jueves, 13 de noviembre de 2014

La Gloria o la Muerte. Por Kelder Toti. Parte IV.

 
La Gloria o la Muerte 

                                    Por Kelder Toti.

                                                     Parte IV. 


Miembros:

Los historiadores han recogido listas de miembros de algunas unidades locales, y cotejado los nombres con los directorios telefónicos o los registros locales para crear un perfil estadístico de los miembros. Los grandes periódicos eran unánimemente hostiles, e intentaban ridiculizar a los miembros del Klan, llamándolos granjeros ignorantes. Un análisis detallado en el estado de Indiana muestra, sin embargo, que ese estereotipo es erróneo:

Los miembros del Klan en Indiana representaban un corte de la sociedad entera: no había desproporción entre la comunidad urbana y rural, así como tampoco la había entre los miembros de la clase trabajadora, clase media o profesional. Por supuesto que los miembros del Klan eran protestantes, pero no pueden ser descritos como exclusiva o predominantemente fundamentalistas. En realidad, su afiliación religiosa era un reflejo de la sociedad blanca protestante, incluyendo a aquellos que no pertenecían a ninguna iglesia concreta.

El Klan tuvo éxito reclutando a lo largo del país a millones de nuevos miembros, y alcanzó su nivel máximo en la década de 1920, cuando el 15% de la población formaba parte de sus filas y tenía Capítulos locales por todo Estados Unidos, además de algunos en Saskatchewan, Canadá.

Esta vez, los líderes del Klan lo gestionaban como una organización lucrativa, y participaron en el boom de las Organizaciones fraternales de la época. Al ingresar al Klan, los nuevos miembros debían comprar sus disfraces y pagar una cuota de iniciación. Los organizadores del reclutamiento se quedaban con la mitad del dinero, y enviaban el resto a oficiales estatales o nacionales. Cuando el organizador había terminado con el reclutamiento en la zona, montaba una manifestación que a veces incluía cruces ardientes y quizás una entrega ceremonial de la Biblia a un ministro protestante de la localidad. Después, el organizador se retiraba del pueblo con el dinero.

Actividades:

El segundo Klan tenía nuevos propósitos antisemitas, anticatólicos y antiinmigrantes. Con esto, el Klan consiguió extender fácilmente su alcance, al reclutar miembros por todo el Medio Oeste, cuando anteriormente los estados del Sur eran los que más contribuían a engrosar sus filas. Los reclutadores hacían énfasis en señalar a los banqueros judíos, los negros, los católicos o algún otro grupo social o étnico como los causantes de los problemas del ciudadano común. La diferencia entre el primer KKK y el segundo, radica en que, mientras el primero podía caracterizarse como sureño y exclusivamente del partido Demócrata, el segundo Klan -pese a seguir siendo predominantemente Demócrata- consiguió penetrar fuertemente en el Partido Republicano, extendiédose su influencia por todos los Estados Unidos.

En las décadas de 1920 y 1930, una facción del Klan llamada la Legión Negra tenía una gran actividad en el medio oeste de los Estados Unidos. La Legión Negra usaba uniformes negros, en vez de las túnicas blancas características. Esta Legión fue la facción más violenta del Klan, y adquirió notoriedad por asesinar socialistas y comunistas.

Adicionalmente, algunos grupos del KKK tomaron parte en linchamientos, llegando a asesinar a soldados negros que volvían de la Segunda Guerra Mundial, estando aún usando sus uniformes militares. El Klan les advirtió a los negros que debían respetar los derechos de la raza blanca "en cuyo país se les permite vivir".

Influencia política:

Mediante funcionarios gubernamentales que simpatizaban con el Ku Klux Klan, los gobiernos de los estados de Tennessee, Indiana, Oklahoma, y Oregón, así como algunas legislaturas en los estados del sur; estaban bajo control del Klan. Edward Jackson, un Republicano miembro del Klan, fue electo gobernador de Indiana en 1924, y todo el aparato gubernamental se vio permeado por miembros del Klan. En California, el Klan decidió convertir a la ciudad de Anaheim en una ciudad modelo. Secretamente tomó el control del consejo de la ciudad, pero fue expulsado tras unas elecciones especiales.

El Partido Demócrata realizó su convención nacional de 1924 en Nueva York. La notoria participación de los delegados del KKK, le dio el mote de "Convención Klanbake". La convención debía elegir un candidato para Presidente. Los contendientes eran William McAdoo, respaldado por el Klan; y el gobernador de Nueva York Al Smith, quien era repudiado por el Klan dada su religión católica. Tras varios días de enfrentamientos, ambos contendientes se retiraron exhaustos sin que hubiera un ganador claro. El Ku Klux Klan consideró que William McAdoo había salido victorioso, pues por lo menos consiguió evitar que el partido adoptara una plataforma política encabezada por un católico. El Klan celebró la "victoria" en Nueva Jersey, el 4 de julio de 1924, con una conmemoración donde miles de miembros quemaron cruces y efigies de Al Smith y gritaron consignas contra la Iglesia Católica.

En algunos estados, el Klan demostró un deseo genuino de reformas políticas y sociales,  como en el estado de Alabama. Dado que en el estado había una estructura política conservadora, el Klan se veía a la vanguardia de medidas "progresistas" como la educación pública, construcción de vialidades, prohibición del alcohol, y otras. Para 1925, el KKK era una fuerza política de considerable poder en el estado. Poderosos como J. Thomas Heflin, David Bibb Graves, y Hugo Black manipulaban a los miembros del Klan contra la potencia de los industriales que habían dominado el estado. Black fue electo senador en 1926, y se convirtió en un activo favorecedor de la política del New Deal. Cuando Black fue nominado para ser magistrado en la Suprema Corte en 1937, hubo un escándalo nacional al descubrirse que Black había sido un miembro prominente del KKK. Sin embargo, Black consiguió mantener el puesto.

En 1926, el líder de un Capítulo local en Alabama, Bibb Graves, fue electo gobernador, con el respaldo del Klan. Graves encabezó uno de los periodos más progresistas que Alabama había tenido. Como resultado de estas victorias políticas, los grupos del KKK se sintieron con la protección del gobierno para llevar a cabo sus actividades. Una oleada de terror se desató en el estado en 1927, donde el Klan atacaba no solo por motivos raciales, sino que también por razones morales que el mismo KKK juzgaba. Hubo incursiones a burdeles y hoteles de paso; y se reportó el secuestro de una mujer divorciada, que fue atada a un árbol y flagelada con el torso desnudo.

El contraataque de la elite conservadora comenzó en la prensa. Grover C. Hall, editor de la publicación Montgomery Advertiser comenzó a atacar al Klan por su intolerancia religiosa y racial. A la postre, Hall recibió un premio Pulitzer por sus publicaciones. En otros periódicos, la firme y constante atmósfera de ataques al Klan se mantuvo. El contraataque en los medios funcionó, pues el estado de Alabama votó a favor del católico Al Smith para Presidente de los Estados Unidos en las elecciones de 1928, y los miembros del Klan en el estado disminuyeron a menos de seis mil para 1930.

Declive:

El colapso del segundo Klan se debió parcialmente a la reacción en su contra, y en parte gracias al escándalo alrededor de David Stephenson (entonces miembro del Partido Republicano, después de haber sido miembro del Partido Socialista y del Partido Demócrata), miembro del Ku Klux Klan que fue condenado por la violación y el asesinato de Madge Oberholtzer, tras un juicio que fue sensación nacional, que en forma encubierta fue promovido por un periodista "controlado" por el FBI.

De acuerdo al historiador Leonard Moore, tanto los escándalos como las reacciones contra el Klan progresaron gracias a que había fallas críticas de liderazgo en el Klan, lo cual provocó el colapso de la organización, aunque estos fueron provocados y exagerados por los medios.

Stephenson y los otros vendedores y aspirantes políticos que maniobraban por el control del imperio invisible de Indiana, carecían de la habilidad y el deseo de utilizar al sistema político para llevar a cabo los propósitos manifiestos del Klan. Ellos tenían poco interés, o tal vez no conocían las preocupaciones más fundamentales del movimiento. Para ellos, el Klan no era sino un medio para que ganaran riqueza y poder a nivel personal. Ellos habían llegado a la cima del poder en la encapuchada organización ya que el Klan no había necesitado un liderazgo fuerte y dedicado, hasta que se convirtió en fuerza política, lo que facilitó el ataque de los medios. Los políticos más experimentados que respaldaban al Klan, no ayudaron mucho. Las divisiones internas eran una barrera para algunos, y en otros casos su apoyo era pragmático y no por convicción. Cuando las acusaciones de crímenes y corrupción mancharon al Klan, aquellos que se preocupaban por su futuro político tenían menos motivos para actuar en nombre del Klan.

