La Visión del Pescador.
Por
Kelder Toti.
Una sirena cantaba música celestial, en un peñón de rocas a orillas del
mar, un pescador se le acercó por curiosidad y fascinación. El era una inteligencia
tan clara como el agua donde navegaba, y solo sus intenciones lo delataban
buscando saciar su sed de codicia, que lo mataba.
El pescador viendo la sirena la contempló y
preguntó, -
¿Por qué
cantas? –
Y ella inquieta
respondió: - porque puedo cantar y con ello arrullo al mar - dijo, en voz alta,
refiriéndose a la insignificancia descortés que la admiraba.
El pescador
tronando los labios dijo,- Por ello te voy a secuestrar y mostrar -, A lo que
la sirena asustada llorando perlas de sus ojos al fondo del mar, pensó,- ¿Por
qué lo hará?
El blandiendo
sus redes, les gritó: - Te pescaré, porque te quiero pescar - demostrando que
la fuerza es compañera fiel de la razón, agarró sus redes y lanzándolas sobre
la triste sirena, la trasladó a la bodega del peñero, dirigiéndose a puerto, volando al ras de las olas, en busca
del comprador de una visión.
En el viaje sus manos reían de la plata que
recibiría y su boca saboreaba las carnes que comería; y no pensó por un
instante en el dolor que causaría, sin conocer el sufrimiento. No podía
apreciar el valor del momento.
Tan rápido desembarcó, la puerta de la
bodega abrió, encontró un hedor a pescado podrido, no hallando ala hermosa
sirena ni escuchó su melodioso canto, solo percibió el aroma de su enana
mediocridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario