», concluyó
Putin.
Después de haber afirmado
repetidamente que su participación en la agresión contra Libia se limitaba al
envío de unos cuantos aviones, Qatar reconoce haber desplegado varios cientos
de combatientes en territorio libio. Sin embargo, la Red Voltaire denunció
siempre una presencia masiva de fuerzas qataríes –y en menor medida jordanas y
egipcia– en territorio libio. La realidad es que las tropas de Qatar estuvieron
llegando a territorio libio a través de un pequeño aeropuerto creado con ese
fin en el sur de Libia y de otro aeropuerto ya existente en la región libia de
Cirenaica. Durante la toma de Trípoli también se produjo, por vía marítima, el
refuerzo de los qataríes que desembarcaron en Tripolí.
Qatar transportó además
blindados ligeros que llegaron a Túnez por barco. Al principio, la población
tunecina impidió su descarga, pero esta fue organizada posteriormente por el
ejército de Túnez. La televisión libia incluso mostró la entrada de esa columna
blindada en Libia a través de la frontera con Túnez. Para terminar, Qatar
organizó un puente aéreo para garantizar el envío de armas de la OTAN a los
mercenarios de Al-Qaeda.
Mientras tanto, el canal
qatarí de televisión Al Jazeera desempeñó un papel decisivo en la propaganda de
guerra al llegar incluso a rodar en estudio y transmitir imágenes falsas de la
entrada de los «rebeldes» en Trípoli. Georges Malbrunot, periodista del diario
francés Le Figaro conocido por sus vínculos con la inteligencia francesa,
estima actualmente que unos 5 000 soldados qataríes combatieron en Libia.
La participación de 5 000
soldados extranjeros de Qatar, 350 efectivos de las Fuerzas Especiales de
Jordania y 250 efectivos de las Fuerzas Especiales de Egipto; en los combates
contra el gobierno libio no es compatible con la versión de los medios de
prensa noratlántico, que siempre afirmaron que se trataba de un alzamiento
popular contra Muamar Gadafi y de una intervención humanitaria internacional.
Con lo que sí concuerda es con la versión de los medios de prensa rusos y
chinos que denunciaron la operación “Protector Unificado” como una guerra
imperialista.
Las autoridades de Qatar reconocieron que sus tropas participaron en
operaciones militares a favor del Consejo Nacional de Transición (CNT) de
Libia, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Qatar, Hamad
ben Ali al-Attiya, citado por la prensa internacional.
Tras tres días de que el CNT declarara el país liberado del régimen de Gadafi,
los jefes de los altos mandos de las Fuerzas Armadas de los países que participaron
en las operaciones militares en Libia, se reunieron en Qatar. En dicho
encuentro al-Attiya hizo las citadas declaraciones, en que cesaban las
operaciones militares en Libia, que terminaron con la ejecución de Gadafi.
Bibliografía:
(1) http://www.laproximaguerra.com/2011/10/gaddafi-ha-muerto-en-sirte-libia.html.
"Gaddafi ha muerto en Sirte, Libia". Jueves, octubre 20, 2011
Publicado por: Rubén Lara
(2) http://www.laproximaguerra.com/2011/08/libia-el-nuevo-afganistan-fuerzas.html.
Libia: El Nuevo Afganistán. Fuerzas Especiales Británicas a la caza de Gadafi.
viernes, agosto 26, 2011. Publicado por: Rubén Lara
(3) http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/08/12/otan-ha-bombardeado-libia-7037-veces-dejando-mas-de-1200-muertos-y-miles-de-heridos/.
"OTAN ha bombardeado Libia 7.037 veces dejando más de 1200 muertos y miles
de heridos". Cuba Debate.
(4) http://es.wikipedia.org/wiki/Muamar_el_Gadafi.
“Muamar el Gadafi”.
(5)http://www.voltairenet.org/article171730.html. “El linchamiento de
MuammarGaddafi”. Por Thierry Meyssan. Red Voltaire | Beirut (Líbano) | 21
de octubre de 2011.
Investigación de la revista Frontal, difundida por el canal alemán ZDF el 28 de
agosto de 1998.
La muerte del «Guía» tendrá por otro lado un efecto traumático y durable en la
sociedad Libia. Matando con sus milicias al líder simbólico del país, la OTAN
ha destruido la esencia misma del principio de autoridad, ya que buscaba
desplazarlo por otro pro-occidental. Será necesario muchos años y mucha
violencia antes de que un nuevo líder pueda surgir y sea reconocido por el
conjunto de las tribus, o que el sistema tribal sea remplazado por otro mejor.
El concepto de mimesis corriente, descrito en la Poética de Aristóteles, y
derivado de Platón, excluye dos tipos de conducta que también son sujetos de
imitación por parte del hombre: el deseo y la apropiación. Para Girard, el
deseo humano es esencialmente mimesis o imitación, es decir, nuestros deseos se
configuran gracias a los deseos de los demás (en esto difiere de Freud).
En esta mimesis de deseo, los objetos se eligen gracias a la mediación de un
modelo, en el caso libio a los Países del Golfo, no sólo los financiaron y
armaron, también le dan el soporte ideológico para su revuelta tanto en: Siria,
Egipto, Túnez, Yemen y Libia. Por otra parte, si un individuo imita a otro,
cuando este último se apropia de un objeto entonces nos encontramos con la
mimesis de apropiación de la cual puede surgir la rivalidad o el conflicto,
porque el objeto entra en disputa.
En definitiva, el objeto puede caer en el olvido por parte de los antagonistas,
entonces se pasa de la mimesis de apropiación a la mimesis de antagonista ya
que el deseo mimético del objeto se transforma en obsesión recíproca de los
rivales, y una vez que aumenta el número de rivales, los antagonistas tienden a
escoger el antagonista del otro, esa es la razón por lo cual los rebeldes
libios y sirios a la larga son una amenaza para la Europa laica, ya que
fracasó el proyecto de un régimen liberal y occidental en la otra orilla del
Mediterráneo.
La mimesis de apropiación y
la mimesis de antagonista no son exclusivas del hombre, pues también se
encuentran presentes en los animales. En ellos se ha observado que, cuando se
supera cierto grado de rivalidad, los antagonistas abandonan el objeto que
pretendían apropiarse, para entrar en una confrontación. En el hombre este
proceso se convierte en una serie de desquites que se pueden definir en
términos miméticos o imitativos, pero en la sociedad tribal es la venganza, y
en la sociedad de estratos es la vendetta.
La mimesis ha sido
considerada tradicionalmente como algo enteramente positivo, tal es el caso de
la mimesis estética y educacional. Esta visión mutilada de la imitación se ha
visto extendida a diversos campos como la filosofía, psicología, sociología y
crítica literaria. La mimesis es apenas percibida en Platón, donde pone énfasis
en una mimesis potencialmente divisiva y provocadora de crisis, que se
manifiesta en la propagación de la rivalidad mimética, debe tenerse en cuenta
que la Primavera Árabe fue un intento de democratizar la sociedad árabe de
regímenes autoritario, cuando en realidad esconde el deseo de enfrentarse a
todo lo que representa Occidente, la destrucción del nacionalismo árabe y el
Estado multiétnico, es un reflejo de lo anterior.
De lo anterior podemos ver que la primera hipótesis que maneja René Girard en
su pensamiento es que el “deseo” elige sus objetos gracias a la mediación de un
modelo, que en la sociedad árabe es Arabia Saudita o Dhubai. Posteriormente
desarrollará una segunda hipótesis más antropológica y globalizante que se
remonta incluso a las sociedades primitivas al afirmar que, las
comunidades arcaicas entran en crisis se vuelven violentas, expulsando
(eliminando) así al supuesto causante del desorden. Sin embargo, dicho culpable
frecuentemente es acusado injustamente, es decir venía a ser un chivo
expiatorio.
Girard llega a la
comprensión de la génesis de lo humano a través de la crisis resuelta por el
mecanismo de la víctima propiciatoria. Tanto el recuerdo de la violencia
generada, como el fin de la misma, quedarían conservados aunque velados bajo
los ritos, los mitos y las prohibiciones. En estadios posteriores, estos nichos
de las culturas se desplazan a nuevas construcciones culturales que intentan
ocultar sus orígenes violentos. El asesinato de Gadafi o encarcelamiento de
Mubarak es un intento de restablecer la paz, a cualquier precio.
El hombre no percibe la
imitación metafísica (en el sentido de ilusoria) que va a destruir los cálculos
de la sana reflexión. Las decisiones racionales pueden ser simplemente el
resultado del deseo mimético, del deseo como copia del deseo del otro, que
degenera en rivalidad mimética. Con un pretendido pensamiento racional se
pueden estar construyendo grandes castillos lógicos, en apariencia “objetivos”,
que vienen a ser el resultado de la reciprocidad violenta, provocada por la
mimesis.
Es así como algunas de
nuestras posturas racionales en apariencia “imparciales” puede que no sean más
que una reacción mecánica en la que pretendemos diferenciarnos a toda costa del
otro a quien lo vemos como rival, de ahí la diferencia y el culto a la
costumbre y a la tradición de los integristas. Este afán de diferenciación nos
hace creer que la postura correcta, que la “verdad” se encuentra en la orilla
opuesta; y una vez allí, nos atrincheramos con todo entusiasmo, sin caer en
cuenta que nuestra postura no es más que una oposición mecánica y simétrica, o
lo que es lo mismo, el reflejo del espejo.
La cohesión unitaria de los
miembros de una sociedad en contra de alguien se logra gracias a ciertos hechos
de violencia inconfesables, perdidos, sumidos en el olvido, hechos que están
presentes, aunque ocultos en los mitos. Se encuentran parcialmente ocultos en
los textos de la mistificada persecución, que son relatos de violencias reales,
frecuentemente colectiva, redactados desde la perspectiva de los perseguidos, y
aquejados, por consiguiente, de características distorsiones. Y se encuentran
develados o desmitificados en la historia Libia (donde la persecución violenta
muestra su mecanismo patente para ser denunciada).
En definitiva, la cohesión de una comunidad se logra gracias al principio
sacrificial, a costa de una víctima arbitraria, de un chivo expiatorio, que fue
lo que intentaron al asesinar de manera violenta a Gadafi, sin percatarse que
era inocente de lo que le acusaban, ya que debido a su enfermedad no gobernaba
al país; aumentando la resistencia de las tribus partidaria de la Yamaryira.
Esta dimensión de violencia es negada por quienes la realizan, y gracias a este
desconocimiento, el proceso de cohesión de la comunidad resulta eficaz. Por
otro lado, el principio sacrificial, la eliminación de un miembro de la
comunidad, es el principio fundamental del orden humano ya que los hombres
tienen cierta tendencia a derivar su violencia en otros.
Omar Mukhtar, también conocido como Omar al-Mukhtar (1862 a 16 de
septiembre de 1931), de Mnifa, nació en el pequeño pueblo de Janzour,
cerca de Tobruk en el este de Barqa (Cirenaica) en Libia. Llamado con los
apodos de "El shaykh de los mártires" (shaykh al-shuhadā) y "El
león del desierto" (asad al-ṣaḥrā), organizó y fue líder durante casi
veinte años a partir de 1912 de la resistencia anti-colonial de los nativos
contra el control italiano de Libia. Los italianos lo capturaron y colgaron en
1931. En Libia es considerado un héroe nacional, y el origen de la resistencia
frente a los colonialistas.
Pasó su juventud en la
pobreza, y estudió durante ocho años en la escuela coránica Al Jaghbub, la
ciudad santa de la TariqaSanussiyya , antes de continuar sus estudios en la
madraza de ZawiyatJanzur. Se convirtió al saber popular del Corán y como Imam,
se unió más tarde a la cofradía de los Sanusí. Con la invasión de los italianos
Omar al-Mukhtar, organizó un movimiento de resistencia de entre 2.000 y 3.000
guerrilleros; él conocía muy bien el territorio árido y el desierto de Libia,
de esta manera sin muchas dificultades cortó las líneas de comunicación del
enemigo y realizó emboscadas frecuentes. En 1923, a los 63 años, y por
delegación de Idris I, Omar al-Mukhtar se convirtió en jefe de la
guerrilla anti-italiana en Libia.