Como resultado de los escándalos, el Klan cayó de la gracia del público, y en la década de 1930 se retiró de la actividad política. El líder nacional Hiram Evans, vendió la organización en 1939 al veterinario de Indiana James Colescott y a un médico de Atlanta, Samuel Green, quienes fueron incapaces de frenar el éxodo de los miembros del Klan. La imagen de la organización recibió otro golpe cuando se descubrieron las simpatías que Colescott tenía por organizaciones pronazis; la involucración del Klan en los disturbios raciales de Detroit en 1943; y esfuerzos por sabotear la intervención estadounidense en la guerra mundial. En 1944, el Klan recibió una citación para pagar $685,000 por concepto de impuestos vencidos, y Colescott se vio forzado a reunificar la organización en 2005.

La Derrota Parcial de Corea, y el Repunte de las Instituciones:

Cuando asumió Dwight Eisenhower la Presidencia, Hoover tuvo en sus manos el famoso Caso Rosenberg, donde un matrimonio de judíos estadounidenses fueron acusados de espías y de entregar información a espías rusos para el desarrollo de la bomba atómica.

Hoover ratificó que las pruebas apuntaban a que los Rosenberg eran culpables de alta traición a pesar de que los presuntos culpables clamaban inocencia. Eisenhower rechazó la petición de indulto y fueron ejecutados en la silla eléctrica.

A Hoover se le atribuye haber creado una estructura de protección a la Ley, pero frecuentemente se le acusó de abusar de su poder y autoridad, extorsionando a figuras públicas notables haciéndolas ceder a sus deseos. Por alguna razón, no faltan quienes le critican esa polémica conducta, afirmando que él juega a ser "Dios" por encima de cualquier Presidente.

Se condujo con notable inteligencia y supo mantenerse en el cargo a pesar de su impopularidad. Entre otros, los Presidentes Lyndon Johnson y Richard Nixon intentaron despedirle del cargo, pero fracasaron.

En 1954, Hoover apoyó la acusación del científico Edward Teller y otros personajes políticos contra el físico nuclear Robert Oppenheimer, considerándole espía del comunismo, esto debido a que Oppenheimer tuvo amoríos con una activista del Partido Comunista llamada Tean Tatlock. Tal acusación trajo la revocación de su tarjeta de seguridad y mucha desdicha al padre de la bomba atómica, quien fue objeto de una pesada investigación y tuvo un arduo trabajo para limpiar su imagen hasta lograrlo pocos años antes de su muerte por cáncer.

Investigadores de Hoover y de hechos oscuros acaecidos durante su prolongada gestión, como el caso del magnicidio de Robert F. Kennedy y el de John Fitzgerald Kennedy, aportan datos. Hay una prueba demostrada, el 22 de noviembre de 1963 el Secretario de Justicia Robert F. Kennedy estaba descansando en su casa en las afueras de Washington con su familia y se sorprendió al saber que era Hoover quien le llamaba por teléfono para darle la noticia del asesinato de su hermano, el Presidente Kennedy. Luego, Bobby comentó a un amigo suyo, que le consolaba por la muerte de su hermano, que Hoover parecía estar feliz cuando le informaba esa funesta noticia, según el tono que le escuchó por teléfono.

En otra ocasión, una empleada de limpieza protestó cuando oyó a Hoover hablar mal de Martin Luther King Jr puesto que ella era también una afroestadounidense al igual que ese líder del movimiento pacifista. El mismo Hoover fue reprochado por el mismo Presidente Johnson por su racismo inaceptable. Ahí no termina su controvertida conducta, ya que en 1968, poco después del asesinato de Robert F. Kennedy (6 de junio de 1968), Hoover, que parecía estar satisfecho, ordenó a sus empleados quemar de inmediato todas las evidencias: cintas grabadas y papeles que seguían al asesinado senador de Nueva York para que quedara impune ese crimen. Por casualidad, estaba cerca aquella empleada, que limpiaba esas instalaciones del FBI, que pudo enterarse de todo lo que pasaba por allí y se fue llorando por la muerte de Bobby y repudiando la maldad de Hoover.

Su organización lideró la llamada caza de brujas, levantando una verdadera persecución contra los comunistas en todos los ámbitos sociales, en ocasiones acusando de procomunistas a quienes no lo eran.

También tuvo a su cargo la investigación y persecución de espías y saboteadores, tanto nazis como japoneses, durante el mandato de Harry S. Truman.

Su red de informantes le permitió obtener datos sobre la vida íntima de muchas personalidades de la época, incluida la del propio Presidente de los Estados Unidos. Dichos datos hablaban de infidelidades, orientación sexual, orientación partidista y en especial le interesaban aquellos que tuvieran una tendencia procomunista. Compiló mucha información clasificada como «oficial y confidencial» , capaz de destruir política, familiar y económicamente a alguien.

El FBI investigó con minucia la vida de políticos, artistas y deportistas. Archivos desclasificados demuestran de forma concluyente que agentes del FBI informaban a Hoover con regularidad y detalle de la actividad sexual de los políticos.

Programa de Contrainteligencia

El Programa de Contrainteligencia, es un programa del FBI de los Estados Unidos cuyo propósito es investigar y desbaratar las organizaciones políticas disidentes dentro de los Estados Unidos. Aunque se han realizado operaciones encubiertas a lo largo de la historia del FBI, las operaciones formales de COINTELPRO ( 1956-1971) estuvieron generalmente dirigidas contra organizaciones que se consideraba tenían elementos políticos radicales, extendiéndose desde aquellos cuyo objetivo era el derrocamiento violento del gobierno estadounidense (como la organización de los Weatherman) hasta los grupos no violentos pro derechos civiles como la Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano de Martin Luther King, y hasta a grupos violentos racistas y segregacionistas como el Ku Klux Klan y el Partido Nazi Americano. El documento fundador de COINTELPRO dirigía a agentes del FBI a "exponer, desbaratar, descarriar, desacreditar o de lo contrario neutralizar" las actividades de estos movimientos disidentes y sus líderes.

COINTELPRO comenzó en 1956 y estaba diseñado para "incrementar el faccionalismo, causar confusión y conseguir deserciones" dentro del Partido Comunista de los Estados Unidos de América (CPUSA). No obstante, el programa fue pronto ensanchado para incluir el desbarajuste del Partido de Trabajadores Socialistas (1961), del Ku Klux Klan (1964), de los grupos nacionalistas afroamericanos, incluyendo el Partido de las Panteras Negras y la Nación del Islam, y el movimiento sociopolítico de Nueva Izquierda por completo, que agrupaba a grupos pacifistas (contra la guerra), comunidades y grupos religiosos (1968).

Una investigación posterior por el Comité Church del Senado (véase más abajo) afirmaba que "COINTELPRO comenzó en 1956, en parte por la frustración de los fallos del Corte Suprema limitando el poder del gobierno a proceder de manera patente contra grupos disidentes..."1 Más tarde el Congreso y varios casos en la corte [cita requerida] concluyeron que las operaciones de COINTELPRO contra los grupos comunistas y socialistas excedían los límites estatutarios de la actividades del FBI y violaba las garantías constitucionales de libertad de expresión y asociación.

Aquellos partidarios del programa argumentan que el proyecto estaba fundamentado en el conocimiento del FBI de que algunas organizaciones radicales y de izquierdas nacionales estaban siendo manipuladas por agencias de inteligencia extranjeras hostiles. Por ejemplo, el FBI tuvo acceso al texto en claro de Venona que mostraba que la Unión Soviética y su KGB manipulaban y trabajaban al amparo del Partido Comunista de CPUSA con propósitos de espionaje e incitación de disturbios nacionales en los Estados Unidos.

Algunas de las más importantes campañas de COINTELPRO contra el Partido de Trabajadores Socialistas el Ku Klux Klan, la "Nueva Izquierda" (incluyendo varios grupos pacifistas contra la guerra como los Estudiantes para una Sociedad Democrática y el Comité Coordinador Estudiantil No Violenta), grupos de la Liberación Negra (como las Panteras Negras y la República de Nueva África) grupos independistas Puertoriqueños, el Movimiento Amerindio y la organización Weatherman.

El programa fue secreto hasta 1971, cuando un grupo de radicales de izquierda entró en una oficina satélite del FBI haciéndose llamar la Comisión ciudadana que investiga al FBI. Tomaron varios dosiers de ficheros y pasaron la información a las agencias de noticias. En un año, el director del FBI Hoover declaró que el COINTELPRO centralizado se había terminado, y que todas las futuras operaciones de contra-inteligencia serían llevadas caso por caso.

Se revelaron documentos adicionales en el curso de juicios separados llevados a cabo con cargos contra el FBI por el corresponsal de la NBC Carl Stern, el SWP, y otros grupos. Se lanzó una investigación mayor en 1976 por el Comité Seleccionado para Estudiar las Operaciones Gubernamentales Respecto a las Actividades de Contrainteligencia del Senado de los Estados Unidos, referido comúnmente como el "Comité Church" por su presidente, el Senador Frank Church de Idaho. A pesar de ello, hay millones de páginas de documentos que permanecen sin publicarse, y muchos de los documentos publicados están completamente censurados.

En el Informe Final de Comité Seleccionado, COINTELPRO fue recriminado en términos explícitos:

"Muchas de las técnicas usadas serían intolerables en una sociedad democrática incluso si todos los objetivos hubiesen estado envueltos en actividades criminales, pero COINTELPRO fue mucho más lejos de esto...el FBI condujo una sofisticada operación de vigilancia con la intención directa de impedir el ejercicio de la libertad de expresión y asociación proporcionados por la Primera Enmienda, con la teoría de que prevenir el crecimiento de grupos peligrosos y la propagación de ideas perniciosas protegerían la seguridad nacional e impediría la violencia".

El Comité Church documentó la historia de cómo era usado el FBI con fines de represión política datando desde la Primera Guerra Mundial, a lo largo de los años 1920, cuando se les acusó de reunir "anarquistas y revolucionarios" para su deportación, y luego continuando desde 1936 hasta 1976.

El FBI alega que ya no emprende operaciones de COINTELPRO o tipo COINTELPRO. Sin embargo, sus críticos afirman que programas de la agencia que llevan el mismo espíritu que COINTELPRO apuntan a grupos como el Comité en Solidaridad con el pueblo de El Salvador, La Tierra Primero! y el Movimiento Antiglobalización.

Citas de Edgar Hoover:

"Los miles de criminales que he visto en 40 años de aplicación de la ley, han tenido una cosa en común: Todos y cada uno de ellos era un mentiroso."
Fuente: Revista News summaries (7 de abril de 1955), "What I Would Tell a Son," Family Weekly (14 de julio de 1963).

"Sólo somos una organización de recogida de datos. Nosotros no exculpamos a nadie. Nosotros no condenamos a nadie."
Fuente: Revista Look (14 de junio de 1956)

"Ninguna cantidad de aplicación de la ley puede resolver un problema que se remonta a la familia".

"La cura para la delincuencia no es la silla eléctrica, pero la silla alta".

 "La justicia es incidental a la ley y el orden."

“Sólo somos una organización de recogida de datos. Nosotros no exculpamos a nadie. Nosotros no condenamos a nadie.”
[Fuente: Revista Look (14 de junio, 1956)]

Métodos:

Según Brian Glick, en "War at Home" (que se puede traducir como la "Guerra en Casa"), COINTELPRO usaba una amplia variedad de métodos, entre los que se incluyen:

1. "Infiltración: Agentes e informadores no espiaban meramente a los activistas políticos. Su objetivo principal era desacreditarlos y provocar su desbarajuste. Su misma presencia servía para socavar la confianza y ahuyentar a partidarios potenciales. El FBI y la policía explotaban este miedo acusando a activistas genuinos de ser agentes".

2. "Guerra psicológica Desde el Exterior: El FBI y la policía usaban una miríada de "trucos sucios" para minar los movimientos progresivos. Infiltraban historias falsas en los medios y publicaban folletos erróneos y otras publicaciones usando el nombre de los grupos objetivo. Falsificaban la correspondencia, enviaban cartas anónimas, y realizaban llamadas anónimas. Esparcían desinformación sobre encuentros y eventos, montaban pseudo movimientos de grupos llevados por agentes gubernamentales, y manipulaban o llevaban a cabo tácticas represivas contra familiares, trabajadores, patrones, oficiales de escuela y otros para causar problemas a los activistas".

3. "Hostigamiento Mediante el Sistema Legal: El FBI y la policía abusó del sistema legal para acosar a disidentes y hacer que pareciesen criminales. Oficiales de ley mintieron bajo juramento y presentaron evidencias falsas como pretexto para arrestos ilegales y encarcelamientos injustos. Imponían leyes de impuestos y otro tipo de regulaciones gubernamentales de manera discriminatoria y usaban vigilancia destacada, entrevistadores 'investigadores', y citaciones de jurado de acusación con el propósito de intimidar a activistas y silenciar a sus simpatizantes".

4. "Fuerza Extralegal y Violencia: El FBI y la policía amenazaban, instigaban, y ellos mismos llevaban a cabo robos, vandalismo, asaltos y palizas. El objeto de esto era asustar a los disidentes y trastornar sus movimientos. En el caso de los activistas negros y puertorriqueños (y latinoamericanos), estos ataques —incluyendo asesinatos políticos— eran tan extensos, despiadados, y calculados que pueden ser calificados de forma precisa como una forma de terrorismo 'oficial'".

El FBI condujo trabajos tipo "black bag", entradas subrepticias sin órdenes judiciales, contra los grupos objetivo y sus miembros.

Partidarios del FBI argumentan que la agencia estaba convencida de que semejante amenaza de subversión nacional, que suponían los grupos radicales, requerían esfuerzos extraordinarios para impedir la violencia y la insurgencia revolucionaria. Hoover estaba dispuesto a usar alegaciones falsas para atacar a sus enemigos políticos. En un memorándum escribió: "El propósito de la acción de contrainteligencia es despertar el Partido de las Panteras Negras y es inmaterial preguntarse si existen hechos para substanciar los cargos".

En 1969 el agente especial del FBI en San Francisco escribió a Hoover que su investigación del Partido de las Panteras Negras revelaba que, al menos en su ciudad, los nacionalistas Negros estaba primordialmente dando de comer a niños. Hoover contraatacó con un memorándum insinuando que las ambiciones profesionales del agente estaban directamente relacionadas con su suministro de evidencias para apoyar la visión de Hoover de que el Partido era "una organización propensa a la violencia que buscaba derrocar al Gobierno con métodos revolucionarios".

En el Día Memorial, durante la explosiva respuesta política de la Universidad de California Berkeley al bombardeo de Camboya, los Jimi Hendrix Experience tocaron en el Centro Comunitario de Berkeley. Como cindición de pasaje de seguridad para el evento, el Consultor de Relaciones-Comunitarias retenido para "calmar" a los de la zona presentó a Jimi Hendrix a las esposas de los líderes del Partido de las Panteras Negras: Arie Seal y Pat Hilliard. El encuentro estuvo restringido a los directores y después de esto se realizó el anuncio de que Jimi Hendrix llevaría a cabo un concierto benéfico para las Panteras {Negras y Blancas} en el Coliseo de Oakland durante septiembre de 1970. Pero no iba a poder ser. Operativos de COINTELPRO en Londres interceptaron esta fusión de la Revolución Política Negra y la Revolución Cultural Blanca. Hendrix tocó en Berkeley, pero no en Oakland.

Legado:


En 1979, el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos (HSCA), que había vuelto a abrir la investigación sobre el asesinato del Presidente Kennedy, informó que Hoover "no investigó adecuadamente la posibilidad de una conspiración para asesinar al Presidente." La HSCA informó además que Hoover "fue deficiente en su intercambio de información con otros organismos y departamentos." Como resultado, diversas teorías de conspiración abundan con respecto a la negligencia de Hoover en el desempeño de la debida diligencia con respecto al asesinato de Kennedy.

La sede del FBI en Washington DC lleva el nombre de Hoover. Debido a la naturaleza polémica del legado de Hoover, en 2001 el senador Harry Reid patrocinó una enmienda respecto al nombre de Hoover en la construcción, alegando que "el nombre de J. Edgar Hoover en la construcción es una mancha en el edificio,". La enmienda no fue aprobada por el Senado.

Tras la muerte de Hoover, el Presidente Richard Nixon limitó el tiempo de mandato de los directores del FBI a sólo 10 años, posteriormente se percató que necesitaba de él para controlar la oposición institucional y de los medios, lamentando su muerte.

1937: una nueva recesión.

A pesar de la reforma de la Corte Suprema, los demócratas se dividieron en el transcurso de 1937, mientras el país conocía su primera recesión desde el punto bajo de 1932, lo que puso en peligro la credibilidad del New Deal. Varias posiciones se confrontaron entonces: los círculos de negocios acusaron a la administración Roosevelt de impedirles realizar inversiones productivas y castigar las actividades económicas con las tasas de la seguridad social, efectivas a partir de 1937. Por el contrario, los partidarios del New Deal denunciaron una «huelga del capital» llevada a cabo por los círculos de negocios para desacreditar al New Deal, responsabilizando también a Roosevelt, que a causa de su conservadurismo fiscal tomó la decisión de reducir ciertos gastos de obras públicas para equilibrar el presupuesto, provocando de esta forma un recrudecimiento del desempleo.

En una carta particular dirigida al presidente el 1 de febrero de 1938, es decir, dos años después de la aparición de la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, John Maynard Keynes sugirió a Roosevelt considerar todas las críticas que recibió como válidas. Keynes explicó así que la disminución del gasto público representaba un error, y que era necesario estimular a las empresas del sector privado con el fin de facilitar la recuperación. Conforme a estos principios, Roosevelt reclamó pues una recuperación del gasto público desde el segundo trimestre de 1938. Con este fin, se desbloqueó un fondo de tres mil millones de dólares.  Pero Roosevelt había salido debilitado por la recesión y el litigio con la Corte Suprema. La última gran ley del New Deal, la Fair Labor Standards Act («Ley de Normas Justas del Trabajo»), que prohibía el trabajo infantil e instituía un salario mínimo, fue votada el mismo año.94 Con posterioridad, ningún otro texto legal superior fue ratificado en el Congreso, y el New Deal fue cediendo progresivamente su lugar a una nueva cuestión: la guerra.

Las nuevas prioridades de Roosevelt.

La evolución de la deuda pública revela el paso a una economía de guerra a partir de 1941 y de manera más pronunciada desde 1943. Durante el periodo del New Deal (1933-1938), la deuda se había mantenido estable.

En noviembre de 1938, es decir, unos meses después de la firma de la Fair Labor Standards Act, Roosevelt explicó en una reunión privada con el secretario del Tesoro Henry Morgenthau que la guerra que se avecinaba en Europa podía ser beneficiosa para Estados Unidos en general y para los demócratas políticamente. Al mismo tiempo, Roosevelt empezó a pensar en los medios para construir la fuerza militar estadounidense con el objetivo de disuadir a otros países, evitando tener que negociar con Hitler. A pesar de las difíciles elecciones para su partido, Roosevelt fue reelegido para el tercer mandato en las elecciones de 1940, y declaró ante la prensa que no le gustaba el término de New Deal, ni su sobrenombre de «Doctor New Deal», dado que aunque hubiera solucionado los numerosos males de su país, los Estados Unidos debían enfrentarse a nuevos riesgos. Declaró así que su compañero el «Doctor Gana la Guerra» iba a tomar el relevo.

El fin del New Deal fue manifiesto en la evolución de los gastos presupuestarios, que tradujeron claramente la transición hacia una economía de guerra. En 1943, el Civilian Conservation Corps, la Works Projects Administration y otras agencias del New Deal fueron suprimidas. Al mismo tiempo, la partida de defensa y gastos militares del presupuesto pasó del 8% en 1938 al 40% en 1943. Finalmente, hubo que esperar hasta 1943 para que el desempleo cayera a niveles inferiores a los de 1929. Para entonces, el New Deal ya no contaba con ninguna prioridad.

A pesar de todo, las ideas del New Deal no desaparecieron totalmente con la Segunda Guerra Mundial, y desde 1944 Roosevelt reafirmó que la libertad individual no podía existir sin una cierta seguridad económica. Hasta concibió una segunda Carta de Derechos que garantizara las nuevas bases de prosperidad y de seguridad para todos, cualesquiera que fuera su condición, su raza o sus creencias. Entre estos derechos, donde figuraban la seguridad contra los azares de la coyuntura económica, derecho al empleo, precios agrícolas correctos, o derecho a un salario digno, la inmensa mayoría eran ya prioridades del New Deal.

Balance del New Deal.

Cartel de 1940 mostrando los proyectos de la Works Projects Administration. Se pueden apreciar las piscinas, el alcantarillado, los edificios administrativos, los aeropuertos, el metro y las escuelas. Se trata de una de las agencias más eficaces del programa.

En el plano político, el poder ejecutivo y el gabinete presidencial reforzaron su influencia sin inclinar por ello al país a la dictadura. Roosevelt supo instaurar un vínculo directo con el pueblo por las numerosas conferencias de prensa que tuvo, pero también por la utilización de la radio en sus célebres «Charlas junto a la chimenea» y sus numerosos desplazamientos. El New Deal permitió una democratización de la cultura así como la reconciliación de los artistas con la sociedad y su espíritu impregnó el país: el cine y la literatura se interesaron más por los pobres y por los problemas sociales. La Works Projects Administration llegó a poner en marcha numerosos proyectos en el campo de las artes y la literatura, en particular con los cinco programas del Federal Project Number One en favor de los artistas.

La WPA permitió la realización de 1.566 nuevas pinturas, 17.744 esculturas, 108.099 pinturas al óleo y desarrollar así la enseñanza artística. Pero hasta en este campo, el balance ha de matizarse: aunque los artistas estadounidenses fueron mantenidos por fondos públicos y adquirieron un reconocimiento nacional, esta política cultural se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial y por la posterior muerte de Roosevelt. Desde el punto de vista de las agencias del New Deal, puede también citarse la Public Works Administration, que gastó 13.000 millones de dólares en 1942, y empleó hasta un total de 3,5 millones de parados en 1938.106 En cuanto a las obras públicas realizadas, se pueden citar 285 aeropuertos, 1 millón de kilómetros de carreteras, 77.000 puentes y 122.000 edificios públicos en el periodo de siete años.106

Fracaso relativo en lo económico.

El Dust Bowl es uno de los casos más conocidos de la difícil situación de los agricultores estadounidenses durante los años 1930. El agravamiento de las condiciones de estos constituyó uno de los principales fracasos del New Deal.  En el plano económico, la situación era mejor al albor de la Segunda Guerra Mundial que en 1933: la producción industrial recobró su nivel de 1929. Contabilizando como «100» la situación de 1929, el PNB en precios constantes era «103» en 1939, «96» si se tiene en cuenta el PNB/hab. Sin embargo, el desempleo siempre se mantenía en unas cifras masivas: el 17% de la población activa estadounidense se encontraba desempleada en 1939, o sea 9,5 millones de personas. Sin embargo, recibían un subsidio de desempleo, lo que representa una novedad con relación a la situación precedente al New Deal. La población activa aumentó en 3,7 millones de personas entre 1933 y 1939.6 El New Deal inauguró además un período de intervencionismo estatal en numerosos sectores de la economía estadounidense: aunque no hubo nacionalizaciones, las agencias federales desarrollaron sus actividades y emplearon a más funcionarios con título universitario. Las medidas del New Deal pusieron así las bases de la futura superpotencia estadounidense.

A pesar de todo, el New Deal no llegó a hacer volver la prosperidad de la década de 1920, y en 1941, seis millones de estadounidenses todavía esperaban un empleo. El pleno empleo no se consiguió antes del ataque japonés a Pearl Harbor, pues recién la entrada de Estados Unidos en la guerra contra el Eje generó un gran estímulo para que la industria pesada estadounidense, una de las más amplias y diversificadas del mundo, se lanzara a participar del esfuerzo propio de la economía de guerra; el reclutamiento de tropas y la demanda de obreros en las fábricas causaron una dinamización de la economía que paulatinamente redujo el número de desempleados. Desde el punto de vista de la inversión, los resultados también fueron regulares: la oposición de los círculos empresariales a la acción de Roosevelt, e incluso su voluntad de obstaculizar el proceso, provocaron una caída de la inversión privada, que la pública no pudo compensar. Con todo, las medidas de Roosevelt permitieron sostener la demanda global, frenando su caída. La recesión económica de 1937 también jugó en contra de Roosevelt, traduciéndose particularmente por un descenso del 50% del valor de las acciones, y por una subida del desempleo que afectó a 11 millones de estadounidenses ese mismo año.

En cuanto a la agricultura, Roosevelt no llegó a ofrecer una paridad entre los precios agrícolas e industriales, debido particularmente a la reticencia del Congreso a otorgar costosos créditos en 1938 para detener la caída de los precios agrícolas. En un contexto de un nuevo incremento de la producción, los precios de los productos agrícolas disminuyeron de nuevo, causando graves pérdidas de dinero entre los pequeños campesinos. El problema del empobrecimiento rural se agravó aún más, como lo muestra John Steinbeck en su novela Las uvas de la ira.

En materia comercial, los resultados fueron distintamente inferiores a los registrados antes de la crisis. La situación del equilibrio de las cuentas se degradó progresivamente, y la balanza comercial pudo recobrar el equilibrio solamente gracias a una contracción neta de las importaciones, que pasaron de 4,4 mil millones de dólares en 1929 a 2,1 mil millones en 1939. Pese a todo, Estados Unidos aumentó la compra de oro, de tal modo que en el país se encontraba el 70% de las existencias de oro mundial en 1939.

La herencia política y social del New Deal.

Desde el punto de vista político, el New Deal dejó una fuerte huella, creando una amplia gama de agencias gubernamentales, protegiendo a diversos grupos de ciudadanos (obreros, agricultores, entre otros) que sufrieron la crisis, permitiéndoles hacer contrapeso al poder del empresariado y de los círculos de negocios. La administración Roosevelt generó así numerosas ideas políticas, conocidas por las generaciones siguientes bajo el nombre de "Reforma liberal del New Dea" que han permanecido como fuentes de admiración tanto para críticos como para generaciones posteriores, y que contribuyeron a formar la gran ola de reformas liberales que continuó con la «Gran Sociedad» de Lyndon B. Johnson en la segunda mitad de los años 1960. Siguiendo el modelo de su mentor, Franklin D. Roosevelt, Johnson procuró extender el programa del New Deal más allá de la simple seguridad económica, tomando en consideración los derechos civiles, la educación, la vivienda, y el sistema de cobertura médica, es decir los temas ya abordados por Roosevelt en su particular Carta de Derechos.

En cuanto a los derechos civiles, las órdenes ejecutivas tales como la Fair Employment Practices Comission, adoptada el 25 de junio de 1941 por Roosevelt, y que prohibía la discriminación a la hora de la contratación en contra de los afroestadounidenses, las mujeres, y las minorías, constituyó un avance que aportó mejores empleos y salarios a millones de personas que pertenecían a minorías. Globalmente, el New Deal se correspondió con una fase de reconocimiento de las poblaciones minoritarias, años antes del inicio del Movimiento por los derechos civiles. La influencia de Eleanor Roosevelt, considerada la primera mujer de un presidente que recuperó el papel activo de la primera dama, se mantuvo cerca de organizaciones como la NAACP, siendo crucial desde 1933. Sin embargo, hay que recordar que el New Deal no fue el disparador del Movimiento por los derechos civiles. De hecho, la inmensa mayoría de las grandes asociaciones en defensa de las minorías tales como la NAACP, o la Asociación Universal de Desarrollo Negro y la Liga de Comunidades Africanas fueron creadas a comienzos del siglo XX. Por otra parte, el hecho de que una proporción creciente de afroestadounidenses tuviera un empleo a finales de los años 1930 también valora el hecho de que la economía de guerra implicaba dar trabajo al mayor número posible de personas.

Aunque la noción de Estado del bienestar ya aparecía en el New Deal, la influencia de John Maynard Keynes sobre este es casi inexistente. De hecho, la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero no fue publicada hasta 1936, es decir, cerca de tres años después del inicio del New Deal. Por otra parte, al final de una entrevista entre Roosevelt y Keynes, el primero habría declarado no haber comprendido nada de las declaraciones realizadas por Keynes. Finalmente, autores estadounidenses condujeron desde finales de los años veinte su propia investigación. Foster y Catchings, por ejemplo, en sus obras «Business Without a Buyer» (1927) y sobre todo «The Road to Plenty» (1928), pusieron el énfasis en la importancia del consumo y cuestionaron la ley de Say, que quería que la oferta creara su propia demanda. Marriner Eccles, presidente de la Reserva Federal de 1934 a 1948, fue según Arthur Meier Schlesinger uno de los más marcados discípulos de Foster. No obstante, el segundo New Deal, cuyas medidas fueron elaboradas por la llamada escuela de los coyunturistas (Alvin Hansen y Foster en particular), fue fuertemente influenciado por los trabajos de Keynes, particularmente por el principio del pump priming («preparado de la bomba»), indispensable para la recuperación económica y para el apoyo de la demanda global.

En cambio, Keynes contribuyó a la creación del Sistema Monetario Internacional al concluir la Segunda Guerra Mundial, y en respuesta a los Acuerdos de Bretton Woods.  De hecho, mientras que el ambicioso programa nacional del New Deal comenzaba a apagarse, Roosevelt se dio cuenta de la importancia de la política exterior convenciéndose, particularmente a partir de las teorías de su secretario de Estado Cordell Hull y de Keynes, de que un comercio sin impedimentos podía ser un camino de paz y prosperidad. Sin embargo, al día siguiente de la firma de los acuerdos, el plan de Keynes no fue el elegido, sino el de su homólogo estadounidense Harry Dexter White, ya que proponía, a ejemplo del modelo de seguridad social del New Deal, la creación de un fondo al que cada país aportaría su contribución. Fue así como se sentaron las bases del Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. Estas dos instituciones se inspiraban pues en agencias del New Deal, por un lado por su carácter experimental, y por otro por su incapacidad de adaptarse a las necesidades de la economía, extendiendo sus prerrogativas. Así, la incapacidad del FMI para abastecer de fondos con el objetivo de combatir la subida del comunismo condujo a la creación del Plan Marshall.

Visión liberal clásica.

Milton Friedman y la Escuela de Chicago


Milton Friedman, dirigente de la Escuela de Economía de Chicago, fue en su momento favorable al New Deal. Aunque era portavoz del Tesoro, defendió una política keynesiana. En cambio, en 1962, en su obra Capitalismo y libertad, se entregó a una defensa del capitalismo, y a una crítica del New Deal y del Estado del bienestar. Él y Anna Schwartz criticaron entonces el New Deal explicando que «el remedio había estado a punto de ser peor que la enfermedad». Para Friedman, de hecho, la Gran Depresión provenía principalmente de una mala gestión monetaria, cuya oferta debería haber sido aumentada y no reducida. En su Historia monetaria de los Estados Unidos publicada en 1963, desarrolló esta tesis explicando aquella grave crisis económica por las políticas de contracción monetaria llevadas a cabo. Así, Friedman explicó que: «La FED era muy responsable de la amplitud de la crisis de 1929. En lugar de usar de su poder para compensar la crisis, redujo en un tercio la masa monetaria entre 1929 y 1933 … Lejos de ser un fracaso del sistema de libre empresa, la crisis fue un fracaso trágico del Estado.»  Friedman denunciaba así el nefasto papel de la intervención del Estado en la economía, y en particular en la política monetaria, llevada a cabo, en su opinión, en el New Deal.

Friedrich Hayek y la Escuela austriaca

Friedrich Hayek, conocido por su liberalismo en la línea de la escuela austriaca de economía, criticó vivamente el intervencionismo estatal, rechazando la intervención económica en las economías capitalistas. Hayek también criticó el keynesianismo, juzgando que John Maynard Keynes no poseía más que conocimientos limitados en teorías económicas.120 Mostró así que las políticas keynesianas de reactivación económica, basadas en la utilización del presupuesto público, conducían a la vez a la inflación, al estancamiento económico y al desempleo.

