Principios
del Corporativismo
Por Kelder Toti.
Por Kelder Toti.
El
corporativismo es un sistema de organización o pensamiento económico y político
que considera a la comunidad como un cuerpo sobre la base de la solidaridad
social orgánica, la distinción funcional y los roles entre los
individuos.
El
término corporativismo procede del latín corpus que significa cuerpo. En el uso
contemporáneo, el corporativismo es utilizado comúnmente como un término
peyorativo contra la política dominada por las corporaciones y los negocios,
sin darse cuenta que es un síntoma del sistema corporativo.
Un
caso de corporativismo económico colaborativo con los sindicatos débiles existe
en Japón. En cuanto al corporativismo económico, la versión japonesa difiere en
gran medida del corporativismo europeo que incluye a los sindicatos como una
parte integral del corporativismo.
El
corporativismo está relacionado con el concepto sociológico de funcionalismo
estructural. La interacción social corporativa es común entre grupos de
parentesco tales como las familias, clanes y etnias. Fuera de los seres
humanos, ciertas especies animales son conocidas por exhibir una fuerte
organización social corporativa, como es el caso de los pingüinos.
En
la ciencia, las células en organismos son reconocidos al involucrar una
organización e interacción corporativa. Los puntos de vista corporativistas de
comunidad e interacción social son comunes en muchas religiones mundiales
principales, tales como el budismo, el cristianismo, el confucionismo, el
hinduismo y el Islam.
Los
modelos corporativistas formales se basan en el contrato de grupos
corporativos, tales como afiliación agrícola, de negocios, étnico, laboral,
militar, científica o religiosa, en un cuerpo colectivo. Los países que
mantienen sistemas corporativistas típicamente utilizan una fuerte intervención
estatal para dirigir políticas corporativistas, lo que es un grave error.
El
corporativismo ha sido utilizado por muchas ideologías del espectro político,
incluyendo el absolutismo, colectivismo, conservadurismo, nacionalismo,
fascismo, progresismo, reaccionismo, socialdemocracia, socialismo y
sindicalismo.
En
la ciencia política, se puede utilizar también el término
"corporativismo" para describir el proceso por parte de un Estado de
dar licencia y reglamentar para incorporar organizaciones sociales, religiosas,
económicas o populares en un solo cuerpo colectivo.
Así,
se puede usar el término "corporativismo" cuando estos Estados
cooptan el liderazgo empresarial o circunscriben la capacidad de desafiar la
autoridad estatal mediante el establecimiento de organizaciones como la fuente
de su legitimidad o gobernando el Estado a través de las corporaciones.
Este
uso es particularmente común en los estudios sobre Asia del Este y algunas
veces también es referido como "corporativismo estatal". Algunos
analistas han aplicado el término "neocorporativismo" a ciertas
prácticas en los países de Europa occidental, como el Tupo en Finlandia y el
sistema Proporz en Austria.
Tipos
comunes de corporativismo
Los
primeros conceptos de corporativismo han sido rastreados hasta las ideas
encontradas en la
Antigua Grecia, la Antigua Roma y religiones tales como el budismo,
cristianismo, confucionismo, hinduismo y el Islam.
El
corporativismo de parentesco: El corporativismo basado en el parentesco y
centrado en la identificación étnica, por clanes y familias ha sido un fenómeno
común en África, Asia y América Latina. Las sociedades confucionistas basadas
en grupos, familias y clanes de Asia del Este y el Sudeste Asiático han sido
consideradas precursoras del corporativismo moderno.
China
tiene fuertes elementos de corporativismo de clan en su sociedad que involucran
normas legales que norman las relaciones familiares. Las sociedades islámicas a
menudo tienen fuertes clanes o tribus que forman la base para una sociedad
corporativista basada en la comunidad.
Corporativismo
en la religión y el espiritualismo: Cristianismo El corporativismo cristiano es
rastreado hasta el Nuevo Testamento de la Biblia en la Primera epístola a los corintios (12:12-31),
donde Pablo de Tarso habla de una forma orgánica de política y sociedad donde
todo el pueblo y los componentes están unificados funcionalmente, como el
cuerpo humano.
Durante
la Edad Media,
la Iglesia
católica del momento patrocinó la creación de varias instituciones, incluyendo
cofradías, monasterios y órdenes religiosas, así como asociaciones militares,
especialmente, durante las Cruzadas para establecer una conexión entre estos
grupos, apoyando la formación de gremios, que tenían representación en el
Senado.
En
Italia, se crearon varias instituciones y grupos basados en la función, tales
como universidades, gremios para artesanos y otras asociaciones profesionales,
que apoyaban a la pequeña empresa, y entrenaban a los aprendices que al
culminar su aprendizaje se convertían en pequeños empresarios, ésta práctica se
puede llevar a cabo a través del Ince, formando a los adolescentes en el
cultivo del capital y del trabajo.
La
creación de los gremios es un aspecto particularmente importantes en la
historia del corporativismo debido a que involucró la asignación de poder para
regular el comercio y los precios, lo que es un aspecto importante de los
modelos económicos corporativistas de administración económica y colaboración
de clases, que es la esencia del corporativismo.
En
1881, el papa León XIII encargó a teólogos y pensadores sociales el estudio del
corporativismo y proveer una definición para el mismo. En 1884, en Friburgo de
Brisgovia, la comisión declaró que el corporativismo era un "sistema de
organización social que tiene como su base la agrupación de hombres, de acuerdo
a la comunidad de intereses naturales y funciones sociales, y como órganos
verdaderos y adecuados del Estado dirigen y coordinan el trabajo y el capital
en los asuntos de interés común."
A
raíz de la reunión de Friburgo, el corporativismo creció en popularidad y, en
1890, se formó la
Internacional corporativista seguido de la publicación del
Rerum Novarum por la Iglesia
católica que por primera vez declaró la bendición de la Iglesia a los sindicatos e
hizo un llamando para que el trabajo organizado fuera reconocido por los
políticos.
Muchos
sindicatos corporativistas en Europa fueron respaldados por la Iglesia católica para
desafiar el surgimiento de sindicatos anarquistas, marxistas y otros radicales,
ya que los sindicatos corporativistas eran bastante conservadores en comparación
con sus rivales radicales.
En
respuesta al incremento de corporativismo católico en los años 1890, creció el
corporativismo protestante, especialmente, en Alemania, los Países Bajos y
Escandinavia; sin embargo, el corporativismo protestante ha tenido mucho menos
éxito en ser apoyado por gobiernos que sus contrapartes católicas.
El
Rerum Novarum y su reconocimiento de los derechos laborales corporativistas llevarían
gradualmente al establecimiento de democracias cristianas. Continúa siendo
influyente en Europa y América Latina, aunque en varios de los países el ethos
cristiano ha sido diluido por la secularización.
Confucianismo:
El confucianismo tiene un énfasis corporativista en la comunidad, la familia,
la armonía y la solidaridad.
Hinduismo:
El corporativismo está presente en varios conceptos sociales en el hinduismo,
tales como el énfasis en la "armonía, consenso y comunidad". La
organización en castas en la
India ha estado fundada en la organización corporativa, cosa
que se evitará en ecaso venezolano con la movilidad social de las
microempresas.
Los
temas corporativistas del hinduismo han influenciado la economía y la política
de la India,
dado que la India
es más adversa al pluralismo individualista y a los modelos políticos y
económicos de conflictos de clase de Occidente. La sociedad india favorece una
forma de pluralismo integral, que es la base de su sistema democrático.
Islam:
El contractualismo islámico ha sido promovido por musulmanes que citan tendencias
comunitarias en el Corán. El contractualismo islámico difiere del
corporativismo en Occidente en que enfatiza el moralismo comunal más que el
formalismo corporativo, de ahí la importancia de desarrollar un modelo ético
del microempresario.
El
contractualismo islámico también es diferente del corporativismo occidental en
que promueve el principio meritocrático de estatus por logros más que estatus
por adscripción como en el corporativismo occidental; sin embargo, algunos
críticos sostiene que Mahoma enfatizó la confesión y responsabilidad individual
sobre el comunalismo.
Ibn
Jaldún, un célebre académico musulmán que estudió las comunidades corporativas
orgánicas, afirmó sobre el tema del poder político, que ningún poder podía
existir sin identidad y, por su parte, ninguna identidad podía existir sin
cohesión.
Corporativismo
en la economía: El corporativismo en su forma contemporánea se caracteriza por
la rígida intervención del Estado conformado por los representantes de los
gremios en las relaciones productivas, grave error que cometió el Partido
Fascita y el Nacionalsocialismo, cuando debía llegar a un acuerdo que beneficiarán
a las partes por igual.
Los
representantes de los gremios o cámaras, son quienes asumen la actividad
política en la sociedad, eligiéndolos anualmente, teniendo una Cámara en la Asamblea Nacional,
donde tienen representación todos los gremios y dictan las leyes específicas
que atañen a cada sector.
Para
la participación a todos los niveles económicos, se plantea la creación de
sindicatos verticales que permitan el control. Es central también en ella la
búsqueda del Bien Común y del interés nacional, poniendo bajo el control del
Estado las regulaciones de las relaciones laborales.
Corporativismo en la política: En el sistema
corporativo no hay partidos políticos, ni un partido único, sino que todos los
ciudadanos tienen una participación política desde la actividad económica que
desarrollan en la sociedad. Desde tal condición, votan a sus pares, para
designar a los mejores como representantes anualmente.
Así,
el Estado es conducido por los dirigentes gremiales, que se articulan en una
pirámide jerárquica, y cuyos miembros reciben instrucción militar. El valor de
lo tradicional es muy importante para este tipo de regímenes. Conlleva una
reivindicación de las virtudes y los valores tradicionales. Se trata de la
reinstauración de asociaciones del Antiguo Régimen, así como la actualización
del orden social medieval, intentando llegar a una sociedad tradicional
conocida como neofeudalismo.
Esta
propuesta nada tiene que ver con el socialismo utópico, y tiene una clara
oposición al marxismo y a las revoluciones anarcosindicalistas, que traen la
polarización, la hiperinflación, inseguridad por falta de trabajo, y el caos. En un Estado: débil, incapaz y
corrupto.
Defensa
del corporativismo como sistema económico: El corporativismo fue propuesto por primera
vez en la encíclica Rerum Novarum por el papa León XIII (1891) como respuesta
ideológica a los sindicatos socialdemócratas y se hizo popular durante el
gobierno de Getúlio Vargas en Brasil, en los años 1920 y 1930, cuando asuntos
de bienestar social se hicieron importantes.
En
Portugal la Constitución
de 1933 -escrita durante la dictadura de Salazar- resulta ser la primera
constitución corporativista en el mundo. El fascismo ofreció una nueva base ideológica, distinta a la tradicional,
para el sistema corporativista.
Mussolini
provenía de la órbita socialista italiana y gran parte de los principios del
fascismo en el campo de la economía eran adaptaciones marxistas a su ideología
nacionalista, que distorsionaron las ventajas del corporativismo. El apoyo del
empresariado al fascismo italiano fue en parte debido al miedo que tenían a la
revolución socialista, en el momento que éste dejó de ser una amenaza volvieron
a la visión liberal.
Por
eso Mussolini no pudo nacionalizar la totalidad de la economía, para no perder
apoyos en su principal fuente de ingresos, pero sí que introdujo en la economía
de la Italia
fascista multitud de elementos de intervención que sentaron las bases del
corporativismo, que son beneficiosos si aceleran la industrialización.
Hitler
también se vio atraído por las ideas de Mussolini, y no tardó en mandar a sus
hombres que adaptaran las ideas económicas del fascismo a la situación del III
Reich. La base económica del nacionalsocialismo era corporativista en el mismo
sentido que el fascismo italiano como lo es la bolivariana, sin conocer los
principios que la rigen, de ahí la anarquía actual del sistema económico. Sin embargo, ninguno de
estos regímenes implementó el corporativismo como régimen político, que es la
diferencia con el venezolanismo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Corporativismo "Corporativismo"
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