En 1930 Mussolini dio al
vicegobernador de la Cirenàica, el temible general Rodolfo Graziani, le
encomendó la tarea de detener la resistencia de Omar al-Mukhtar. Graziani se
apoderó de los bienes de los sanusíes y los soldados italianos quemaron muchas
aldeas, táctica muy similar a las milicias libias, usaron también armas
químicas (gas mostaza y fosgeno) para envenenar los pozos de agua potable y cerrarlos
con cemento. La agricultura sanusí fue devastada y miles de libios fueron
deportados a campos de concentración. Graziani también construyó una barrera de
270 kilómetros de alambre espinado de púas entre el puerto de Bardia y el oasis
de Giarabub, sede de la Hermandad Sanusí.
En el verano de 1931, Omar
al-Mukhtar tenía solamente 700 hombres. El 11 de septiembre de 1931 en la
llanura de Got-Illfù fue descubierto por la aviación italiana y fue herido en
el brazo, algo muy parecido a lo acontecido a Gadafi. Capturado por los
escuadrones de Libia a caballo, fue llevado a Bardia y más tarde fue trasladado
a Bengasi, extraño que a través del tiempo son los mismos actores, lo que
refuerza el mito.
Fue juzgado en el Palacio
Littorio de Bengasi y el 15 de septiembre fue condenado a muerte por orden de
Mussolini, en el caso de Gadafi por Hillary Clinton. La ejecución tuvo lugar a
las 9 de la mañana del 16 de septiembre de 1931 en Soluk, a 56 kilómetros al
sur de Bengasi, en Cirenaica. Allí llegaron veinte mil libios a presenciar la
ejecución de Omar al-Mukhtar, cuyas últimas palabras fueron las de un conocido
verso del Corán: "Inna li-llāhiwainnailaihiRagi" ("a Dios
pertenecemos y a Él volvemos").
El mito es, en este
contexto, es la "mentira necesaria" que convierte el mal en bien,
sublimándolo, para que se dé la resistencia era necesaria el martirio de
Gadafi. El hombre desea hacer el bien, pero hace el mal, y trata de lavar su
pecado, con una muerte atroz. El hombre no puede aguantar la violencia que él
mismo ha realizado —como decía T. S. Eliot, no puede soportar demasiada
realidad— y trata de ocultarla: el mito transmite un acontecimiento fundacional
de la sociedad, pero al mismo tiempo esconde su razón de ser (la violencia
sacrificial), de ahí la importancia del martirio de Gadafi.
Esta manera de
“discriminar”, de seleccionar excluyendo, de sacrificar para que se restablezca
el orden, se conservaría en la actualidad a pesar de que no funcionaría con la
misma eficacia que en las comunidades primitivas. Por otra parte, el hombre no
se encontraría totalmente libre de buscar chivos expiatorios en las más
diversas actividades, incluso en aquellas disciplinas que abogan por el bien
común, como la política; o por el desarrollo material de los pueblos, como la
economía; o aquella que es la abanderada de la razón, como la filosofía. Esta
tendencia a buscar y encontrar chivos expiatorios, nos garantizaría una zona de
seguridad, una zona de paz, de orden restablecido que se erige sobre las ruinas
sacrificiales.
Si bien del deseo mimético
se puede derivar aspectos psicológicos y se la puede mirar como una especie de
psicología de la acción, en Girard la “teoría mimética” cobra diversos matices
al incorporar elementos como su concepción de la víctima sacrificial obtenida a
partir del estudio de las comunidades primitivas o el estudio histórico de los
textos de mistificada persecución. De la misma manera, en cuanto al estudio de
las comunidades primitivas mediante los mitos, Girard no pretende hacer una
mitología comparada o algo parecido. Lo que le interesa es desarrollar desde
distintas perspectivas su concepción de teoría mimética.
Girard nos muestra un modo
coherente de comprender al hombre y sus contradicciones sin encasillarse en una
ciencia particular (sea ésta la psicología, historia, crítica literaria o
antropología). Sin embargo, se apoya de manera interdisciplinaria en todas
ellas. En ese sentido, nos muestra una cosmovisión del hombre a partir de su
teoría mimética. Dicha cosmovisión viene a ser una antropología filosófica.
Así como nos muestra una
cosmovisión del hombre a partir de su deseo, de la misma manera nos muestra al
ser humano a partir de su convivir con otros miembros de la sociedad que van en
pos de un bien común (aunque dicho "bien" pueda ir en perjuicio de
uno de su miembros o también en perjuicio de otro grupo social). En este
sentido, se trata también de un pensamiento que tiene que ver con la filosofía
política.
El pensamiento de René
Girard cobra vigencia al servir de instrumento de análisis de diversos fenómenos
de violencia actuales que tienen características miméticas. Girard es radical
al afirmar que es un error razonar dentro de la categoría de
"diferencia" cuando la raíz de todos los conflictos es más bien en la
"similitud", la competición, la rivalidad mimética entre las
personas, países, culturas. Girard, en parte de su obra se dedica a analizar y
develar la violencia en las relaciones interpersonales, ya sea entre parientes,
amigos, parejas. De manera ejemplar se analizan las relaciones miméticas interpersonales
en la obra Shakespeare.
Para Girard, sin duda, la
forma en la que fueron perpetrados constituye un salto a un mundo
"diferente", pero lo que da lugar o lo que provoca el terrorismo no
está en esa "diferencia" política y cultural con los estadounidenses.
Al contrario, en el fondo estaría un deseo exacerbado por la convergencia y el
parecido. Girard afirma que los estadounidenses tienen que ser los menos
asombrados por lo que pasó, ya que ellos constantemente viven en relaciones de
rivalidad o competencia. En definitiva, los “revolucionarios libios” imitaron y
adoptaron los valores occidentales, aun cuando aquellos no lo confiesen.
Según Girard, en las
comunidades primitivas al culpable de una crisis se lo "sacrificaba"
dándole muerte; de la misma manera en nuestra sociedad contemporánea se
intentaría eliminar a quien se le ve como culpable. Por otra parte, se
consideraría ilusoriamente que la paz anhelada llega con la eliminación
(figurada o real) del enemigo. Sin embargo, dicha eliminación del enemigo no
haría más que preparar nuevos escenarios para que surja nuevamente la
violencia.
En su discurso de ingreso Girard dijo que la Academia Francesa ha sido la
única institución francesa que le ha hecho sentir que no había sido olvidado en
su propio país. Girard ha metido el dedo en la llaga al desentrañar los mitos
religiosos sobre los que se basa la sociedad ("laica"), y ha mostrado
la escasa talla que estos mitos, montados sobre el deseo, tienen frente a una
religión basada en el amor. Algo a lo que, en último término, hacía referencia
en su discurso de bienvenida el también filósofo y académico Michel Serres:
"Considerar la religión (sólo) como un hecho de sociedad o de historia,
lejos de suponer una forma científica de abordarla, forma parte de la regresión
contemporánea hacia las religiones sacrificiales de la antigüedad".
Frente a la mitología social
humana, aparece la lógica nacionalista de la redención, donde el sacrificio no
se oculta, sino que se relata con todo detalle, tanto la muerte de al
Mukhtar y Gadafi están relatada en términos teológicos, una en las actas
judiciales de los italianos. Y la otra en you tuve. La lógica es inversa, se
pone de parte de los débiles y porque el punto de partida de este sacrificio no
es el deseo —que lleva a los hombres a enfrentarse—, sino el amor, que lleva al
sacrificio, al darse, y la resistencia es la única forma de obtener la
redención dentro de la religión nacionalista de la resistencia.