Pero más allá de estas críticas generales, lo que específicamente más molestó a Hayek fue que los principales consejeros de Roosevelt hubieran sido clasificados entre los liberales. Hayek no estaba de acuerdo con John Dewey, uno de sus principales inspiradores,121 ni sobre la concepción de la libertad,122 ni en el vínculo entre libertad y limitación,123 ni en lo que llama su «pragmatismo constructivista».124 Igualmente, en esta óptica, Friedrich Hayek criticó las cuatro libertades de Franklin Delano Roosevelt en su libro Derecho, legislación y libertad


El Sacrificio Presidencial

La razón de ser de los mitos,  es la nada que existe e impera, y tiene poder; centrándose en el principio de su función literaria y educativa, y  por su función social. El deseo es una de las grandes motivaciones de la conducta; pero, con la "teoría mimética" de René Girard, explica que ese deseo es triangular: no deseamos lo que nos parece bueno, sino lo que otros desean, ese es el deseo de ser una gran potencia que se remonta a la visión de los "padres fundadores"  de Roma  y Grecia. Ese mimetismo de las modas lleva a la violencia —competencia de deseos—, y para ponerle fin se elige como chivo expiatorio a algunas personas o grupo social, en las sociedades contemporáneas es todo un grupo social o étnico, en el caso norteamericano a una comunidad específica (indios, negros fugitivos, anarquistas, comunistas, etc) o al Presidente, si el cuerpo social está muy convulsionado.

El mito es, en este contexto, es la "mentira necesaria" que convierte el mal en bien, sublimándolo, y transfiriéndolo a un sujeto, que puede ser culpable o inocente, en todo caso poco importa en la acción social. El hombre desea hacer el bien, pero hace el mal, derramando sangre y trata de lavar su pecado, al justificar las motivaciones que lo llevaron a ello, ya sea por razones sociales, étnicas o jurídicas. El hombre no puede aguantar la violencia que él mismo ha realizado —como decía T. S. Eliot, no puede soportar demasiada realidad— y trata de ocultarla a través de la historia oficial, desapareciendo,   los textos de historia heterodoxos, la historia patria es el cuento de triunfadores, que logran el sueño americano, se puede posponer el mecanismo si se aplican las medidas para que los estratos bajos puedan formar parte de la clase medio o del sueño americano, de no hacerlo aumentará la tensión, cosa que no se reseña ni se habla: el mito transmite un acontecimiento fundacional de la sociedad, pero al mismo tiempo esconde su razón de ser (la violencia sacrificial), con el cual se constituyó como pueblo.

Frente a la mitología social humana, aparece la lógica divina de la redención en la historia patria, donde el sacrificio no se oculta, sino que se relata con todo detalle (La masacre de los indios en la conquista o la guerra de secesión). La lógica es a la inversa porque el héroe se pone de parte de los fuertes y porque el punto de partida de este sacrificio no es el deseo —que lleva a los hombres a enfrentarse—, sino el odio, que lleva al sacrificio, al darse las masacres colectivas, que si no logra subsanar a la sociedad se volverá su víctima.

La palabra mimesis ha perdurado a través del tiempo aunque no necesariamente en el mismo sentido. Se trata de una palabra que la encontramos tanto en Platón y Aristóteles, como en las diversas teorías educativas y estéticas. Sobre el mimetismo se basa lo que llamamos aprendizaje, educación, iniciación; así mismo, antes del advenimiento del individualismo, la mimesis era estimada en el campo literario, educativo, religioso, etc., Ya que al destacarse en cualquier actividad era para seguir el modelo.

El concepto de mimesis corriente, descrito en la Poética de Aristóteles, y derivado de Platón, excluye dos tipos de conducta que también son sujetos de imitación por parte del hombre: el deseo y la apropiación. El deseo humano es esencialmente mimesis o imitación, es decir, nuestros deseos se configuran gracias a los deseos de los demás (en esto difiere de Freud ), y la apropiación es formar parte del sueño americano.

En esta mimesis de deseo, los objetos se eligen gracias a la mediación de un modelo, en realidad el modelo americano  no es más que un medio para saciar "la codicia de los corporaciones", de ahí la importancia de medidas que a través de la tributación disminuya lo regresivo de la renta personal, y su fin es el enriquecimiento personal. Por otra parte, si un individuo imita a otro cuando este último se apropia de un objeto entonces nos encontramos con la mimesis de apropiación de la cual puede surgir de la rivalidad o el conflicto, porque el objeto entra en disputa, que en caso norteamericano se transa a través del homicidio o la revuelta como forma de interacción política, por eso está instucionalizado el porte de arma utilizando la constitución como soporte jurídico e ideológico.

En definitiva, el objeto puede caer en el olvido por parte de los antagonistas, entonces se pasa de la mimesis de apropiación a la mimesis de antagonista ya que el deseo mimético del objeto se transforma en obsesión recíproca de los rivales, y una vez que aumenta el número de rivales, los antagonistas tienden a escoger el antagonista del otro, dándose periódicas revueltas donde los chivos expiatorios son ajusticiados masivamente fue el caso de los indios, de los negros del cinturón del algodón, anarquistas, de los comunistas, etc

La mimesis de apropiación y la mimesis de antagonista no son exclusivas del país, pues también se encuentran presentes en los animales. En ellos se ha observado que, cuando se supera cierto grado de rivalidad, los antagonistas abandonan el objeto que pretendían apropiarse, para entrar en una confrontación abierta.  El hombre este proceso se convierte en una serie de desquites que se pueden definir en términos miméticos o imitativos, que según mi percepción ubican en lo criminal, que transciende a una vendetta en un principio, la confrontación política posteriormente, la revuelta y exterminio en la última fase. La mimesis ha sido considerada tradicionalmente como algo enteramente positivo, tal es el caso de la mimesis estética y educacional. Esta visión mutilada de la imitación se ha visto extendida a diversos campos como la filosofía, psicología, sociología y crítica literaria. La mimesis es apenas percibida en Platón, pone énfasis en una mimesis potencialmente divisiva y provocadora de crisis, que se manifiesta en la propagación de la rivalidad mimética.

Si bien el deseo mimético es potencialmente provocador de crisis, esto no significa que en sí mismo sea malo, a pesar de ser el responsable de que surja la violencia. Si nuestros deseos no fueran miméticos, se encontrarían fijados permanentemente en objetos predeterminados, en definitiva constituirían una especie de instintos, de tal manera que no podríamos cambiar de deseo nunca, de ahí la importancia de la educación como forma de salvar al hombre del deseo.

La primera hipótesis es que el deseo elige sus objetos gracias a la mediación de un modelo, en el caso norteamericano es el modelo “american dream”, que se intentó sustituir con el modelo de la sociedad de consumo. Posteriormente desarrolla una segunda hipótesis más antropológica y globalizante que se remonta incluso a las sociedades primitivas al afirmar que, cuando las comunidades arcaicas entraban en crisis se volvían violentas, expulsando (eliminando) así al supuesto causante del desorden, fue el caso de la guerra de independencia o la expansión a Texas, Nuevo Mexico, California, Arizona y Tucson; con la deportación de las comunidades mexicanas, en la que algunos sujetos por violentos de la ocupación se volvieron criminales sedientos de sangre. Sin embargo, dicho culpable frecuentemente es acusado injustamente, es decir venía a ser un chivo expiatorio, independientemente tenga culpa o no. Tanto el recuerdo de la violencia generada, como el fin de la misma, quedarían conservados aunque velados bajo los ritos, los mitos y las prohibiciones, que refuerzan los sacrificios, que no son otra cosa que enmascarar las masacres colectivas, dándole el significado de combates heroicos.

En estadios posteriores, estos nichos de la cultura se desplazan a nuevas construcciones culturales que intentan ocultar su visión del mundo, etc. Por otra parte, dicha expulsión que ejercieron las comunidades primitivas, se seguiría efectuando a lo largo de la historia, incluso en la actualidad, pero con matices y formas de presentarse distintas forma, como puede ser una revuelta urbana, que entroniza a un grupo, que a su vez se vuelve a ser la víctima propiciatoria del siguiente grupo, reforzado el ciclo.

La pertinencia filosófica de Girard estriba en que su pensamiento es una reacción contra el racionalismo, que en el caso americano tiene cabida por el rechazo general del pensamiento racional, y la búsqueda de soluciones mágicas. Girard manifiesta que no se puede desconocer lo irracional que se encuentra presente en las relaciones “racionales” de los hombres. En definitiva, el hombre no percibe la imitación metafísica (en el sentido de ilusoria) que va a destruir los cálculos de la sana reflexión. Las decisiones racionales pueden ser simplemente el resultado del deseo mimético, del deseo como copia del deseo del otro, que degenera en rivalidad mimética justificando lo que está mal. Con un pretendido pensamiento racional se puede estar construyendo grandes castillos lógicos, en apariencia “objetivos”, que vienen a ser el resultado de la reciprocidad violenta, provocada por la mimesis, un ejemplo es el discurso marxista o liberal, que encierra la falta de un discurso que la élite intelectual debe construir que permita el consenso.

Es así como algunas de nuestras posturas racionales en apariencia “imparciales” puede que no sean más que una reacción mecánica en la que pretendemos diferenciarnos a toda costa del otro a quien lo vemos como rival, pero solo buscamos desplazar en el poder. Este afán de diferenciación nos hace creer que la postura correcta, que la “verdad” se encuentra en la orilla opuesta; y una vez allí, nos atrincheramos con todo entusiasmo, sin caer en cuenta que nuestra postura no es más que una oposición mecánica y simétrica, o lo que es lo mismo, el reflejo del espejo.


En definitiva, la cohesión de una comunidad se logra gracias a un principio sacrificial, a costa de nuevas víctimas arbitrarias, de un chivo expiatorio, que puede ser toda una claque, partido o familiares. Esta dimensión de violencia es negada por quienes la realizan, y gracias a este desconocimiento, el proceso de cohesión de la comunidad resulta eficaz. Por otro lado, el principio sacrificial, la eliminación de un miembro de la comunidad, es el principio fundamental del orden político, ya que los hombres tienen cierta tendencia a derivar su violencia en otros.

Esta manera de “discriminar”, de seleccionar excluyendo, de sacrificar para que se restablezca el orden, se conservaría en la actualidad a pesar de que no funcionaría con la misma eficacia que en la sociedad actual. Por otra parte, el hombre no se encontraría totalmente libre de buscar chivos expiatorios en las más diversas actividades, incluso en aquellas disciplinas que abogan por el bien común, como la política; o por el desarrollo material de los pueblos, como la economía; o aquella que es la abanderada de la razón, como lafilosofía. Esta tendencia a buscar y encontrar chivos expiatorios, nos garantiza una zona de seguridad, una zona de paz, de orden restablecido que se erige sobre las ruinas sacrificiales, por un tiempo no menor a una generación.

Al desentrañar los mitos mágicos-religiosos sobre los que se basa la sociedad  americana, se ha demostrado la escasa talla de que estos mitos tienen, montados sobre el deseo de venganza y resentimiento, tienen frente a una religión civil basada en el  culto a una institución. Algo a lo que, en último término, hace referencia en su discurso Michel Serres: "Considerar la religión (sólo) como un hecho de sociedad o de historia, lejos de suponer una forma científica de abordarla, forma parte de la regresión contemporánea hacia las religiones sacrificiales de la antigüedad", en este caso de tipo civil,  o sea la sociedad norteamericana nace como tal no en la “Declaración de la Independencia de Filadelfia”, sino en el decreto de extermino de los indios, en la primeras guerras indias de la época colonial.

La razón de ser de los mitos,  es la nada que existe e impera, y tiene poder; centrándose en el principio de su función literaria y educativa, y  por su función social. El deseo es una de las grandes motivaciones de la conducta; pero, con la "teoría mimética" de René Girard, explica que ese deseo es triangular: no deseamos lo que nos parece bueno, sino lo que otros desean, ese es el deseo de ser una gran potencia que se remonta a su visión de Roma  y Grecia. Ese mimetismo de las modas lleva a la violencia —competencia de deseos—, y para ponerle fin se elige como chivo expiatorio a algunas personas o grupo social, en las sociedades contemporáneas es todo un grupo social o étnico, en el caso norteamericano a una comunidad específica o al Presidente, si el cuerpo social está muy convulsionado.

El mito es, en este contexto, la "mentira necesaria" que convierte el mal en bien, sublimándolo, y transfiriéndolo a un sujeto, que puede ser culpable o inocente, en todo caso poco importa en la acción social. El hombre desea hacer el bien, pero hace el mal, derramando sangre y trata de lavar su pecado, al justificar las motivaciones que lo llevaron a ello, ya sea por razones sociales, étnicas o jurídicas. El hombre no puede aguantar la violencia que él mismo ha realizado —como decía T. S. Eliot, no puede soportar demasiada realidad— y trata de ocultarla a través de la historia oficial, desapareciéndola,   los textos de historia heterodoxos, la historia patria es el cuento de triunfadores, que logran el sueño americano, cosa que no se reseña ni se habla: el mito transmite un acontecimiento fundacional de la sociedad, pero al mismo tiempo esconde su razón de ser (la violencia sacrificial), con el cual se constituyó como pueblo.

Frente a la mitología social humana, aparece la lógica divina de la redención en la historia patria, donde el sacrificio no se oculta, sino que se relata con todo detalle (La masacre de los indios en la conquista o la guerra de secesión). La lógica es inversa porque el héroe se pone de parte de los débiles y porque el punto de partida de este sacrificio no es el deseo —que lleva a los hombres a enfrentarse—, sino el odio, que lleva al sacrificio, al darse la masacre colectiva, que sino logra subsanar a la sociedad se volverá su víctima.

La palabra mimesis ha perdurado a través del tiempo aunque no necesariamente en el mismo sentido. Se trata de una palabra que la encontramos tanto en Platón y Aristóteles, como en las diversas teorías educativas y estéticas. Sobre el mimetismo se basa lo que llamamos aprendizaje, educación, iniciación; así mismo, antes del advenimiento del individualismo, la mimesis era estimada en el campo literario, educativo, religioso, etc., ya que al destacarse en cualquier actividad era seguir un modelo.

El concepto de mimesis corriente, descrito en la Poética de Aristóteles, y derivado de Platón, excluye dos tipos de conducta que también son sujetos de imitación por parte del hombre: el deseo y la apropiación. El deseo humano es esencialmente mimesis o imitación, es decir, nuestros deseos se configuran gracias a los deseos de los demás (en esto difiere de Freud ).

En esta mimesis de deseo, los objetos se eligen gracias a la mediación de un modelo, en realidad el modelo americano  no es más que un medio para saciar la codicia de los corporaciones, y su fin es el enriquecimiento personal. Por otra parte, si un individuo imita a otro cuando este último se apropia de un objeto entonces nos encontramos con la mimesis de apropiación de la cual puede surgir la rivalidad o el conflicto, porque el objeto entra en disputa, que en caso norteamericano se transa a través del homicidio o la revuelta como forma de interacción política. En definitiva, el objeto puede caer en el olvido por parte de los antagonistas, entonces se pasa de la mimesis de apropiación a la mimesis de antagonista ya que el deseo mimético del objeto se transforma en obsesión recíproca de los rivales, y una vez que aumenta el número de rivales, los antagonistas tienden a escoger el antagonista del otro, dándose periódicas revueltas donde los chivos expiatorios son ajusticiados masivamente fue el caso de los indios, de los negros del cinturón del algodón, anarquistas, de los comunistas, etc

La mimesis de apropiación y la mimesis de antagonista no son exclusivas del país, pues también se encuentran presentes en los animales. En ellos se ha observado que, cuando se supera cierto grado de rivalidad, los antagonistas abandonan el objeto que pretendían apropiarse, para entrar en una confrontación abierta.  El hombre este proceso se convierte en una serie de desquites que se pueden definir en términos miméticos o imitativos, que transciende a una vendetta en un principio, la confrontación política posteriormente, la revuelta y exterminio en la última fase. La mimesis ha sido considerada tradicionalmente como algo enteramente positivo, tal es el caso de la mimesis estética y educacional. Esta visión mutilada de la imitación se ha visto extendida a diversos campos como la filosofía, psicología, sociología y crítica literaria. La mimesis es apenas percibida en Platón, pone énfasis en una mimesis potencialmente divisiva y provocadora de crisis, que se manifiesta en la propagación de la rivalidad mimética.

Si bien el deseo mimético es potencialmente provocador de crisis, esto no significa que en sí mismo sea malo, a pesar de ser el responsable de que surja la violencia. Si nuestros deseos no fueran miméticos, se encontrarían fijados permanentemente en objetos predeterminados, en definitiva constituirían una especie de instintos, de tal manera que no podríamos cambiar de deseo nunca, de ahí la importancia de la educación como forma de salvar al hombre del deseo.

La primera hipótesis que maneja Girard en su pensamiento es que el deseo elige sus objetos gracias a la mediación de un modelo,  el modelo “american dream”,  se intentó sustituir con el modelo con el warfare state. Posteriormente desarrolla una segunda hipótesis más antropológica y globalizante que se remonta incluso a las sociedades primitivas al afirmar que,cuando las comunidades arcaicas entraban en crisis se volvían violentas, expulsando (eliminando) así al supuesto causante del desorden, fue el caso de la guerra de independencia con la aniquilación de las comunidades españolas y canarias. Sin embargo, dicho culpable frecuentemente es acusado injustamente, es decir venía a ser un chivo expiatorio, independientemente tenga culpa o no. Tanto el recuerdo de la violencia generada, como el fin de la misma, quedarían conservados aunque velados bajo los ritos, los mitos y las prohibiciones, que refuerzan los sacrificios, que no son otra cosa que enmascarar masacres colectivas.

En estadios posteriores, estos nichos de la cultura se desplazan a nuevas construcciones culturales que intentan ocultar sus orígenes violentos como el culto de "Los Padres Fundadores". Por otra parte, dicha expulsión que ejercieron las comunidades primitivas, se seguiría efectuando a lo largo de la historia, incluso en la actualidad, pero con matices y formas de presentarse distintas forma, como puede ser una revuelta urbana, que entroniza a un grupo, que a su vez se vuelve víctima propiciatoria del siguiente grupo, al desatarse confrontaciones internas, al no poder galvanizar a la nación en luchas externas, repitiéndose cada cierto tiempo el ciclo, utilizando "la mentira altruista" para construir el consenso necesario que les permita tener el apoya para consolidarse n el poder, usando la amenaza externa para reprimir, coaccionar o perseguir a grupos disidentes dentro de los Estados Unidos.

La pertinencia filosófica de Girard estriba en que su pensamiento es una reacción contra el racionalismo, que en el caso norteamericano tiene cabida por el rechazo general del pensamiento racional, y la búsqueda de soluciones mágicas. Girard manifiesta que no se puede desconocer lo irracional que se encuentra presente en las relaciones “racionales” de los hombres. En definitiva, el hombre no percibe la imitación metafísica (en el sentido de ilusoria) que va a destruir los cálculos de la sana reflexión. Las decisiones racionales pueden ser simplemente el resultado del deseo mimético, del deseo como copia del deseo del otro, que degenera en rivalidad mimética justificando lo que está mal. Con un pretendido pensamiento racional se puede estar construyendo grandes castillos lógicos, en apariencia “objetivos”, que vienen a ser el resultado de la reciprocidad violenta, provocada por la mimesis, un ejemplo es el discurso marxista o liberal, que encierra la lucha por los derechos civiles, que obvia la lucha étnica existente.

Es así como algunas de nuestras posturas racionales en apariencia “imparciales” puede que no sean más que una reacción mecánica en la que pretendemos diferenciarnos a toda costa del otro a quien lo vemos como rival, pero solo buscamos desplazar en el poder. Este afán de diferenciación nos hace creer que la postura correcta, que la “verdad” se encuentra en la orilla opuesta; y una vez allí, nos atrincheramos con todo entusiasmo, sin caer en cuenta que nuestra postura no es más que una oposición mecánica y simétrica, o lo que es lo mismo, el reflejo del espejo.

La ignorancia respecto a lo religioso y al papel fundador que tiene en toda sociedad. La cohesión unitaria de los miembros de una sociedad en contra de alguien se logra gracias a ciertos hechos de violencia inconfesables, perdidos, sumidos en el olvido, hechos que están presentes, aunque ocultos en los mito como la conquista del Oeste. Se encuentran parcialmente ocultos en los textos de mistificada persecución y genocidio, que son relatos de violencias reales, frecuentemente colectivas, redactados desde la perspectiva del perseguidor, y aquejados, por consiguiente, de características y distorsiones, que evitan su comprensión total. Y se encuentran develados o desmitificados en la historia patria.

En definitiva, la cohesión de una comunidad se logra gracias a un principio sacrificial, a costa de nuevas víctimas arbitrarias, de un chivo expiatorio, que puede ser toda una claque, partido o familiares. Esta dimensión de violencia es negada por quienes la realizan, y gracias a este desconocimiento, el proceso de cohesión de la comunidad resulta eficaz, en caso de la administración de JFK fue la confrontación por los derechos civiles, los fiascos militares de Bahía de Cochinos y la Crisis de los Misiles (ya que con la misma se consolidó a Fidel Castro en el poder) y la posición dubitativa y vacilante frente a Vietnam.

Por otro lado, el principio sacrificial, la eliminación de un miembro de la comunidad, es el principio fundamental del orden político, ya que los hombres tienen cierta tendencia a derivar su violencia en otros. Así no resultó extraño que elementos en la periferia de la sociedad norteamericana se aliarán lo que sería la estructura de poder, que calmaría la agitación con la formulación del Estado de Bienestar e involucrándose en Vietnam, su derrota por el Ejército de Vietnam del Norte, le permitió al Congreso y a la instituciones retomar su "rol" estelar dentro de la sociedad, pero que hubiera sucedido si la US Army hubiera vencido, lo más probable es que jamás Nixon hubiera renunciado, y habría gobernado desde la sombra.

Esta manera de “discriminar”, de seleccionar excluyendo, de sacrificar para que se restablezca el orden, se conservaría en la actualidad a pesar de que no funcionaría con la misma eficacia que en la sociedad actual. Por otra parte, el hombre no se encontraría totalmente libre de buscar chivos expiatorios en las más diversas actividades, incluso en aquellas disciplinas que abogan por el bien común, como la política; o por el desarrollo material de los pueblos, como la economía; o aquella que es la abanderada de la razón, como la filosofía. Esta tendencia a buscar y encontrar chivos expiatorios, nos garantiza una zona de seguridad, una zona de paz, de orden restablecido que se erige sobre las ruinas sacrificiales, por un tiempo no menor a una generación, olvidándose rápidamente lo sucedido dándoles falsas interpretaciones que le permitirá al colectivo recordar lo que quiere recordar, desdeñando el resto.

Así como nos muestra una cosmovisión del hombre a partir de su deseo, de la misma manera nos muestra al ser humano a partir de su convivir con otros miembros de la sociedad que van en pos de un bien común (aunque dicho "bien" pueda ir en perjuicio de uno de su miembros o también en perjuicio de otro grupo social por ejemplo los mormones o evangelistas; adaptados al modelo societal norteamericano.

La violencia derivada de la mimesis no se queda en las relaciones interpersonales, sino también se puede presentar en la política, economía, arte, ideología, religión, etc. En todo caso, siempre se trata del deseo de imitar al otro para obtener la misma cosa que él o ella tienen, por la violencia si fuera menester. Un ejemplo de la mimesis y violencia relacionada con política lo tenemos en la incapacidad de resolver el problema del subempleo o la inmigración ilegal que se degenera en acciones delictivas. En esos ataques se da una relación modelo – discípulo, en que entra en juego la competencia. En la base de estas acciones hostiles no se encontraría una diferencia radical entre occidente anglosajón e Hispanoamérica, grave error ya que ambos grupos compiten por el trabajo, la seguridad social, la infraestructura, etc. La forma en que se dan los "roces" fueron perpetrados en  un salto a un mundo "diferente", pero lo que da lugar o lo que provoca el insulto no está en esa "diferencia" política y cultural con los estadounidenses medio. Al contrario, en el fondo estaría un deseo exacerbado por la convergencia y el parecido. Los estadounidenses tienen que ser los menos asombrados por lo que pasa, ya que ellos constantemente viven en relaciones de rivalidad o competencia, y la retórica de "los movimientos antiinmigratorios" es precisamente eso.

Las comunidades primitivas al culpable de una crisis se lo "sacrifica" dándole muerte, en las sociedades posmoderna es todo un grupo como fue el caso de los judíos en la Segunda Guerra Mundial o la de los palestinos más recientemente; de la misma manera en nuestra sociedad contemporánea se intenta eliminar a quien se le ve como culpable, en el caso de los años 60 a JFK, lo que permitió eliminar posteriormente a RFK. Por otra parte, se consideraría ilusoriamente que la paz anhelada llega con la eliminación (figurada o real) del enemigo, ya sea asesinado o en masacres colectivas; por eso de darse una masacre los grupos armados del proletariado interno tendrán una "excusa" para insurgir, creando las condiciones para que se restablezca la paz. Sin embargo, dicha eliminación de la figura presidencial, no haría más que preparar nuevos escenarios para que surja nuevamente la violencia en contra quien la preparó. Éste puede ser una forma de entender la crisis de JFK, que permitirá avizorar un posible "futuro".

No hay comentarios:

Publicar un comentario